☁︎ 𝐵𝑢𝑒𝑛𝑎𝑠 𝑛𝑜𝑡𝑖𝑐𝑖𝑎𝑠 ☁︎
Una semana después de haber vuelto a Corea, la pareja aún tenía su último fin de semana libre antes de volver a las actividades cotidianas.
Habían planeado salir por separado con sus amigos, ya que tenían mucho tiempo sin salir, Yoongi salió antes de su hogar para encontrarse con Hoseok, pues el menor le pidió que lo acompañara a hacer unas compra un tanto sospechosas, aunque Min sentía que era solo una excusa para mantenerlo ocupado.
Yeon por su parte se quedó en su casa esperando a su mejor amiga.
Estaba sola en el departamento, ansiosa y caminaba de un lado a otro con una mano en la cintura y la otra comiéndose las uñas, miraba su teléfono cada cinco segundos pues Min Jeong no le contestaba su último mensaje.
De pronto el timbre sonó y caminó rápidamente hasta la entrada, sin verificar quién era en la cámara de seguridad, abrió la puerta, Jeong estaba parada ahí, Yeon miró a todos lados y la dejó entrar, cerró detrás de ella y ambas se dirigieron a la sala de estar.
—¿La tienes? —preguntó con prisa.
—Sí, aquí está —contestó la mayor mientras sacaba una pequeña cajita de su bolso y se la entregaba a la menor. —Yeon Seo, antes que nada, si sale negativa no quiero que te deprimas, ¿está bien?
—Tranquila unnie, tengo un buen presentimiento —sin esperar más Yeon se metió en el baño.
Estaba nerviosa, tenía miedo de que nuevamente una prueba de embarazo le saliese negativa o como su primera vez, que volviese a salir positiva y simplemente fuera un engaño, aún así tenía que comprobar sus sospechas.
Dos semanas después de estar en la cama con Yoongi en París, comenzó a sentirse diferente, tenía náuseas y mareos, se sentía cansada y con mucho sueño; cuando volvió a Corea notó que tenía un retraso, cosa que le aprecia extraña ya que ella siempre fue muy regular, habló con Jeong al respecto y ella le dijo que existía la posibilidad de que estuviera embarazada pero que no debería hacerse tantas ilusiones después de la cantidad de intentos fallidos que tuvo.
Unos minutos más tarde salió del baño, su rostro mostraba seriedad, su amiga la miró sin decir nada, estaba esperando a que hablara.
La menor se sentó al lado de su mayor, dejó la prueba sobre la mesita de centro, Min Jeong la tomó y la revisó.
—Unnie, tengo miedo —sus lágrimas comenzaron a salir.
—Yeon, salió positiva, no tengas miedo —dejó el dispositivo nuevamente en el lugar y la abrazó. —Te agendaré una cita con la ginecóloga para hacerte una prueba clínica, estoy segura de que ahora sí todo saldrá bien.
La semana siguiente Yeon Seo tuvo su cita, no le dijo nada a Yoongi respecto a eso ya que no quería darle esperanzas hasta que estuviera cien por ciento segura.
Estaba sentada en la sala de espera, movía inquietante su pie golpeando ligeramente el piso.
—Deja de moverte, si sigues haciendo eso harás un hoyo en el piso —Jeong la regañó.
En ese instante una enfermera salió miró unos papeles que llevaba entre las manos y habló.
—¿Min Yeon Seo?
—Aquí —se levantó inmediatamente.
Entraron al consultorio e inmediatamente comenzaron a hacerle los análisis.
Más tarde estaban sentadas frente al escritorio de la doctora, esperaban los resultados; tres toquidos a la puerta y una autorización por parte de la mayor fue lo que puso más nerviosa a la chica.
Una enfermera accedió al consultorio y le entregó un sobre de papel a la mujer, ella lo abrió lentamente, Yeon lo sentía como una eternidad, leyó los resultados, levantó la vista hacia la chica ansiosa, la expresión que tenía la doctora era completamente de seriedad, no tenía ni una pizca de sentimiento.
—Señora Min, ha estado en este consultorio muchas veces —suspiró. —Y creo que esta vez no será la última.
—Entiendo... —Yeon agachó la mirada y trató de retener las lágrimas.
—Porque usted esta ¡embarazada! la expresión de la doctora rápidamente cambió a una enorme sonrisa, ambas chicas la miraron confundidas y luego de procesar lo que les dijo se levantaron con los ojos extremadamente abiertos y sus bocas formando una "o"
—¿De verdad... estoy embarazada? —habló lentamente, no lo podía creer.
