SEXO
Una mujer espléndida me encantaba su forma de pensar y el placer que sentía al verla, siempre me motivaba a hacer el sexo y al final lo único que quedaba era odio por aquella mujer que causaba las mejores erecciones al tocar su clítoris y los mejores orgasmos cuando tocaba su ceno derecho y sentía que no podía mas.
Y.P.M
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro