☁︎ 𝑁𝑢𝑒𝑠𝑡𝑟𝑜 𝑟𝑒𝑒𝑛𝑐𝑢𝑒𝑛𝑡𝑟𝑜 ☁︎
—Entonces, si mal no entendí, cuando moriste te convertiste en un fantasma que estuvo siguiendo a Yeon Seo a todas partes, incluso te quedaste con ella en el hospital, escuchaste y viste todo —dijo Hoseok.
—Exactamente, todo justo hasta el momento en que iban a desconectarla, ahí fue cuando volví —omitió la parte donde insultó a Dios.
—Bueno, todo es muy poco creíble pero estás delante de mis ojos... —Hobi no dejaba de mirarlo. —¿De verdad eres real?¿no me volví loco?
—Ya te dije que si soy real, tócame—le acercó su mano. —Carne y hueso.
—Está bien, está bien —rió, segundos más tarde volvió la seriedad a él. —Supongo que quieres ir con Yeon...
—Sí, con ella, con nuestra hija, estoy ansioso de poder abrazarla y besarla de nuevo, pero tengo miedo de que se asuste o algo por el estilo.
—Yoongi... —hizo una pausa. —Hay algo que tienes que saber sobre Yeon Seo.
—No te preocupes, sé que está viva, la he estado viendo de lejos.
—No es eso —Hoseok analizó mentalmente las palabras que usaría para después soltarlas. —Cuando Yeon despertó, ocurrió algo con su memoria, ella... olvidó todo lo que tenía que ver contigo.
—¿Qué?
—El doctor hizo unos análisis, fue extraño hasta para él, al parecer su cabeza utilizó un sistema de defensa borrando todos los recuerdos que más dolor le causaron y esos eran los tuyos.
—No... no puede ser verdad... —Min sintió un golpe en el pecho. —Yeon no pudo haberme olvidado así de la nada.
—Tiene cita de revisión este lunes, Min Jeong estará ocupada, así que yo iré con ella, te mantendré informado —le regaló una ligera y sincera sonrisa.
En ese momento la campana de la puerta se escuchó, la mujer entró con prisa, ni siquiera les dio tiempo a los chicos para que Yoongi se cubriera la cara con algo, en cuanto ella lo miró se quedó paralizada, su piel se puso pálida con rápidez.
—Hobi... —habló a duras penas sin despegar la vista de Yoongi. —¿Tú también lo estás viendo o me acabo de volver loca?
—Min Jeong, cariño, tranquila —Hoseok la tomó por los hombros y la hizo sentarse. —Escucha, Yoongi volvió a la vida.
—P-p-p-pero... ¿cómo? —estaba tartamudendo.
Min comenzó a explicarle lo que ya le había dicho a su amigo, Jeong no decía nada, se limitaba a asentir hasta que todo terminara.
—Y eso es lo que pasó —finaliza el mayor.
—Mierda... —maldijo la mujer. —De haberlo sabido no le hubiese mentido a Yeon.
—¿Le mentiste?¿sobre qué? —Yoongi estaba confundido.
—Le dije que el papá de Young la había abandonado —hizo una mueca. —Yo no sabía que ibas a volver... por dios... nadie lo sabía... lo siento.
—¡¿Por qué carajos se te ocurrió decirle eso?! —estalló como una bomba. —¡Yo jamás hubiera hecho eso! Me olvidó y para colmo cree que soy un hijo de perra que no la quiso a ella ni a Youngsu... maldita sea Min Jeong no debiste decirle eso.
—Yo solo no quería que siguiera sufriendo por tu muerte, estos días ha estado muy tranquila, no ha vuelto a llorar ni un solo segundo, por eso lo hice.
—Esto no es justo Min Jeong, fuiste muy desconsiderada —el mayor se quejó para después levantarse y dirigirse a la salida.
—¿A dónde vas? —preguntó Hobi antes de que saliera.
—A ver a Yeon Seo.
La pequeña Youngsu estaba sentada en el piso del aula, a su lado estaba Woosik coloreando.
La niña no hacía más que admirar la fotografía de sus padres en su boda, tenía miles y miles de preguntas sobre el por qué su papá no estaba con ella pero si iba al hospital a cuidar a su mamá, por qué no podía hablarle o por qué nadie todos lo habían ignorado.
Sonreía tiernamente viendo lo guapo que era su padre, lo feliz que se veía hasta que de pronto escuchó la chillona voz que tanto aborrecía.
—¿Qué tienes ahí, Youngsu? —preguntó el niño con una sonrisa maliciosa.
—Nada que te importe —respondió ocultando el trozo de papel.
—¿Enserio? Déjame ver —él se abalanzó a ella e intentó quitarle la fotografía, Young lo empujaba tratando de alejarlo.
—Jong, ya déjala en paz —Woosik lo empujó.
—Metete en tus asuntos pitufo —le devolvió el empujón.
—No le digas pitufo, energúmeno —Young se unió a los empujones y terminó tirando a Jong al piso, Woosik salió corriendo en busca de alguna maestra sabía que todo se saldría de control.
—Siempre tienes que hacerte la lista con esas palabras difíciles, ¿eh? No eres mejor que yo, eres solo una chiquilla que nadie quiere —Jong se levantó, la aventó, su fotografía terminó cayendo al suelo y el niño la recogió, sonrió. —¿Son tus papas? Se ven muy felices, seguramente siempre fueron así antes de que nacieras, solo les arruinaste la vida, Youngsu —en ese justo momento el niño rompió la foto en dos, separando por completo a Yoongi de Yeon.
—¡No! —gritó la niña al borde del llanto, se enojó tanto que se lanzó hacia Jong, lo jaló del cabello quería darle una paliza pero en ese justo momento la maestra entró apartándolos.
