Dato: Me encantó esta canción, espero que a ti también (Siento que identifica a Jyle xd) Estaré agregando canciones en los próximos capítulos. Gracias.
❤

TYSON CUSIC.

Jyle me estaba esperando recostada sobre el farol de la esquina en la calle Del Valle, con la mano izquierda metida en el bolsillo de su jean y en la derecha sostenía un cigarrillo. Traía una expresión de aburrimiento puro, su mirada me escaneo de pies a cabeza y llevó el cigarrillo a su boca.

—¿Porqué tardaste?—Cuestionó mientras sorbia del cigarrillo.

—Tuve que caminar quince minutos para llegar aquí.—Replique acercándome a pasos lentos hacia ella.

Jyle se relamio los labios, alejó el cigarrillo de su boca y me observó pensativa, después de analizarme por una fracción de segundos sonrió y tiró el cigarrillo al suelo, lo pisó y caminó hacia mí.

—Te extrañaba.—Murmuró con voz afligida. Abrió sus brazos y con ellos rodeó mi torso, colocó su cabeza en mi pecho, provocándo que mi corazón latiera como un relámpago, mis manos empizan a sudar.

A pesar de todos los años que hemos estado juntos aún sigo sintiendo esos nervios desastrosos, tan solo sentir la temperatura de ella me hace tan putamente feliz, soy feliz con tan solo sentirla cerca de mi.

Beso su frente y posó mi cabeza encima de la suya, rodeó su pequeño cuerpo con mis brazos, respiré profundo, su aroma llegó a mis fosas nasales, es un olor un poco fuerte de vainilla funcionado con el humo del cigarrillo. Cierro mis ojos por un segundo.

—¿Aún me quieres?—Interpreto, rompiendo el abrazo. Levantó ambas manos, tomó mi rostro entre ellas y con su dedo pulgar acarició mi mejilla derecha.

—No podría dejar de hacerlo.

Y ahí recordé todo, las razones por las que quería que ella se fuera de mi maldita existencia. Sé que soy un completo idiota al regresar dónde más mierda me tratan pero cuando Jyle no me hace mierda, ella me esta dando la felicidad de no cualquier me brinda.

Sentí la ausencia de su tacto en mi rostro, arrugue el entrecejo al ver que Jyle tapaba la nariz con ambas manos.

—Stokes...—Pronuncié con amenaza, temiendo que fuera lo que estaba pensando.

Ella chasqueó la lengua y apartó sus manos de su rostro, dejando ver lo que ocultaba, sentí un nudo en el estómago, mi pecho se oprimió, si, era lo que me temía.

—¿Sigues? ¿Sigues en la misma mierda, Jyle?

Una delgada línea de sangre resbalaba por unos de sus orificios nasales, Jyle le restó importancia, se encogió de hombros y pasó la parte trasera de su mano tratando de limpiarse, pero lo que realmente hizo fue hacer un desastre.

Tomé a Jyle de los hombros y la acerque un poco más hacia mí, con la manga de mi suéter limpié la sangre exparcida por su rostro.

—Ay, no es para tanto.—Alejó mi mano de un manotazo y retrocedió un paso—No te pedí que vinieras para limpiarme la sangre que mi nariz brota porque eso es una mierda. Ya déjalo así.

Jyle agarró mi mano y rápidamente entrelazamos nuestros dedos, eso me parecía estúpido pero era algo que amaba, sentir su tacto era alegría para mi. Ella jalo de mí para empezar a caminar. La calle estaba desolada, no había alma rondando, ni siquiera sabía la hora.

Jyle se detuvo y se colocó frente a mi sin soltar mi mano, momento que aproveché para admirarla, su cabello estaba un poco alborotado, sus párpados estaban pintados con sombra oscura, y sus labios estaban pálidos y se veían un poco resecos.

—Demonios, te ves hermosa.—Deleite como un imbecil enamorado, eso soy realmente, ¿No? Un imbecil estúpidamente enamorado.

—¡Nah! Sé que mientes, hoy me veo como un...—Dejó las palabras en el aire, soltó un largo suspiro y sonrió de manera melancólica. Enfoqué mi mirada sobre el piercing que llevaba puesto debajo de su nariz, la luz del farol lo había resaltar ya que era de un color plateado.

Solté una carcajada, Jyle iba hacer lo mismo pero su mirada se perdió detrás de mi, abrió sus ojos como botones y en su rostro se formó una expresión de duda algo graciosa. De inmediato llegó el olor de un perfume masculino, lo reconocí al instante, di la vuelta para toparme con el rostro de Derek con el entrecejo fruncido hasta más no poder.

Ambos nos quedamos como el palo del farol; quietos, hasta dejé de respirar. El teléfono de Derek empezó a sonar, de inmediato lo sacó y cortó la llamada. Se había creado un silencio tan incómodo que hasta me dieron ganas de reír pero resistí, tenia que.

—Vine aquí por una razón.—Derek miró a Jyle con una expresión que no supe descifrar—Le debes doscientos dólares a ese asco de gente. Me llamaron porque creían que estabas conmigo.

Me giré bruscamente hacia Jyle, estaba atónita, pude ver como tragaba con dificultad.

Ahora todo tenia sentido.

Jyle no me había escrito hace semanas y me pareció extraño que de la nada me haya pedido que viniera a verla, quería que yo la ayudará, como siempre, solo me llama cuando me necesita.

—¡¿Doscientos dólares?! Mierda Jyle, ¿Qué putas estabas pensando?—Caminé hacía ella—¿Para eso me dijiste que viniera, cierto? Querías que yo te ayudara a pagar eso.—Reí nervioso—Y yo ya estaba pensando que realmente si tenías sentimientos.

Quise llorar, me senti tan vulnerable ante tal situación, apreté mis labios y cerré fuerte mis párpados, el nudo en mi garganta me estaba complicando impedir la ganas de llorar. Jyle se acercó y trató de tomar mi mano izquierda, di un paso hacia atrás y le di la espalda. Agache mi cabeza y apreté mis puños mientras maldecía en voz baja.

—Tyson, escúchame.

—No. Yo ya no voy a permitir que uses a Tyson para tus mierdas.

—¡Tú no te metas estúpido!—Gritó Jyle, con voz entrecortada.

—¡Yo me meto donde me la da putisima gana!

—Derek, por favor, larguemonos de aquí.—No espere la respuesta de Derek, me alejé a pasos largos, no quería seguir escuchando.

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