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— Jungkook... Déjame explicarte —perseguia Jimin a su hermano menor.
— ¿Que?... ¿Que sucede? —pregunto Hoseok por la interacción.
— Todo el tiempo supiste de ella y no fuiste capaz de decirme.
— No podía... Sabes cómo es, ella no me lo habría perdonado.
— ¿Te gusta? —Pregunto con inquietud viendo directo a los ojos de Park.
— ¿Cómo me preguntas eso? —solto con una risa nerviosa, pero al ver la seriedad del Maknae el también la tomo— No, no me gusta, es una amiga que nos dió la espalda por ... —empuño sus manos soteniendo sus palabras.
— Por mi... —completo Jeon.
— ¿De que hablan? —Yoongi estaba oyendo todo con los ojos cerrados.
— Debo irme — Kook tomo su chaqueta saliendo de la oficina en la que todos se encontraban.
— No te preocupes, Jiminah, se le pasará — Namjoon comprendió de inmediato de que hablaban
Jimin se dejó caer al sofá, no estaba en sus planes tener una discusión ahora con el, mucho menos el, su corazón estaba dolido, y aunque era amigo desde mucho antes con Jungkook, no podía traicionar a Massiel y dejarla sola de nuevo.
Jeon estaba sentado en su auto, con el ego dolido, su propio hermano lo había traicionado según el, pero en el fondo estaba agradecido de que no la haya dejado sola mientras alejaba a todo el mundo, deslizo sus dedos entre sus cabellos y encendió el carro hacia la casa de ella.
Quería verla, solo así, aquella molestia desaparecería de su ser, Massiel, siempre fue quien lo calmo de una manera diferente, y cuando ella no estaba a su lado, leía sus notas.
El guardia de seguridad estaba en la entrada, apenas miro el carro acercarse abrió las enormes puertas, y estando dentro le pidió los datos.
Jungkook tenía suerte, siempre la tuvo, se encontraba con gente que lo admiraba mucho y por esa razón siempre pudo entrar a su empresa, a cambio, les daba merch propia y que no era vendida en ninguna parte, Justamente aquel hombre apenas lo vio se sorprendió, hablaron un par de palabras y como ya había visto entrar a Jiminssi, dejo sin problemas pasar a Jungkook.
Massy había bebido una botella completa de Chardonnay, necesitaba embriagarse para no tener recuerdos de aquel chico, aunque al parecer era peor.
Bajo las escaleras de su casa adentrándose a la cocina y buscando una segunda botella, la abrió a duras penas y la sirvió en una copa, total había dejado su empresa a esos buenos para nada.
Escucho tocar su puerta, y así, en bata fue a abrir tambaleándose de aquí para allá.
La mirada se conecto inmediatamente, aquel fuego que intentaba esconder se prolongó por todo su cuerpo y no estaba en sus cinco sentidos como para contener sus deseos.
Lentamente abrió paso para que el ingresará y estando con la puerta cerrada perdió toda cordura, abalanzado su cuerpo, juntando sus labios y desatando la carnalidad del momento, Jeon deslizo sus manos bajo aquella tela única que cubría su cuerpo, encontrando un cuerpo caliente y desnudo, el aroma a jabón en la piel era erótica a su olfato, y los besos necesitados, jadeantes y exasperados provocaban el reventar en su pantalón.
— Debes irte —sono como un ruego de la boca de ella.
Kook pego su frente con la de ella y lentamente negó — No me alejes más de ti —respondio y su aliento acariciaba las mejillas de Massy.
Ésta, deslizo sus manos por todo el torso del chico, desabotonando aquella camisa que poco antes de su llegada fantaseaba en como desprenderla.
Una vez más, y está vez con la ropa abierta se separó de él, buscando alguna negación en sus ojos, lo que jamás encontraría ni encontrará en Jungkook, era lo que el más quería, estar con ella de nuevo y está vez, sin la posibilidad de apartarse jamás.
