
✧c.-019
N/A: Este cap es mi favorito hasta el momento xD
Cap dedicado a Kookcxkes- ♡♡
Hace mucho tiempo que no hago recomendaciones musicales... ¿Les gustaría que aparecieran de nuevo, si es posible?
[...]
Una vez Jungkook aparcó su coche delante del café, ambos se bajaron y caminaron hasta el lugar, con TaeHyung mirando asombrado la fachada.
"Wow... Qué sitio tan bonito"
Jungkook se giró para verlo. "¿Nunca antes habías venido aquí?"
"Qué va, quién siempre trae a Yeontan es Maggie, yo ni siquiera he venido por esta zona" respondió, lamiendo sus labios. "Y si he venido, no me acuerdo"
Viéndole encogiéndose de hombros, Jungkook soltó una risa nasal, asintiendo y abriendo la puerta para que TaeHyung pasara primero.
"Los damos primero" bromeó.
"Eres un tonto" decía, soltando una pequeña risita ante las palabras de Jungkook, negando con la cabeza.
"Pero este tonto te ha hecho reír" señaló, recibiendo una mirada cómplice por parte del castaño.
"Touché." Esta vez, fue TaeHyung quién le guiñó un ojo al azabache, sonriendo en grande y quitándole el aliento a un Jungkook que se quedó congelado al momento de TaeHyung por pasar delante suya. Kim divisó una pequeña bola peluda caminando por el centro del lugar, con orejas puntiagudas y adorables. Él no necesitaba que el animal se diese la vuelta para confirmar que se trataba de Yeontan, pues su bebé era el único macho de su especie en estar allí. "¡Yeontan!" Aclamó, prácticamente corriendo hacia su mascota, el cual se giró ante el llamado, reconociendo a su dueño y meneando la cola, para luego ponerse a ladrar y erguirse sobre sus dos patitas traseras.
TaeHyung elevó a su bebé, abrazándolo como si llevara mil quinientos años sin verlo, sin saber de él. Y es que, nadie podía culparlo de su efusividad, TaeHyung había estado más preocupado que nunca, ni siquiera podía comparar la angustiosa sensación de haber perdido a Yeontan con la de ser o no aceptado en el trabajo con Gelbero, luego de que todas sus opciones se habían esfumado.
Suspiró con alivio, besando la cabecita de un Yeontan que intentaba lamerle toda la cara.
"Mi amor... Me has asustado tanto, pensé que te había perdido" presionó su mejilla suavemente contra la cabeza del animal.
"¡Hombre, Jeon Jungkook!" Una voz gruesa sonó, y para cuándo el castaño se giró, Jungkook ya estaba sosteniendo entre sus manos a una hembra de Pomerania —Kim suponía que se trataba de la famosa Astra, su nuera—, dándole un apretón de manos al chico detrás del mostrador. "¿Cuánto hace que no nos vemos?"
"Uf, hará ya unos meses, por lo menos." Resopló el azabache, relamiéndose los labios. "Siempre que vengo están Lea y Gordon, pero nunca te encuentro a ti"
"Es porque mi turno no empieza hasta las diez, así que cuando tú vienes yo aún no estoy"
"Tiene sentido" asintió, riendo entre dientes. "Oye, muchísimas gracias por avisarme de lo de Yeontan, estábamos muy asustados"
"Sí, ya veo a tu novio" lo imitó, riendo con ganas antes de señalar con la cabeza al castaño, que se encontraba de espaldas abrazando a su cachorro. "No sabía que él era su dueño, siempre lo trae una chica, la que vino hace una semana o así preguntando por Astra"
"Sí, bueno..." Jungkook carraspeó, sin saber muy bien qué decir ante lo que su amigo había dado por hecho que tenía con Kim. "Es que él no es mi novio, si no mi jefe, y esa chica es quien se encarga de cuidar a Yeontan."
"Ah, eso explica que no lo haya visto mucho por aquí, si desde que tú trabajas en esas empresas billonarias ni te he visto el pelo"
"Sí, es un trabajo tedioso de muchas horas. Pero me pagan lo suficiente como para pagar mis gastos y los de Astra, prontamente los de sus cachorros"
"Ah, se me olvidaba preguntarte, ¿Has averiguado quién es el padre?"
Las cejas del azabache se alzaron, asintiendo. "Lo tienes justo allí"
"¡¿Qué?!" Exclamó, midiendo el tono de su voz. "¿El padre de los cachorros es el perro de tu jefe?" Jeon asintió, entonces, el chico bufó. "Qué mala suerte, compañero, no te libras de tu jefe ni en sueños"
"No, en realidad..." Se mordió el labio, viendo a TaeHyung juguetear con Yeontan. "Tampoco es como si quisiera librarme" se encogió de hombros.
