Primer día
*luego de que las clases de matemática terminaran las campanas de receso sonaron y aprovecharon todos para rodear al nuevo individuo que les miraba con confusión.*
¿?: Y... ¿cuál es tu nombre?
*el pelilimón estaba en silencio, miro de reojo al castaño que salió a responder por el.*
Dohko: su nombre es Shion.
¿?: ¿Shion? Que nombre tan raro...
¿?: A mí me parece lindo.
¿?: ¿Y de dónde vienes?
*el mencionado volvió a bajar la mirada por unos minutos antes de elevarla de reojo y hablar bajo.*
Shion: v-vengo del santuario.
¿?: ¿Santuario?
¿?: Nunca escuche algo como eso.
¿?: Debe ser lindo ahí.
¿?: ¿Tu papá también vive ahí?
*y así iniciaron la ronda de preguntas en las que provocaba que se acortara de hombros hasta que el castaño por ver aquello se interpuso entre ellos para evitar que se sigan acercando.*
Dohko: oigan lo están asustando, déjenlo respirar por favor.
*se disculparon y se fueron alejando de apoco, el pelilimón estaba un poco más calmado por cada distancia que tomaban hasta el punto de estar como anteriormente había llegado.*
¿?: Lo sentimos, es que nos da mucha curiosidad.
Dohko: pues habrá que preguntar uno a la vez.
¿?: ¿Una pregunta por día?
¿?: Seria bueno, aún tenemos muchas cosas por hacer.
Dohko: ah cierto.
*en ello miro al menor con una sonrisa de oreja a oreja.*
Dohko: hoy vamos a salir para la ciudad a elegir los colores de telas que irán para decorar este lugar, también iremos para ver cómo será el nuevo escritorio de la maestra ¿no es emocionante?
*no sabía que decir, la verdad es que sonaba linda la idea pero no estaba del todo seguro si acompañarlos si apenas está entrando en este primer día, de hecho tampoco quería salir porque no se ha acomodado del todo y debía de saber en dónde poder dormir, escuchaba a todos hablar sobre lo mismo mientras que él es el único que no sabía que poder decir más que quedarse con la mirada en alguna parte del suelo hasta que la maestra se le acerco.*
Maestra: ven, te mostraré tu habitación.
*le extendió la mano para que le acompañara, estrechándola con la del pequeño fueron caminando por los pasillos escuchando como la mujer le indicaba las habitaciones de cada grupo de niños, le tocaba compartir igual, también le enseñó donde estaba el comedor y las sillas de cada uno, solo ella debe tallar la silla con el nombre que le corresponde, luego fueron al patio para explicarle lo que estaban haciendo antes de la llegada del pelilimón, incluso los horarios de clases que tenían todos los días.*
Maestra: ¿no es divertido?
Shion: s-sí.
*respondio bajo, la mujer se quedó a su altura con una mano en su cabeza mostrando una sornisa.*
Maestra: sé que es difícil estar lejos de tu familia, pero ellos vendrán a menudo a verte y eso es lo que cuenta, todos aquí somos una familia, así que cualquier cosa puedes consultarme ¿de acuerdo?
*dijo con amabilidad y empatía mientras que le miraba al ojo, el pelilimón sonrio un poco pero apenas notable antes de asentir con la cabeza e ir donde ella para su cama donde pueda acomodar sus cosas a gusto.*
Maestra: en unos momentos saldremos ¿quieres venir?
Shion: ¿huh? Eemmm... N-no... Creo...
Maestra: jejej bueno, si quieres venir avisa, si no quieres no te preocupes.
*de hecho ella no lo obligaría, entendía que siendo nuevo aquí no era nada fácil adaptarse a un nuevo ambiente, llegando con los demás niños preguntando dónde estaba el.*
Maestra: déjenlo un rato niños, está acomodando sus cosas en la habitación, les sugiero por favor que no vayan a molestarlo en un rato. Así que vayan recogiendo sus bolsos que dentro de un rato saldremos.
*se desanimaron un poco aunque no reprocharon y pusieron manos a la obra en recoger lo que llevarían para la salida escolar hacia el pueblo, el castaño a escondidas se separó del resto para subir escaleras a la habitación, encontrándose al pelilimón sentado sobre su cama sacando algunas cosas.*
Dohko: ¡hola!
*se le acerco sentándose a su lado haciendo sobresaltar al pelilimon del susto.*
Dohko: ¿no vas a venir?
*el mencionado giro la mirada sobre su hombro encontrándose con el rostro ajeno demasiado cerca que inmediatamente alejó.*
Shion: eeeh... No.
Dohko: ¿ah? ¿por que?
Shion: no quiero.
*se alejo un poco cruzando las piernas dejando su bolso en medio de estas cuando el castaño con una mirada de extrañeza seguía conectado a el.*
Dohko: pero ¡sera divertido!
Shion: no quiero.
*respondió un poco mas bajo que antes, el castaño no entendía el por que no iría con ellos, pero suponiendo que por ser nuevo no quiere nada ¿verdad? Entonces se acomodo sobre sus propias piernas.*
Dohko: lo siento.
*pensó en que más decirle antes de irse.*
Dohko: hey, ¿shion? ¿Te gustaría que te trajeramos algo?
*el susodicho elevo la mirada unos segundos antes de bajarla de nuevo.*
Shion: no sé.
Dohko: ¿aahh?
*no entendió nada a lo su quería referirse, entonces probo con otra.*
Dohko: entonces... ¿gustas de hacer algo antes de que nos vayamos?
*aun sin darle la mirada mientras buscaba entre sus cosas dentro de su bolso lo que sacaría.*
Shion: ¿que cosa?
Dohko: eeh... No lo sé.... Eemmm...
*vaya que era algo difícil entablarle conversación, se rasco la cabeza buscando algo para decirle en el tiempo que tenia.*
Dohko: eeee.... Oh! ¿te ayudo a desempacar?
Shion: no.
*directamente cortante.*
Dohko: ¡¿ah?! P-pe-pero...
Shion: no, yo puedo solo.
*solo saco una manta, una almohada, dejo el bolso debajo de la dicha antes de ir desdoblando la manta.*
Dohko: aaaa... Eeeh... B-bueno... Entonces... Eemm.. Aah! Sabes? Estamos justamente alado, ¡somos vecinos de habitación!
*con una ampliada sonrisa señalo su cama que estaba alado de la del pelilimon, éste miro y luego se levanto para ir extendiendo la sabana dejando en claro al castaño que debe bajarse también.*
Shion: ya veo.
*de nuevo estaba siendo cortante, la maestra llamo al castaño para salir.*
Dohko: eeeh bueno ya debemos irnos, ten cuidado y ¡regresaremos rápido!
*el otro no dijo nada, la puerta se fue cerrando casi completamente dejando solamente el silencio dentro de la edificación.*
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