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06•

— Una malteada de mora para la mesa cinco — gritó Jimin  por la ventanilla, su compañero de trabajo, Chanyeol , tomó la orden y se puso manos a la obra. Era un día ajetreado en la cafetería "Voxs".

—Listo, Jimin , aquí tienes.

—De acuerdo —dijo antes de tomar la bebida y luego dirigirse con el cliente. Cuando estuvo de vuelta junto a su compañero, este se animó a decirle lo que tanto ansiaba desde que tomó aquel empleo como ayudante del cocinero. Chanyeol no estaba muy seguro si tenía algún tipo de oportunidad con él, pero nada perdía con intentarlo. 

—Oye, Jimin . ¿Tienes planes para esta noche?

—¿Eh? —preguntó con una ceja fruncida. Chanyeol era un chico muy simpático, cabello corto y rubio, sus ojos eran de un color marrón oscuro, además, parecía ser un tipo que se preocupaba por lucir en forma, detrás de aquel uniforme de Voxs, se escondían músculos firmes y admirables. 

—Me preguntaba si tienes planes esta noche  —repitió con un leve sonrojo en el rostro. Chanyeol era de esos chicos amables y colaborativos que era compañero de todos, pero amigo de nadie. A veces parecía una persona extremadamente tímida, como ahora. 

—Oh —Jimin  hizo una mueca y sonrió para sí mismo. Oh, por supuesto que tenía planes, como las últimas dos semanas, esta noche correría a casa y se metería en la cama de su mejor amigo. Jimin  no sabía si estaba rompiendo las normas de los amigos con derecho por pasar todo su tiempo con Jungkook , pero él tampoco insinuaba tener otros planes aparte de los que compartían juntos.

—Sí, tengo una cita. 

—Oh... —suspiró su compañero algo decepcionado, era la primera vez que se animaba a pedirle una cita a Jimin  y este lo rechazó, pero aún podía conservar las esperanzas, porque quizás otro día saldría favorecido y el lindo chico le diría que sí—. Entonces será para la próxima.

—Ajam, seguro Chanyeol . Ahora a trabajar.

[...]

Esa noche, luego del trabajo, Jimin  entró a su departamento y se encontró con todas las luces apagadas. La única luz que visualizaba, era la del televisor, parpadeando cada segundo.

—¿Kookie?

—¡Jimin ! Date prisa, ya comienza el maratón de CSI: Miami.

—Hice palomitas —dijo Jungkook  pasándole una bandeja con estas.

Jimin  sonrió ante el agradable recibimiento. Cada lunes por la noche Jungkook  y él se sentaban sobre la alfombra y veían una maratón de sus series favoritas. El chico mayor se quitó la chaqueta y dejó su mochila a un lado para sentarse sobre la alfombra y acomodarse a su lado.

—¡Fantástico! Pero ¿y si pedimos pizza?  

—Buena idea —mencionó su amigo tomando el teléfono de la mesita del centro, sin quitar la mirada del televisor, marcó el número de la pizzería que se sabía de memoria.

Esa noche rieron y se divirtieron lanzando hipótesis sobre el asesinato de una prostituta en los callejones de la ciudad de Miami. Jungkook  siempre acababa teniendo la razón.

Jimin  terminó recargándose contra el pecho de su amigo, deslizando sus brazos sobre las rodillas de este y disfrutando del calor que el cuerpo delgado le ofrecía, ni siquiera notó el instante en el que sus ojos se cerraron y se quedó totalmente dormido contra el pecho de Jungkook .

A la mañana siguiente despertó acurrucado en la alfombra de su sala sobre el pecho de su mejor amigo. Jungkook  tenía una almohada tapizada bajo la cabeza, y Jimin  sonrió al observar lo suaves gestos que este hacia al dormir. Sencillamente era fascinante, ¿Por qué nunca antes lo había notado? 

Jimin  P.V.

Deslicé mi boca sobre la cálida piel de su cuello, mientras sus manos acariciaban mi cabello. Su respiración se mezclaba con la mía, y entonces lo hice.

Jungkook  me dio el mejor regalo de San Valentín, por nuestra amistad especial. Lo penetré despacio disfrutando de su estrechez. Él me dijo que había pasado mucho tiempo desde la última vez que le permitió a otro tipo follarlo, y se sentía malditamente cerrado. 

Jadeé con fuerza en cuanto empecé a establecer un ritmo tanto como su estrechez me lo permitía. Usé mucho lubricante y al parecer necesitaría más. Saqué mi miembro y le eché más lubi. Jungkook  jadeó duro y mordió su labio con la cabeza contra su almohada. Se veía tan sexy, con su rostro sonrojado y su frente húmeda por el sudor que despedían nuestros cuerpos en cada embestida. 

Acaricié su erección con mi mano embarrada de lubricante. Él gimió ronco y enredó más firmemente sus piernas alrededor de mis caderas.

