La luz de un nuevo día entraba por la ventana de la habitación perturbando el maravilloso tiempo de descanso de Yeon Seo y Yoongi.

La cintura de la menor era rodeada por los brazos del mayor. Sus ojos lentamente se fueron abriendo, no dijo ni una sola palabra, se quedó únicamente observando a Min. Para ella todo seguía siendo muy irreal, sin embargo se encontraba feliz. Feliz de volver a estar entre sus brazos, de volver a verlo.

Dispuesta a levantarse para hacer el desayuno fue detenida por el mismo brazo que anteriormente la tenía abrazada.

—¿A dónde vas? —pronunció con voz ronca.

—Haré el desayuno, Young tiene que ir a la escuela y yo tengo que ir a trabajar.

—¿Pueden faltar hoy? —Yoongi formó un pequeño puchero en sus labios. —Hace tanto que deseaba poder pasar un día en familia con ustedes y ahora que las recuperé no quiero dejarlo para después.

—Está bien —Yeon se acercó a él y besó sus labios. —Hoy será nuestro día pero aún así necesitamos desayunar así que iré a preparar algo —se levantó, Yoongi imitó su acción y se paró delante de ella.

—Yeon Seo, espera —besó su mejilla. —Te amo.

—Vaya, te volviste más cariñoso —rió tímida.

—No quiero volver a desaprovechar el tiempo ni perder la oportunidad de recordarte lo mucho que me importas y lo inmensamente grande que es mi amor por ti.

—Mi amor —Yeon se acercó para rodear la cintura de su amado con sus brazos. —Yo nunca dudé de tus sentimientos hacia mí, no lo decías tan seguido como yo pero siempre estuve consciente de que me amabas.

—Y te seguiré amando —Yeon sonrió ante las palabras más bonitas que podía escuchar, abrazó a Min y al separarse se fue a la cocina a preparar el desayuno.

Mientras hacía la mezcla de los paqueques, una pequeña somnolienta avanzaba por el pasillo bostezando y cargando un oso de peluche.

—Mamá —llegó hasta su progenitora y estiró sus brazos para recibir un abrazo. —¿Puedes ponerme dos mandarinas hoy? Le dije a Wosik que las compartiría con él.

—Hoy no irás a la escuela, pequeña —Yeon se puso a cuclillas para estar a la altura de su hija y abrazarla. —Vamos a salir de paseo.

—¿De verdad? —los ojos de Young se iluminaron y sonrió ampliamente.

—Sí, ¿Puedes llamar a tu papá para que venga a desayunar?

Sin dudar un solo segundo Youngsu corrió en dirección a la habitación de sus padres y al notar que su mayor estaba tirado en la cama decidió saltarle encima con mucha alegría para abrazarlo.

—Mi pequeña gatita —Yoongi la recibió con amor. —¿Qué haces tan temprano?

—Vine a despertarte, papá. Mamá quiere que vayas a desayunar —respondió aún encima de él.

—Tu mamá tendrá que venir por nosotros, ¿sabes por qué? —la niña negó con la cabeza. —¡Porque aquí está el monstruo de las sábanas! —Yoongi tomó una sabana y enrolló a su hija simulando que había un monstruo, Youngsu no paraba de reír. —¡Oh no! ¡el monstruo nos ataca! ¡Yeon Seo hay un monstruo en la cama!

—¡Mamá un monstruo se quiere comer a papá! —Young también tomó un lado de la sábana y se la puso a Yoongi en la cabeza.

—¿Qué está pasando aquí? —Yeon apareció por el marco de la puerta.

—¡Un monstruo! —ambos gritaron al mismo tiempo.

—No puede ser, ¡los defenderé! —Yeon se acercó y se acercó a quitar la sábana que los cubría pero justo antes de retirarla por completo, Yoongi la tomó de la cintura e hizo que cayera a la cama junto a ellos.

—¡El monstruo de las cosquillas acaba de aparecer! —Yoongi tomó a Young y comenzó a hacerle cosquillas.

—¡Son dos monstruos de las cosquillas! —Yeon apoyó a su pareja.

Segundos más tarde detuvieron sus juegos para tomar un poco de aire, fue un tiempo muy corto pero en el que hicieron a su pequeña la más feliz del mundo.

