1 año después.

Luego de aquel día donde Yeon Seo se fue de su casa, su relación con Yoongi comenzó, esa noche la pasaron juntos en la misma habitación, al día siguiente cuando la chica estaba más tranquila, decidió llamar a su mejor amiga, ella no se negó para nada en dejarla vivir en su hogar.

Un par de meses después encontró un trabajo en un despacho de abogados, el cual le pagaba muy bien y los horarios eran cómodos, sin embargo algunas veces se quedaba en la oficina por su cuenta para organizar sus papeleos y ayudar al cliente de la mejor manera posible.

Min Yoongi por su parte, se convirtió en el profesor de música de la universidad de artes, se ganó el cariño de todos sus alumnos en tan poco tiempo y algunos de ellos incluso lo retenían a la salida para preguntarle más acerca de la materia, claro, a él no le molestaba quedarse un poco tarde para seguir charlando con ellos, lo que a veces le frustraba era que por quedarse en la universidad hasta tarde, no tenía tiempo de ver a Yeon Seo, pero eso era cosa que muy pronto cambiaría.

Un día, en cuanto las clases terminaron, Yoongi recogió sus cosas a la velocidad de la luz para salir casi corriendo de las instalaciones, pero cuando estuvo apunto de cruzar la puerta principal, la voz de un grupo de chicas lo detuvo.

- ¡Profesor Min!¡espere! - Se giró para verlas.

- ¿Si? - Preguntó deseando que no pidieran que se quedara.

- Como sabe... - Habló la más alta, ella tenía el cabello largo, negro y lacio, su sonrisa era perfecta además de que todo en ella era precioso, sin embargo Yoongi solo la veía como otra chica más a pesar de que ella se la pasara coqueteandole. - Habrá un festival el sábado y queríamos saber si usted vendrá.

- Pensaba ir. - Los ojos de la chica se iluminaron. - Pero mi novia cumple años ese día y mejor la llevaré a otro lugar a festejar.

- ¿Su... novia? - Su sonrisa se borró.

- Sí. - El teléfono de Yoongi comenzó a sonar, lo sacó de su pantalón y soltó una ligera sonrisa. - Es ella, me tengo que ir. - Se despidió. - Yeon, sí ya voy, enseguida llego.

Se dirigió al estacionamiento donde tenía aparcado su auto, dejó sus cosas en el asiento trasero y después de encender el vehículo, se dirigió a la casa de Yeon.

Ambos estaban cenando en un restaurante, Yoongi pidió una cerveza mientras que Yeon solo bebía refresco en lo que llegaba su comida, pues desde el día en que se encontraron en el bar Iam Min no volvió a dejar beber a Lee, ya que siempre recordaba lo que le dijo estando ebria sobre que odiaba el alcohol y solo lo consumía por Min Jeong.
Sus alimentos llegaron luego de un par de minutos, los dos comían tranquilamente hasta que Yoongi decidió hablar.

- ¿Min Jeong ya te dijo que hará con su casa? - Se echó un bocado a la boca.

- Sí. - Yeon suspiró. - Dijo que venderán el departamento de Hobi y cuando se casen él se irá a vivir ahí, supongo que yo tendré que buscar otro lugar dónde vivir. - Dió un sorbo a su soda.

- Solo ven a vivir conmigo y asunto arreglado. - Yoongi dejó sus palillos sobre la mesa.

- ¿Sin casarnos? Estás loco. - Rió.

- Entonces casemonos. - Esa frase hizo que Yeon Seo casi se ahogara con la comida.

- ¿Qué clase de propuesta es esa?

- Pues una propuesta de matrimonio, si tú me quieres y yo a ti, no veo el problema. - La miró. - ¿No quieres?

- Vuelve a proponermelo cuando tengas un poco de sentido romántico. - Se burló.

El fin de semana se acercaba y por ende el cumpleaños de Yeon Seo también, Yoongi desde tiempo atrás había estado pagando un anillo de compromiso, pues el tenía planes de pedirle matrimonio a Yeon, pero ese día en el restaurante lo dijo sin pensar, casi arruinando sus propios planes.
Estaba pensando llevarla al cine y luego a un restaurante elegante el día de su cumpleaños sin embargo no contaba con que Min Jeong le cambiaría completamente todo.

- ¿Qué? Claro que no, yo quería pasar ese día con ella a solas. - Yoongi le reclamaba.

- No seas egoísta, además es una salida para los cuatro. - Min Jeong trataba de convencerlo.

- No, me niego. - Yoongi fue firme.

- Oh vamos hyung, nos vamos a divertir. - Hobi trataba de convencerlo.

- Bueno, ¿y tú de que lado estás? - Yoongi lo miró furioso, Hoseok se escondió detrás de Min Jeong y no volvió a decir palabra.

- Lo siento, pero yo ya pagué el alquiler para las casas de campaña.

Yoonfi estaba realmente furioso pero aún así terminó cediendo, resultó ser que Min Jeong había organizado un campamento para festejar a Yeon y había hecho todos los preparativos sin decirle cualquier cosa a él.

En el campamento, los cuatro convivían entre ellos, reían y jugaban mientras asaban malvaviscos en la fogata, Min tuvo que cambiar sus planes de la propuesta en el restaurante a una que después de pensarlo mucho creyó que sería mejor.

Después de haber cenado, Min Jeong estaba desesperada buscando en su mochila un juego de cartas para que jugaran, pero por más que buscaba no lo encontraba, mientras tanto Yoongi aprovechó su distracción para llevarse a Yeon Seo.

- Ven, vayamos a dar una vuelta. - Le ofreció su mano y ella no dudó en tomarla.

Caminaban juntos entre los árboles, con sus manos entrelazadas, Yoongi dirigía a Yeon pero esta no se veía muy convencida de a dónde la llevaba pues todo estaba oscuro y la única luz que había era la de la luna y la del teléfono de su acompañante.

- ¿A dónde vamos? - Preguntó Yeon Seo.

- Quiero mostrarte algo.

Un par de pasos más, llegaron a un pequeño lago, la luna se reflejaba en él, había cientos y cientos de luciérnagas volando alrededor, la chica se quedó sin palabras al ver tanta belleza.

- ¿Te gusta? - Yoongi rompió el silencio.

- Es maravilloso, ¿cómo supiste de este lugar?

- Hice unas cuantas búsquedas en internet. - Ambos rieron. - Cuando encontré este sitio y leí los comentarios sobre que era un lago mágico, lo primero que pensé fue en traerte aquí. - Se puso serio.

Yeon no dijo ni una sola palabra, observó como Yoongi la soltaba de la mano para buscar algo en el bolsillo interior de su chaqueta, sacó una pequeña caja negra, se hincó delante de ella y abrió la caja para dejar ver un bonito anillo color plateado con un diamante en forma de corazón.

- El otro día en el restaurante tal vez lo tomaste a broma, pero yo estaba hablando muy enserio, así que ahora volveré a pedírtelo, Lee Yeon Seo, ¿te casarías conmigo?

Yeon sin más se arrodilló quedando a la altura de Yoongi y lo abrazó, él correspondió inmediatamente.

- Sí Yoongi. - Le susurró en el oído, él la apretó más fuerte pero teniendo cuidado de no lastimarla, segundos más tarde se separaron y colocó en anillo en su dedo. - Es precioso, gracias.

La emoción de Yeon hizo que el corazón de Yoongi diera un vuelco, tomó el mentón de su novia y lo acercó a él, le dio un tierno besos en los labios que poco a poco pasó a ser apasionado, ambos movían sus bocas en sincronía, se separaron al sentir la falta de respiración, juntaron sus frentes.

- Te amo. - Min susurró.

Era la primera vez que le decía esas dos palabras y eso hizo estallar de la felicidad a Yeon.

- Yo también te amo. - Yeon Seo comenzó a depositarle pequeños besos por todo el rostro para luego apartarse y apretar sus cachetes como si fuesen una masita. - Este es el mejor cumpleaños de toda mi vida, gracias.

- Me alegra saber que eres feliz. - Respondió Yoongi aún con sus cachetes siendo aplastados.

En ese momento ambos sabían que iban a ser felices por el resto de sus vidas, que apesar de los malos momentos que todo el mundo tenía, ellos iban a buscar soluciones juntos para que nada ni nadie los separara, pues mientras estuvieran juntos nadie podría contra ellos ni mucho menos contra su amor.