—Sí, señora Min, usted tiene aproximadamente un mes.
—¡Bendita luna de miel en París! —gritó Jeong y abrazó a Yeon, ambas saltaron de felicidad, agradecieron a la doctora y luego de agendarle su próxima cita y decirle los cuidados que debería tener salieron del lugar.
Min Jeong se ofreció a llevar a Yeon Seo a su casa así que durante el trayecto decidió hacerle la pregunta del millón.
—¿Cuando se lo dirás a Yoongi?
—Quiero darle la sorpresa ya pero no sé que tan correcto sea, este fin de semana es el aniversario de muerte de sus padres, quizá se lo diga después de eso.
—Después de tanto tiempo, ¿aún le duele? —la mayor dijo sin dejar de ver el camino.
—Es obvio, eran sus papás después de todo, yo sé que aún sufre por eso pero no quiere decirlo, se lo guarda todo.
—Tal vez no siente la necesidad de dejarlo salir —hizo una pausa. —¿Qué hay de ti?¿le diras a tu mamá?¿Y... a tu papá?
—Luego de que Yoongi y yo hablemos, iré con mamá y a papá no pienso dirigirle la palabra —suspiró y miró por la ventana.
—Yeon, tal vez deberías arreglar las cosas con tu padre, quizá cuando se entere que estás embarazada podría aceptar a Yoongi como parte de la familia.
—Él no hará eso ni de broma, lo conozco así que sé con seguridad que prefiere fingir que no soy su hija antes de aceptar a Yoongi.
El fin de semana llegó con rápidez, Yeon Seo comenzó a portarse diferente, no quería levantar sospechas sobre su estado así que trataba de no tocar el tema de los niños.
Terminaba de prepararse para ir al panteón cuando de pronto las náuseas la atacaron, rápidamente llegó al baño y vomitó todo lo que pudo, sus cambios de humor también la afectaban, amaba sentir que llevaba a alguien dentro de ella pero también odiaba sentirse mareada y con asco.
—¿Estás bien? —Yoongi tocó la puerta del baño.
—Sí, perfectamente —mintió.
Al salir del cuarto de baño, Min la inspeccionó de pies a cabeza, tocó sus mejillas para revisar su temperatura.
—No te ves bien, vayamos al doctor —la tomó del brazo para direccionarla a la salida.
—Ya te dije que estoy bien, además tenemos que ir a visitar a tus padres —respondió con una ligera sonrisa.
—Podemos dejarlo para mañana si te sientes mal, seguro que ellos lo entenderán, donde quiera que estén —Yeon no dijo nada pero negó con la cabeza dando a entender que no cambiaría de opinión.
Ambos salieron de su hogar, llegaron hasta su auto y subieron, Yoongi estaba dudoso, miró de reojo a Yeon, tenía los ojos cerrados mientras se masajeaba la sien, sin embargo sabía lo testaruda que podía llegar a ser así que no dijo más.
En el panteón, los dos se pusieron a limpiar la tumba, no había mucho desorden, solo era quitar las hojas secas de los árboles, cambiar las flores y añadir las ofrendas.
Al término de esto, hicieron una reverencia y se mantuvieron incados.
—Mamá, papá, lamento esperar a que sea su aniversario para venir a verlos... los extraño, espero que tengan un buen descanso.
Volvieron a hacer una reverencia, se levantaron y un par de segundos después se marcharon del lugar.
Al volver a su hogar, Yoongi sentía la necesidad de estar con Yeon aunque ella estaba demasiado cansada, al entrar al departamento, se dirigió directamente a la recamara sin decir nada y se tumbó en la cama.
—Yeon Seo... —Yoongi se acostó a su lado y la abrazó por la cintura, ella por su lado lo apartó inmediatamente, no podía arriesgarse a que sintiera algo en su estómago a pesar de que aún no se le notaba nada.
—Yoongi estoy cansada, quiero dormir un poco.
—Bien, te prepararé algo de comer, descansa un momento y te despertaré cuando esté lista la comida —no contestó.
Ese día junto con el siguiente fue exactamente lo mismo, Yeon evitó a Yoongi, no quiso dirigirle la palabra y mucho menos que la tocara, Min sentía un extraño presentimiento así que necesitaba respuestas para toda la confusión que había, y si Yeon Seo no se las daba, alguien más sí lo haría.
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