Lo tomo de su mano entrelazando con fuerza, asegurándose que eso no era producto de la borrachera y lo encamino hasta el segundo piso, justo a su cuarto.
Obedientemente, Jeon se sentó en la orilla de la cama, tal como ella sin palabras se lo había ordenado, este se recargo sobre sus manos hacia atrás y disfruto de la vista sensual que ella le otorga, mientras toma una de las tiras de la bata y agonicamente jalaba para soltar, hasta que el nudo, fue desecho.
Abrió aquella pieza de ropa, dejando al descubierto su desnudez.
El muchacho mordió sus labios, lamiendo de extremo a extremo, su corazón recorría enloquecido su pecho, y su glande, palpitaba cada vez más fuerte, soltando el presemente que humedecian sus boxer.
La tomo delicadamente de las caderas y la atrajo a él, besando a su altura, justo, entre sus pechos, sus manos amasaban gentilmente sus glúteos bajando por sus muslos, invitando a abrir sus piernas y sentarse en su regazo.
Estando a horcadas sobre su cuerpo lo beso con ímpetu, totalmente descontrolado, sus garras se deslizaban por su torso y sus caderas comenzaban un vaivén sincrónico que Kook guiaba con sus manos.
— No sabes cuánto te amo —murmuro Jeon cuando su boca bajo por su cuello, mordiendo a su pasó.
Las manos empedernidas desabrocharon su pantalón, jugueteando con su miembro húmedo y caliente, no pronunció palabra, si decía algo temia arrepentirse luego y sin mucho preámbulo se sentó sobre el pene, hundiendo en su vagina, arqueando su espalda por la sensación que Jungkook aún le producía.
— Aún te amo, M... — la tomo de sus mejillas llamando su atencion— Te amo —dijo viendo sus ojos con seguridad.
Por alguna razón, Massiel sintió pena por ello, por alguna razón quería llorar, por alguna razón su corazón se apretó tanto que sus ojos derramaron lágrimas ante sus palabras, y es que su orgullo no la dejaba corresponder a ello.
Por mucho que lo amaba, no podía perdonarlo, le había roto su corazón, la había engañado de la peor forma, y además, se comprometió con otra, mientras que ella sufría por el, mientras ella viajaba a los lugares que alguna vez dijeron ir, mientras que ella guardaba su corazón y no miro a otro hombre en todo ese tiempo.
Se sintió insuficiente, sintió que si volvía a sus brazos podría hacerle lo mismo, y no se convencía con la excusa de que su padre tuvo que ver en aquella traición.
Buscando un orgasmo melancólico siguió la fricción de sus cuerpos, Kook la recostó en la cama, no sin antes quitarle la prenda de sus hombros, estando sobre ella, bajo sus besos por toda su delantera, hasta llegar a su intimidad, lamiendo, besando, chupando, en tanto ella gemia de placer y se revolcaba agarrando del cabello del chico, el se desnudo completamente para sentir el calor que emanaba el cuerpo de Massiel.
— Se que te vas a arrepentir de esto —murmuro en sus labios al acomodarse sobre su cuerpo, justo en su entrada —Pero haré que pienses cada día en esto —entro en ella con fuerza — Te haré desear este momento —comenzo un movimiento sensual — Porque aunque no lo digas... Se que también me amas.
A ella no le quedó más que asentir mientras gemia, mordiendo sus labios escondiendo la frase que estaba a punto de salir.
Jungkook presionó con brutalidad en su interior, provocando la soltura de labios y como recompensa, aquellas palabras salieron sin más.
— Te amo, Jeon —deslizo su mano hasta su nuca, juntando sus frentes y respirando agitado bajo el — Te amo y te amare siempre.
Sus corazones se hicieron uno como algún día lo fueron, se pertenecían, se correspondían y con los sentimientos sueltos por el otro, un lazo se formó, uno que esperaban no cortar por las rencillas de hace algún tiempo.
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