
✧c.-001
N/A: Estoy muuuuuy emocionada, honestamente!! xD
Cap dedicado a swtamarga995 ♡♡
Espero que les guste tanto como a mí me está encantando la idea principal. Debo de decir que han cambiado algunas cosas, TaeHyung no será el dueño de la empresa, pero sí el jefe de ya-sabemos-quién, créanme, les va a gustar más la idea de que Tae tenga un jefe. Lo segundo es que no creo que haya pareja secundaria, puesto que no están en Corea del Sur, si no que se hallan en América. Pero sí que contará con la aparición con de un personaje que tendrá mucha controversia. Sin más, les dejo con un primer capítulo de casi tres mil palabras, disfrútenlo y denme sus primeras opiniones! Gracias, os amo♥
[...]
Observando su reflejo en el espejo, TaeHyung suspiró. Su camisa nueva de Givenchy relucía en el más puro de los blancos, reluciendo y contrastando casi celestialmente con su piel canela. Se acomodó la corbata y ajustó el cinturón más apretado en su cadera, relamiéndose los labios.
"Entonces, esa puta vieja arcaica quiso llevarse el último bote de Maltesers. Casi la mato, ¿quién en su sano juicio es tan cruel para quitarle la comida a una pobre embarazada?"
"Sí, qué despiadada" parpadeó el castaño, rodando los ojos ante el tono de indignación que Sasha puso en su voz. Ella era tan dramática cuando tenía a alguien alimentándose en su interior... Por muy raro y bizarro que sonase. Arrugó el rostro sólo de imaginarse lo que abarcaban sus propios pensamientos, viéndose invadido por la repugnancia y el shock repentino.
"Podría haberle dado un barrigazo por cerda, pero me contuve." TaeHyung no veía a la mujer, pero se la imaginó apretando los labios.
"Claro, es que eres todo un trozo de pan..."
"¿Trozo?" Sasha bufó. "TaeHyung, el perímetro de mi barriga es de casi un metro veinte. No soy un trozo de pan, soy un puto bagel de masa gruesa."
Riendo, TaeHyung negó y se mordió el labio. Era tan jodidamente exagerada... Que cada segundo que pasaba la adoraba más.
"¿Llevas la corbata que te regalé?"
"¿Por qué siempre preguntas lo mismo?"
"Quiero saber que vas guapo gracias a mí" respondió, como si no fuera la gran cosa, y TaeHyung puso los ojos en blanco antes de caminar a lo largo de su apartamento para guardar el cargador portátil en su bolso de trabajo.
"Vas a verme en unas horas, sabrás lo guapo que voy gracias a ti, Sasha."
El silencio inundó la línea, y TaeHyung no supo la gravedad del asunto hasta que la voz de su asistente volvió a sonar.
"En realidad..." habló, pausadamente, con cuidado. "No te veré hoy"
"¿Tienes una ecografía por la mañana?"
Sasha carraspeó. "Estoy de seis meses ya, Tae... Mi doctor me ha aconsejado la baja por maternidad"
Las cejas de TaeHyung se fruncieron, con confusión. "Pero nunca antes la has pedido"
"Lo sé, pero nunca antes estaba embarazada de gemelos, Tae. No es un embarazo de alto riesgo tampoco, pero al ser múltiple mi tensión tiende a subirse de vez en cuando." Carraspeando, notando el silencio de Kim como una oportunidad para seguir hablando. "No puedo estar sometida bajo a mucha presión, y realmente ser tu asistente ni tu secretaria me lo produce... Pero todas esas malditas reuniones me producen ansiedad" Sasha suspiró, y TaeHyung supo que tenía una mueca de angustia en su rostro. Odiaba dejarlo solo, y lo sabía. No quería imaginarla así.
"Oye, cariño, tranquila" habló rápidamente, dirigiéndose a su teléfono encima de un pequeño mueble y agarrándolo. "Sabes que quiero lo mejor para ti y para mis pequeños ángeles. Tu salud es lo primero, ¿vale?"
