VEINTISIETE
TYSON CUSIC.
—Veo que casi no te gustan los dulces.—Dije con sarcasmo, viendo cómo Stella se llevaba un puño a la boca.
Ella rió, haciendo que algunos dulces cayeran sobre su regazo, me miró y entre risas los agarró y se los llevó a la boca, sacó el teléfono de su mochila y lo levantó a la altura de sus ojos, desvió su mirada hacía mi luego a la pantalla del teléfono, rápidamente tapé la cámara trasera con mi mano.
No me había dado cuenta de que estaba sonriendo, por primera vez en mucho tiempo mi sonrisa era sincera, no intencional, era feliz y aún no me había dado cuenta. Stella agarró mi mano, me sonrió y puso su mano encima de la mía, colocando unos cuentos dulces, negué con la cabeza metiendo los dulces a la bolsa.
—¿Te da pena comer frente a mi?—Cuestionó con la boca llena y el entrecejo arrugado.
—No. Solo no me gustan mucho los dulces.—Confesé bebiendo un sorbo coca cola.
—¿Eres más de las papas fritas, cierto?—Metió la bolsa de dulces a su mochila y me ofreció su mano— Vamos por esas papas fritas.—Me agarro la mano y se puso de pie.
—Vamos.—Sujeté su mano y me puse de pie.
Comenzamos a caminar hacia el puesto de comida rápida, Stella abrazo mi brazo mientras levantaba su cabeza para mirarme, incliné mi cabeza y le di un pequeño beso en la frente. En el camino nos encontramos con unos cuantos compañeros de la secundaria, quiénes nos miraban con algo de asombro e intriga.
—¿Qué te gusta más? ¿Los perros o gatos?—Curioseo Stella brincando sobre los cuadros del piso.
—Las focas.—Replique sin despegar la mirada del teléfono.
Levánte la mirada, en ese momento Sentí la necesidad de mirar hacía atrás, Jyle venía caminando a pasos lentos, con la mirada fija en nosotros, y ahí fue cuándo choqué contra un señor.
—Oh, disculpe, yo, yo venía distraído, no lo vi.—Me disculpe aturdido, miré hacia atrás, Jyle se acercaba cada vez más— ¿Está usted bien, señor?—Miré hacía el suelo, las compras del señor estaban esparcidas por el suelo.
—Estoy bien joven, no se preocupe. —Replicó inclinándose para recoger sus cosas.
—No se preocupe, yo lo haré.
Guardé el teléfono en el bolsillo de mi pantalón y me incliné a recoger las cosas, Stella me ayudó a sostener las bolsas mientras yo metía las cosas.
—Listo.—Le entregué las dos bolsas al señor.
—Falto esto.—Jyle se acercó con una lata de atún entre las manos, iba a decir algo pero las palabras no salieron de mi boca, me quede quieto, ella sonrió, agarró mi mano y me entregó la lata de atún. —Hasta luego. —Dijo para después continuar su camino.
No despegue mi mirada de Jyle hasta que desapareció de mi vista.
—Muchas gracias, joven.—Agregó él señor, agarrando la lata de atún y alejándose del lugar.
Me giré hacía Stella, su mirada estaba fija en mi, con una sonrisa de "Te vi".
Sabía muy bien lo que su expresión me quería decir, fue muy notable mi nerviosismo, no pude decir ni una sola palabra, no moví ni un músculo y lo peor, no le quité la mirada de encima, es entendible su reacción. Trague grueso y carraspee mi garganta, sonreí y di un paso hacía ella.
—Me duele el estómago, ve por tus papas fritas, yo me iré a casa.—Me indicó, regresando por donde habíamos venido.
—Ey, espera.—Trote hacía ella y me interpuse en su camino, ella trató de esquivarme pero le tomé la mano— Nos vamos juntos.
Asintió y continuamos caminando, en el camino hice chistes e intente animarla pero algo habia cambiado en ella, la manera en cómo me sujetaba la mano, su sonrisa se notaba un poco fingida y la expresión en su rostro era apagada. Me senti peor en el momento en el que quise abrazarla y ella fingió atarse los cordones de los tenis y en ningún momento se le habían desatado.
La había cagado.
◇
Después de dejar a Stella en su casa opté por caminar, quería pensar mejor las cosas, todo lo que estaba haciendo y cómo estaba actuando.
Es difícil, ni siquiera puedo entenderme, creí haber superado a Jyle, los sentimientos hacía ella eran mínimos, al menos eso creí. Soy un imbecil, ¿Cómo se supone que voy a superar a una persona de años en tan solo unas semanas? ¿En serio, quién me creí?
Cuándo la vi, ahí frente a mi, con esa sonrisa y esa mirada olvidé que Stella estaba a mi lado, fue cómo si mi mente bloqueara todo aquello que no tuviese que ver con Jyle.
¿Cómo hago para que eso de suceder?
¿Cómo se supone que se logra superar a una persona?
¿Realmente se logra?
Recogí una pequeña piedra que vi en el suelo, la miré y la lancé lo más largo posible, agarré mi cabello frustado y grité internamente, habían unas cuántas personas a mi alrededor, me miraron un poco extraño, actué con normalidad, no quiero que piensen que tengo esquizofrenia, bastante tengo con que me miren con asco en la secundaria.
No quiero dañar a nadie, yo solo quiero que mi vida no sea tan mierda ¿Tan difícil es tomar buenas decisiones?
Tengo está vida de mierda porque así lo decidi ¿No?, es culpa mía, yo fui quién decidió seguir con Jyle aún viendo las señales de que no era lo correcto, yo mismo tomé la decisión de enamorarme de ella, fui yo quién aceptó empezar algo con Stella sabiendo internamente que Jyle sigue ahí, que es casi imposible dejar de... Quererla.
Escuché unas risas familiares detrás de mi, de manera discreta me di la vuelta, quedé impactado al ver a Derek abrazando a Alondra de forma inusual, los miré por un momento hasta que Derek miró en mi dirección, aparté la mirada y fingí que me reía de algo.
No me agradó ver a Alondra con Derek, fue cómo una traición, me había quedado sin amigos y probablemente sin pareja, ¿Qué más? ¿Me va a dar cancer pulmonar? No me sorprendería si sucediera.
Observé fijamente a Alondra, ella me miró y sonrió, caminé en su dirección con expresión neutral, ambos me miraron sorprendidos, no les quité la mirada ni un segundo hasta que estuve cerca para mirar hacía el lado opuesto, reí burlón pasandoles por el lado derecho, escuché la voz de Alondra llamar mi nombre pero segui mi camino, con el orgullo hasta el sol.
Con que así son las cosas.
NDA:
Hola bellos humanos leyentes, espero se encuentren bien, pido perdón por el retraso, he estado viajando mucho y durmiendo poco pero siempre escribiendo, aquí les traigo un capítulo sobre él Tyson y sus malas decisiones.
NO OLVIDES DARME LA ☆ MOR
TE AMO, BYE
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro