[03]
Llegó al apartamento en donde vivía, estaba cansado y la cabeza le dolía. El día no había sido tan bueno como lo esperaba, además el mensaje con todos los datos acerca de su hermano llegó exactamente cuando salió del trabajo, no pudo ser peor. La dirección de la vivienda del menor de los Kim estaba situada en la zona más lujosa y prestigiosa de toda Corea del Sur y además lo citó en su hora de comida y ese no era el problema, el verdadero meollo del asunto era que las oficinas de Awake estaban del otro lado de la ciudad, así que tenía que atravesar todo Seúl para ir a ver a su hermano.
—¿Cómo te fue, amor? — Yoongi lo recibió con una cansina pero dulce sonrisa.
—Taehyung aceptó verme — Resopló.
—Eso es bueno, ¿no? — Min no entendía la molestia de su pareja.
—Vive en la zona más rica de toda Corea, y eso está del otro lado de la ciudad — Fue hasta la cocina para sacar un jugo de manzana del refrigerador mientras hablaba y Yoongi lo escuchaba —Y eso significa que tengo que salir antes del trabajo para llegar a tiempo.
—Bueno, al menos podrás decir que irás a ver a Vante — El pálido se acercó hasta su novio y masajeó su espalda.
—Ese es el problema — Dejó el bote de jugo sobre la mesa con brusquedad —No me quiso dar la entrevista.
Silencio, ni Yoongi ni Seokjin dijerin algo después, Min trataba de entender porqué Taehyung trataba de esa manera a su propio hermano y Jin ideaba una forma de salirse del trabajo sin levantar sospechas.
—¿A qué irás entonces? — El chico de tez pálida trataba de encontrarle un poco de lógica a la visita de su novio con su cuñado, fijo que no le concedió la entrevista, ¿para que lo vería entonces?
—Le pedí solo cinco minutos para hablar — Suspiró dejándose caer cansado en el sofá —Quiero hablar con él, arreglar las cosas de una buena vez.
Yoongi respiró hondo, sabía de sobra que la relación entre Seokjin y Taehyung no era para nada buena, sabía que el menor de los Kim los odiaba y siempre quiso saber porqué, entendía muy bien porque su novio quería hablar con él, habían pasado siete años sin saber nada del otro, era obvio que habían muchas cosas de las cuales hablar.
—Todo saldrá bien, amor — Depósito un beso en la mejilla del más alto —Verás que si.
Pero las palabras de Yoon no convencieron ni un poco a Kim mayor, quien seguía teniendo un fuerte presentimiento de qur todo saldría mal.
🗼
Caminaba con el celular en la mano, mirando y leyendo en voz baja el nombre de las calles. Jin salió antes de su trabajo bajo el pretexto de su familia, como esperó nadie se atrevió a preguntar al respecto, incluso Namjoon accedió a darle más tiempo de descanso.
Ahora estaba en la zona, había mucha gente vistiendo caras y finas ropas, se había encontrado con varios idols comprando café excesivamente caro, chicas que vestían a la moda y con celulares último modelo. Pasó media hora antes de que Seokjin se declarara oficialmente perdido; no quería preguntar a nadie dvla zona, ya que temia que pensaran o lo vieran mal, pero al volver la mirada del otro lado de la calle, divisó a una chica que parecía distraida, tomó aire antes de ir caminando hacia ella.
—Hola — Sonrió amable. —¿Podrías ayudarme?
Al principio, la joven lo miró con desconfianza, pero asintió con la cabeza.
—Claro, adelante — Guardó su celular.
—Estoy buscando esta dirección, pero creo que me perdí — Rascó su nuca, nervioso —¿Sabes, de casualidad dónde es?
Tenía razón, pues la muchacha le explicó a detalle cómo llegar al condominio de edificios, ubicado en la zona residencial, la unidad habitacional más lujosa y cara. Siguió las indicaciones tal y como la chiquilla le indicó, y cuando estuvo frente a la gran reja de metal sintió un vuelco en el estómago, no podía creer que después de siete años volvería a ver a su hermano.
—¿Necesita algo? — El policía que vigilaba la entrada se acercó a él, analizándolo con detenimiento.
—Buenas tardes — Reverenció con la cabeza. —Vengo a ver a alguien. — Acto seguido le mostró su celular con todos los datos, pero el hombre no parecía muy convencido.
—Voy confirmarlo — Después desapareció de nuevo, dejando a Seokjin fuera.
El sonido del tiembre hizo que Jungkook diera un pequeño brinco, apartó su vista de la tablet donde tenía la agenda de su jefe y fue hasta el intercomunicador para atender.
—¿Si? — Presionó el botón.
—Disculpe que lo moleste joven Jeon, pero hay alguien que dice que viene a ver al maestro — El castaño se congeló en su lugar al escuchar aquello, había llegado la hora.
—Que pase — Fue todo, acto seguido avisó a todos en el departamento que tenían visita.
El oficial de vigilancia guió a Seokjin hasta la entrada de un gran edificio, le indicó que el apartamento que buscaba estaba en el último piso y Jin dedujo que era penthouse. Sin más que esperar caminó hasta el elevador y presionó el botón del último piso; las palmas de las manos le sudaban demasiado, cada vez su respiración se hacía mas pesada, pero trató de relajarse.
No pasaron ni cinco minutos cuando estuvo en el piso, en cuanto las puertas del elevador se abrieron un chico de cabello castaño, piel blanca, ojos grandes y marrones le recibió.
—Muy buenas tardes, Seokjin ssi — Reverenció —Mi nombre es Jeon Jungkook, es un placer.
—El placer es mío — Sonrió e imitó el gesto.
—Sígame, por favor — Sin más, el chico se dio la vuelta y comenzó a caminar dirigiéndose a unas grandes puertas de caoba, una vez frente a ellas, las abrió dejando impresionado a Kim Seokjin.
—Todo el piso, ¿es de Vante? — Preguntó mientras miraba el elegante lugar.
—Así es — La vista que tenía de la ciudad era impresionante, millones de preguntas invadieron su mente, ¿cómo fue posible que su hermano se convirtiera en alguien tan importante? ¿cómo fue que se fueron a Francia? Y lo más importante ¿por qué él nunca lo notó?
—Espere aquí, por favor — Se encontraba en una gran sala decorada con muchas esculturas que, suponía que cuyo creador era su hermano. —Le avisaré al maestro que ya llegó.
Entonces Jungkook lo dejó solo en la gran habitación, Seokjin caminó por el lugar mirando los preciosos objetos que la decoraban, tocando, o más bien, rosando con los dedos algunos de ellos, con el sumo cuidado y miedo que le producía romper alguno. Caminó hacia el gran ventanal desde donde podía ver los grandes edificios de la ciudad, todo se veia tan maravilloso que no quería irse se ahí.
Estaba tan distraído merodeando en el lugar que no se dio cuenta del momento en el que el dueño de todo el piso entró.
—Nunca habías estado en lugar así, ¿verdad? — Seokjin se heló al escuchar la voz tan grave que provenía desde sud espaldas. Tenía miedo de darse la vuelta, pero tuvo que hacerlo. Cuando volvió la mirada hacia la entrada, pudo ver al hombre en el que su hermanito se había convertido: Alto, de tez canela y ojos oscuros, nariz recta y finas facciones faciales, los dedos de las manos eran largos y tenían anillos brillantes en ellos, su cabello ya no era castaño, ahora era rojo y sentaba de maravilla.
—¿Taehyung? — Balbuceó.
—Maestro o señor Vante, para ti — Su tono era frío y cortante. —Ahora, pediste cinco minutos — Miro su caro reloj de mano. —Tienes exactamente cinco minutos.
Seokin frunció el ceño, la manera en la que le estaba hablando era sumamente indiferente y prepotente, se apresuró a hablar antes de que el tiempo se acabara.
—Han pasado siete años — Taehyung al principio se sorprendió por el comentario, pero después soltó una risa burlona.
—¿Solo eso? — Negó con ls cabeza —Bueno si eso es todo, me voy, tengo cosas más importantes que hacer — Se volvió sobre sus pies para dirigirse a la puerta, dispuesto a irse.
—No, no es todo — Habló rápidamente provocando que el pelirrojo se detuviera. —Yo vengo a hablar, quiero arreglar las cosas contigo — Suspiró —Necesito de tu ayuda.
Por minutos que parecieron años para Seokjin Taehyung le estuvo dando la espalda, procesando lo que le acababa de decir, siete malditos años y hasta ese entonces le nacía la necesidad de querer arreglar las cosas con el por el simple hecho de necesitarlo. El sentimiento de ira invadió a Taehyung, ¿qué pretendía Seokjin? ¿que fingiera que nada pasó? Se volvió hacía el de nueva cuenta con la mirada inyectada en rabia.
—Arreglar las cosas — Asintió desviando la mirada, después negó con la cabeza —No.
—Taehyung, de verdad– — Fue interrumpido.
—No, no me interesa arreglar nada, ni mucho menos ayudarte — Sonrió sarcásticamente.
—¿Por qué? — Y es que Jin estaba decesperado.
—¿Ya olvidaste lo que te dije cuando te largaste con todos esos bastardos? — El recuerdo de ese día golpeó la mente de Jin, mirándole con pena. —¿Te las repito? — Kim menor se cruzó de brazos esperando la respuesta de su hermano mayor, pero nada salió de su boca.
—Cruzas esa puerta Seokjin y te juro que te olvidas de mí, jamás en tu vida me pidas algo porque no te voy a ayudar. — Esas habían sido las palabras de un niños de diecisiete años.
—Madura Taehyung — Esa fue la respuesta de Seokjin, quien cruzó el umbral de la puerta para irse con Yoongi, Jimin y Hoseok a Seúl.
—Y–Yo... — Traba de buscar las palabras para convencer a su dongsaeng, pero no las halló.
—Lárgate.
Y no, no es que Taehyung fuera cruel, sino que estaba tratando a Jin de la misma manera en la que él lo trató tiempo atrás.
—Escúchame... — Susurró.
—Tu tiempo se acabó. — Se volvió hacia la puerta del vestíbulo —Jungkook ssi.
En menos de un minuto Jungkook se encontraba con ellos.
—¿Si? — El ambiente del lugar era tenso, sabía que nada bueno pasó.
Taehyung miró a su hermano, recorriendolo de pies a cabeza, mirando sus ropas gastadas y sus zapatillas viejas.
—Sácalo de aquí — Y Tae salió de la habitación sin más.
Mare 💟
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