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Ambos estábamos sentados en la mesa del comedor, nuestras manos tomadas mientras cenábamos, enfocándonos en comer sin dejar de tocarnos.

Siempre hablábamos durante la cena, pero al parecer hoy no, Jungkook estaba muy callado y eso me estaba preocupando.

─ ¿Qué tienes, Krolik?

Mi castaño pareció salir de su pequeño trance para dejar de picar la ensalada y me miró, sus labios extendidos y sus mejillas llenas.

─ ¿Hmm?

─ ¿Que te sucede?

─ Estoy pensando.

Volvió a picar la ensalada y yo tomé poca para adentrarla a mi boca.

Sus cejas ahora estaban juntas, de formaban líneas en su frente, su expresión seria y luego relajándose cuando tomé su mano y comencé a acariciarla.

─ ¿En que piensas?

─ Después de las clases, un muchacho se acercó a mi para pedir ayuda con un trabajo suyo al que no entendía muy bien. Note inseguridad en él, no sé, era como que estaba muy nervioso. Le pregunté que sucedía y su respuesta fue "usted es gay". Me quedé pasmado.

─ ¿Por qué?

─ Su forma de decirlo fue como di fuera un descubrimiento y algo malo, como su salvación y ahogamiento.

─ ¿Así te pareció?

─ Sí. Luego comenzamos a conversar, le conté mi pasado, lo que sucedió con mi familia, lo de el burdel. ─ Se río de ello achicando sus ojos y mostrándome sus dientes blancos de conejo. ─ Al final, que había conseguido un novio de revista que me amaba y yo a él.

Le sonreí. ─ ¿Y luego?

Su mirada se perdió en algún otro lado, su respiración se volvió más notable, sus cejas volvieron a juntarse.

─ Se llama Baekhyun y también es gay, nadie lo sabe más que yo. Me dijo que estaba inseguro con su cuerpo y que no sabía si su familia aceptaría que él era gay, su madre se casó con otro hombre que tiene un hijo de su edad y es un patán homofóbico.

Los hombros de Jungkook se pusieron tensos, me levanté para abrazarlo y masajear sus brazos de arriba hacia abajo.

─ Te cargas sus problemas, no debes hacer eso. No arreglaras nada enojandote así. ¿Qué le dijiste después?

Suspiró. ─ Lo sé. Le dije que tenemos que ver oscuridad para valorar la luz, que no sería feliz y encontraría al amor de su vida si no se adentraba a ser valiente, que sí, me dolía no tener a mis hermanas y a mis padres, pero que teniendote a ti no me hace falta nada y que también encontraría a ese hombre que le hiciera sentir lo mismo.

─ ¿Y qué dijo él?

─ Me agradeció con una sonrisa llena de lágrimas, dijo que lo intentaría, porque se estaba enamorando de alguien que no debía ser. Su hermanastro heterosexual y homofóbico.

─ Que mierda.

─ ¡Lo sé!

─ ¿Le dijiste que podía hablar con nosotros cuando quisiera?

Jungkook se separó de mi para mirarme, sus ojos brillosos y una sutil sonrisa.

─ ¿Nosotros?

─ Soy quien tiene experiencia amándose a si mismo y eso y tú quien tiene experiencia siendo gay. Somos como un equipo. De ninguna manera estaré fuera de esto.

La sonrisa de Jungkook se extendió más, se levantó para abrazarme, su nariz contra mi suéter gris, oliendo mi perfume.

─ Quiero ayudar.

─ Y lo haremos, a nuestra manera.

Jungkook se separó de mi para mirarme detenidamente y una larga sonrisa picara de extendió en su rostro, sus dedos recorrieron mi pecho con juego y sabía iban a ponerme duro.

Jungkook siempre me pone duro.

─ ¿Y si nos grabamos teniendo sexo?

─ ¿Porno?

─ Sí. Hagamos porno educativo.

[...]

Jungkook estaba entusiasmado con la idea. En serio lo estaba.

Había comenzado a hablar de que él haría la edición y yo el orden de los vídeos, que yo sería el maestro sexual experto y domador, que él sería el friki que editaría y subiría los vídeos.

Osea, mi papel era ser la polla que penetra.

Su papel era recibir, gemir bien, editar y subirlos.

Buscó como hacer un blog, porque se le hacía mucho mejor un blog que una cuenta de twitter, aunque también quería una cuenta de twitter.

Se había puesto a hablar y hablar de todo lo que podríamos hacer, de todos los lugares en los que lo podríamos hacer, de como proteger nuestra identidad y aún así mostrarnos por completo.

Se había puesto a hablar tanto que había secado su boca reiteradas veces y caminaba de un lado a otro, dando la vuelta para regresar y seguir hablando. Incluso anotaba todo en un bloc de notas del computador mientras iban ocurriendosele más ideas.

Estaba noqueado.

─ Alto ahí, vaquero. ─ Le paré, tratando de que dejara de hablar tan rápido y confundiendome tan mal. ─ Dejame ver si entendí. Tú quieres que hagamos vídeos porno caseros, que cubramos nuestras caras con máscaras o antifaces, los editemos y los subamos a un blog que promocionaremos en twitter como esos sese... se-se... segas...

─ Seegasm.