"Yo honestamente no te entiendo, Jeon. Todos hacen lo posible por librarse de sus jefes y jefas en el tiempo libre, y tú estás tan contento de que tu mascota vaya a tener cachorros del perro del susodicho... Eres incomprensible."
Ante la mirada confundida de Jacob, suspiró. "Se está encargando de todo esto a partes iguales conmigo, ha pagado las ecografías de Astra." Observó al castaño para verificar que no estuviese al tanto de su conversación con Jacob. "Además, él no es un capullo, en cierto modo. No me hace trabajar horas extras y me da crédito"
"Si tú lo dices..." Se encogió de hombros, observando a TaeHyung. "En fin, al menos tiene un buen culo"
Jungkook rodó los ojos. "Eres de lo que no hay" bufó.
"Gracias" Jacob sonrió, agradecido.
"No era un cumplido"
"Pues, en ese caso, que te jodan" le guiñó un ojo, viéndole rodar los ojos y negar con la cabeza.
"Jungkook, ¿Te quedarás?" TaeHyung cuestionó, caminando hasta él.
"Uh, no creo, tengo que ir al supermercado antes de que cierre" respondió, a lo que TaeHyung asintió, comprendiendo. "Por cierto, te presento a Jacob, él es quién me dio el aviso de que Yeontan estaba aquí, con Astra"
"Oh," TaeHyung miró al hombre, sonriéndole con puro agradecimiento. "Muchísimas gracias, de verdad, de no ser porque le mandaste ese mensaje a Jungkook, posiblemente yo seguiría atormentándome sobre qué cosa mala le hubiera ocurrido a Yeontan" acarició la cabeza peluda. "Te lo agradezco infinitamente"
"Tampoco es para tanto, un placer poder ayudarte" Jacob le guiñó un ojo.
"No, claro que lo es." Insistió el castaño. "Yeontan es lo que más me importa en el mundo. ¿Hay algo que pueda hacer para agradecértelo?"
"Bueno, ahora que lo dices..." pareció pensarlo.
Jungkook le observó, dándole una mirada de advertencia. "Jacob..."
Sin embargo, el mencionado no le hizo caso en lo más mínimo. "Queremos ampliar las instalaciones de nuestro café, para que haya más espacio y un jardín más extenso, así nuestras mascotas pueden corretear libremente y hacer sus necesidades con comodidad."
"Jacob" gruñó el azabache. Y, como era de esperar, Jacob le ignoró otra vez.
"Así que, agradeceríamos muchísimo si quisieras colaborar con el presupuesto"
"Jacob, detente"
"Oh, por supuesto" TaeHyung asintió, muy encantado. "¿Tiene por ahí algún cheque en blanco? No he traído ninguno encima"
"Claro" satisfecho, e ignorando —de nueva cuenta— la mirada fulminante de Jungkook. Con una enorme sonrisa, rebuscó en la caja registradora y sacó un fajo de cheques en blanco; arrancó uno, y se lo dio a TaeHyung. "Aquí tienes"
"Gracias" sonrió, tomando un bolígrafo que Jacob le tendía también. "¿Cuánto debería de poner?"
"Nada-"
"Lo que puedas" su mandíbula apretada, le indicó a Jungkook que estaba muy descontento con lo que intentaba, al igual que Jungkook se lo hacía saber a él. "Cualquier donación es de ayuda" volvió a guiñarle un ojo, tomando un vaso y llenándoselo de agua.
"De acuerdo" asintió, escribiendo una cifra en el cheque y pintándolo con su firma. "Listo, toma. Espero que sea suficiente"
"Muchas gracias" Jacob le dijo sinceramente, agarrando el cheque y mirándolo. Al ver la cantidad, escupió el agua que procedió a beber, casi alcanzando a TaeHyung. "¡¿Diez mil dólares?!"
Kim parpadeó, confundido. "¿Es muy poco? P-Puedo-"
"No, no, no, es más que suficiente, de verdad." Jacob se relamió los labios, mirándolo con sorpresa. "Es sólo que no pensé que alguien pudiera llegar a donar tanto..."
"Bueno... Este lugar es casi más el hogar de Yeontan que mi propia casa, si puedo ayudar a que tanto mi bebé como todos los demás perritos que vienen aquí, estén mejor cuidados y más felices, lo haré"
"Wow... Muchísimas gracias, en serio."
"No es nada" sonrió de vuelta, antes de que su teléfono sonase. "Disculpad," rió entre dientes, sacando su teléfono móvil y mirando la pantalla, descubriendo que se trataba de una llamada de Callie. "Tengo que contestar. Jungkook, te espero fuera."
"Vale, en seguida voy"
Tae asintió. "Encantado, Jacob, y muchísimas gracias"
"Gracias a ti, e igualmente"
Saliendo del local, TaeHyung dejó a ambos chicos solos.
