Entre sus dedos tenía su propia invitación, era color beige, con un marco en detalle negro y ramillete de flores de cristal con detalles dorados.

Era hermosa, preciosa, apenas la vio se enamoro de ella, solo tenía un simple detalle... El nombre de su futuro esposo, era el incorrecto.

Los partes matrimoniales ya habían sido enviados, recibió varias llamadas felicitándolos, uno que otro pregunto si estaba embaraza pues era dentro de pocos días, a lo que simplemente ella nego con toda la amabilidad del mundo.

Paralelamente, Jungkook recibía su correspondencia, busco y busco entre los sobres y cartas hasta que la hayó, debía ver con sus propios ojo que aquello que su madre le decía era cierto, y con una quedura en su pecho abrió leyendo con detención.

Ahí estaba, Mayo 18 a las 19hrs, Salón de eventos Élite.

Todo se había estropado, en serio quería irrumpir en su boda, besarla frente a las cámaras y llevársela de ahí, no creyó nunca que Massiel hiciera está brutal jugada.

Su teléfono comenzó a sonar, era aquel muchacho que conoció en la carretera, amigo de M.

— Hola —respondio sin ganas.

— Este sábado es mi boda, más te vale estar ahí, es tu oportunidad para convencerla que no haga está locura.

— Ahí estaré.

Ahora solo debía pensar en su último plan, ese que no debía fallar, ese, que definía si al fin y al cabo, estarían juntos o separados.

Hwan llamo a Massiel también, con un humor diferente, sabía a la perfección todo lo que estaba sucediendo en su vida y no la juzgaba, es difícil tener dinero en Corea, o te traicionan o te buscan por interés, después de todo, era exactamente lo mismo.

— Hola Hwan...

— Cher Massiel, ¿Que fait la femme la plus importante de Corée ? —(querida Massiel, ¿Que hace la mujer más importante de Corea) hablo en francés animoso y provocando la sonrisa en su amiga.

— Ennuyeux, mon ami, as-tu un panorama? — (Aburrida, mi amigo, ¿Tienes algún panorama) respondió ella siguiéndole la corriente.

— Bien sûr que oui... Mon mariage, ce samedi à 15h. — (Por supuesto que si... Mi boda, este sábado a las 15hrs)

— ¿¡Que!? — pregunto eufórica y volviendo al idioma original— Este sábado... ¿Por qué me lo dices ahora Bête? — (idiota)

— Así se dieron las cosas, Jisso se reveló contra su padre, le dijo que no volviera a buscarla, me eligió a mí y no quiero hacerla esperar.

— Eso es hermoso, felicidades.

— Solo tengo un pequeño problema.

— ¿Que sucede?

— Bueno... Ninguna pastelería tiene tiempo para nuestro pastel.

— Idiot — el rio por el telefono— dile a Jisso que me envíe el modelo y se los tendré listo.

— Eres la mejor amiga.

— Vengan mañana para tenerles muestras de sabores.

— Ahí estaremos.

— En casa.

— Anotado ....

— Adiós Hwan....

— Te quiero M...assiel.

Ella sonrió y corto la llamada, volvió a tomar aquel parte de matrimonio y un tanto desilucionada, se dejó caer al mesón con sus brazos como almohadas.

— No puedo creer que me hagas hacer esto... —murmuraba Lara con molestia.

— Debo asegurarme.

— ¿Quien crees que soy?... ¿Una cualquiera? ... ¿O es que Massiel te cuernio y crees que todas somos iguales?

— No te atrevas a decir algo de ella —dijo amenazante— No eres quien para nombrarla siquiera.

— Vaya... Jungkook muestra sus garras al fin...

— ¿Que quieres... Lara? ... Aunque ese bebé sea mío yo no me casare contigo, el lo tendrá todo pero a ti... No te daré nada, y más te vale guardar silencio, podría destruirte en un segundo.

— Ya no eres el chico tierno del que me enamore.

— Ese chico tierno murió cuando te atreviste a hacerle daño.

—Necesito que mantengan la calma —dijo el doctor— más usted, señorita, no puedo encontrar nada.

Lara respiro profundo y miro al techo.

Jungkook la había llevado con un obstetra que firmó confidencialidad con la empresa para percatarse de que ese embarazo era cierto.

— Ahí está —dijo el mayor— Por el tamaño debe tener por lo menos unos dos meses.

— Te lo dije!.

— ¿Se puede hacer un ADN?

— Jungkook!!

— Es muy pronto, después de los seis meses puede ser, pero aún así es mejor esperar a que nazca—explico— Si bien la tecnología a avanzado bastante, aconsejo esperar.

— ¿Es peligroso? —siguio insistiendo.

— No para alguien que lo sabe hacer, señor Jeon —imprimio unas cuantas imágenes y se las entrego a ella, quien dirigió la vista hacia otro lado ignorando las imágenes — pero si quieren podemos hacerlo en dos semanas.

— ¿Por qué el cambio tan drástico, Doctor?

— Por qué noto que ninguno de los dos quiere a este bebé, es muy pequeño, y podemos hacer un aborto, pero si el bebé es suyo, creo que exigirá tenerlo con usted.

— Hágalo, si ese bebé es mío, pediré la custodia completa.

— ¿Y que hay de mi? —grito entre lágrimas— No puedes dejarme así como así.

— Ya te dije que no me casare contigo, no estaré con alguien a quien no amo... No puedo Lara, algún día encontrarás a alguien.

— ¿Quien va a quererme con un hijo, Jungkook?

— No es necesario que nadie lo sepa, puedes desaparecer de su vida y olvidar que es tuyo, no te juzgaria.

— Quiero un millón —solto con altanería, los dos hombres la vieron sorprendidos— quiero un millón de wones, Jungkook, eso vale este bebé, si no aceptas, no me haré el ADN, y lo abortare.

— Bien, te los daré, pero te irás, y olvidarás que es tu hijo, nunca hablaras con nadie de el, ¿Oíste?

— Perfecto.

Jungkook salio de aquel sector donde ambos estaban, el doctor le siguió los pasos así, le daban espacio a la chica para que se vistiera.

— ¿Sabe que sería una lastima, Señor Jeon? .... Que ese bebé no sea suyo, y ella deba cuidarlo, y por lo que ví, no le interesa en nada, quizás y sea uno de los tantos bebés que son abandonados en orfanatos.

— ¿Hay muchos?

— Más de lo que usted cree.

La chica apareció tras ellos, interrumpiendo la conversación, Jeon, amablemente se despidió que aquel obstetra, y juntos se encaminaron hasta su carro.

Apenas llegó a la empresa, juntos hablaron con el abogado, este preparo de inmediato un contrato, pero las palabras de aquel doctor giraban en la cabeza del joven cantante tanto, cómo el rostro sonriente de Massiel.