"¿No estás enfadado?" Sasha cuestionó, el miedo palpable en su voz. Tae alzó una ceja.
"¿Por qué debería?"
"Porque te he dejado solo... Y porque tendrás que reunirte con Gelbero y con su incesantemente pesado secretario, el Ewan McGregor de Walmart."
TaeHyung cerró los ojos, soltando un gemido que casi sonaba como un lamento. "Oh Dios, no... ¿Ese ligón de metro que huele a Pachuli?"
"Ansel Elgort" afirmó Sasha, escuchando, entonces, el lloriqueo de TaeHyung. "Lo siento tanto..."
"Tranquila... Podré con ello" aseguró. "Tú asegúrate de alimentarte bien y cuidar correctamente de esos dos pequeños demonios que crecen en tu interior. No quiero que me recuerden como el padrino hijo de puta que se enfadó con su madre por exigir su merecido descanso, así que asegúrate de descansar, ver mucho a Ellie Kemper."
Sasha suspiró audiblemente, de puro alivio. "Eres el mejor, TaeHyung. Te adoro"
Él sonrió sólo con escucharla, presionando el icono de la cámara para iniciar una videollamada. "Acepta."
"Estoy toda fea e hinchada, TaeHyung."
"Sash, te he visto toda demacrada y recién parida las dos últimas veces. Creo que puedo soportar un poco de tu cara mañanera de embarazada. Acepta" insistió, oyendo un bufido por su parte antes de que la cara perfectamente redonda de Sasha McGregory en su pantalla. Su sonrisa se ensanchó. "¡Pero si estás preciosa, tonta!"
"Me ha salido un grano cerca de las tetas, TaeHyung. He engordado ocho putos kilos y aún me quedan tres meses más" gruñó ella, sus labios apretados. "Voy a entrar en recepción rodando."
"Te pasaré el número de mi asistente personal, si eso quieres." Volvió a rodar los ojos.
"Por eso eres el mejor jefe de todos" suspiró, y el castaño sonrió de nuevo, pasándose los dedos por la corbata. "¡Hey, esa es la que te regalé!"
"Ya que no podrás ver lo guapo que estoy en persona... —Gracias a ti, claro—, puedes verme a través de una pantalla"
"Bueno, sí, no le hace justicia a tu belleza, pero estoy conforme"
"Descuida, tampoco le hace nada de justicia a la tuya"
"¡Sasha, hora del masaje!" Tae oyó la voz de Beau y soltó una carcajada al ver como los ojos de su confidente se hacían más grandes y brillantes. Poco después, Beau apareció por la puerta, llevando una enorme botella de aceite de Rosa Mosqueta en sus manos. "Oh, hola TaeHyung"
"Buenos días, Beau"
"Comienza con mis pies, cariño" Sasha pidió, acomodándose a lo largo de su cama tamaño Rey y poniendo los pies en el regazo de su marido. "Tae, hablé con Gelbero esta mañana, por lo de mi baja, y pedí que te buscasen al mejor sustituto del año. Sé que he dejado el listón muy alto, pero de todos modos, él ya ha encontrado un buen reemplazo."
TaeHyung se carcajeó, sosteniendo su pequeña maleta de trabajo. "Qué rapidez."
"Sí, pero es incluso mejor, no tendrás que ser tú el que lo busques. Ponte cacao labial, Beau dice que hace frío"
"Es cierto" el pelinegro asintió, masajeando las plantas de los pies de ¨Sasha.
"De acuerdo, gracias" le sonrió, rebuscando en su cajón de maquillaje y productos de belleza, agarrando el bálsamo de labios y tomando un poco en su dedo, esparciéndolo por sus labios. "Con respecto a tu reemplazo, Sasha, ¿Gelbero te ha dicho quién es?"
"No, ni siquiera es alguien que conocemos." Sasha negó, arrugando su nariz ante el olor fuerte que desprendía la Rosa Mosqueta. "No se trata de alguien de la oficina, en realidad."