—Youngsu, no hagas eso.
—Señorita Yun, estoy cansada de Jong, siempre está buscando pelea —dijo lloriqueando.
—Ese no es motivo para que lo estés golpeando —la mujer la tomó de la mano —Voy a tener que llamar a tu mamá —se llevó a la pequeña a la dirección, ella giró levemente su rostro y vio como Jong tenía una sonrisa de satisfacción mientras le sacaba la lengua.
Después de realizar la llamada, hicieron que Young volviera a su aula para continuar las actividades mientras su madre llegaba por ella.
—Youngsu —Woosik se acercó a ella susurrando. —Toma, la pegué con cinta adhesiva —le dio la fotografía recién reparada.
—Gracias Woosik —sonrió.
—Ya no llores por niños mocosos como él, eres muy bonita como para que tengas una cara larga siempre —el pequeño acarició su cabeza —Siempre sonríe, por favor.
—Contigo a mi lado es imposible estar triste —lo abrazó.
Más tarde Yeon llegó por Young, habló con su maestra y esta le explicó que se había peleado con un compañero más no sabía el motivo, esperó un par de minutos para que le entregaran a su hija y poder marcharse de ahí.
—Youngsu —la pequeña ya esperaba alguna clase de regaño. —¿Quieres ir por un helado?—estaba confundida, un helado era lo último que imaginaba.
Ambas fueron a la heladería, pidieron un par de helados y caminaron hasta llegar a un parque cercano, se sentaron en un banco bajo la sombra de un árbol.
—¿No vas a regañarme? —preguntó cabizbajo.
—¿Te gusta golpear niños sin razón alguna? —respondió con otra pregunta.
—Mamá, es maleducado responder con más preguntas —susurró. —Pero siempre hay una razón para cada acción que cometemos.
—Exactamente, estoy segura de que tú tuviste una y por eso lo hiciste, ¿quieres contarme al respecto?
—Jong es un niño de mi clase, estoy harta de él y de su comportamiento inmaduro —Yeon disimulo una risita. —Siempre está molestandome a mí y a Woosik, todos los días esta diciéndome que nadie me quiere ni tú, ni mi papá, dice que por eso él no está conmigo, pero yo sé que sí me quiere, los días que lo veía en el hospital siempre me sonreía inclusive trataba de jugar conmigo, no sé qué está pasando entre ustedes pero yo estoy muy segura de que nos ama a ambas.
—Mi pequeña, no tienes que preocuparte por esas cosas, el tema de tu papá es complicado pero tranquila, algún día cuando crezcas te lo explicaré —le dio un abrazo. —Y sobre ese niño, la próxima vez que te moleste, dímelo, ¿sí? Yo me haré cargo de todo, no dejaré que sufras ni un solo momento.
—Está bien, te quiero mami.
—Y yo a ti, mi preciosa hija —besó su frente. —¿Que tal si vas a jugar a los juegos? Te vigilaré desde aquí —Young asintió con una sonrisa para luego salir corriendo en dirección a la resvaladilla.
En ese lugar Young estuvo jugando con unos cuantos niños más, corrían entre ellos, se divertían, justo como un niño tenía que divertirse.
Cuando estuvo en la cima del tobogán, visualizó un hombre que para ella era conocido, estaba decidida, así que rápidamente se resbaló por el juego y corrió en su dirección.
—Hola pequeña —él sonrió, se puso de cuclillas para estar a su altura.
—Tú eres mi papá, ¿verdad? —la niña se puso tímida, era la primera vez que le dirigía la palabra, él realmente era muy apuesto ante sus ojos.
—Sí, mi pequeña Youngsu, yo soy Min Yoongi, tu papá —Yoongi quería abrazarla con todas sus fuerzas pero no podía exponerse a que alguien lo viera. —¿Estás aquí con tu mamá?
—Sí, ella está... uhmm... estaba por allá —miró a todos lados pero no la logró ver.
—Escúchame, si tu mamá te pregunta algo sobre mí, dile que no sabes quién soy, ella no puede saber sobre mí.
—¿Mi mami no te conoce? —preguntó curiosa.
—Algo así, es un poquito complicado —Yoongi le acercó su meñique. —¿Puedes prometerme que no dirás nada?
—Sí, papá, te lo prometo —entrelazaron sus meñiques y luego juntaron sus pulgares para cerrar la promesa.
—¡Youngsu! —Yeon se acercó hacia ellos, tomó a Young de los hombros y la alejó del hombre que ella no conocía. —No puedes hablar con extraños.
—Yo... lo siento —habló Min con nerviosismo. —Vi que estaba sola y le hice compañía hasta que apareciera su madre —No podía despegar la vista de Yeon, la extrañaba demasiado, ver el rostro del que se había enamorado le causó un cosquilleo en el estómago.
—Se lo agradezco, pero le pido de favor que se marche, ya estoy aquí —habló fríamente, el corazón de Yoongi se rompió, nunca imaginó que Yeon le hablaría de tal forma.
—Adiós pequeña Youngsu —se despidió de la niña, ella sonrió y le dijo adiós. —Con permiso, que tengan un buen día. —su pecho dolió como nunca antes lo había hecho, el despedirse de Yeon Seo fue más doloroso de lo que esperaba.
—Mamá, él es un hombre muy guapo.
—No te lo voy a negar, pero sigue siendo un desconocido, no hables con personas que no conoces, ¿está bien?
—¿No te gustaría salir con alguien tan apuesto como él? Él podría ser tu príncipe azul —Young pestañeó repetidamente haciendo que Yeon soltara una risa.
—Deja de fantasear, esas cosas no son para mí —la tomó de la mano. —Ven, hay que ir a casa.
Jajsahsa están usando a Youngsu como cajita de secretos
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