—Papá, mamá —pronunció la menor cuando el ambiente se había tranquilizado. —Me alegra que estén juntos otra vez, por favor, no vuelvan a separarse.

—No te preocupes por nada, los dos siempre estaremos para ti —Yoongi acarició su cabeza.

Se levantaron de la cama, recogieron un poco el desastre que dejaron y juntos salieron para desayunar.
Después de tanto tiempo por fin podían disfrutar de la compañía del otro como una verdadera familia.

Durante el día fueron al acuario, pasearon por el lago, vieron el show de delfines y mientras el mayor cargaba a Young en sus hombros iba explicándole algunos datos curiosos sobre los peces que veían.

Para la niña era impresionante la cantidad de información que podía caber en la cabeza de su padre pero no era nada fuera de lo normal, él siempre fue demasiado inteligente y eso es algo que ella había heredado de él.

Cuando el cansancio se hizo presente decidieron abandonar el acuario e ir a un parque para descansar y comprar un helado.
Se sentaron en una banca mientras consumían el postre. Youngsu lo devoró casi de inmediato y pidió permiso para ir a jugar a los juegos con un par de niños que ya habían salido de clases.

—Que linda hija tuvimos —Yeon puso una sonrisa en sus labios mientras observaba a Young jugar.

—Sí, es hermosa —Yoongi suspiró sonriendo de igual manera para seguido acercarse a su amada y susurrar en su oido —Si quieres te hago otra —depositó un tierno beso en su mejilla. 

—Para tener otra debemos estar cien por ciento seguro de que te quedarás —le dio un toque en la nariz con su dedo índice. —Pero podemos usar protección —al escuchar esas palabras Yoongi cambió su tierna sonrisa por una más traviesa.

—Llama a Min Jeong y dile que Young se quedará esta noche con ellos.

Yeon no dudó en llamar a su mejor amiga, Jeong atendió casi de inmediato.

—Unnie... —con esa simple forma de llamar y el tono tierno que utilizó, Min Jeong sabía que Yeon Seo quería algo.

—¿Qué sucede?

—¿Crees que Youngsu pueda quedarse contigo esta noche?

—No lo sé, tenemos un poco de trabajo en el restaurante.

—Me lo debes después de mentirme sobre Yoongi —la escuchó maldecir al otro lado de la línea.

—Bien, traela en una hora con su uniforme y su mochila mañana la llevaré al preescolar.

Terminó la llamada y depositó un pequeño beso en las comisuras de Yoongi.
Llamaron a Young para retirarse del parque tenían que arreglar sus cosas para llevarla a casa de Min Jeong y a pesar de que la pequeña no quería ir porque quería quedarse con sus padres terminaron por convencerla diciéndole que Wosik la había extrañado, cosa que no era del todo mentira. El pequeño Jung Wosik la extraño todo el día en la escuela pero eso era algo que nadie más que él sabía.

En su departamento tomaron la mochila de Youngsu poniendo en ella todo lo que necesitaría para la escuela al día siguiente. En un bolso a parte colocaron su pijama y su osito de peluche favorito, entre otras cosas. La pequeña Min, estaba lista para su pijamada con Wosik.

El camino les pareció demasiado corto, cuando menos lo esperaron se encontraban en la casa de los Jung dejando a su adorada hija para tener un momento a solas.

Hoseok se alegró demasiado al ver a la pareja siendo felices y aunque no se lo decía a nadie, por las noches el rezaba al cielo y a todos los dioses posibles por una oportunidad más para que su mejor amigo disfrutará de su familia por un largo tiempo.

De regreso a su hogar, la noche había caído, ambos bajaron del auto y justo cuando Yoongi estuvo al lado de Yeon la cargó como si fuera su noche de bodas hasta llegar al interior de su departamento, ambos reían y esperaban disfrutar de su momento. Sin embargo, ninguno de los dos contaba con que no muy lejos se encontraba una persona observándolos, alguien que quería dañarlos, destruir su felicidad, separar a su familia y sobre todo acabar nuevamente con la vida de Min Yoongi. 

Quién será esta persona misteriosa y qué estará planeando? 👀