"¿Y eso qué significa?" TaeHyung tenía sus ojos entrecerrados cuando miró al teléfono de nuevo, juntando sus labios y haciendo ruidos de chasquidos con el bálsamo en ellos. "Gelbero no va a ponerme a un novato, ¿Verdad?"
"No tengo ni idea, sólo me aseguró que era bueno en su trabajo, nada más" viendo a Sasha encogiéndose de hombros, TaeHyung asintió, suspirando.
Dios, TaeHyung se sentía como si estuviese en un barco sin rumbo. Sasha era como su GPS personificado, sin ella estaba completamente-casi-perdido.
"Entiendo..."
"Pero no te sofoques, cariño, seguro que todo va a salir bien" Sasha intentó tranquilizarlo.
Una puerta se abrió y se cerró en la entrada, y TaeHyung miró a través del pasillo para ver a Marietta, su ama de llaves adentrándose a su hogar.
"Sasha, te veo luego del trabajo, ¿de acuerdo? Me pasaré con helado y cheesecake de lima para quejarme de mi día en la oficina, ¿Está bien?"
"Uh" emitió, emocionada. "Está más que bien, nos vemos luego." Asintiendo, Tae se giró, pero antes de que pudiera saludar a Marietta, Sasha habló de nuevo. "Y, ¿Tae?" el castaño la miró. "Que sea lima y fresa, por favor. Tengo antojos"
"Dos de cada para mi embarazada favorita. ¿Tú quieres algo, Beau?"
"Que no lances a mi adorable mujer por las escaleras. Está insoportable"
"¡Serás desgraciado!"
"No te prometo nada" bromeó el castaño. "Nos vemos, pareja."
Una vez finalmente colgó, TaeHyung miró los mensajes sin leer que tenía.
Chastity (Trabajo): Kim, Gelbero te quiere en su despacho a las diez en punto para presentarte a tu nuevo secretario y asistente. Sé puntual.
Rodando los ojos, TaeHyung la dejó en visto. Tity —la asistente personal de su jefe— era tan servicial como amargada, él prefería mil veces a Callie, aunque tuviese nombre de perro con pedigrí.
Él guardó su teléfono móvil en el bolsillo delantero de sus pantalones y le dio una mirada rápida a su ama de llaves, con una sonrisa de oreja a oreja.
"Marie."
"¡Cielo!" ella aclamó cuando sus ojos se encontraron. La mujer trabajaba en su casa, pero llevaba cerca de un mes sin verla debido a sus horarios cambiados. "Pero qué bonito estás, mi niño"
"No más que tú" se acercó para abrazarla. "Lamentablemente, no puedo tomar café contigo, tengo una reunión importante para esta mañana" hizo un puchero, volviendo a agarrar su bolsa. "Sasha está de baja por su embarazo, y mi jefe va a presentarme a mi nueva mano derecha"
Con los ojos tristes de Marie sobre él, TaeHyung caminó hasta el extenso perchero en la entrada, agarrando su abrigo largo y extremadamente calentito, poniéndoselo y colgándose la bolsa en uno de sus hombros, a modo de mochila. "Tengo que irme, Marie."
"Oh, ¿Quieres que te prepare algo de comer? Creo que el viernes vi algo de curry para poder hacerte un buen arroz"
El castaño exhaló, sonriente antes de que su móvil vibrase de nuevo en sus pantalones. "Sabes que amo tu comida, pero creo que hoy me espera un día muy largo, y no tengo más remedio que comer en el trabajo"
"Puedo llevarte el almuerzo, ¿sobre las cuatro está bien?"
TaeHyung miró a su ama de llaves con diversión. "Marie... A las cuatro tu turno ya ha terminado, no te voy a hacer trabajar más de la cuenta"
"Mi turno de hoy termina a las seis. Es lunes."
