Paso Fronterizo
*Entre tanto, el titiritero estaba tocando su armónica mientras danzaba un par de pasos junto a sus marionetas en lo que el rubio tocaba algún instrumento que no requería de mucho movimiento ni acercamiento de su parte hacia seres ajenos, más allá de una marioneta que se acercase a el.*
Marioneta 1: y bien pequeñín ¿cómo es que te llamabas?
*El rubio solo vió a la marioneta, sentado en el muro.*
Shion: shion.
Marioneta 1: ¿Shion? Oh es un bonito nombre!
*Y si, esa cosa giraba la cabeza, la boca del hombre no se movía para nada, solo movía los hilos para que posteriormente se muevan las extremidades del muñeco para que a vista del público en verdad reluzca como si tuviese vida propia.*
Marioneta 1: y bien, ¿a qué se debe el conocer a un niño tan curioso como tú en una zona fronteriza como esta? ¿Estas esperado a alguien?
*El rubio asintió con la cabeza suavemente ignorando un poco al público, solo estaba centrado en hablarle al muñeco con suma tranquilidad, no era un ser tan real hasta la vista de los demás.*
Shion: quiero ver a Manigoldo.
Marioneta 1: huummm... ¿Y quién es el? ¿Es tu hermano?
Shion: si.
Marioneta 1: oh bien! Espero que pronto lo puedas encontrar.
*Y antes de que el rubio pueda responder con algún gesto otra marioneta de un género diferente, se acercaba al rubio para posarse a su otro lado.*
Marioneta 2: ¿y piensas ir tu solo por ahí?
*Su voz era femenina, muy diferente a la que antes se dejaba mencionar de parte del hombre que solo estaba haciendo lo suyo con una gran emoción por tener la atención de los adultos que se quedaron a ver su trabajo profesional frente al niño que todavía estaba sentado en el muro.*
Marioneta 2: ¿no te da miedo andar solo por las calles sin que algún adulto te ayude?
Marioneta 1: oye, pero incluso los adultos pueden dañarle.
Marioneta 2: lo sé! Pero tampoco es una opción que tenga que salir solo sin que algún responsable se haga cargo de mantener su cuidado.
*Los dos tierra que estaban a cada lado del rubio, del cual solo estaba mirando a cada lado cuando estaban empezando a hablar por sus lados, el rubio solo podía estar escuchando moviendo sus pies de adelante hacia atrás.*
Marioneta 2: bueno querido, ya que estamos aquí, menos mal que todo esta bien ¿no quieres hablarnos de algo?
*El rubio ladeó la cabeza.*
Marioneta 1: hablarnos del silencio, que gran idea!
*El público no evito reírse de aquel chiste que emano aquella marioneta, así como los niños se fueron acercando a querer interactuar con las marionetas, y a su vez con el rubio que solo podía intentar alejarse pero de manera inútil no lo lograba.*
Marioneta 2: a ver niños tranquilos! Solo uno a la vez podemos entendernos. A ver, quien inicia primero?
Niño 1: ¿Porqué Shion tiene cabello tan liso?
Marioneta 1: aaah! Buena pregunta, veamos, hablemos con el... Shion, ¿Qué cree tu?
*El rubio trago en seco, ya que no estaba acostumbrado a hablar con otros niños pero como no tenía más opciones por seguir no tuvo de otra que seguir la corriente.*
Shion: soy... Sólo así...
Marioneta 2: ¿cómo que "soy solo así" pequeño?
*Casi se traba en su propia saliva*
Shion: solo... N-naci así....
Marioneta 2: uuhmm... Entiendo, entonces naciste con cabellos lisos, es fantástico!
*Dijo mientras que le colocaba su mano sobre el hombro del menor quien estaba un poco nervioso por tantas miradas puestas encima, aunque con la compañía de mas y mas marionetas le fueron dando una pequeña confianza que fue incrementándose cada vez mas conforme pasaba el rato, los demás niños se estaban comportando bien con el y no le preguntaban tantas cosas como el pensaba y eso le dejaba una calma tan especial que no se habían percatado del llamado que les realizaban, entonces a manera improvisada tuvieron que despedir el acto para comenzar a irse a aquel transporte que les esperaba con algo se ansiedad.*
Titiritero: jeje ¿estas listo para partir pequeño?
