Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

¡Kirishima, quiero una explicación no gay!

"¡Kirishima, quiero una explicación no gay!"

✖️✖️✖️✖️✖️✖️✖️✖️✖️

Todos sabían que Bakugou destacaba, no solo por su quirk — que ya era de por sí bastante llamativo — sino también por su irritable griterío diario. Nunca terminaba.

Sin embargo, hoy, valía la pena oírlo.

— ¡¿CÓMO DEMONIOS ES ESO DE QUE SALES CON UNO DE LOS TRES GRANDES, PELO DE MIERDA?! ¡Y QUIERO UNA EXPLICACIÓN NO GAY! — vocifera el rubio. Kirishima apenas si lo miraba.

Tamaki se sonrojó y avergonzado — y asustado por los gritos — escondió su cara en el cuello de Kirishima, quien estaba sentado sobre su regazo en la silla frente a su banco escolar.

— Bro. Si salgo con un hombre; es gay. No puedo darte una explicación 'no gay' — responde tranquilo el pelirrojo.

— ¡CÁLLATE! — grita el rubio.

— Además ¿Qué explicación quieres que te dé? — sonríe divertido — Lo conocí, me gustó, lo besé y aquí estamos — resume con gracias, sintiendo a su pareja temblar de vergüenza y no puede aguantarse — ¡Ay como te amo! — afirma besando con locura su cabello oscuro, sintiendo como respuesta de su avergonzado novio un apretón en su abrazo en la cintura.

— ¡Pérate' tantito! — interrumpe Bakugou — ¡A eso le falta detalles a lo tonto! — grita — ¡¿Cómo se conocieron?! — Deku tan solo se cubrió el oído más cercano a Bakugou, estaba quedando sordo.

— Simple. Cuando tú te fuiste con tu novio yo me quedé en la biblioteca, porque estudiar es bueno, y fue cuando lo conocí — sonríe animado, enseñando esos dientes peculiares que Tamaki adoraba repasar con su lengua.

— Espera — interrumpió Denki asombrado — ¡¿Bakugou tiene novio?! — Sero lo toma del hombro y lo mueve para ver asombrado a Katsuki.

— ¡¿Tú eres gay?! — grita Hanta. Bakugou se sonroja a horrores y grita.

— ¡¿Y QUÉ LES IMPORTA?! — se excusa muerto de vergüenza.

— ¿Y quién es el valiente y pobre desgraciado que tuvo la trágica suerte de unirse en sagrado noviazgo contigo? — murmura Denki asombrado.

— ¡No les importa! — grita muerto de vergüenza — ¡¿Saben qué?! ¡Ya no me importa a quien le rompas el culo, pelos de mierda! — vocifera antes de voltear para irse.

— De hecho el de abajo soy yo — menciona pensativo el pelirrojo, mirando el techo tratando de recordar si alguna vez fue el de arriba. Nop, nunca lo fue. Bakugou volteó espantado.

— ¡¿QUÉ?! — Kirishima asiente.

— Y no "me lo rompe" porque él es muy dulce conmigo — sonríe orgulloso. Tamaki emite un chillido, moriría de pena.

— ¡Al carajo! ¡Yo con esto no puedo! — grita Bakugou antes de irse escandalizado, soltando gritos e insultos que incitaban a los alumnos de los pasillos a quitarse de su camino.

— Bro... — suelta Denki asombrado, mirando a Kirishima — Tu noticia sí que es sorpresiva — afirma incrédulo.

— Pero es linda ¿No? — sonríe contento el pelirrojo. El rubio del rayo negro sonríe y asiente efusivamente.

— ¡BRO, ESTOY ORGULLOSO DE TI! — exclama contento. Sero y los demás de la clase 1A asienten con una sonrisa.

La campana que finalizaba las clases hizo eco en todos lados y los alumnos no tardaron en buscar sus cosas para irse. Algunos a sus casas, otros a los dormitorios.

— Oigan, el profesor Aizawa no vino en toda la clase — menciona Momo mirando el escritorio y suelo vacíos.

— Tal vez esté en una conversación con otro profesor. O el director — menciona Uraraka.

— Tal vez, si — responde la azabache desconcertada.

— Yo lo vi hablando con el profesor Hizashi cuando estaba volviendo del baño — menciona Mineta.

— ¿Que tanto hacías en el baño? Tardaste 45 minutos — cuestiona Iida, sin embargo Mineta sube y baja las cejas de manera incinuosa y a Tenya no le hizo falta otra explicación — Eso no está bien — se limita a responder avergonzado de su morboso compañero.

— Bueno chicos. Nosotros ya nos vamos — menciona Kirishima alegre, bajando del regazo de su novio antes de tomar su mano e indicarle que se parara. El mayor obedeció con la cabeza gacha — Hasta mañana chicos — sonríe contento antes de irse con Tamaki hacia los dormitorios.

El azabache iba tenso por la vergüenza tras el pelirrojo, quien alegremente lo guiaba de la mano a su dormitorio. Kirishima no sentía vergüenza de lo que era, con quién salía, ni lo que hacían, se sentía feliz. Y Tamaki era feliz si lo veía feliz.

