☁︎ Más tiempo ☁︎
Yoongi se encontraba recostado sobre la mesa del quirófano. Desde aquel incidente los paramédicos que lo atendieron lo llevaron a la sala de urgencias y los doctores que lo revisaron tuvieron que proceder a realizar una cirugía de emergencia pues Min tenía una bala incrustada y debían sacarla cuanto antes.
Durante la operación, tanto los doctores como los enfermeros trabajaron arduamente para salvar la vida de Yoongi pero las cosas no pintaban nada bien. La bala había perforado uno de sus pulmones y la sangre que había perdido había sido bastante.
Todos los presentes solo esperaban que su trabajo fuera suficiente para mantenerlo vivo, sin embargo, durante la cirugía, Yoongi estuvo a punto de tener un infarto, se alarmaron pues era sumamente peligroso que eso sucediera durante una operación.
Hicieron su mayor esfuerzo para controlarlo, y al lograrlo continuaron con el procedimiento de extraer el objeto.
Más tarde, lo trasladaron a una habitación para tenerlo en observación, nadie de su familia podía verlo ni saber sobre él pues el doctor no había aparecido. Aún así, Yeon no se había movido ni un segundo de la sala de espera, Youngsu estaba dormida a su lado, no iba a permitir separarse de ella nuevamente. Junto a ellas también se encontraba Hoseok y Min Jeong esperando tener alguna buena noticia de todo lo sucedido.
Luego de cinco largas horas, el doctor por fin apareció, llamó a los familiares de Min y ellos avanzaron rápidamente hasta él.
—Doctor dígame, ¿cómo está? —Yeon preguntó inmediatamente, sus ojos estaban rojos de tanto llorar, su cabeza dolía y su pecho igual, no quería volver a perderlo.
—Me temo que no tengo buenas noticias —suspiró. —Durante la cirugía el paciente tuvo un infarto el cual logramos controlar. No obstante, la bala perforó el pulmón derecho, perdió demasiada sangre, no puede respirar por cuenta propia por lo que tuvimos que colocarle un tanque de oxígeno y está muy débil. Hemos estado observándolo pero no hay señales de que vaya a lograrlo.
—¿Qué quiere decir? —Hoseok se alarmó.
—El paciente entró en estado de coma, es un caso extremadamente delicado así que no puedo asegurar cuando despertará pero lo que sí puedo decirles es que deberían empezar a hacerse la idea de que tal vez no vuelvan a verlo.
—¿Está diciendo que puede morir? —Añadió Min Jeong.
—Desgraciadamente, sí. Incluso dudo mucho que sobreviva esta noche —dió un leve asentimiento de cabeza y sin más se marchó.
Yeon no dijo nada, sus piernas comenzaron a temblar y a perder la fuerza a tal punto que se desvaneció sobre el suelo con las lágrimas en sus mejillas, no estaba dispuesta a volver a perder al amor de su vida, no cuando tenía poco tiempo de haberlo recuperado.
—Mamá... —Youngsu la abrazó. —¿Qué pasará con papá?
Yeon la observó mientras lloraba, ni siquiera tuvo el valor de responderle a su pequeña.
—Young —Hobi se puso a cuclillas para hablarle, él hizo su mayor esfuerzo para mantenerse fuerte. —Tu papá va a estar bien, es alguien realmente testarudo así que seguro va a luchar por quedarse justo como lo ha hecho hasta ahora. Incluso se puso en contra de dios solo para volver a verlas así que no te preocupes, va a estar bien.
—Dios... —Yeon susurró y se levantó del suelo —Por favor cuiden a Young y no la pierdan de vista —pidió y sin más salió corriendo del hospital.
Tomó el primer taxi que encontró y le pidió que la llevara lo más rápido posible al lugar donde mantenía la urna de Yoongi.
A pesar del tráfico el chófer condujo lo más rápido que pudo, arrebasando autos y acelerando pues sentía la desesperación de Yeon por llegar a su destino.
Justo cuando el auto se detuvo, pagó por el viaje, agradeció y bajó a toda velocidad para correr hasta el interior del lugar, revisó que la urna de Yoongi siguiera ahí y así era, seguido se dirigió a uno de los guardias de seguridad.