*Por esa vez el menor estaba sonriendo amablemente, asintió con con la cabeza.*
Shion: si señor.
Titiritero: bueno, a mitad del camino lo dejo en tus manos.
*Y cuando el camello estaba ya partiendo una voz reconocida llego a saberse en el proceso, cuando giraron las cabezas a ver, era la mujer que estaba recientemente llegando con un claro enojo.*
Titiritero: creo que tenemos problemas Shion.
Maestra: señor! Exijo que detenga al camello de inmediato!
*Dijo con un tono alto de voz, el hombre hizo caso deteniendo al animal.*
Maestra: baje al niño de inmediato!
*El titiritero se le fue resbalando una gota de su sien mientras que el niño solo estaba en su sitio, libremente.*
Maestra: ¿me escuchó? Baje al niño ahora!
Titiritero: claro que la escuche, tranquilísese, el menor esta bien.
*Con cuidado los dos se fueron bajando de sus asientos, aunque para el menor tuvo que tener ayuda del hombre que lo puso frente a la mujer, aunque el menor no quería separarse del agarre.*
Maestra: ¡¿En que estabas pensando?! Escaparte así como si nada después de bloquear el camino y perderte con un extraño?!
*El rubio solo bajo la mirada, algunas personas alrededor estaban presenciando lo que sucedía, pero claro le estaban dando el visto malo a la mujer pues entre susurros creían que era su madre, otros de lo posible sucedido por parte del hombre y demás rumores que comenzaron a circular en el área.*
Maestra: ninguno de nosotros te hemos hecho algo para que hagas esas acciones jovencito.
Titiritero: un momento ¿por qué le culpa por algo que es imposible que haga?
Maestra: por favor usted no se meta que estoy a punto se llamar a seguridad ahora.
*El niño no decía nada, al contrario solo se fue colocando detrás del adulto a ojos de todos.*
Maestra: Shion, mírame cúando te estoy hablando.
*El no quiso, solo negó.*
Maestra: ¡¡Shion te estoy hablando!!
Titiritero: señora por favor! ¿No ve que esta armando una escena frente al niño?
*La mujer miro alrededor, algunos hicieron de la vista gorda y otros solo hicieron como que no entendían el tema llevando a los menores a sus respectivos asientos para ser loa siguientes, la mujer de brazos cruzados suspiro cerrando los ojos.*
Maestra: no es asunto de ellos meterse en donde no les laman, pero de lo que si estoy clara es que usted no tiene derecho a tocar a un inocente niño para llevárselo a un sitio que desconoce.
Titiritero: ¿perdón?
*Dijo el hombre crédulo.*
Titiritero: este niño de acá solo me ha insistido en ir a la frontera, ya que me dijo que solo quiere ver a su hermano.
Maestra: ¿y como piensa pagar su viaje? ¿Cómo puede tener la confianza de que no es una trampa?
Titiritero: no es ninguna trampa, jamas en mi vida he tenido la intención de dañar a un niño, todo lo contrario para eso tengo a mis marionetas.
Maestra: marionetas? Seguro están hechas de piel de infantes!
*Eso si enojo al hombre, el menor por su parte solo podía estar alejándose por el miedo pero el adulto rápidamente abrió su maletín para mostrárselo a ella.*
Titiritero: vea y compruebe usted misma.
*La mujer fue sosteniendo los mencionados uno por uno, todos eran de material de madera, nada fuera de lo común, a lo que ella solo podía estar suspirando mirando al menor con una filosa mirada.*
Maestra: bueno, Shion. Es hora de irnos... Recibirás tu castigo por asustarnos a todos, demás de que casi nos atacas a todos.
*El adulto iba a opinar pero como notaba que el niño se estaba alejando un par de pasos mas mejor decidió callar.*
Maestra: Shion, vamos al orfanato.
