—Vamos, Yeon. Tienes que comer algo —Yoongi le acercó un tazón de arroz al sofá de su hogar.

Luego de levantar el reporte de desaparición la policía puso manos a la obra y comenzó a investigar el paradero de la pequeña niña Min Youngsu, mientras tanto pidieron a los familiares mantenerse en su casa por si se trataba de un secuestro y los responsables intentaran comunicarse para pedir dinero.

—No tengo hambre —fue todo lo que dijo sin dejar de ver el par de teléfonos que había sobre la mesita de centro.

—No haz comido nada en todo el día, puedes enfermar.

—No me importa, lo único que quiero es que Youngsu regrese —sus lágrimas volvieron a crecer y sin dudar Yoongi se sentó a su lado y la envolvió con sus brazos.

—Va a regresar sana y salva y cuando lo haga ella tiene que ver que nos mantuvimos fuertes, por eso tienes que comer —logró convencerla, tomó el plato con comida y se lo entregó, aunque no fue demasiado lo que consumió su estómago estaba lleno.

Las horas pasaron y aún no tenían noticias, el corazón de ambos se rompía lentamente con el pasar de los minutos. Por otro lado estaba Min Jeong, quien se sentía muy culpable por haber dejado que algo como eso sucediera, ella podía entender perfectamente el sentir de su mejor amiga en esos momentos pues si Wosik desapareciera ella lloraría mares hasta encontrarlo. Es por ello que si Yeon Seo decidía guardarle rencor no la culparía, estaría en todo su derecho, había cometido muchos errores en el pasado pero ese fue el más grande.

Durante la madrugada, Yoongi y Yeon se habían quedado dormidos en la sala de estar, abrazados sobre el sofá cuando de pronto el teléfono de Yeon sonó, los dos despertaron inmediatamente y la mujer no pensó ni un segundo para atender la llamada.

—¿Sí, diga? —respondió a duras penas debido a un nudo en su garganta.

—Hola, Yeonie —esa voz logró hacer que su piel se erizara.

—¿Namjoon? —al escuchar ese nombre, Yoongi se puso en alerta y le arrebató el teléfono a Yeon.

—¿Qué mierda quieres Namjoon?

—Ah Min Yoongi —suspiró con un tono de satisfacción. —No te conviene hablarme de esa manera.

—Vete al carajo —estuvo a punto de colgar, no tenía paciencia para soportarlo en ese momento pero una voz delicada lo hizo mantener la llamada.

—¡Papi! —esa era la voz de Young, se escuchaba triste y desesperada. —¡Papi estoy muy asustada!

—Malnacido —su enojo aumentó. —¡Te dije que no te metieras con mi familia!

—Y no te escuché, claramente —rió. —Verás, esta mocosa me está dando muchos problemas así que si no quieres verla muerta ven por ella en dos horas, aunque pensándolo bien si es tu hija tal vez corra tu misma suerte y se convierta en un fenómeno como tú.

—Te juro que si le tocas un solo cabello te mataré.

—Ajá —volvió a reír. —Te enviaré la dirección y por cierto, trae a Yeonie, debe estar muy preocupada.

Sin más, Namjoon colgó la llamada dejando a Yoongi con la palabra en la boca, luego de un minuto llegó un mensaje al teléfono con la dirección a la que debería ir.

—¿Qué sucedió? —preguntó Yeon al mirar la expresión de furia que tenía Min en el rostro.

—Namjoon la tiene.

—¿Qué?¿Por qué? 

—Creo... creo que todo esto es mi culpa —agachó la mirada. —Desde que tuvimos el problema fuera de la universidad, debió guardarme rencor.

Yoongi miró a Yeon tomó su mano e hizo que se sentará sobre el sofá.

—¿Rencor? ¿De qué hablas?

—Yeon Seo, hay algo que debo contarte —acarició su mano. —Yo no morí por un simple accidente de auto. Morí porque alguien provocó el accidente y Namjoon fue quien lo planeó. Ahora que volví a la vida está estratando de vengarse de mí lastimando a Young pero ten por seguro que no lo voy a permitir.

—¿Namjoon estuvo detrás de todo? —sus lágrimas comenzaron a salir nuevamente. —Pero ¿cómo pudo hacer todo eso?

—No te preocupes por eso, iré a traer a nuestra pequeña y la regresaré sana y salva.

—Voy contigo.

—No, no puedo ponerte en peligro a ti también.

—Pero Yoongi... es mi niña, también quiero estar ahí con ella.

