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7.- Quiero asegurarme

Chuuya

Akutakawa, Kyoka y yo hemos estado ayudando a Kouyo en la cafetería, a diferencia de su esposo que no puede debido a su trabajo.

Es un trabajo de medio tiempo, en el que mi hermana nos permite ocuparnos de nuestras labores escolares cuando lo necesitemos y por supuesto que nos paga cada semana.

En este día, llegaron unas personas peculiares. Según lo que escuché son Americanos, aunque no se trata de la familia más importante de este grupo.

Kouyo les muestra el lugar y al parecer quieren hacer negocio con ella, para hacer del lugar un poco más grande.

Tardaron en platicar los términos, aún cuando realmente Kouyo no se veía muy interesada.

Después de una larga conversación sin mucho éxito; presentaron a su único hijo.

Él es un omega, en todo momento se mantuvo callado y al margen de la situación. Estuvo aquí desde el principio, pero sus padres no hicieron por presentarlo hasta el final.

El chico no parece ser mucho mayor que yo, tiene el cabello de un color castaño brillante que debido al largo, impide ver sus ojos.

-Este es mi hijo...-habla la refinada mujer jalando al muchacho para que se acerque a ella -Edgar Allan Poe... Es un niño muy tímido; me encantaría que Chuuya-kun lo ayudará a
desenvolverse-

-¿Porqué Chuuya?- pregunta mi desconfiada hermana.

-Puedo notar que también es un omega, por lo que creo que se pueden llevar bien entre los dos-

-Esta bien... Realmente no tengo problema- soy yo quien finalmente toma la decisión, así que Kouyo no interviene, pues tampoco se ve que sean malas personas.


Poe resulta ser bastante tímido. Sin embargo con el tiempo logramos hacer que confiará en nosotros, al grado de almorzar juntos en la escuela, pues casualmente asiste en el mismo salón de Alcott y ya no fue tan difícil convencerlo.

Él no lleva mucho tiempo en Yokohama. Al igual que yo, él se mudo hace poco, aunque su familia ya tenía años instalada en la ciudad.

En los últimos días, hemos ido juntos a la escuela, regresamos por el mismo camino y pasamos el tiempo como un trío de inseparables.

Tal vez nuestro pequeño grupo crecería con el pasar de los días.

En este día en particular; después de clases, Dazai me invitó o me ordenó ir a a su casa.

Sin más remedio, tuve que hacerle caso pues es una de las ocasiones en las que prefiere no salir de la comodidad de su hogar y me avisa a último momento para que vaya con él a continuar el trabajo.

Su casa es más bien una mansión; enorme, con un gran jardín y un espacioso patio. Tiene al menos tres pisos de alto y es bastante ancha.

Me quedo con cara de baboso frente a la puerta, con la duda sobre sí debería tocar o sí mejor me regreso. Nunca he convivido con personas tan ricas y no se cuál sea su reacción al verme.

Sin embargo, parece que me estaban esperando, pues unos segundos después la puerta se abre dejando ver a un hombre adulto, que lleva puesto un traje que parece ser un uniforme.

-¿Nakahara Chuuya?- pregunta el hombre. Tiene un aura amable y aún así me siento ligeramente intimidado por lo que solo respondo afirmando con la cabeza. -Por favor, pase- me ofrece. Dudo en hacerlo pero al final entro en la enorme morada, siempre siendo cauteloso. -Siéntase como es su casa. Dazai-san debería de estar en su habitación-

-Gracias señor...-

-Hirotsu, para servirle- después de la presentación, ambos hacemos una reverencia en muestra de respeto.

Tenía la intención de preguntar por la ubicación exacta de la habitación del fastidioso alfa que me llamo, pero todos mis planes se fueron al caño cuando alguien habló desde mis espaldas.

Hubiera querido que se tratara de Dazai, pero no fue así.

-¿Pero qué tenemos aquí?- es un hombre que aparentemente es un alfa. A su lado está una mujer de cabello castaño claro, que parece ser de la misma jerarquía.

Los ojos de la pareja no dejaban de mirarme con curiosidad, lo que me hace dar cuenta de que estos dos no sabían que yo vendría.

-¿Quién es nuestro invitado, Hirotsu-san?- pregunta la mujer mientras avanzan para acercarse a mi.

-Es Nakahara Chuuya señora- responde el hombre de mayor edad. Por algún motivo me suben los nervios e inclinó la cabeza torpemente en lo que debió ser una reverencia.