"Dios, tu jefe es genial. Me he enamorado, quiero casarme con él."
"Ya..." asintió, sonriendo a medias. Pero luego, su mueca cambió a una seria. "Olvídate."
Jacob se encogió en su lugar. "Bueno..."
Para cuando Jungkook salió del café, TaeHyung estaba hablando por teléfono todavía.
"No, estaba en el café al que siempre lo lleva Maggie, menos mal." Lo oyó suspirar de alivio y luego soltar una pequeña risita. Por puro instinto, Jungkook sonrió. "Sí, claro, te enviaré una foto cuando llegue a casa."
"TaeHyung" lo llamó el azabache justo después de que colgase a la rubia. "¿Nos vamos?"
"Dios, sí" asintió, suspirando y yendo detrás de él.
Quince minutos más tarde, Jungkook aparcó frente a la casa de TaeHyung. "Ya hemos llegado" anunció, girándose en su espalda para ver a Astra sentada junto a Yeontan en los asientos traseros.
"Gracias por traerme" le sonrió a modo de agradecimiento, abriendo la puerta para salir y acercarse a las de atrás, sacando a Yeontan. "Ven conmigo, precioso" besando su cabeza, TaeHyung se despidió de Astra con la mano, recibiendo un ladrido por su parte.
Kim llamó a la puerta, ya que debido a la prisa que llevaba, había olvidado sus llaves en su propio coche.
"TaeHyung, espera" Jungkook lo llamó desde atrás, así que Kim se giró, encarándolo.
"Dime" Marie abrió la puerta, llevándose una grata sorpresa al ver a TaeHyung con Yeontan en sus brazos.
"¡Yeontan!" gritó, quitándole la palabra a Jungkook, quién iba a hablar y fue bruscamente interrumpido. Pero lo dejó pasar, porque la mirada de felicidad en los ojos de la mujer no tenía precio. "¿Dónde estaba?"
"En el café al que Maggie siempre lo lleva" el castaño permitió que Marietta agarrase a su pequeño bebé. "El dueño es amigo de Jungkook, y le avisó de que se encontraba allí."
"Dios, menos mal..." Marie miró por detrás del hombro de TaeHyung, al azabache. "Muchísimas gracias, señor Jeon"
"No es nada" le sonrió.
"Marie, cariño, llévate a Yeontan adentro y prepárale un baño, por favor. Yo iré enseguida"
"Por supuesto"
Felizmente, ella se llevó a Yeontan, y TaeHyung entrecerró la puerta, girándose de nuevo para encarar a Jungkook.
"Dime, ¿Qué querías?"
"Verás..." Jungkook dio un par de pasos, acortando la distancia entre ambos. "Lo que has hecho hoy, con el café de Jacob, ha sido increíble."
"¿Te refieres a lo de la donación?"
"Sí, exactamente a eso. Diez mil dólares es mucho dinero, jefe... Tienen para un maldito hinchable indefinido para mascotas"
Aquella exageración por parte de Jungkook hizo a TaeHyung reír, y Jeon lo vio encantado, porque no había tenido la oportunidad de verle reírse ni sonreír lo suficiente.
"Bueno, supongo que puedo permitírmelo, se lo debía a tu amigo porque sin él nunca hubiera conseguido recuperar a Yeontan, y sin su local, mi hijo nunca hubiera conocido a Astra..." se encogió de hombros, demostrando que lo que había hecho no había sido gran cosa. "Ya te lo dije en su momento, Tan es lo que más amo en el universo... Él lo es todo para mí, y si puedo hacer algo por y para él, lo haré. Si eso ayuda a más mascotas, lo hago encantado"
Jungkook sonrió, encantado.
"¿Sabes, jefe?" apretó los dientes, sopesando las palabras que diría. "En menos de un mes, has conseguido algo que nunca nadie, en mis veintitrés años de vida, había conseguido"
Kim lo miró con los ojos entrecerrados, extrañado. "¿Y eso es?"
"Que me arrepienta"
Aquello dejó al castaño aún más confundido. "¿Arrepentirte de qué exactamente?"
"De haberte dejado ir" admitió, haciendo una mueca con sus labios y guardando las manos en los bolsillos de su pantalón de traje. Sus palabras ocasionaron en TaeHyung un shock tremendo, ya que, él jamás imaginó que diría algo como eso. Ni en un millón de años. Dando pasos hacia atrás, Jungkook se alejó sin apartar la vista de él, sus ojos conectados. "Te veo mañana en la oficina, jefe." Inclinando la cabeza hacia un lado a modo de despedida, Jungkook finalmente se giró en los talones, marchándose y dejando a TaeHyung con un terrible caos mental.
TaeHyung simplemente soltó un suspiro una vez no hubo rastro del azabache, como si hubiera estado reteniendo el aire en sus pulmones.
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