—Yeon... —su esposa le hizo una pequeña suplica que él no pudo resistir. —Agh, está bien pero debes prometer que te quedarás muy cerca de mí.

—Lo prometo.

—Bien, toma tus cosas. Haré rápidamente una llamada —salió de su hogar e hizo una llamada por cinco minutos. Al terminar volvió al interior y aviso a Yeon Seo que era hora de irse.

La carretera estaba en completa oscuridad y soledad, eran las 4:25 de la madrugada y Yoongi iba muy concentrado en el camino mientras veía el GPS con la dirección que Namjoon le había enviado. .

Yeon por su parte veía a través de la ventana, ansiaba llegar a su destino, tomar a su hija en brazos y sacarla de todo ese sufrimiento.

Luego de unos cuantos kilómetros, llegaron a una casa abandonada en las afueras de la ciudad. Aparcaron el coche, bajaron y juntos caminaron precavidamente hasta llegar al cobertizo.
La puerta se encontraba entre abierta por lo que decidieron entrar sin llamar la atención.

—Quédate detrás de mí, ¿de acuerdo? —susurró Yoongi y Yeon Seo asintió.

Inspeccionaron las habitaciones, la casa era demasiado grande y les estaba tomando una eternidad. Sin embargo, agradecían que no parecía haber nadie cerca.

Sala tras sala, buscaban en una y en otra sin éxito, todas estaban vacías. Ambos se encontraban desesperados creyendo que Namjoon los había engañado. Sin embargo al llegar a la última habitación sin ni una pizca de esperanza, Yoongi escuchó el sonido de un arma a la cual quitaban el seguro.

Reaccionó rápidamente, se giró en dirección al sonido y jaló a Yeon para ponerla a su espalda.

—Son muy obedientes —Namjoon les apuntaba con un revólver. —No puedo creer que realmente vinieron a buscar a esa niña malcriada que no ha parado de llorar y hacerme doler la cabeza.

—Ya estamos aquí, eso es lo que querías, ¿Dónde está Youngsu? —Yoongi no quería perder más tiempo.

—Ella está en esa habitación —señaló la única sala que les quedaba. —Pero para dejar que se vaya, deben darme algo que quiero.

—¿Qué es lo que quieres? —Yeon no lo resistía más.

—Quiero volver a sentir la satisfacción de matar a Min, pero esta vez quiero hacerlo con mis propias manos.

—Bien —Yoongi se mostró firme.

—Yoongi... no... —Yeon quería llorar, no podía ni imaginarse que tendría que volver a perderlo.

—Tranquila, llévate a Youngsu y no se preocupen por mí.

—¿Qué? ¿Pensaste qué las dejaría ir antes del espectáculo? —Nam rió escandalosamente. —¡Claro que no! Yeonie y su mocosa tienen que verte morir. —su risa se apagó. —Entren, ¡Rápido!

Ambos entraron en la habitación y al fondo de esta lograron ver a Youngsu encerrada en una jaula para perros como si fuera un animal.

—¡Mamá! ¡Papá! —la niña estaba más que asustada, lloraba desconsoladamente y su cuerpo estaba lleno de miedo. —¡Quiero irme a casa!

—Siéntate —Nam le ordenó a Yeonu y le señaló una silla, ella tuvo que obedecer. Seguido la ató para que no tuviera escapatoria. —Después de que Min muera las dejaré ir.

Sacó a Youngsu de la jaula e hizo lo mismo que con Yeonu y la dejó a su lado.

—Maldito desquiciado, déjalas ir —Yoongi estaba furioso de no poder hacer nada al respecto.

—Cállate, imbecil —seguía apuntándole. —Te odié desde el primer momento en que te vi con Yeon en la calle, me quitaste su amor, me la ¡quitaste a ella!

—Él no te quitó nada —añadió Yeon. —Yo decidí alejarme de ti porque eres un idiota.

—¡Cállate! —gritó. —Cuando envíe a esos tipos a matarte, jamás pensé que serías tan hijo de puta como para revivir y hacerme recordar que por tu culpa perdí al amor de mi vida, perdí mi trabajo y perdí mi vida. Ahora lo pagarás muy caro.

Namjoon dejó de apuntar a Yoongi y apuntó en dirección a Yeonu y Youngsu.

—Voy a quitarte lo mismo que tú me quitaste, tu amor, tu familia y tu vida asi que dime, ¿a quién de las dos prefieres que mate primero? —lo miró con desprecio.

—¡No, namjoon! —Yeon estaba aterrorizada. —¡No hagas esto!