-Es un placer Chuuya...- responde con dulzura en su suave voz -Mi nombre es Dazai Tane-

Ella debe ser la madre del maldito alfa engreído que no deja de joder. Aunque ella parece ser todo lo contrario; se ve como una refinada mujer de buenos modales.

-Él es mi esposo Ōgai Mori- continúa cuando me he tardado bastante en responder

-Es un gusto conocerlos-

-¿Nos puedes decir la razón de tu visita muchacho?- pregunta el de cabello negro. No hay nada que ocultar al respecto, así que voy al punto.

-Vine a ver a Osamu- decir su nombre se sintió extraño y de algún modo mi ritmo cardíaco aumento.

-Esto es inesperado; no suele recibir muchas visitas- comenta la castaña aunque en sus labios hay una divertida sonrisa.

-Él y yo tenemos un trabajo que realizar juntos-

-¿Ustedes solos?- pregunta el alfa. Respondería sí no fuera porque mi cerebro se centro demasiado en el tono insinuante que utilizó.

-Salgo de mi habitación y lo primero que encuentro es ésto- esa voz. Esa arrogante voz interrumpe la conversación. Dazai está viendo la situación desde la parte superior de las escaleras y su semblante me hace pensar que está enojado. -¿Podrían dejar de molestar a mi invitado- hace énfasis en la última parte y mira a los mayores como sí de desconocidos se tratara.

-Osamu- la señora Tane ignora por completo el aura asesina de su hijo y le sonríe mientras se pega a mi y me abraza. Es extraño. No logro entenderlo y no puedo procesarlo cuando vuelve a hablar. -¿Porqué no mencionaste que tenías un amigo tan lindo?-

Dazai frunce el ceño para después dar una orden solo dirigida a mi.

-¡Ven!-

Aún cuando no quiero hacerlo, terminó siguiéndolo. Él me lleva hasta la que parece ser su habitación; como lo esperaba es enorme y tiene varios aparatos electrónicos para su entretenimiento.

Al entrar, un olor a uva desorienta mis sentidos; supongo que debe ser el aroma que desprende normalmente el alfa, pero mi cuerpo tiembla y mi rostro se enrojece, solo porque me gusta como huele.

-Acércate, no te voy a morder- Dazai me saca de mis pensamientos, parece que ha estado observando mi reacción, la sonrisa en sus labios lo delata.

Realmente avergonzado optó por escuchar la orden y acercarme al alfa que ya se encuentra sentado en un sofá frente a una mesa, a mitad de la habitación.


-¿Quieres escuchar música?- pregunta de repente y eso me desorienta. No sé qué esperar de la repentina amabilidad.

-¿Qué?-

-Es aburrido estar en silencio- responde alzando sus hombros.

-Esta bien pero yo escogeré qué
poner- condicionó para ver qué tan dispuesto está en aceptar.

-De acuerdo- me cuesta creerlo y aún así sonrió victorioso.

Me tardo unos minutos en vincular mi celular con su reproductor de música y después de encontrar una canción de mi agrado, me giro a ver su reacción respecto a la melodía de género rock.

Sin embargo, soy yo el que hace una mueca al notar lo que tiene entre sus manos.

Es un cuaderno que reconozco al instante y que el maldito tomo sin permiso.

-¿Q-Qué estás haciendo?- pregunto acercándome a él. La razón de mi bochorno es que se trata de una libreta de dibujo, que suelo utilizar en mis tiempos libres.

-¿Tú lo dibujaste?- ignora mi pregunta y mis intentos de recuperar el objeto que sostiene en sus manos y que husmea con curiosidad.

-¿Porqué lo tomaste Dazai?- vuelvo a preguntar y me esfuerzo por alcanzar el cuaderno, pero sus largos brazos se burlan de mi altura.

-Vamos Chuuya, déjame ver- el castaño hojea hasta llegar a un dibujo en particular. -Es Alcott-chan...- comentá impresionado.

-Deja de jugar y dámelo- al fin me lo entrega y yo lo meto en lo más profundo de mi mochila. Pasan unos segundos hasta que Dazai decide hablar de nuevo.

-No sabía que dibujabas-

-Te aseguro de que hay bastantes cosas que no sabes de mi- él solo debe darse cuenta de que en verdad me molestó que tomara mis cosas sin permiso.

-Me gusto el dibujo de Alcott- cambia de tema -¿porqué la dibujaste?-

Pienso por unos segundos sí debería responderle pero al final decido hacerlo.