No pude evitar sonreí en medio de mi ofuscación. Él rió y capturó mis labios en un beso que no sabría explicar, toda esta sensación era algo que no podía definir. Esto solo significaba sexo para los dos, o eso debería significar…

Me perdí en esos ojos, su rostro era una mezcla de dolor y placer. Sus fuertes músculos se contrajeron alrededor de mi cuerpo, él realmente sabía cómo volverme loco. 

Esto debe ser un sueño, porque nunca en toda mi jodida vida hubiese imaginado que yo follaría a mi querido amigo Jungkook . 

Pero toda esta maravilla comenzó hace un par de horas...

Jungkook  y yo nos encontrábamos viendo televisión, un maratón completo por San Valentín. En mi experiencia, el catorce de febrero era la fecha más absurda y cursi del mundo. Mucho peor que la navidad. Pero esta vez, Jungkook  decidió ordenar comida tailandesa para sorprenderme. Me dijo que disfrutaría mucho celebrar este día conmigo, y de pronto, este día no parecía tan absurdo.   

Por lo general, el catorce de este mes me la pasaba encerrado en mi habitación, escuchando música o viendo una película, pero pasar el día con Jungkook  no sonaba nada mal.

—¡Tienes que probar esto, Kookie! 

Reí entre dientes mientras saboreaba mi pollo al curry. Mi amigo se negó, al parecer no le gustaban las cosas picantes. Pero conseguí persuadirlo colocando mi cuchara frente a su cara y exigiéndole que probara, él rió y se llevó la cuchara que le ofrecía a la boca. Jungkook hizo una mueca muy cómica cuando el fuerte sabor de la salsa hizo efecto en su paladar. 

—¡AHHHH! —gritó, mientras me carcajeaba y le ofrecía un vaso con té helado. 

—¡Eso por poco me mata, hyung !

—Ay, por Dios, no seas un flojito.

Ambos nos sumergimos en un silencio Incómodo. Mirándonos el uno al otro, era extraño, nunca antes me había percatado de la forma que tenían sus cejas y el bonito color de sus ojos, sabía que eran marrones, pero nunca los admiré como ahora. 

Confundido desperté de mi ensoñación y decidí fingir que la salsa hacia efecto en mi paladar, cuando en realidad ya estaba más que acostumbrado a aquel sabor. Jungkook  sonrió y continúo comiendo.

Miré a mí alrededor y decidí encender la radio. Fue una mala idea...

No conocía la canción que sonaba en la emisora, pero su letra nos hizo sentir de lo más incómodos.

Do you hear me,

I'm talking to you

Across the water across the deep blue ocean

Under the open sky, oh my, baby I'm trKookieng

Boy I hear you in my dreams...

I'm lucky I'm in love with my best friend

Lucky to have been where I have been

Lucky to be coming home again...

Preferí atragantarme con comida y hacerlo reír, al menos así sus carcajadas sería lo único que escucharíamos en esa habitación.

Luego de nuestra comida nos dirigimos a nuestras habitaciones para tomar un relajante baño, pronto nos reuniríamos en la sala de nuevo para ver una película. 

Fui el primero en terminar mi baño y fui a escoger la película como acordamos. Recordé haber comprado una donde Jake Gyllenhaal era el protagonista, se llamaba "Amor y otras drogas".

Lo reconsideré en cuanto le puse play al DVD, pero en cuanto Jungkook  apareció detrás de mí y me envolvió con sus brazos, causando que mi cuerpo se estremeciera... Podría describirlo como llegar al clímax con una simple caricia. Me aparté de él de inmediato y forcé una sonrisa antes de sentarme. Esto era muy extraño.

Respiré profundo cuando sentí el brazo de Jungkook  alrededor de mis hombros, la película era realmente buena, y rompió la tensión en cuanto ambos reímos al ver el trasero desnudo de Jake.

—Ese es un buen trasero  —dije en una carcajada. Jungkook  asintió, pero en sus ojos brillaba la picardía— ¿Y ya decidiste eso sin echarle una miraba realmente evaluativa al mío?

—¡Ya lo he visto muy bien! Además lo he tocado y pellizcado —enumeré con mis dedos. Él rió. 

—¿Y no te gustaría hacer más que eso? 

De repente mis labios se secaron y su boca se encargó de humedecerlos de vuelta. Y fue así como terminamos en su habitación, conmigo follándolo por primera vez. 

Aumenté mi ritmo hasta que el clímax me golpeó duro y me corrí dentro del preservativo, de repente odié esa maldita cosa, pero ello ha sido lo que me ha mantenido sano y salvo hasta ahora.

Jungkook  se derramó segundos después sobre mi abdomen. 

—Feliz San Valentín, hyung   —dijo Jungkook  con una sonrisa dulce en sus labios. 

—Feliz día, amigo... —Sonreí quedadamente, pero esa sonrisa se me borró de la cara cuando sentí que había dicho algo malo, porque el brillo en la sonrisa de Jungkook  se esfumó, y lo sustituyó con una tenue mueca que parecía una sonrisa. 

Decidí ignorar ese pequeño detalle y me recosté sobre su pecho.  ¿A esto se refería cuando dijo "Solo sexo sin sentimiento involucrados"? Suspiré profundo. Creo que estoy infringiendo esa regla...

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