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☁︎ 𝑁𝑜 𝑣𝑜𝑙𝑣𝑒𝑟𝑒́ 𝑎 𝑑𝑒𝑗𝑎𝑟𝑡𝑒 ☁︎

Yeon Seo se encontraba en una cama del hospital con Min Jeong y Yoongi a cada uno de sus lados.

Luego del incidente que tuvo los paramedicos la auxiliaron inmediatamente, al llegar al centro médico, su doctor a cargo la revisó y resultó ser un ataque de nervios y ansiedad que sucedió debido a la fuerte noticia que escuchó anteriormente, su cerebro colapsó y junto con el su conciencia. No obstante, luego de regañar a los presentes por exponer a Yeon a una situación donde su salud se vio afectada el profesional aseguró que estaría bien luego de un tiempo de reposo.

Los minutos pasaban y tanto Jeong como Yoongi sentían la desesperación de que la chica no despertaba y no podían hacer nada al respecto.

—Maldita sea —Yoongi se quejó. —Necesito un café para calmar mis nervios, ¿Quieres algo?

—No, me quedaré aquí por si despierta —dicho esto Min asintió y fue en dirección a la cafetería del hospital.

En su cabeza, durante su ensoñación, Yeon continuaba recordando cosas, todo estaba quedando más claro para ella, la muerte de su amado esposo y junto a eso lo que ella sufrió durante su embarazo, dentro de su mente revivió absolutamente todo hasta el día de su propio accidente donde cayó en coma, y como si fuese de un día para otro despertó con la noticia que la pequeña que había estado esperando por tantos meses se encontraba a su lado. Sus recuerdos actuales donde conoció a un hombre muy similar a Yoongi comenzaron a hacerse ver como un simple sueño pues ahora más que nunca estaba consiente de la muerte del amor de su vida e imaginaba que su regreso era imposible y se trataba de un producto de su imaginación. 

Su mente se puso en blanco y lentamente fue abriendo sus ojos, la luz de la lámpara del techo la cegó ligeramente pero poco a poco pudo mantener sus párpados abiertos; miró a su mejor amiga y ese fue el detonante para que las lágrimas que había estado reteniendo salieran y empaparan sus mejillas.

—Unnie... —se enderezó para quedar sentada, su pecho dolía a tal punto que ignoró el entorno que la rodeaba, ni siquiera pregunto cómo es que había llegado al hospital, para ella todo lo anterior parecía irreal. —Acabo... acabo de tener un sueño donde Y-yoongi... él estaba vivo, volvía conmigo y por fin estábamos teniendo la familia que tanto deseábamos, estaba tan feliz pero porqué tuve que soñar eso... D-después de tanto tiempo aún lo extraño demasiado, aún sigo pensando en él y deseando que esté aquí a mi lado...

Min Jeong no respondió debido a un nudo que se formó en su garganta. ¿Cómo iba a explicarle a su mejor amiga que eso no fue un sueño? Se limitó a escuchar los lloriqueos de Yeon y darle unas palmaditas en el hombro para tranquilizarla.

La mayor no sabía como actuar, estaba segura de que en ese instante Yeon Seo había recuperado sus recuerdos pero de lo que no estaba segura era de cuánta tanta información podría recibir. Su cuerpo tembló por los nervios que la invadieron al escuchar un par de pasos acercarse a ellas rápidamente, por un instante temió por la salud de la menor.

—Yeon Seo... —Yoongi se acercó rápidamente a la chica, dejó el vaso de su café en la mesita de al lado y comenzó a asegurarse de que Yeon estuviera bien luego de ver las lágrimas en sus ojos. —¿Estás bien?¿Por qué estás llorando?¿Quieres que llame al doctor?¿Por qué no me contestas?

Yeon lo miró sin decir nada, sus lágrimas pararon por un momento, levantó cautelosamente su mano derecha y tocó la mejilla de Yoongi esperando que esta vez no fuese una ilusion, su respiración se detuvo al sentir que el tacto era demasiado real. Las lágrimas que se detuvieron por un segundo volvieron a salir, su voz tembló y a pesar de eso hizo su mayor esfuerzo para hablar.