*Y en medio de la certidumbre, nuevamente sentía como si esas risas pudiesen invadir su mente, lo que provocaba que las palabras de la mujer solo hicieran eco suficiente para que un solo tacto de su muñeca fuese suficiente para hacerle reaccionar.*
Maestra: regresamos al orfanato.
*El menor solo se separo del agarre bruscamente sorprendiendo a la mujer y al titiritero al mismo tiempo, con una seria mirada el menor apretó con fuerza los puños inhalando profundamente.*
Shion: no.
*Resonó con algo de fuerza, ninguno de los dos podía tener palabra.*
Shion: no quiero ir... No en gusta que me presionen...
*Comenzó a soltar con una gran seriedad ante los dos adultos.*
Shion: no quiero regresar al orfanato porque no siento que me soporten mucho, y con mis poderes menos lo siento.
*El titiritero quedo algo impactado.*
Shion: solo quiero que me dejen tranquilo, ninguno de ustedes lo ha hecho, solo quiero volver con mi hermano y nada más.
*Ni la misma mujer se lo pudo creer, tal menos más o menos sabia lo que se avecinaba a lo que rápidamente tuvo que ir tratando de apaciguar el tema.*
Maestra: pero Shion, son tus compañeros, ellos quieren saber más de ti y por eso te preguntan mucho, solo intentamos ser buenos compañeros para que puedas tener mejor rendimiento social.
Shion: me confunden con una niña, creen que tengo novio y no dejan de molestarme...
Maestra: es temporal, solo sale tiempo.
Shion: no.
Maestra: Shion!
Shion: no!
*El silencio de los dos era claro, el menor se cruzó de brazos algo fuerte en lo que el titiritero trataba de tener en proceso completo toda la información que veía.*
Shion: quiero ir a casa.
Maestra: esta es tu casa, y nosotros queremos ser parte de tu familia.
Shion: no son mi familia!
Maestra: ya hasta Shion, no puedo permitir que hables así.
Shion: ¡No quiero seguir aquí! ¡Quiero ver a mi maestro! ¡No quiero estar ene este lugar, prefiero ver a mi hermano que si sabe entenderme!
*Y antes de que la mujer dijera una palabra un estruendo se escucho casi a lo lejos de donde estaban, miró hacia arriba y todos lados quedando con los ojos tan abiertos como platos al ver que nuevamente unas rocas se iban levantando tras desprenderse de su sitio, 2 pares de ellas se dirigieron hacia donde estaban.*
Titiritero: lo veo y ni lo creo por el amor de dios! O-O
*Esas mencionadas rocas estaban girando alrededor del rubio, quien parecía estar muy enojado, algunos de los presentes no aguantaron la alarma y hecharon a correr, otros gritaban y varios niños comenzaron a llorar.*
Maestra: s-shion... Baja eso de una vez!
Shion: no! Déjeme ir con el señor.
Maestra: es un desconocido! No se sabe que intenciones tiene contigo!
Shion: no es malo! El cuido de mi... Prometió llevarme hasta la mitad del camino para ver a mi hermano.
Maestra: d-de ser el caso, nos hubieras dicho!
Shion: ¿cómo si ustedes no quieren escucharme? Nadie me entiende!
*Una de esas rocas cayo cerca de donde estaba el rubio, entre tanto el berrinche continuaba.*
Maestra: ¡¿Cómo que nadie te entiende?! Me lo hubieras dicho a mi!!
*El menor tenia los ojos vidriosos, las rocas restantes estaban girando alrededor, era un niño obviamente, por lo que su enojo no se podía controlar del todo y menos cuando se tiene una súper habilidad telequinética como la de él, además no quería seguir en la charla.*
Shion: quiero irme... No me gusta estar aquí.
*Hasta que...*
Dohko: entonces... ¿No te gusta estar con nosotros?
*A sorpresa de todos, el castaño estaba saliendo de su escondite, que era detrás de un árbol, pero sin despegarse de éste, solo estaba mirando la escena desde su punto de vista, ninguno de los dos podía creerlo.*
Shion/Maestra: ¿Dohko?
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