"No este lunes, cariño. Hoy es tres de octubre, hace doce años que tu hijo Diego nació, no creas que me he olvidado" rió ante la sorpresa en los ojos de Marietta. "Tienes su regalo encima de mi escritorio, dile felicidades de mi parte, y si necesitas comprar un pastel o cualquier cosa, tienes dinero en el mueble de la televisión; toma lo que te haga falta" caminó de nuevo hacia ella, dándole un beso en la mejilla.
"Eres un cielo, TaeHyung." Expresó Marie, sus ojos brillando con lágrimas.
"Te adoro, Marie. Espero que nos veamos mañana"
Dándole una última sonrisa, TaeHyung agarró sus llaves del mueble en la entradita y cerró la puerta a sus espaldas. El teléfono volvió a vibrarle, esta vez en una llamada entrante, mientras que se adentraba en su ascensor.
"Kim." Contestó, escondiendo su mano libre en el bolsillo de su abrigo. Había olvidado sus guantes en casa, y seguramente hacía un frío de los mil demonios ahí fuera.
"Tae, soy Callie" oyó la dulce voz, algo chillona, y por instinto, sonrió. Su precioso cachorro con pedigrí.
"Ah, menos mal. Pensé que desde primera hora tendría que oír la voz de Tity." Dijo con un suspiro de alivio, oyendo poco después la risa tonta de Callie. "Dime, Chihuaha."
"¡Oye! Creí que era un Bichon Maltés."
"Hoy tienes voz de rata, así que eres un Chihuaha. ¿Qué ocurre?" salió del ascensor, "Buenos días, Joshe." Saludó al portero con una sonrisa amable, recibiendo una reverencia por parte del hombre. TaeHyung salió al exterior, el aire frío golpeando su rostro violentamente y haciéndole gruñir. Escuchó que la chica soltó un jadeó, y frunció el ceño mientras que se dirigía a su coche. "Callie..."
"¡Oh, disculpa!" se lamentó con rapidez. "Es sólo que... Bueno, no importa. Te llamo para decirte que Gelbero ya ha llegado y pregunta por ti, le he dicho que llegas en unos minutos, así que espero que no me dejes en un mal lugar"
"Y no lo haré" aseguró, activando el altavoz y poniendo su teléfono móvil en el tablero. "En unos minutos estoy ahí. ¿Ya son las diez?"
"Menos seis minutos. Date prisa"
"Sí, Chihuaha impaciente" canturreó, arrancando el auto y poniéndose en marcha.
"Que te jodan" bufó, y antes de que el castaño colgase, su voz volvió a sonar. "Ah, y Kim..."
"¿Qué?" casi espetó, girando el volante en una rotonda.
"He visto a tu nuevo empleado... Y, honestamente, creo que mañana debes de venir con pañales" después de eso, Callie colgó junto a una risita pícara.
TaeHyung simplemente rodó los ojos. Esa chica no tenía filtro, únicamente hormonas que salían disparadas por todo su cuerpo.
El castaño consiguió llegar a las oficinas de I. Gelbero Ent, aparcando en su plaza de garaje y agarrando todas sus pertenencias para luego salir del coche y dirigirse a la primera planta —el aparcamiento quedaba en el sótano del edificio, el lugar más frío.— con el corazón latiéndole en un puño.
No es que su jefe lo pusiera especialmente nervioso, pero su maldito secretario, Ansel Elgort, sí que lo hacía. El tipo era insistente y coqueto como un maldito robot de piropos, hasta tal punto en que conseguía agotar a TaeHyung.
Cuando las puntas del ascensor se abrieron en su planta designada, TaeHyung se relamió los labios, anticipando lo que vendría.
