Llego lunes y me encontraba en el descanso cuando Max me detuvo en mi trayecto.

- te lo encargó un rato? - pregunto pero no me dejo responder ya que se había ido corriendo.

Deje mi mochila en mi casillero y cargue dos libretas en la mochila de Maxwell y cargue un libro en mi mano. Fui a las gradas a observar el entrenamiento de fud-bol.

- que tanto observas

- El juego de práctica.

- ese es un juego?

- si. Porque la pregunta

- no puedo creer que perseguir un objeto redondo a través de un campo rectangular sea un juego... Es absurdo.

- claro que no. Además ¿porque Max te dejo con migo?

- el estaba con "la amenaza"

- ¿la amenaza?

- si una humana que altera a Max y aumenta corazón frenéticamente.

- te refieres a su novia?

- algo así... ¿y tu tienes "una amenaza"?

- ¡claro que no! - dije algo ruborizada

- que bueno ya que de por si, tienes tu energía muy descontrolada, imagínate con una amenaza.

- no me gustan las amenazas.  Solo te atontan.

- lo dices porque no lo has experimentado

- pues no. Y ni lo quiero experimentar.

El timbre sonó y me dirigí a mi clase de química en la cual Steel se la pasaba contradiciendo al profe a cada palabra por lo que golpeaba la mochila para que se callase pero seguía corrigiendo lo que él decía, lo que conllevo a que en repentinas ocasiones los compañeros cerca de mi lugar me vieran pero hice como si no fuese hací.

"Ya se porque Max te dejo a mi cuidado, ¡pero yo no tengo la culpa!"

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DayyanaMendoza