—Disculpe —tomó aire. —¿Sabe donde puedo encontrar al chamán de esta región?
—¿Busca al chamán Kim Seokjin? —Yeon asintió creyendo que así era su nombre pues Yoongi solo le contó de un chamán que lo estaba ayudando más nunca le dijo su nombre. —Ese chico es un estafador, sea lo que sea que esté buscando seguro no lo encontrará con él.
—¿Sabías que hablar mal de las personas a sus espaldas es de mala educación? —un chico se acercó a nosotros, tenía hombros anchos y una vestimenta bastante extraña y colorida. —¿Yeon Seo? —se sorprendió al verla.
—¿Me conoce?
—Claro, eres la esposa de Yoongi —el guardia de seguridad los dejó solos. —¿Sucedió algo?
—¡Tiene que ayudarme, por favor! —suplicó con ambas manos e hizo una reverencia de noventa grados. —Hable con dios para que pueda darle un poco más de tiempo, se lo suplico.
—¿Aún no ha logrado su misión?
—No es eso, le dispararon y Yoongi está al borde de la muerte.
—¡¿Qué?! ¡Maldición!—sin más Jin corrió hasta su lugar de trabajo y Yeon lo siguió por detrás, tomo un pequeño morral y ambos salieron en dirección al hospital.
Al llegar al hospital, Hoseok y Min Jeong no entendían qué sucedía o quien era el hombre desconocido que había llegado junto a Yeon Seo.
Todos lograron entrar a la habitación de Yoongi pues el doctor al creer que moriría les autorizó las visitas para que pudieran despedirse.
Dentro de la habitación, todos estaban rodeando la cama y el cuerpo inmóvil de Min. Las máquinas a sus lados indicaban que seguía vivo pero en un estado muy débil.
El chamán Jin sacó de su morral una barita con muchos cascabeles, un manto que desdobló y puso sobre el cuerpo de Yoongi y un pequeño libro.
Comenzó a agitar los cascabeles sobre Min y a recitar un extraño conjuro en lo que parecía ser latín. Una y otra vez, repetía el mismo procedimiento hasta que de pronto la máquina que contaba el ritmo cardíaco de Yoongi dejó de sonar y se levantó de la cama de golpe tomando aire profundamente.
—¡Qué mierda! —exclamó su respiración era agitada y estaba muy sorprendido, se toqueteó él solo para revisar si tenía alguna herida que pudiera dolerle y al no tenerlas miró a Jin con una sonrisa y quiso abrazarlo pero el chamán no se lo permitió. —No puedo creer que hayas hecho esto por mí.
—Lo haría por ti y por otras almas más —sonrió apenado. —No creas que no te muestro amor, es que no hay que faltarle el respeto al manto sagrado —señaló el pedazo de tela que aún estaba sobre las piernas de Yoongi y sin más lo recogió y lo volvió a doblar para guardarlo.
—Yoongi... —Yeon acarició su rostro. —¿Estás bien? ¿Te duele algo?
—Estoy bien —le sonrió. —No podía irme, aún tengo mucho que hacer.
—¿Eres un brujo? —Hoseok le preguntó a Jin.
—Soy un chamán.
—Creí que esos solo estafaban gente, ahora resulta que también la curan —Min Jeong estaba sorprendida.
—Eso es ofensivo —la señaló con el dedo índice. —Pero no curo gente, curo almas, esto que hice con Yoongi no podría hacerlo con un ser humano común y corriente, aunque me duela decirlo pero él sigue perteneciendo a ambos mundos y tenemos que solucionar ese problema —miró a Yoongi. —¿Ya encontraste la razón de tu muerte?
—Sí, lo hice —agachó la mirada. —Namjoon me asesinó porque creía que le había arruinado la vida
—Sí, algo me decía que sería algo así —Jin suspiró. —¿Qué sucedio con él?
—Lo arrestaron —prosiguió Yeon.
—Bien, tenemos que asegurarnos de que pase un largo tiempo en prisión para que se haga justicia y así poder concluir la misión.
Capitulo cortito jsjs
Ya se acerca el final <3
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