✨Dedicado a Naokosan33   gracias por todo tu apoyo ✨

—Siempre creí que el mundo le pertenecía a dos tipos de personas, los que dan el show, y los espectadores, pero en realidad hay un tercer tipo de gente... La que prepara el escenario para el espectáculo.

—¿Tú eras de los que preparaban todo? Ja... Ahora resulta ¿no?

Te veo rígido en el mismo lugar. Lo que daría por decirte todo esto, pero nunca lo hice ni creo poder hacerlo, porque solo fuiste miles de veces una ilusión creada que me quiso ayudar a tomar una decisión. Te imagine cientos de veces descubriendo quién era, creé diversos escenarios en los que podrías ver quién en verdad soy, y pude recrear tu voz diciéndome mil insultos y maldiciones por saber que yo era del bando contrario... Pero ninguno se apego a ti.

En ninguno entendiste el porque de la decisión que elegí, en ninguno me comprendiste,  en ninguno lloraste por mí... Porque yo solo era tu fan, un simple e inútil fan que no significaría nada importante para ti.

Entonces, cómo solo era una fanática estúpida e inservible que nunca lograría mucho en su vida, decidí que te usaría para escapar del caótico destino que me había sido asignado.

Los días que no pasaste a mi lado, mi mente se deformo, y comenzó a imaginarse una vida libre, sin villanos, sin héroes, sin puñaladas por la espalda, sin maltratos ni abusos, sin gritos ni insultos, solo yo... Viviendo en un agradable campo lejos de la ciudad, cultivando mis propios alimentos para mi pequeño restaurante que estaría al paso de los viajeros y turistas. ¿Tendría una familia? No lo sabía, quizá, y solo quizá si encontrase a alguien a quien amar con fuerza y que fuera correspondido entonces sí, pero si no aparecía esa persona, tampoco me quejaría.

Mi cabeza voló muy lejos mientras fumaba los cigarros que había encontrado en el bar aquella noche que salí huyendo del hermano tras su propuesta.

Mi futuro me parecía perfectamente exquisito, solo que el camino estaría manchado con tu dolor... y sangre, muy probablemente.

¿Cómo pasar tu fuerte convicción de ser el héroe número uno a ser el mejor maldito villano que el mundo pudiera temer? 

Dudas, respuestas inconclusas y mucho humo me rodeo el resto de la semana en la que solo era como un zombie.

Tendría que dejar el cigarrillo si no quería que cuando regresaras vieras mi dentadura amarillenta, mi boca con olor a alguna planta machacada y tóxica y mi casa con olor a bar de quinta. Una cajetilla para dos días era mucho, y mi entrenamiento estaba siendo más intenso.

Toga se estaba esforzando por matarme y yo me esforzaba por sobrevivir.  Siempre lo haría y siempre lo conseguiría, incluso si te tenía que usar a ti, mi querido Bakugō, como mi pasaporte a la libertad.

—Llegue, ¿donde rayos estás?

—Voy en camino a tu escuela...— silencio del otro lado de la línea

—Oye ¿qué tienes?

—¿Ah?

—Tu voz... Esta ronca.

—Oh, creo que aspire mucho aire helado estás noches.— aparte de un poquito de humo en mi garganta

—¿Pues que hacías?— podía oír el ruido del bus del que te bajabas

—Nada importante...— «solo observar una interesante pelea desde lejos» —Estoy por llegar. Nos vemos.— colgué sin esperar respuesta y me apoye en la pared de la escuela donde veía pasar a todos los futuros pilares de la sociedad de mierda en la que nos moveríamos

Estaba allí desde las seis de la mañana. Mi tiempo que antes consideraba como de poca importancia debido a que no valía nada para nadie, ahora era lo más valioso que tenía, no podía perder ni un segundo.

Era la hora, tenía que arrastrarte a la oscuridad.

—¡Ey! Pulgosa!— oí tu voz a un costado, a la lejanía.

Tome aire, tenía que actuar normal aunque por dentro estuviera pudriendome.

