La noche transcurría, Yoongi no estaba bebiendo demasiado, en cambio las tres personas que lo acompañaban, bebían trago tras trago como si el alcohol fuese agua.
Min Jeong podía aguantar las grandes cantidades de las bebidas, por otro lado Hoseok y Yeon Seo estaban ebrios hasta arriba.

- Tengo que tomar un poco de aire fresco. - Dijo Yeon mientras se levantaba de su asiento y caminaba con dificultad hacia la puerta trasera del establecimiento.

- Ve tras ella. - Le dijo Min Jeong a Yoongi, Hoseok estaba casi dormido sobre la mesa.

- ¿Yo? - Respondió haciéndose el tonto.

- Si no lo haces tú, alguien más lo hará, está ebria así que podrían aprovecharse de ella. - Sin contestar Yoongi se levantó y caminó rápidamente al lugar donde había ido Yeon.

Al salir del lugar la encontró sentada en una silla, miraba a la nada seriamente, Yoongi se acercó y se puso a cuclillas delante de ella, la miró sin decir palabra, Yeon Seo dirigió su vista hacia él y soltó una risa.

- ¿Y tú quién eres? - Rió.

- ¿No sabes quién soy? - Yoongi replicó con su voz ronca.

- No. - Volvió a reír y tomó las mejillas de Yoongi con ambas manos. - Pero eres muy guapo, eres un hombre realmente guapo. - Reía tontamente gracias al alcohol que tenía en la sangre.

- Estás completamente ebria. - El mayor sonrió de lado.

- No tolero el alcohol ni siquiera me gusta. - Le dio hipo.

- ¿No?¿entonces por qué lo consumes? - Yoongi estaba confundido.

- Porque a Min Jeong le gusta venir a beber, sé que si le digo que detesto el alcohol no va a querer salir de nuevo a estos lugares solo por mí y no quiero que se sienta encerrada por mi culpa.

- No sientas culpa. - Yoongi tomó sus manos. - Yo me encargaré de que no tengas que volver a beber de más y aún así que tú y Min Jeong se diviertan, te lo prometo.

Sus miradas se conectaron, el tiempo se detuvo y el corazón de ambos latía con una fuerza y velocidad indescriptible, los dos tenían el mismo sentimiento pero era casi imposible que en ese justo momento lo dejaran salir con palabras.
En ese instante Yoongi recibió un mensaje proveniente de Hoseok.

"Soy Min Jeong, me llevaré a Hobi a su casa, ¿puedes llevar a Yeon Seo a mi departamento y esperar a que llegue? El código de la puerta es 1568 te enviaré la dirección".

- Bien. - Dijo guardando su teléfono después de haber recibido la dirección y haber visto dónde era. - Yeon Seo, es hora de irnos.

La chica asintió, Yoongi la ayudó a levantarse y al ver que podía caminar por su cuenta comenzaron con su recorrido.
Caminaban tranquilamente uno al lado del otro, comenzaba a nevar y la brisa fría les golpeaba el rostro, sus narices se ponían rojas pero aún así el momento era único, de pronto Yeon Seo se detuvo, extendió sus palmas para que los copos de nieve se posaran sobre estas.

- ¿Qué haces? - Preguntó Yoongi al percatarse de la parada de su compañera.

- ¿Por qué los copos de nieve son diferentes? - Preguntó sonriente.

- No lo sé pero tienes que dejar de sonreír. - Min contestó firme.

- ¿Por qué? Me gusta mucho sonreír. - Sonrió tan ampliamente que sus ojos desaparecieron.

- Si sigues haciéndolo voy a cometer un error. - Replicó en un tono más bajo pero posible de escuchar.

- ¿Qué error? - Yeon cuestionó confundida.

- Este. - Yoongi se acercó a Yeon Seo, la tomó de la cintura y la pegó a él, sus ojos se cruzaron y la mirada de él viajaba de sus ojos a sus labios, se acercaba poco a poco, pero al estar a un par de centímetros, el hipo de Yeon regresó para interrumpirlos, se separaron. - Ven, hay que irnos.

Continuaron por aproximadamente 10 minutos en silencio, Yeon Seo estaba pensativa con respecto a la acción de Yoongi, caminaba mientras miraba al suelo, cuando levantó la mirada se encontró con algo que quería evitar a toda costa.
Tomó a Yoongi de la manga de su abrigo y este se giró hacia ella esperando a que hablara.

- ¿Puedo cometer el error ahora? Quiero cometer ese error.

- ¿Qué? ¿Por qué-... - Las palabras de Yoongi se cortaron gracias a los labios de Yeon que habían sido puestos sobre los suyos, al principio Min se sorprendió pero bastó de un par de segundos para que él correspondiera el beso, beso cuyo sabor era una combinación de alcohol y menta, era embriagante pero a la vez fresco, algo adictivo y que estaba seguro que a final iba a desear más; ambos movían sus bocas en sincronía, encajaban a la perfección, a Yoongi le importo poco que estuvieran a la mitad de la banqueta, tomó con firmeza la cintura de Yeon, ella rodeó su cuello con sus brazos, ambos querían continuar pero la falta de respiración los hizo separarse y una tercera voz los hizo salir de sus pensamientos.