—Y-yoongi... realmente estás aquí —lloró descontroladamente, Min la abrazó sin dudar, él no necesitó de una explicación detallada para entender las palabras de Yeon. —Te extrañé tanto, no sabes la falta que me hiciste, ¿Por qué te fuiste? Dijiste que querías una familia conmigo, entonces porqué no esperaste un poco más ¿Eh? Solo varias décadas de años más hubieran sido suficientes.

—Lo siento —se disculpó con un nudo en la garganta y al borde el llanto. —Créeme que no fue mi decisión, el día que nos casamos te prometí pasar un largo tiempo a tu lado pero no pude cumplirlo, perdóname Yeon Seo.

—No, mi amor. Perdóname tu a mi —se separó, lo tomó con sus manos de ambas mejillas como solía hacerlo, en ese instante Min no pudo evitar derramar unas cuantas lágrimas que fueron limpiadas por Yeon. —Los últimos días que nos vimos te traté muy fríamente, perdóname por haberlo hecho, no sabes lo mal que la pasé. No sé cómo es que estás aquí pero a partir de hoy voy a recordarte todos los días que te amo, voy a hacerte feliz, te lo prometo —sorbió sus mocos.

—Mi hermosa Yeon Seo, sufriste mucho por mi culpa, ¿verdad? —acarició su cabello. —Me aseguraré de que ya no haya sufrimiento en nuestras vidas, haré todo lo que esté en mis manos para quedarme a tu lado.

—¿Cómo que harás? —preguntó dudosa. —¿No volviste permanentemente?

—Hay mucho de lo que tenemos que hablar pero te lo explicaré más tarde, ¿Sí? Ahora necesitas descansar —Min sabía que debía aclarar todo con ella pero no en ese momento, no cuando ambos tenían los sentimientos a flor de piel.

Yeon Seo aceptó sin problema a la petición, ella creía que ver a su amado esposo era una mala jugada de su mente o que quizá aún se encontraba dormida y solo era un sueño, no obstante, el dolor de su cabeza le hacía ver que todo era muy real y que quizá los dioses se habían apiadado de ella y en recompensa por todo su sufrimiento hicieron resucitar a Min Yoongi.

Un par de horas más tarde cuando la paciente se encontraba más estable, el doctor le dio el alta. Las tres personas subieron al auto de Min Jeong y esta misma condujo hasta volver a su casa para recoger a la pequeña Youngsu, quien se había quedado muy preocupada por la salud de su madre.

Al llegar y abrir la puerta del hogar, la niña corrió y se abalanzó hacia Yeon Seo con las lágrimas inundando sus ojos gatunos. Por un momento temió que su mamá volviera a dormir por tanto tiempo, Young no quería que eso se volviera a repetir.

—¡Mamá! —gritó mientras lloraba. —¿Estás bien?¿Te sientes mejor? Tenía mucho miedo pero Wosik me ayudó —sorbió sus mocos.

—Tranquila, Young, mamá está bien —Yeon se puso a cuclillas para estar a la altura de la pequeña y así poder limpiar sus lágrimas y abrazarla —No te preocupes por nada y vayamos a casa.

—¿Puede venir papá a casa también? —señaló a Yoongi.

—Claro, pequeña —acarició su cabello. —Tu papá también vendrá y se quedará con nosotras.

—¿Eso quiere decir que ustedes serán esposos? —asintió y Young volvió a llorar.

—Youngsu, ¿Por qué lloras princesa? —Yoongi se arrodilló para hablarle. —¿No era lo que querías? ¿Que tu mamá, tú y yo viviéramos juntos como una verdadera familia?

—S-sí... es que... es que lloro de felicidad, papá y mamá por fin estarán juntos —tapó su rostro con ambas manos para que no la vieran pero esto solo causó ternura los presentes, ambos la abrazaron con una sonrisa, sin duda alguna su hija era un hermoso regalo que habían recibido.

Detrás de ellos se encontraba Hoseok, quien lloraba en silencio, estaba tan feliz de que por fin Yoongi estuviera con su familia sin ningún problema y desde el fondo de su corazón le pedía e imploraba a dios para que todo permaneciera así por un largo tiempo.