—¡No te atrevas a tocarles un solo cabello! —Yoongi no sabía que hacer.

—¿Qué más da? —alzó los hombros despreocupado. —Mataré primero a la mocosa, luego a Yeonie y al final a ti.

Yoongi sintió como todo sucedió en cámara lenta, el dedo de Namjoon se posicionaba sobre el gatillo y justo antes de que lo jalara se abalanzó sobre el para hacerlo caer al suelo.

Ambos pelearon por un momento mientras que forcejeaban para evitar que el otro tuviera posesión total del arma. Yeon y Youngsu solamente observaban con lágrimas en los ojos por todo lo que sucedía frente a ellas.

De un momento a otro, mientras el arma estaba entre Namjoon y Yoongi, se escuchó un disparo que dejó a todos los presentes congelados.
Min estaba sobre Kim, se miraban el uno al otro como si el tiempo no pasara.

De pronto, Yoongi dejó escapar una lágrima, de su boca comenzó a salir sangre que fue a parar al rostro de Namjoon. Perdió toda su fuerza y terminó desvaneciéndose sobre el cuerpo de su contrincante mientras su respiración se dificultaba.

—¿Yoongi? —Yeon no podía creer que lo estaba viendo. — ¡¿Yoongi?!

Namjoon quitó a Min de encima y se levantó tratando de limpiar la sangre en su cara, tomó la pistola nuevamente y la cargó una vez más.

—Ambos sabíamos que esto sucedería, Yeonie. Min yoongi debe regresar al mundo de los muertos —rió. —Ah... ahora que lo pienso, no sabes lo que realmente pasó aquel día en que éste fenómeno dejó éste mundo, ¿verdad?—hizo comillas con sus dedos. —Éste idiota me estaba haciendo la vida muy difícil después del alboroto que armo frente a la universidad, así que decidí poner un alto. Pague una gran cantidad de dinero para que dos tipos provocarán un accidente y por suerte lo lograron a la primera. Yoongi murió y yo estaba feliz por ello.

—¡Estás loco, Namjoon! —le apunto a Yeon.

—Todos me insultaban, me despreciaban por haber peleado con el profesor más amado de la escuela, sin saber que fue el el que inició todo cuando se atrevió a quitarme a mi único amor, por su culpa me despidieron y me quedé sin nada de lo que más amaba. —

—Él no tuvo nada que ver en nuestra ruptura, tú siempre haz sido demasiado tóxico por eso te dejé. Por dios, ni siquiera lo conocía cuando terminamos —no paraba de llorar.

—No sirve de nada que intentes defenderlo con mentiras, seguramente te veías con él cuando aún salíamos —el gesto de namjoon demostró que estaba en verdad enojado. —Pero ahora los tres irán a otro mundo.

—¡N-no... te... a-atrevas! —Con lo último que le quedaba de fuerza, Yoongi se arrastró por el suelo para tomar una pierna de Namjoon y tratar de detenerlo pero era imposible, cada segundo que pasaba se ponía más débil.

—Imbecil —Kim lo pateó para separarlo de él y se concentró en Yeon. —Es hora de decirnos adiós, Yeonie.

—¡Policía! ¡Arriba las manos! —un escuadrón de la policía entró en el lugar y le apuntaron a Namjoon con sus armas.

Al ver que estaba acorralado, soltó un bufido, dejó caer la pistola y levantó las manos.
Sin esperar un minuto, los oficiales lo esposaron y atendieron lo mejor que pudieron a Yoongi mientras llegaban los paramédicos.

—Yoongi... —Yeon trataba de acercarse a él pero no se lo permitieron.

—Papá... —Youngsu no paraba de llorar al ver a su progenitor de esa manera.

—Y-yeon... Y-young... —su vista se ponía cada vez más borrosa, no podía verlas, ni tampoco sentirlas cerca y eso le dolía más que la herida. Su conciencia poco a poco se iba apagando. —L-las amo... p-perdonenme si m-me voy otra... o-otra vez.

En ese instante, Min Yoongi cerró sus ojos, todo en él se volvió total oscuridad, por segunda vez en sus dos vidas le habían arrebatado la oportunidad de poder estar feliz con su familia. Tal vez ese era su destino, sin embargo, era un destino que no merecía ni mucho menos estaba dispuesto a aceptarlo.

Esta historia aún tiene lectores? Jsjajs

Más de un año sin actualizar, ijole, pidoperdon 😔

No queda mucho para terminar así que voy a tratar de actualizar lo más rápido que pueda <3