-Alcott me pidió que la dibujara así que lo hice porque es mi amiga. Eso es
todo-

-¿Mhn?- piensa en mi respuesta por unos largos segundos hasta que decide comentar -Quiero que me dibujes-

-¿Qué?-

Dazai sonríe al notar mi desconcierto.

-Sería genial. Quiero ver sí capturas mi belleza- termina de decir con una mano en su mentón.

-¿Quién quisiera dibujar a una momia estúpida?- respondo después de sentarme y de sacar los materiales para realizar el trabajo.

-¡Chuuya es muy cruel!- su dolor fingido me irrita bastante.

-¡Ya cállate!- el alfa se levanta del sofá y al parecer prefiere tumbarse sobre su cama que se encuentra pegada a la pared y al lado de una mesita de noche. -¿Qué hacés?- pregunto con un claro interés.

-Descansar-

-¿De qué?-

-De tus gritos. No sabes lo cansado que es escucharte gritar todos los días-

-¿Huh?, Pues debes de saber que eres el único al que le gritó maldita momia. ¡Oye, no te duermas!-

-Me gusta- dice el castaño interrumpiendo mis reclamos. Sus orbes se encuentran cerrados aunque en sus labios surca una pequeña sonrisa.

-¿Qué cosa?- pregunto.

-La canción... Me gusta- debe ser un pretexto para hacerme callar y que el pueda dormir para que yo solo me enfoque en el trabajo. Obvio que pienso que es injusto pero no puedo reclamar al ver su lindo rostro tan relajado.

- "...puedes detener a las hojas de caer.
Creo que puedes detener que mi cielo se ponga gris.
Desearía que el sonido de tú voz se quedará.
Porque se siente como si sólo estubiera a unos pasos..."-

Esas frases se graban en mi cabeza. Es tarde y debería regresar a casa, sin embargo, Dazai se ha quedado dormido en tan solo un minuto y no creo poder despertarlo.

Guardo mis cosas en mi mochila y me acerco a la cama del castaño solo para confirmar con sus suspiros que ahora se encuentra en el mundo de los sueños.


Sin pensar mucho en lo que hago y con mi corazón palpitando muy rápido, me acerco al rostro de Dazai. Analizó cada facción característico del castaño. Su aroma entra en mis fosas nasales para hacerme sentir más nervioso, porque veo sus labios y sé que quiero tocarlos.

-"...Estaré despierto, e imagínare
La próxima vez que me vea en tus ojos..."-

Cuando Dazai suelta un leve quejido me alejo rápidamente de él. Tomo mis cosas y salgo disparado de su casa. Solo le envío un mensaje diciendo que surgió algo y que me tuve que ir...

Unos días después de el extraño suceso en la casa del castaño, toca trabajar en la mía.

Después de clases nos juntamos para regresar juntos caminando, solo que el día de hoy se ve nervioso viendo para todas direcciones.

-¿Sucede algo Dazai?- decido preguntar.

-Bueno Chuuya. No te asustes... - el que diga eso me asusta más, pero finjo no estarlo asintiendo con la cabeza -Hay alguien siguiéndonos-

-¿Qué?- por instinto giró la cabeza para ver al que nos sigue sin encontrar a nadie.

-Tranquilízate Chuuya, no podemos dejar que nos vea temerosos- intenta reconfortarme -A la de tres corres_ de nuevo asiento con la cabeza esperando el conteo.
Dazai mira hacia atrás un rato y después grita -Uno... ¡Tres!- y sale corriendo dejándome con unas dudas. Disipó mi mente para después salir detrás de él.

-¡¿Y el dos?!-

.

Después de una larga carrera llegamos al café de Ane-san e ingresamos más que cansados y llamando la atención de la mayoría.

-¿Qué les pasó?- pregunto la pelirrosa al notar nuestro cansancio.

-A-alguien nos estaba siguiendo- respondo con dificultad.

-¿Qué?-

-Pero no tienes que preocuparte Ane-san, lo hemos perdido-

-Aun así traeré algo para que se
calmen- la beta se dirige a la parte trasera del local donde debe encontrarse la cocina.

Noto que Dazai planea ir a sentarse por lo que voy con él para hablar del asunto que no me deja tranquilo ahora que puedo respirar mejor.

-¿A caso no sabes contar imbécil?- pregunto y no es necesario ser adivino para saber que estoy enojado con el estúpido alfa frente a mi.