Cuando llegaron a su hogar, Yoongi cargó a Youngsu hasta su habitación, con tantas emociones en la pequeña, su cuerpo había caído rendido de cansancio y no pudo evitar quedar dormida en el camino. La llevó hasta su habitación, la arropó y luego de dejar un suave beso en la frente de su hija salió para encontrarse con Yeon en su habitación.

Entró cerrando la puerta detrás de él y se sentó en la cama justo al lado de la persona que amaba. Yeon Seo se giró hacia él y analizó todos y cada uno de sus rasgos faciales.
Tomó la mano de Yoongi y la beso con delicadeza para seguido acariciarla, era bastante obvio, no era un sueño sino una realidad, una que debía afrontar con mucha fuerza.

—Aún no puedo creer que estés aquí —pronunció en un tono bajo solo para que Yoongi lograra escucharla.

—¿Qué debo hacer para que estés completamente segura? —se acercó a ella y depositó un beso en su mejilla, al notar la ligera sonrisa en los labios de Yeon dejó un beso en los mismos para seguido pasar su mano por la larga cabellera de su amada.

—¿Cómo es esto posible? Yoongi... yo misma vi tu cuerpo morir —el recuerdo de aquellos momentos en el que Yoongi estaba en una camilla la amenazaba con hacerla llorar nuevamente pero Yeon estaba consiente de que si lloraba no podría escuchar la explicación de Min.

—Lo sé, cuando eso sucedió mi alma se mantuvo en este mundo, es normal, hay muchas almas vagando por aquí y no suben hasta estar satisfechos con sus seres queridos —suspiró. —Yo no estaba satisfecho con lo que sucedió, ni mucho menos con la vida que estabas llevando, verte llorar y sufrir todo el tiempo me hacía sufrir a mí también, ¿cómo iba a subir y dejarte así? Decidí quedarme a tu lado hasta que tu vida mejorara, te seguí a todas partes, vi por todo lo que estabas pasando incluso me quedé a tu lado durante los cuatro años que estuviste en coma.

—¿Estás diciendo que estuviste presente en todos esos momentos?

—Sí —agachó la mirada. —Estaba deseando tanto que hicieras caso a los consejos de Hoseok y siguieras adelante pero luego sucedió el accidente, me quedé ahí hasta el día en el que estaban a punto de desconectarte, me enojé demasiado conmigo mismo, con dios por hacernos sufrir de esa manera. Mi coraje me hizo ofenderlo a tal punto que me devolvió la vida para ponerme una misión, me dio un tiempo determinado para cumplirla, si lo logro subiré al cielo de lo contrario me convertiré en polvo.

—¿Entonces no vas a quedarte?

—Aún no lo sé. Hay un chaman que me está ayudando, dice que existe una posibilidad de que pueda quedarme pero nada es seguro, ni el ni yo hemos descubierto con exactitud cuál es la misión que debo cumplir. Hasta el momento solo tenemos la sospechas de que debía recuperar mi familia.

—No es justo —una lágrima recorrió su mejilla pero la limpió inmediatamente. —Dios no puede ser un tan egoísta, ¿cómo se atreve a devolverte la vida solo para después quitartela?

—No lo dejaré, te prometo que haré hasta lo imposible para quedarme, no volveré a dejarte —besó sus labios.

Yeon asintió ante las palabras de Yoongi pues confiaba ciegamente en él y aunque tuviera que enfrentarse con el mismo dios todo poderoso ellos lo harían con tal de poder estar juntos, justo como debía ser desde un principio.
Yoongi abrazó a Yeon, se recostaron en la cama y sin esperarlo ambos cayeron dormidos. Para los dos, estar rodeados por los brazos del otro era su lugar seguro y al estar de tal forma se sentían en paz.

Hay alguien aquí con vidaaa????

Jsjajs después de tanto tiempo por fin puedo actualizar esta historia, Perdónenme por tardar tanto :( prometo que ya no la dejaré tan abandonada 

Gracias por la paciencia 💕

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