*Pasando las horas después de cruzar por esa frontera, ver a los ángeles del olimpo ir y venir recibiendo a las nuevas almas que poblarán cada reino del olimpo para que luego esos dos se fueran por un rumbo diferente para así tener su tiempo a solas del cual anduvieron en la misma cercanía que tenían antes de entrar mirando todo alrededor en un silencio estable y al mismo tiempo agradable como lo era precisamente ese alivio que recorría los dos corazones bajo el mismo manto de luz pura que ni las sombras de ambos podría aparecer.*

*Entre menudas charlas pequeñas que dejaban la risa y algunos comentarios estables para ello.*

Shion: jejeje si fueron tiempos difíciles.

Dohko: ya lo creo, no puedo seguir creyendo que todo lo que hemos pasado hasta ahora sea real.

Shion: de hecho, probablemente solo sea considerado una broma antes de creer ser una realidad.

*Se detuvieron a descansar casi cerca de un claro frente a una pradera que les dejaba una seguridad a lo alto, pero un silencio que el castaño trataba de romper junto con las inquietudes que por fin se da el momento de soltar, a lo cual despacio respiró profundamente a ojos cerrados antes de girar a ver al mayor con algo de seriedad.*

Dohko: Shion, ¿por qué estas a mi lado?

*El mas algo extrañado desvío la mirada hacia su ubicación de la cual en pleno silencio notaba esa inquietud dada a conocer mas tangible que hace siglos atrás, era un hombre nuevo ahora, y quizás la curiosidad mato al gato pero esta vez solo dejo rasurado al cordero, por lo que solo soltó una risa leve teniendo la mirada extrañada del castaño.*

Shion: jeje quizás por la misma razón... Pero... ¿Tu por qué estas a mi lado?

*El castaño alzo una ceja sin dejar de ver a los ojos del ex aries pero profundamente a esos iris tan purpurea mente carmines sintiendo sus mejillas enrojecer fuertemente, que también dio fuerza al carmín tras la risa del mas alto.*

Dohko: e-e-es difícil fingir contigo!!

Shion: lo sé, por eso eres tan tierno~

Dohko: jeje... Aaah~ extrañaba Vergé en verdad.

Shion: también yo Dohko.

Dohko: no te separes de nuevo de mi vale?

Shion: eso debería decírtelo a ti...

*Y así siguieron su camino hasta perderse en el paraíso que los dioses les había dejado desde hace mucho tiempo, viviendo una vida tranquila lejos de ataduras, y con una historia que se contará por generaciones.. Y solamente debe iniciar con un dulce, tierno, pasional y fundido beso que ambos dieron al momento de tener la cercanía suficiente para finalmente romper ese esquema, aplaudido por los dioses y disfrutado por miles, para eso es que los dos estaban uno a lado del otro, para complementar esa felicidad.*