-¿Porqué el repentino insulto Chuuya?-

-Olvidaste el dos y me dejaste atrás cuando empezaste a correr-

Una sonrisa se colocó en sus labios y después respondió.

-No soy idiota para olvidar el dos, solo que pensé: "un verdadero hombre debe estar preparado desde el uno"- se ve muy orgulloso por el estúpido comentario a lo que yo amenazó con golpearlo y él me detiene para volver a hablar. -Y yo no tengo la culpa de que te lo hayas creído-

-¿Qué?- pregunto lleno de confusión.


-Chuuya no seas un llorón; solo era una pequeña broma...-

-Eres un bastardo. Tu broma no me dió gracia-

-Porque eres un cobarde que se asusta con facilidad-


-Bueno no he pasado por cosas muy agradables en ésta ciudad, para tu información- respondo cada vez un paso más cerca del castaño. En ningún momento deja su sonrisa de lado y yo no dejo mi molestia.

-¿Quién te dijo que te mudaras?- dice el alfa con superioridad.

-¿Sabes?... te lo estás ganando- mis manos se cierran con fuerza, formando un par de puños mientras miro a Dazai como sí se tratara de mi peor enemigo.

-¿Qué?- pregunta pero puedo asegurar que realmente no le interesa.

-La paliza de tu vida-

-Quisiera verlo chibi- ese apodo me saca de quicio. Éste imbécil realmente quiere morir, por lo que puedo notar.
-Puedo leerte a la perfección y adivinar cómo te mueves, así que no me darás no un golpe enano- arto de las burlas del alfa, lo tomo por el cuello de su camisa y lo obligó a inclinarse un poco hasta quedar a la altura de mis ojos. Sin embargo, no tengo la oportunidad de realizar ningún movimiento, pues él se sorprende por algo o alguien detrás de mi.

Sus ojos abiertos por completo y el ruido que hizo me confirmó su desconcierto.

Un poco curioso, volteo a ver y si que me lleve una gran sorpresa.

-¿F-Fyodor?, ¿Qué hacés aquí?- pregunto sin salir de la impresión.

-Vine a visitarte Chuuya- responde el alfa de cabello negro; me mira por unos segundos y después se enfoca en Dazai -No sabía que estabas ocupado- su voz se nota resentida y su mirada se encuentra apagada, lo curioso es que ninguno de los dos alfas aparta la mirada del contrario por lo que decido interponerme en medio de ese conflicto.

-No esperaba verte por aquí, pero estoy feliz por tú visita- le respondo mientras me acerco a su mesa y me siento en frente de él. Por su parte, Dazai se dirige a una mesa donde, por una pequeña casualidad, también estaba un chico de cabello negro que lleva gafas. Al parecer, el único amigo del castaño.

-Logre conseguir tu dirección- comenta el de ojos violetas para sacarme de mis pensamientos -Y ya conocí a tus hermanas. Son muy bellas y refinadas damas-

-Si... Eso es cierto-


Pasamos unos minutos hablando de trivialidades. Y todo estaría bien si no fuera por cierta momia que no hablá...

Grita...

Lo peor de todo es que mi cerebro se ocupaba en escucharlo a la perfección.

.

-¿Que te parece?, ¿La invitamos?- le dice el castaño a su acompañante.

-No lo sé. Nunca hemos invitado a una chica- responde el de orbes verdes.

-¿Y a un OMEGA si?- su voz se vuelve más irritante o es solo porque está gritando al hacer énfasis en esa palabra.

.

-Chuuya, ¿Estás bien?- pregunta el chico en frente mío.

-Si, todo bien--respondo. Después se escuchan las carcajadas que Dazai, obviamente finge que son normales. En un intento por ignorar al de la otra mesa, recargo mis codos en la nuestra y una mejilla en mi mano. Después sonrió ladinamente, y le pregunto a Fyodor
-¿Estás listo para nuestra cita?- sonó algo insinuante, pero ahora ya no me interesa lo que pueda pensar el alfa de vendas, de todas formas ya piensa lo peor de los omegas.

Ahora sí hay paz en el lugar, el castaño se ha callado por completo.

-Voy a intentar sorprenderte- dice el azabache con una sonrisa. Estaba por responder cuando un metiche interrumpe el momento.

-Chuuya-

-¿Huh?- no note en qué momento se movió de lugar para ahora estar detrás de mi. De nuevo surge una batalla de miradas entre los dos alfas, esto empieza a darme miedo, pues sus expresiones son de lo más serías y terroríficas.
-

¿Qué pasa, Dazai?- decido interferir. Y el mencionado voltea a verme.