Caminaron en un cómodo silencio hasta llegar al cuarto de Eijirou. Cuando entraron el pelirrojo exhaló con alegría, fue un hermoso día. Tamaki lo vió alzar los brazos y estirarse. Sonrió.

Le gustaba la forma en la que los tonificados músculos de la amplia espalda de su pareja se tensaban al estirarse y como se relajaban cuando acababa. También le gustaba oír al pelirrojo reír y festejar por todo, ahora lo estaba haciendo por lo bien que resultó la confesión de la relación a sus compañeros de clase.

Tamaki sonrió tímidamente. ¿Qué hice para que me prestara atención un chico como él?. Pensó enternecido. Kirishima estaba dando saltos por toda la habitación.

Con calma, Tamaki se sentó en la cama del pelirrojo, viéndolo ir y venir entre saltos gritando de alegría. Tras unos segundos el pelirrojo lo volteó a ver con emoción.

— ¡Les encantó! ¿Lo puedes creer? — ríe apoyando sus manos en las rodillas del azabache. El mayor sonríe un poco más y se acerca más a su rostro, depositando un beso suave en los labios del de rojo.

— Si, fue bonito — responde suavemente. El pelirrojo sonríe con euforia y le salta encima, tumbándolo en la cama repartiendo besos alegres en toda su cara. Tamaki solo cerró sus ojos con una sonrisa y se dejó hacer, amaba las atenciones del pelirrojo.

— ¡Te amo, te amo, te amo, te amo, te amo! — exclamaba después de cada beso, acunando el rostro del azabache con ambas manos.

Tamaki no podía sentirse más dichoso que en ese momento. Eijirou lo estaba amando de todas las formas posibles, le entregaba su corazón sin miedo y expresaba abiertamente a todos que eran dos hombres unidos por un mismo sentimiento que parecía no tener descanso. Las lágrimas clásicas se agolpan en sus ojos cerrados y su sonrisa tiembla. Estaba tan feliz.

— Y-yo también te amo — respondió el mayor, abrazando al pelirrojo contra su cuerpo.

Kirishima no se resistió y se dejó atrapar, sin embargo, se llevó los labios de su novio a la boca antes, comenzando un beso dulce y lleno de felicidad  entusiasta — por parte del pelirrojo — y enternecida — de parte del azabache — que ninguno quería terminar.

Las manos de Kirishima se deslizan por el cuello de Tamaki en un roce delicado que causa escalofríos en su cuerpo. Eijirou disfruta las reacciones que causan sus acciones en ese delgado y tierno cuerpo que el mayor portaba.

— Te amo, Tamaki — susurra contra sus labios al separarse por falta de aire — Te amo mucho más de lo que puedo expresar — afirma enamorado, acariciando los hombros del azabache, quien se sonrojó y desvío la mirada tímidamente. Eijirou sonrió con ternura, amaba cada parte de él.

— Y-yo también t-te amo, E-Eiji — balbucea. El pelirrojo no puede aguantar besarlo de nuevo cuando lo escucha apodarlo.

Inconscientemente o no, Kirishima inició el beso algo subido de tono. Sabía que podría estar horas diciéndole al azabache cuánto y porqué lo amaba, que todo lo que queria era estar con él para siempre. Así mismo sabía que eso era una exageración causada por el fuego del momento, pero le encantaba imaginarse esa frase... Contigo por el resto de nuestras vidas. Ah~ que lindo suena.

Sin embargo, sabía que aunque se lo dijera al azabache tal y como lo imaginaba, palabra por palabra, sería inútil. Aún sentiría que le faltaba explicarle cuánto lo amaba. Era frustrante. Pero, había una forma en la que podían decírselo el uno al otro sin tener la necesidad de recurrir a las palabras, y era una forma que a Tamaki le daba vergüenza, a Eijirou lo emocionaba, pero a ambos les fascinaba.

— Tamaki — jadea tras separarse repentinamente, dejando al azabache con la lengua afuera y el hilo de salivas uniendo sus lenguas. El azabache lo miraba sonrojado, agitado por el beso acelerado — Quiero — dice simplemente.

Tamaki emite un chillido avergonzado. A pesar de ser extraño, al azabache no le gustaba la palabra 'sexo', tampoco el término 'relaciones sexuales' o 'hacer el amor'. Todas esas palabras le daban vergüenza y simplemente quería esconderse bajo la remera de Kirishima para siempre y vivir oyendo los latidos de su corazón. Sin embargo, algo había en la simple palabra 'quiero' que despertaba en Tamaki el deseo de complacer, tal vez por la forma en la que Eijirou la decía usualmente, tal vez por la forma en la que lo mira cuando lo dice. O tal vez solo porque es Kirishima quien lo dice.

Fuera como fuera, Tamaki sabía que esa simple palabra era el origen de una oración fantasma que no podía resistirse a complacer.

Quiero que lo hagamos.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro