☁︎ 𝑅𝑒𝑎𝑙𝑖𝑑𝑎𝑑 ☁︎
La nueva vida de Yoongi comenzaba a tomar forma, solo le quedaba esperar la aprobación del todo poderoso para quedarse por un largo tiempo, sin embargo, aún no la tenía.
El Chamán Seokjin aún estaba tratando de contactar a sus mayores por respuestas, cosa que le resultaba difícil ya que nadie quería hablar con él respecto a ese tema, un inspector comentó que el no saber nada de nada era parte del castigo de Min por haber insultado a dios.
—¿Y bien? —preguntó el menor luego de que Jin abriera los ojos por haber terminado el contacto con el mundo de los cielos.
—Nada, nadie quiere hablar —suspiró frustrado.
—Entonces, ¿qué voy a hacer?¿qué va a pasarme? —Yoongi estaba desesperado, no queria volver a perder su vida.
—No lo sé, pero voy a encontrar una forma de resolverlo —Seokjin estaba decidió a ayudar a su menor, sabía que si los papeles fuesen al contrario él también desearía la ayuda de alguien. —Por el momento tu ve con tu familia ahora que la recuperaste y disfruta el momento.
—Pero, ¿y después?¿qué si el tiempo se agota? Seré polvo y nada más...
—Min Yoongi, te digo que voy a encontrar una forma, ahora ve —ordenó.
Yoongi se fue hablando entre dientes, tenía miedo de que las cosas salieran mal, no obstante no podía hacer mucho, su mejor opción era confiar en ese loco y escandaloso Chamán.
Caminaba con frustración por el parque, incluso pateaba las piedras como si tuviesen la culpa, no podía hacer más, Youngsu estaba en la escuela, Yeon en su trabajo y Hoseok atendía el restaurante, tenía que matar el tiempo hasta que este último terminará y pudieran ir a recoger a los pequeños niños al preescolar.
—Realmente estás vivo —una voz odiosa lo hizo parar en seco, se giró lentamente y lo miró sin expresión alguna. —¿Qué mierda eres?¿un zombie o un fantasma? —rió burlesco.
—¿Acaso te importa? —bufó. —Vete a molestar a las demás personas y a mí déjame tranquilo.
—¿Enserio te consideras una persona? —Namjoon volvió a reír. —Min Yoongi, todo el mundo vio tu cuerpo muerto, vieron cuando te enterraron, ¿y aún así sigues siendo una persona? Por favor no me hagas reír.
—Vete al carajo Kim —estaba decidido a marcharse sin crear un alboroto pero era obvio que eso era lo que su contrario quería.
—¿Crees qué podrás ser feliz nuevamente con Yeonie? No, Yoongi, solo vas arruinarle la vida, así que mejor vuelve a tu tumba o te arrepentirás de haber regresado —borró su sonrisa de un segundo a otro. —E incluso tu pequeña niña pagará las consecuencias.
—A mi hija la dejas en paz —se abalanzó sobre Namjoon lo tomó de la camisa. —Cualquier cosa que tenga que ver con Yeon Seo o con nuestra hija no te incumbe así que deja de meterte donde no te llaman o te juro que te mato —lo empujó con brusquedad haciéndolo caer, Min se dio la media vuelta y mientras se marchaba se detuvo al escuchar las últimas palabras de Kim.
—¿Recuerdas la última vez que me diste una amenaza de muerte? —rió. —Dime, Min Yoongi, ¿quién fue él que terminó muerto? Solo asegurate que esta vez no vuelva a ocurrir —Yoongi regresó su vista al lugar donde se encontraba Namjoon pero solo logró ver su espalda mientras se iba al lado contrario.
Yeon Seo y Min Jeong estaban en la cocina del restaurante, la menor le ayudaba a su unnie a preparar algunos platillos para cuando se llegara la hora de abrir, aunque lo único que hacía era picar la verdura mientras conversaban.
—Unnie, de verdad siento algo muy grande por Yoongi —sonreía mientras partía los pimientos.
—Bueno, es un gran hombre, es normal que te hayas enamorado de él con facilidad, además sé que te va a tratar muy bien y a Youngsu por igual —mezcló unas cosas en la sartén.
—Sí, sé que seremos muy felices —dejó el cuchillo al terminar. —Pero hay algo que me preocupa.
—¿Qué?
—El papá biológico de Young —mordió ligeramente si labio inferior y continuó. —No puedo recordar absolutamente nada de él por más que lo intento, no sé quién es o donde estará, me preocupa que un día de la nada se aparezca, quiera volver o tener algo que ver con Youngsu, digo estaría en su derecho pero no quiero tenerlo cerca.
—Yeon, eso no va a pasar —fue firme, apagó la estufa y rápidamente lavó sus manos.
—¿Cómo estás tan segura?