«Aquí es donde comienza el camino a la locura Katsuki... Perdóname»

—¡Ho-hola!— «¿cómo actuaba antes?» —Te ves bien.— intenté sonreír

—¿¡AH!? ¿¡TE ESTAS BURLANDO MALDITA PULGA!?— tomaste mi oreja con fuerza reclamandome

—¿Q-qué? No-no, solo...— entonces fue que pude fijarme bien en tu extraño peinado parecido a un lamido de vaca —Pfff...— aguante mi risa llevando mis manos a mi boca — Bakugō, ¿a qué se debe la elegancia?— pregunté divertida

—¡Cállate!— me soltaste la oreja y me gritaste muy cerca de ella, sonrojado de la vergüenza

—Extrañaba tus gritos...— sonreí incocientemente por los recuerdos de días anteriores que ahora cambiarían —Dime que los niños no huyeron de ti cuando te vieron, porfavor.

—¿Qué?

—Es normal que asustes a medio mundo jajaja, dime, ¿lo lograste? ¿alguien te pidió ayuda?

Tus ojos algo consternados pasearon por todo mi rostro, como estudiandome.

—¿Pero que mierdas estás soltando?

—¡¿Entonces si se te acercaron?!— me hice la sorprendida, y debo admitir que mi actuación fue estupenda, fingir me quedaba como anillo al dedo —Waoh...

No decías nada, solo te quedaste ahí, quieto, sin dejar de verme.

—¿Por qué estás más flaca y demacrada? Tus ojeras ocupan media cara, que horror.— chasqueaste la lengua y comenzaste a caminar, y yo te seguí como antes lo haría —¿Qué has hecho hasta ahora?

—Pensar en ti.— solté con simpleza, y aunque no te veía, sino que mi vista estaba al frente y apesar de todos los ojos chismosos sobre nosotros, pude sentir que me veías con el ceño fruncido sin comprender mis palabras

—Ja... Lo sé, dime algo que no sepa.— sonreíste de lado y acomodaste tu bulto que llevabas sobre tu hombro echado hacia atrás

—Que realmente te extrañé demasiado... Me alegra que estés con los que perteneces de nuevo.— te sonreí con "inocencia" al momento en el qué una explosión se escuchó al final de la calle

—¡El asesino de héroes no morirá!— gritó una voz ronca y asquerosa con fuerza mientras gritos de personas y alumnos se oían huyendo

Los ataques eran aislados, pero sabía que presenciariamos uno aquella mañana, en esa hora exacta, en ese preciso momento.

Había invitado a aquellos simples ladrones y drogadictos que me había encontrado días atrás. Dabi los supo alentar, sin su ayuda, ellos nunca se hubieran atrevido a acercarse a la zona de la UA.

"—Toma la ayuda que quieras, solo dime una cosa... ¿sabes lo que haces?—" Las palabras que el hermano mayor me había dicho días atrás resonaron en mi cabeza.

—Tsk, Xiao, busca donde guardarte, ¡ahora!— te colocaste frente mío, listo para pelear

Mi corazón se agitó. Me estabas protegiendo, y sin embargo yo buscaba llevar a cabo el primer paso de mi plan.

—¡No!— te tome del antebrazo que tenías rígido, estabas tensando tus músculos mientras te preparabas para comenzar a usar tu quirk en caso de ser necesario

Sabía que querías saltar a pelear. Sabía que lo harías si no te detenía, que te lanzarias y mostrarías que tú entrenamiento no había sido para nada... Pero yo no te dejaría avanzar.

—¡Dejaselo a los héroes de verdad!— te grite fingiendo preocupación —¡No es pelea para ti!— ahora tome ambos antebrazos y aún en tu misma posición de defensa, volteaste a verme intentando ocultar que mis palabras te habían dolido 

Y mientras me veías de tal manera, a lo lejos los profesionales llegaron para detener el disturbio que había.

Tú si podías con ellos, y yo lo sabía perfectamente; sabías que lo sabía y que confiaba en ti, pero te logre desconcertar un poco.  ¿Esperabas un "adelante" o un "de acuerdo" y que te hiciera caso demostrando mi confianza en ti y mis ojos iluminados por verte actuar como héroe? Muy probablemente sí. Pero yo ya no estaba para alentarte.

El primer paso estaba en pie: aplastarte poco a poco.

Perdóname por haberlo hecho Katsuki... Realmente lo siento. Me arrepiento cada maldito segundo por haber decidido seguirle el juego al hermano mayor. De verdad, perdón.