─ Ajá, eso. Y que sea informativo, pero caliente. Quieres que te joda en vídeo y que millones de personas lleguen a verlo y te sabroseen y se toquen mirando como te jodo.

El picor estaba ahí, creciendo en mi cuerpo, haciéndome apretar los puños, mi respiración descontrolándose, la palabra celos repitiéndose en mi cabeza como un tipo de alarma.

Y luego escuché una carcajada aguda y graciosa saliendo de Jungkook.

Como él se reía, haciéndome reír a mi también.

─ Amor, no lo hago para que la gente se toque mirando como me jodes. ─ Dejó el vaso con juego en la encimera de la cocina y su laptop quieta en el mismo lugar, caminó hasta escurrirse sobre mis piernas estando yo sentado en el sillón y sin playera, sus palmas calientes se posicionaron en mis hombros. ─ Lo hago para que los inexpertos entiendan más sobre el sexo, que hay diversidad y es agradable experimentar con cuidado.

─ Es que no puedo no pensar que muchos lo verán y les prenderá y...

─ Es obvio que les prenderá. Son humanos, no robots. Y no solo se prenderán por mí, también por ti y también tendré celos. Si no aguanto que la vecina te coma con los ojos cada que nos la encontramos, ¿cómo crees que podré soportar todas las personas que te vean?

Eso me hizo reír, dejé que mis manos se deslizaran por sus piernas, de arriba abajo, masajeando su cálida piel.

─ Pero tú eres el único que me prende y con el que quiero pasar el resto de mi vida.

Jungkook sonrió. ─ Yo pienso lo mismo, Jimin-ssi.

Me reí. ─ Esto será difícil, puede que nos guste grabarnos y verlo. Publicarlo es otra cosa, que lo vean y conozcan es peor, que comenten y compartan será más duro.

─ Lo sé, pero solo pueden ver. No tocar. No es como que tengan poderes para traspasar las pantallas y unirse a nosotros.

─ Muy bien, hagamoslo.  ─ Jungkook sonrió ampliamente, recordandome a aquel tímido chico de cubrebocas que se quitó el mismo para dejarme ver su bello rostro. ─ Pero si nos molesta a alguno de los dos, lo dejaremos. ¿Prometido?

─ Claro que sí. Somos un equipo.

─ Duo dinamita.

Ambos nos echamos a reír, abrazandonos, besándonos y planeando el blog porno al que nos dedicaríamos.

Siempre estoy exhibiendome.

[...]

Fools de Troye sivan se estaba sonando en la bocina, llenando toda la oscura habitación, la luz de la farola entraba por la ventana y daba poco en el rostro y cuerpo de mi novio. Él estaba dormido, con la mitad del cuerpo encima mío, sus bellas y largas pestañas contra sus mejillas, sus labios poco abiertos, sus manos alrededor de mi, su nariz buscando mi olor.

─ Nunca he hecho esto, ¿ok? ─ Musitó de repente, dándome una deleitosa probada de su melodiosa voz, incitándome a querer más. 

─ ¿Venir con un gígolo?

─ No, hablo de... tener sexo.

Una confesión que en cierto modo y extrañamente me tomó por sorpresa; no porque fuera la primera persona virgen que viene conmigo, sino porque él no va con la imagen de virgen. Es alto, se ve que tiene un cuerpo formado, sus ojos son preciosos aún cuando no puedo verlos muy de cerca, y su voz; con lo poco que lo he oído podría decir que esa melodiosa y profunda voz es la representación afónica de la luz de la luna, tan seductora.

─ Osea que...─ Tomé mis caderas. ─ eres virgen. ─ Concluí en voz alta mirándole.

─ Sí...

─ ¿Estás seguro de entregar tu virginidad a un completo extraño? ─ Solté con cuidado.

Me gané una risita, una risita ronca que logró moverme el piso, tensar mis músculos y recorrer electricidad por toda mi espina dorsal. De pronto me encontraba intrigado por saber como eran sus labios, si delgados, gruesos, rosados o no, pero sobre todo de como pronunciaría mi nombre en un gemido.

─ No soy de ese tipo de personas que cree que la virginidad es como algo especial que debe entregarse con cierta persona especial. ─ Musitó metiendo sus manos en sus bolsillos.

Debo admitir, que cuando conocía Jungkook no pensaba en que rompería tantas reglas por él, creí que solo sería un cliente más, que no importaba si se me hacia atractivo y eso. Creí que solo sería uno más. Resultó siendo mi último.

Había quedado atrapado por esos bonitos ojos de pestañas negras, por esa voz seductora y viril, por ese delgado y marcado cuerpo, por esas manos que buscaban tener contacto con mi piel, por esa bella sonrisa de conejo, por la persona que había llegado cubierta a excepción de sus ojos y manos, que se había desnudado en cuerpo y alma.

Es que Jeon Jungkook hizo que me enamorara tan mal de él.

Y ahora lo tenía aquí, cerca de mi, no pudiendo dormir por miedo a que se desvaneciera como polvo y resultara que todo era un sueño creado por mi mente para sobrevivir a la perdida de Chaeyoung y mis madres, para sobrevivir a mi soledad y mi rutina en Lovers.

─ Nunca te desvanezcas. ─ Pronuncié tomando su mejilla y besando su nariz, lleno de amor. ─ No sé que haría si te pierdo, Amor mío.