Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 3: Primera vez.

Dios...

Momo se volvería mi perdición.

Dahyun se alejó de mis labios por falta de aire, por lo que aproveche para bajar y besar su blanquecino cuello.

La coreana era tan perfecta ante los ojos de la mayor, que cada vez que esta la veía o tocaba... sabía que ella era la indicada.

— Eres perfecta. —le sonreí.— Carajo. Eres tan hermosa, mi amor.— bese suave y lentamente sus labios, disfrutando de los lindos gemidos que soltaba en medio del beso.

— No sabes cuanto espere por este momento. — susurre sobre sus labios.

— M-momoring.

— Eres mía, pequeña. Solo mía.

Volví a juntar nuestros labios con mayor intensidad.

Un alto gemido seguido de un pequeño grito de placer resonó en toda la habitación. Solo quería hacerla sentir especial. No estábamos teniendo sexo, no.

Hacíamos el amor.

Ambas disfrutábamos del momento, nuestras miradas lo demostraban. Mis ojos no podían evitar verla con tanto amor. Después de todo, estaba enamorada de ella. Amaba a Dahyun con cada fibra de mi ser.

Mi espalda ardía por culpa de las uñas de la coreana que se clavaban en ella. Hice una pequeña mueca ante el ardor, que trate de disimular besándola. Dahyun abrazo mi cuello. Agarre sus pequeñas manos con delicadeza y las coloque sobre su cabeza. Ella sonrió en medio del beso, mordiendo y estirando levemente mi labio inferior cuando me alejé de sus labios. Este se encontraba un poco hinchado, consecuencia de las recientes mordidas.

— No bajes tus manos o me detendré. Estas advertida.— Dahyun asintió y yo sonreí divertida.

Volví a juntar nuestras bocas, esta vez con algo más de fuerza. Devoraba sus labios con fervor, intentando demostrarle en ese beso no solo el deseo que sentía, sino también el cariño que le tenía.

Mordí su labio inferior e introduje mi lengua en su boca. El beso sube de tono al igual que sus gemidos.

La japonesa se separó del beso y Dahyun se quejó. Me alejé de ella y me senté. La menor al ver lo que hacía, se acomodó a en la cama, quedando en frente de la mayor. Mis manos se dirigieron a mi pantalón de piyama, sin despegar mis ojos de ella. Cuando estaba por bajarlo, unas pequeñas manos detuvieron mis movimientos.

Cuando levante la mirada, me encontré con sus hermosos ojos cafés mirándome fijamente. Lucían levemente dilatados, se veía tan hermosa que me fue inevitable no tomarla por la barbilla y besarla. Cuando me separé, la vi morder sus labios con nerviosismo y tome sus manos entre las mías.

— No tienes que hacer nada si no lo quieres, bebé.— Sonreí, acariciando su suave mejilla.

La coreana levanto el mentón con confianza y asintió.

— Quiero hacer esto, unnie.

La mayor la miró a los ojos buscando algún indicio de miedo o indecisión, pero solo encontró amor en ellos.

Asentí.

— Muy bien, amor.— ella se sonrojo por el tierno apodo.— Pero si quieres detenerte por cualquier cosa o porque no te sientes cómoda con algo, no dudes en decírmelo. ¿Ok?— ella sonrió y se acercó hasta juntar nuestros labios en un tierno beso. Se alejó unos centímetros con una sonrisa. Me miró a los ojos.

— Está bien, lo haré.

Ella sin despegar su mirada de mí, comenzó a descender sus manos por mi pecho en donde dejo un suave apretón en uno de mis senos y fue bajando hasta llegar a mi abdomen. El cual rasguñeo suavemente sacándome pequeños gruñidos. Sus manos seguían bajando cada vez más, hasta llegar a mis pantalones.

Con manos temblorosas, la menor comenzó a bajarlos con algo de dificultad. La ayude un poco levantando mis caderas hasta que estos salieron de mi cuerpo y Dahyun los tiró en el suelo. