☁︎ 𝐿𝑢𝑛𝑎 𝑑𝑒 𝑚𝑖𝑒𝑙: 𝑝𝑡 1 ☁︎
Luego del pequeño incidente que ocurrió fuera de la universidad de arte, Min Yoongi había ido a la oficina del director, quien anteriormente lo había llamado seguramente para recibir una explicación debido a que el rumor se había propagado por todos lados en el transcurso del día.
—Siéntate Min —dijo el mayor luego de que Yoongi pidiera permiso para entrar, tomó lugar frente al director —Supongo que ya sabes de qué quiero hablar.
—Director Han, sé que lo que hize estuvo mal pero debe de entender que no podía permitir que ese imbecil tratara de esa manera a mi esposa, lo volvería a hacer una y otra vez con tal de defenderla.
—La violencia nunca es la solución Yoongi, además lo golpeaste delante de varios alumnos —el director llevaba unos anteojos que se quitó para hablar más cómodamente. —Voy a tener que castigarte.
—¿Qué hay de Kim? Todo este problema fue por su culpa.
—Él también recibirá su merecido, no te preocupes —suspiró. —Te suspenderé lo que resta del semestre, son solo dos semanas así que yo tomaré tu lugar, vuelves después de las vacaciones —abrió el cajón de su escritorio y sacó un sobre de papel.
—Pero director... —Min fue interrumpido.
—Si mal no recuerdo tú y tu esposa no tuvieron luna de miel, ¿verdad? —le cambió el tema y le entregó el sobre. —Aprovecha este tiempo libre y tus vacaciones para llevarla de viaje. —la expresión de Han era de suma tristeza, Yoongi abrió el sobre y vio su contenido, eran dos boletos de un viaje todo pagado a Francia.
—Director Han, no puedo aceptar esto.
—Acéptalo, los compré para mi esposa y para mí pero justo antes de decirle me pidió el divorcio dijo que ya no era feliz conmigo así que prefiero que alguien que si tiene una pareja donde ambos se aman vayan a ese viaje. —retuvo las lágrimas —Solo no le digas a nadie que yo te lo di, que los demás piensen que te suspendí sin más —soltó una risa.
—Gracias —Yoongi sonrió. —Yeon Seo siempre quiso ir a París, se va a poner muy contenta.
—Imagino que sí, anda vete con ella y dale la noticia para que arme sus maletas —Min se levantó del asiento y le hizo una reverencia de 90 grados a su mayor, salió de la oficina borrando su sonrisa, si alguien lo veía salir de ahí con una actitud alegre seguro sosprcharian y lo último que quería era causarle más problemas al director.
Yoongi había llegado a su hogar, se quitó los zapatos en la entrada y dejó su abrigo en el perchero, caminó tranquilamente a la sala de estar donde estaba Yeon Seo mirando una película, al notar la presencia del hombre se levantó y se acercó a él.
—Yoongi, ¿te dijeron algo sobre lo que sucedió? —parecía preocupada.
—Sí, el director se enteró —suspiró, por fuera se mostró inexpresivo y con cero sentimientos, aunque por dentro estaba dando brincos de por fin poder darle la luna de miel que tanto merecía su amada esposa. —Me suspendió por el resto de clases.
—Rayos, lo siento, fue mi culpa —Yeon lo abrazo. —Debí simplemente haber ignorado por completo a Namjoon.
—Yeon, no es tu culpa, es culpa de ese idiota—acarició su cabeza —Mejor ya no hablemos de eso, ¿qué película estás viendo?
—Una navidad en París, veamosla juntos, acaba de iniciar —automáticamente una sonrisa se dibujó en su rostro.
—Prepararé palomitas —Yoongi disimuló las ganas de querer contarle en ese momento lo del viaje, no sabía como le iba a decir que tal y como se llamaba la película ellos dos pasarían la navidad en Francia.
Rápidamente Yoongi sacó un paquete de palomitas de microondas de la alacena y las preparó, al estar listas las puso en un tazón, sacó una cerveza y un refresco del refrigerador, nunca olvidó que su mujer no le gustaba beber alcohol, volvió con Yeon después de tener todo lo necesario.
Dejó las bebidas sobre la mesita de centro y el tazón se lo dio a ella, comenzaron a comer mientras la película avanzaba.
—¿De qué trata? —preguntó mientras comía.
—La protagonista, Melannie, es una reportera de Nueva York que necesita una buena historia para el periódico, entonces debido a que su compañera está enferma, su jefe la envío a París para cubrir un evento de moda que se realizará durante la mañana de navidad, por otro lado un famoso diseñador necesita una secretaria urgentemente, así que ella decidió trabajar para él.
—¿Es original de Netflix? —Min preguntó y Yeon afirmó. —Lo supuse, muy típico de esa plataforma tener tramas así —ambos rieron.
Los minutos pasaron, cuando terminaron los alimentos, Yoongi se recostó en el sofá, Yeon se puso sobre él usando su pecho como almohada mientras continuaban viendo el filme.
La película terminó pero ninguno quería pararse del lugar, Min pensó que era el momento adecuado para hablar con Yeon.
—Yeon, ¿cuándo pedirás tus vacaciones?
—No lo sé, pensaba en esta navidad para que cruzaran con las tuyas, pero puedo pedirlas antes, ¿quieres que salgamos a algún lado?
—Sí, hagamos un viaje —al escuchar eso la chica se levantó para sentarse adecuadamente y hablar cara a cara.
—¿Enserio? —estaba feliz. —¿A dónde quieres ir? Podemos ir a la playa, quizá a las montañas, uy ya sé vayamos a ambos lugares.
—En realidad —Yoongi se levantó del sofá, tomó su maletín y sacó el sobre que contenía los boletos, se los acercó a Yeon —¿Qué te parece ir a Paris? —ella lo miró algo confundida revisó el contenido del sobre.
—Oh por dios Yoongi, ¿Cómo conseguiste esto? Son todo incluido en uno de los mejores hoteles, debió costarte una fortuna, ¿de dónde sacaste el dinero? No tenemos tanto —comenzó con un tono de sorpresa y luego pasó a uno de preocupación.
—Tranquila, nuestros ahorros están intactos —Yoongi sonrió ligeramente para calmarla. —El director Han me los dio, dijo que los compró para su esposa pero ella le pidió el divorcio así que no los usará y decidió regalarnoslo.
—Oh... —Yeon se puso pensativa. —No podemos aceptarlos Yoongi, no podemos disfrutar de la desgracia del director.
—Créeme que yo también lo pensé pero luego él me dijo que quería que una pareja que se amara lo disfrutara, y Yeon, nosotros somos esa pareja, dime ¿no te gustaría tener la luna de miel que nunca pude darte? Y que mejor que pasarla en París.
—Bueno, es verdad que es un buen plan —parecía duduosa —¿Estará bien que si quiera aceptarlos? —Yoongi asintió. —Entonces vamos a París —la emoción no pudo ser retenida por más tiempo, terminó saliendo al exterior haciendo que Yeon saltara de la felicidad y abrazara a su pareja, comenzó a dejarle miles de besitos por todo su rostro finalizando en los labios, él la tomó de la cintura y la acercó más para profundizar el beso.
El día del viaje llegó con rapidez, Yeon no tuvo problemas con pedirle las vacaciones a su jefe pues después de todo su arduo trabajo el mayor comprendió que las tenía bien merecidas así que no tuvo otra opción más que dejarla descansar el tiempo necesario.
Ambos habían abordado el avión, Yoongi se puso una almohadilla en el cuello para recostarse, en menos de cinco minutos cayó dormido, Yeon por su parte se dispuso a leer un libro aunque también tenía pensado dormir un poco pues el vuelo no sería nada corto, estarían en el aire al rededor de 12 horas.
Ella miraba a través de la ventana como pasaban las nubes luego dirigía su vista a Yoongi que dormía tranquilamente sin preocupación alguna, tenía su boca ligeramente abierta, a la chica le causó gracia así que guardó su libro, no sin antes ponerle un marcador para no perder la página, recostó un poco el asiento y entró en el mundo de lo sueños.
Durante el vuelo, todo estuvo tranquilo, era de noche en el exterior, dentro del avión las luces se encontraban apagadas para que los pasajeros pudieran descansar.
Yoongi y Yeon Seo iban dormidos, inconscientemente se tomaron de las manos y entrelazaron sus dedos, eran un par de enamorados.
Había un poco de turbulencia, cosa que provocó que Yeon tuviera un malestar en su descanso, dentro de su cabeza un sueño bastante raro se iba produciendo.
—¿Yoongi?¿cariño?¿dónde estás? —preguntó una y otra vez, se encontraba en una habitación completamente blanca, de pronto pudo visualizar una figura masculina la cual no era la que esperaba.
—Te dije que ese músico de mierda te jodería la vida Yeon Seo, pero no me escuchaste —era la voz de su padre, él le dio la espalda y desapareció entre un humo gris.
—Yeon Seo... mi amor... Yeon Seo... —la voz de Min se hizo presente pero no lograba ubicarlo. —Te amo, pero no puedo quedarme aquí, me iré, perdóname por dejarte sola.
—Yoongi, no te vayas, por favor quédate, por favor mi amor, no me dejes... —las lágrimas comenzaron a caer por sus mejillas como si fuesen un par de cascadas, su respiración comenzaba a dificultarse, quería encontrar a Yoongi a como diera lugar pero no tuvo éxito.
En ese momento ella despertó, tenía la cara sudorosa rápidamente se giró al asiento de su esposo pero él no estaba ahí, comenzó a mirar a todos lados pero no había rastro de él, se levantó en completo silencio, no quería alarmar a nadie, caminó hasta el baño y justo antes de llegar vio a Yoongi salir del cubículo, inmediatamente lo abrazó y comenzó a llorar en silencio, estaba sintiendo un miedo inexplicable y lo único que quería era quedarse entre los brazos de su amado.
—Yeon, ¿qué tienes? ¿Qué pasó? —él le susurró preocupado mientras le correspondía el abrazo.
—Tuve un mal sueño... por favor, no vayas a dejarme.
—Tranquila, no voy a dejarte, solo fue una pesadilla —se separó ligeramente de ella —venga, volvamos a nuestros asientos, te abrazaré todo lo que resta del vuelo y te prometo que siempre estaré a tu lado.
Yeon aceptó y justo como lo dijo Min, volvieron a su lugar y él la abrazó hasta que el avión aterrizó, era bastante obvio que la amaba y que por nada del mundo la dejaría sola, sin embargo el destino le tenía otros planes que lo harían romper esa promesa.
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