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☁︎ 𝑁𝑖𝑛̃𝑒𝑟𝑜𝑠 ☁︎

Min Yoongi caminaba pensativo, trataba de idear un plan para acercarse a Yeon o mínimo poder ver a Youngsu y pasar el rato con ella, sin embargo, era consciente de que necesitaba ayuda, pues solo jamás lo conseguiría.

Al llegar a su destino, una campana se escuchó e ingresó al interior del local esperando ver ahí a su mejor amigo, en cambio se encontró con la mujer que amaba, Yeon Seo estaba sentada en la barra mirando atentamente su teléfono, al escuchar que alguien se acercaba se giró ligeramente para ver a la persona, los ojos de ambos se encontraron e inmediatamente hubo una conexión la cual fue ignorada por parte de la chica y rompió cualquier sentimiento positivo que pudiera haber en el lugar.

—¿Otra vez usted? —cuestionó a manera de queja. —Primero se acerca a mi hija y ahora está aquí, más le vale que no sea un acosador o lo demandaré.

—¿Perdona? —Yoongi río ante el comentario, para él, el tono de Yeon le parecía tierno y mucho más al ver sus labios abultados formando el típico puchero que hacía inconscientemente. —No sé si lo sabes, pero este es un restaurante donde todos pueden venir —remarcó lo obvio. —Además quédate tranquila, no te estoy acosando, vine a buscar al dueño del lugar.

—Más le vale que así sea y no me hable informalmente que no somos amigos —Yeon regresó su mirada a su movil, en ese instante Min Jeong salió de la cocina y se les unió.

—Yoongi... —al verlo rio nerviosa, dirigió su vista de él a Yeon. —¿Qué haces aquí?

—Vine a buscar a Hoseok —fue frío, después de lo que Jeong hizo no deseaba verla o hablar con ella por el momento, aunque sabía que eso era muy infantil.

—Fue a recoger a Woosik al preescolar también traerá a Youngsu —lo último lo dijo entre dientes por la madre presente pero esta estaba tan metida en su teléfono que no se percató de nada.

Yoongi se dio cuenta de lo que Min Jeong le quería decir, así que salió disparado como un rayo para dirigirse al kinder donde asistían los niños, encontrarse con Hoseok y pasar un rato con su pequeña hija.

Corrió lo más rápido que pudo, cuando llegó a las instalaciones miró a todos lados en busca de su amigo, no lo encontró, llevó su cabello hacia atrás con frustración.

De pronto sintió unos pequeños brazos rodear sus piernas, dirigió su mirada hacia abajo y ahí encontró a la niña de ojos felinos como los suyos, sonrió con ternura y se puso a cuclillas para abrazarla, era la primera vez que lo hacía, su corazón se sentía cálido, tenía entre sus brazos a su amada hija, sintió que sus ojos comenzaban a cristalizarse pero logró retener las lágrimas, desde su muerte, jamás había imaginado que podía llegar a tener un momento como ese, él era el hombre más feliz en todo el mundo, no obstante, aún le faltaba algo, y ese algo era Yeon Seo.

—Papá, no le dije nada a mamá sobre ti, justo como me lo pediste —Youngsu se separó de él, Yoongi acarició su cabeza.

—Que niña tan buena y obediente, te compraría un helado para premiarte pero no tengo dinero.

—No importa, vayamos a jugar —la pequeña sonrió haciendo que sus ojos desaparecieran.

—¡Hyun! ¡Youngsu! —Hobi apareció junto a Woosik, se acercaron a ellos, Hoseok llevaba una bolsa con paletas heladas entre las manos. —No tenía manera de contactarte pero que bueno que viniste por tu cuenta, cuidaremos de los niños toda la tarde.

—Se supone que debes ir con Yeon a su revisión —Yoongi se puso de pie para hablar con Hoseok, sin que se dieran cuenta, Youngsu le quitó la bolsa de las manos y ella junto a Woosik salieron corriendo como vil bandidos en un atraco en dirección a los juegos del parque.

—Hubo cambio de planes, se suponía que iría con ella porque Min Jeong estaría ocupada pero canceló todo para acompañarla, por lo tanto alguien tenía que cuidar de los niños y como Yeon aún no quiere ir a casa de sus padres o pedirles algún favor, me tocó hacer de niñero y a ti también —rió mientras echaba un vistazo a los pequeños que jugaban alegremente.

—¿Niñeros?

—¿Te molesta? ¿Acaso no quieres pasar el rato con tu hija?

—Por supuesto que quiero, es solo que no se que pensara Yeon Seo de que un desconocido cuide a su hija —agachó la cabeza.

—No eres un desconocido, eres su padre y tarde o temprano Yeon tendrá que saberlo, así que por el momento disfruta de estos momentos de calidad con esa adorable niña.

Sin más, ambos hombres se dirigieron en dirección a los niños, pero antes de llegar a ellos Young corrió para acercarse a Yoongi.