- ¿Yeon Seo? - Un chico alto y con unos hoyuelos muy visibles pues su sonrisa no desaparecía.

- Namjoon. - Yeon contestó de mala gana.

- Así que por este me dejaste. - Nam miró a Yoongi de pies a cabeza.

- En primera, te dejé por que nuestra relación nunca fue sana y tus celos eran demasiado excesivos, y en segunda Yoongi se ganó mi corazón de un día para otro y no se compara a ti, es un gran hombre, no como tú.

- Eso dices. - Namjoon soltó una risa burlona. - Pero sé que aún estoy en tus pensamientos y seguramente cuando lo besas estás pensando en mí.

- Oye amigo, mejor vete y déjanos en paz. - Yoongi se unió a la conversación.

- Vaya sabes hablar. - Volvió a burlarse. - Esta chica está loca déjala antes de que te arrepientas.

Sin previo aviso Min lo sujetó del cuello de su camisa atrayendolo hacia él, para hablarle muy seriamente.

- Y será mejor que tú te largues y no vuelvas a llamarla loca o el que se va a arrepentir serás tú. - Lo empujó, Nam se acomodó la camisa, chasqueó la lengua y se marchó. - Tú. - Se dirigió a Yeon. - Camina ahora.

Yoongi estaba molesto y no solo por Namjoon si no que sabía que Yeon lo utilizó para que el chico los viera besándose, cosa que le dolió.
No hubo ni una sola palabra en el camino restante, al llegar a la casa de Min Jeong, ingresó el código, abrió la puerta y dejó pasar a Yeon primero, ambos entraron y después de haberse quitado los zapatos, Yoongi acorraló a la chica contra la pared, la miró sin expresión.

- Me usaste. - Habló suavemente.

- En parte sí. - Fue sincera. - Sé que estuvo mal, pero por otro lado también quería hacerlo, quería sentir tus labios, probarlos y confirmar si realmente eran tan suaves como se veían.

- ¿Te gusto? - Fue directo. - Dime la verdad.

- Min Yoongi tú me gustas.

- Nos hemos visto solo tres veces y puedes decir eso tan fácilmente, definitivamente estás demasiado ebria. - Habló para si mismo. - Vete a la cama, por más que quiera seguirte en tu juego no puedo hacerlo.

Yoongi la llevó a la cama de Min Jeong, la recostó y la cubrió con una cobija, la miró por un segundo, su corazón dio un vuelco pues pensaba que Yeon se veía muy linda.

- Me iré a la sala a esperar a Min Jeong. - Dijo antes de marcharse de la habitación.

- Yoongi, espera. - El se detuvo, se sentó sobre la cama para darle atención, ella igual se puso a su altura. - ¿Podrías quedarte aquí? Me duele la cabeza.

- Está bien, ¿Dónde tiene las cobijas Min Jeong? Pondré una en el piso para acostarme.

- No. - Lo tomó de la mano. - Aquí conmigo. - Señaló al otro lado de la cama matrimonial.

- Si Min Jeong llega y nos ve a los dos acostados en su cama nos matará.

- Ella no va a llegar, cuando Hoseok está ebrio se queda con él para cuidarlo. - Yeon se acercó más a Yoongi. - Por favor, quédate conmigo. - Le susurró.

- No hagas eso. - Ambos acercaron sus rostros. - Yeon Seo... eres muy atrevida.

Sus labios se juntaron en ese mismo momento, ambos lo querían, ambos lo deseaban, necesitaban el uno del otro, los mismo sabores del beso anterior viajaban por sus bocas, el momento era mágico y los dos lo disfrutaban, Yoongi puso una de sus manos en la nuca de Yeon para darle firmeza, lentamente la fue empujando hasta quedar recostada sobre la cama con él encima, sus labios no paraban de moverse y el momento se volvía cada vez más intenso, sus lenguas hacían contacto y eso los hacía sentir infinidades de cosas.

- T-tenemos que parar. - Dijo Yoongi agitado por la falta de respiración. - Si seguimos no voy a poder detenerme y no se hasta dónde podríamos llegar.

- E-está bien. - Yeon Seo le dio un último beso algo rápido para que después él se quitara de encima suyo y se pocisionara a su lado.

Ambos quedaron profundamente dormidos, se recostaron separados pero inconscientemente se abrazaron, sus sentimientos comenzaban a crecer con rapidez y no podían evitarlo, el corazón no se manda después de todo y gracias a eso podrían pasar más tiempo juntos, ya que el de Min estaba contado.