-Necesito hablar contigo- responder intercalando miradas conmigo y con Fyodor -A solas-

-¿Sobre qué?- es extraño verlo tan serio, así que mi curiosidad no es fingida.

-Prefiriera decírtelo en un lugar más privado- aparta la mirada.

-Está bien- acepto y luego propongo. -¿Qué te parece si vamos afuera?-

El castaño acepta sin rechistar y es él primero en salir de la cafetería. Yo tardo unos minutos para aclarar el asunto con Fyodor y que no se mal intérprete.

Sin más que hacer, salgo y veo que Dazai está recargado en la puerta de mi casa, por lo que camino hasta él.

-Y bien, ¿Qué necesitas?- voy directo al punto.

-B-bueno verás. ¿Cómo te lo digo?- Dazai se rasca la nuca, suspira y después continua -Vamos a realizar una pequeña reunión... Y me preguntaba, ¿Si querías ir?- yo enarco una ceja. Debido a que no respondo, Dazai continua hablando.-Van a Estar Ranpo-san y Atsushi-kun-

-¿Nakajima?- pregunto con una expresión de sorpresa.

-Si. ¿Lo conoces?- cuestiona confundido.

-He tenido el gusto de verlo- respondo y después añado -Aunque creí que no te juntaban con omegas-

-Bueno Atsushi es como un hijo para mi- contesta con una mano en su pecho.

-Que feo padre le toco- respondo con un tono de burla.

-¡ja! Ya quisieras ser tan guapo como yo- exclama con una mano en su mentón. -Y bien. ¿Que respondes?... No voy a aceptar un "no"-

Enarco las cejas y después respondo.

-Iré, solo porque me preocupo por Nakajima- en realidad me da mala espina estar con dos alfas solos...

-¡Bien!- responde con un tono de alegría. Después agacha la cabeza y parece querer decir algo más por lo que espero a que se decida.

Pasan unos segundos hasta que vuelve a hablar...

-Chuuya-

-¿Ahora qué?- pregunto curioso.

Dazai levanta la vista y se cruza con la mía...

-¿Qué hay entre tú y Fyodor?- dice con una expresión seria y manteniendo su vista en mi.

-¿Qué?- Dazai ni se molesta en contestarme y solo espera paciente una respuesta de mi parte. Su expresión es serena, su mirada fría pero no amenazante. En ningún momento he podido apartar la vista de sus ojos marrones, tan profundos, tan oscuros.
Reguló mi respiración, sigo viendolo y le doy una dulce sonrisa, para contestar...-No hay nada entre nosotros. Fyodor es solo alguien con el que me llevó bien. Eso es todo- no sé de dónde salió tanta seguridad para decir eso....

Dazai sonríe.

-Que bueno, debes buscar alguien que sea una buena persona, no un patán- dice y yo suelto una pequeña risa. Aún no comprendo porqué la repentina preocupación por mis relaciones. A los pocos segundos él retoma la palabra
-Y-yo voy a pedirle a Alcott... Que sea mi novia- escucho con atención y pienso que es un golpe bajo, aún cuando no lo entiendo, pero mi corazón se quejó, sobretodo con la siguiente pregunta. -¿Qué piensas?-

-Creo que esa es tu decisión. Sí es lo que quieres debes hacerlo, siempre y cuando prometas cuidarla- suelto aquello que pienso sinceramente, pero que por algún motivo me cuesta decir.

El castaño sonríe y asiente para luego volver a hablar.

-¡Bien!, Iré a decirle a Ranpo-san que si irás-

Me quedo en mi lugar mirando como se aleja para reunirse con su amigo y solo puedo cuestionarme. ¿Qué es esta sensación en mi pecho?

Mi omega interior me reclama algo con fiereza y yo no logro entender ¿Qué es?, y ¿Porqué lo genera ese alfa?

.

.

Iba a agregar un poco más como extra, pero decidí hacerlo otro capítulo (va a estar un poco pequeño pero espero y salga bonito).

Gracias a todos los que apoyan la historia, me pongo feliz solo porque la leen, muchas gracias ☺️.

Posdata:
Ando escuchando canciones de GRANRODEO. -¡Dios, los amo!-
*Gritos de vieja loca*

Me inspiran xd...

Gracias por leer 🌹



𝑬𝒅𝒊𝒕𝒂𝒅𝒂: 06/01/22

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