Conocería a su nuevo asistente y secretario —que serían la misma persona, por supuesto, sólo el gran jefe tenía uno de cada para él solito, no era una sorpresa, de todos modos; aunque él hubiera elegido a Callie como su asistente personal, por supuesto.— y luego el día comenzaría como si nada, las cosas típicas de un día de oficina normal y corriente lo abrumaría por algunos minutos antes de que todo se hiciese casi monótono. Así funcionaba su día a día. No le aburría, en realidad, a él le encantaba la monotonía de su trabajo, sobretodo cuando Sasha ponía sobre su mesa un café tamaño extra con nata y mucha espuma caramelizada, era el mejor momento de la mañana.
Aunque bueno, ahora quizás no era tan bueno... Porque Sasha no se lo entregaría. Una pena.
"¡Hey, me has dejado en buen lugar!" Callie lo saludó nada más poner un pie fuera del ascensor, una enorme sonrisa jalándole de los labios.
"Te lo dije" le guiñó un ojo.
"Callie, no grites" ordenó Chastity, sin siquiera mirar a ambos.
"No le des órdenes a mi perro, Tity. Sólo yo puedo mandarle callar, y no lo he hecho"
"Pero-" ella levantó la mirada para quejarse.
"Silencio" TaeHyung le mostró su dedo índice, señal para que se callara. Él prefería mil veces la voz chillona y alegre de Callie, que el tono seco y bajo de Chastity. "¿Dónde está Gelbero?"
"En su despacho, con el chico guapo" Callie movió las cejas de arriba abajo, en un movimiento sugestivo que hizo a TaeHyung carcajearse mientras que se dirigía al despacho de su jefe, con la su Chihuaha yendo detrás de él.
"¿Qué chico guapo?" bufó.
"Tu nuevo secretario, ¿Es que no lo has visto?"
"Claro que no"
"Imogen ha pasado su foto por el grupo de la oficina, ¿De verdad que ni siquiera has leído el maldito mensaje?"
Las cejas de Tae se fruncieron, parándose en la puerta y golpeando con sus nudillos dos veces. "Habláis un montón, como quinientos mensajes por día, y, honestamente, tengo cosas más importantes que hacer que estar leyendo lo que decís de mi nuevo secretario."
"Oh, pues deberías, Tae."
Él la miró por encima de su hombro, una ceja alzada. "¿Y eso por qué?"
"Es coreano, igual que tú" habló, y de forma casi automática, la puerta de Gelbero se abrió.
TaeHyung se relamió los labios, mirando hacia el frente, para toparse con Ansel, quién ya le estaba sonriendo. Ahorró el bufido innecesario que quiso salir de sus labios con urgencia.
"Hola, Ansel"
"Hola, precioso" le guiñó un ojo, y las náuseas repentinas del castaño no tardaron en llegar. Él respiró hondo. Era de mal gusto vomitarle a alguien encima. "Pasa, el jefe te espera"
Asintiendo, TaeHyung suspiró y dio un paso al frente, adentrándose en la sala de reuniones, viendo el rostro de su jefe, sonriente al verlo. Una cabeza pelinegra le daba la espalda, incapaz de poder observar su rostro, él imaginó que se trataba de su nuevo asistente.
"Kim, muchacho, siéntate" Gelbero señaló el lugar entre su asiento y el del chico desconocido. "Ven, ven. Tengo que presentarte a alguien"
Sintió una mano de Ansel posarse en su espalda baja y lo miró por el rabillo del ojo, asegurándose de que no hacía ningún movimiento de más.
"Buenos días, señor." Hizo una reverencia, sin apartar la vista de las manos de Ansel. No se fiaba de él ni un pelo.
"TaeHyung, como ya sabes, Sasha está de baja por maternidad, así que me he tomado la molestia de buscarte el mejor sustituto para que esté a tu disposición hasta que la señorita McGregory vuelva. Tengo el placer de presentarte a tu nuevo secretario y asistente personal." Gelbero sonreía mientras que hablaba, señalando al otro hombre que TaeHyung desconocía. Hasta que dejó de observar con desconfianza a Elgort, y sus ojos chocaron con los de su nuevo asistente; congelándose de inmediato. "Jeon Jungkook"
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