—¡Papá! —tomó una bocanada de aire y continuó. —Toma, te guardé esta paleta, es mi favorita pero quiero dartela a ti, es sabor mandarina y es deliciosa—le entregó la paleta y luego se dirigió a Hoseok. —Toma tío, está es la tuya, Woosik y yo ya tomamos las nuestras —volvió a los juegos.

—Dios, esa niña es una réplica de ti —Hobi rió.  —También ama las mandarinas.

Yoongi miró al par de niños jugar, tenía una sonrisa en su rostro y deseaba con toda su alma que ese momento fuera eterno, sin embargo, las buenas cosas también tenían un final.

El día transcurrió, los mayores se unieron a los menores para jugar, los ayudaban a columpiarse en los columpios e incluso jugaron a las atrapadas.

Comenzaba a oscurecer por lo tanto decidieron volver, irían a casa de Hoseok para esperar a Yeon para que recogiera a Young.

—Papá —Woosik tiró de la manga de Hoseok antes de que subieran por las escaleras para ingresar a su hogar.

—¿Qué pasa, Woo? —Hobi se puso a cuclillas para escucharlo.

—¿Podemos comer algo antes de subir? —preguntó con timidez.

—Claro que sí —sonrió y acarició su cabeza —¿Tú también tienes hambre, Youngsu? —la npi zaiña asintió. —Bien, les prepararé un poco de ramyeon.

Los cuatro caminaron hasta el restaurante, Hobi abrió la puerta con sus llaves y seguido encendió las luces, los niños corrieron hasta posicionarse en una mesa que estaba pegada a la pared, pusieron sus mochilas sobre las sillas y sacaron sus cuadernos para hacer sus tareas mientras esperaban la comida.

Yoongi ayudó a su amigo a preparar todo; más tarde sirvieron los platos de ramyeon y se los llevaron a los pequeños, quienes ya habían terminado sus deberes, guardaron sus cosas y se dispusieron a comer.

—Papá, ¿quieres un poco? —preguntó la niña.

—No, pequeña, estoy bien, gracias —respondió con una ligera sonrisa.

—Youngsu, ¿cómo supiste que Yoongi es tu padre? —Hoseok fue directo.

—Bueno —dejó sus palillos de lado. —Siempre lo vi cuidando a mamá en el hospital y no vestía como un enfermero, además le decía que la amaba y la extrañaba, por lo tanto supuse que era mi papá —respondió inocente.

—Entonces, ¿tú siempre me viste? —Yoongi cuestionó con sorpresa, Young asintió y volvió a comer. —¿Cómo es eso posible? —musitó.

—Hoseok, ya llegamos —la voz Min Jeong se hizo presente.

—¡Mamá! —los dos pequeños corrieron a abrazar a sus progenitoras.

—¿Cómo les fue, cariño? —Hobi se acercó a su esposa y le depósito un suave beso en la mejilla. —¿Qué dijo el doctor?

—Lo mismo, no hay señales de que la memoria que perdió vuelva —dirigió su mirada a Yoongi.

—No tiene importancia —Yeon agregó. —Si lo único que olvidé fue al descarado que me dejó, no tengo ganas de recordarlo —Jeong le dio un codazo.

Yoongi sintió un dolor en el pecho, no quería ser eso ante los ojos de Yeon, quería hablar en ese justo momento y decirle toda la verdad, sin embargo, se mantuvo callado.

—Además de eso —Jeong volvió a hablar. —El doctor dijo que no le hiciéramos pasar por emociones fuertes, eso podría provocarle jaqueca y una pérdida peor, le dio unos medicamentos pero aseguró que estaría bien.

—No hay nada de que preocuparse, mi cabeza es más dura que una piedra —rió.

—Las piedras son lindas —Yoongi se metió a la conversación.

—Youngsu, vámonos a casa —Yeon tomó la mano de su hija y se despidió de sus amigos excepto del que para ella era un desconocido.

—Yeon, ¿por qué no dejas que Yoongi te acompañe? —Hoseok la detuvo. —Vi que desde hace unos días hay un sujeto muy sospechoso rondando por la zona, con él estarán bien protegidas.

—Para mí, él es el sujeto sospechoso —la chica miró a Min entrecerrando los ojos.

—Vamos, no es ningún sospechoso, es un gran amigo mío, anda no quiero que se pongan en peligro las dos, Yoongi acompañalas a su casa —ordenó.

—Con gusto —sonrió.

—Está bien —Yeon Seo rodó los ojos y comenzó a camiar hacia la salida, Yoongi la alcanzó con rápidez para camiar a su lado.

Era la primera vez que estarían los tres juntos, como la familia que eran y el mayor realmente apreciaba ese momento con todo su corazón, aunque Yeon Seo no lo reconocía, sabía que muy en el fondo de ella, aquel sentimiento de amor seguía ahí y estaría dispuesto a hacer lo que fuese para revivirlo.

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