—No lo sé, yo solo digo que no creo que sea algo con posibilidades de ocurrir —cambió de tema. —Iré a la casa por unas cebollas, quédate aquí y pica las zanahorias, por favor.
Yeon estaba un poco confundida, estaba segura de que su mejor amiga sabía algo de lo cual no quería contarle, estaba claro que no podía obligarla a sacar las palabras.
Un par de minutos más tarde, escuchó la puerta abrirse, creyó que era su mayor pero las voces le hicieron saber que no era así, quienes habían entrado era Yoongi y Hoseok, con un par de chiquitines que se apresuraron a sentarse en una mesa a colorear.
Yeon dio un vistazo a través de la puerta, no quiso interrumpirlos por lo que continuó haciendo su tarea,
—Entonces, ¿Cuándo vas a decirle? —Yeon logró escuchar la conversación, era maleducado pero no podía evitarlo.
—No lo sé, aún no estoy muy seguro de hacerlo —la voz de Yoongi sonaba demasiado indecisa. —Tengo miedo de que se lo tome a mal.
—Yeon necesita saberlo —esa fue la frase que la invitó a escuchar más, dejó las zanahorias y se acercó a la puerta para saber más.
—¿Y cómo voy a decírselo? —Min chasqueó la lengua. —¿Llegaré y le diré. Hola, soy tu esposo que falleció hace más de 4 años y volvió de la muerte?
Yeon se quedó completamente helada al escuchar eso, no entendía lo que sucedía o de qué hablaban, un fuerte dolor de cabeza la atacó.
—Bueno, no tan directamente, pero sí —Hoseok se mostró dudoso. —Una cosa es segura, tiene que saber que la persona con quién se casó eres tú, que tú eres el papá biológico de Young y que por obras del destino o de Dios tuviste que dejar este mundo, vamos no es tan difícil, ¿o sí?
En ese momento Yeon dejó de escuchar, los recuerdos comenzaban a aparecer como una película en su mente, Yoongi, como lo conoció en aquel bar, como la acogió cuando más lo necesitaba, su primera noche juntos, el día que le pidió matrimonio, su sonrisa, sus caricias, sus besos, el amor que le daba una y otra vez, incluso recordaba todos y cada uno de sus celos, su luna de miel en París y el accidente. Recordaba haberlo visto en aquella camilla de hospital, sus últimas palabras.
—Yeon Seo, cariño... te amé, te amo y te amaré.
Las lágrimas comenzaron a salir, dio un par de pasos hacia atrás por lo que terminó tirando un par de ollas, no podía creer nada de lo que su mente le mostraba, la jaqueca se intensificaba más y más. La puerta se abrió de golpe y justo en el momento que su mirada conectó con la de Yoongi, sus piernas flaquearon, cayó al piso, su respiración era agitada.
Min sin dudarlo se puso de rodillas frente a ella para tratar de tranquilizarla, era casi imposible.
—Yoongi... ¿Qué fue lo que dijeron? —una lágrima tras otra.
—Yeon, te lo explicaré pero tienes que calmarte.
—¿Es verdad? ¿Eres mi esposo?¿eres el papá de Young? —Min solo pudo asentir. Un último dolor golpeó a Yeon Seo, su vista comenzó a ser borrosa y lentamente se fue oscureciendo todo a su alrededor, en ese instante perdió la conciencia.
—¡Yeon Seo! —Yoongi la sostuvo en sus brazos, trataba de hacerla reaccionar, Hoseok por su parte llamó al número de emergencias y pidió una ambulancia.
Young y Wosik escucharon el alboroto que había en la cocina, fueron a ver que sucedía y cuando la pequeña vio tirada a su madre corrió hacia ella sin pensarlo dos veces.
—¡Mamá! —se dejó caer a su lado. —Papá, ¿Qué le pasa a mamá?
—Youngsu, escúchame —la niña lo miró poniéndole atención con sus ojos cristalizados. —Mamá estará bien, pero necesito que te quedes al lado de Wosik y con tu tío Hoseok ¿si?
—Vas a cuidarla bien, ¿verdad? —sus pequeños ojos empezaron a soltar las lágrimas. —No quiero que vuelva a dormir por tanto tiempo.
—Tranquila, voy a cuidarla, ahora haz lo que te pido.
—Vamos Young —Wosik rápidamente se acercó a la niña, la tomó de la mano y se la llevó fuera de la cocina. —Dejemos que los adultos se hagan cargo y sigamos coloreando en mi habitación.
Segundos más tarde la ambulancia apareció, le hicieron un rápido chequeo y al ver que no respondía la subieron inmediatamente a la ambulancia, Yoongi la acompañó en todo momento dejando a cargo a Hoseok de los pequeños y Min Jeong siguiéndolos en su auto por detrás.
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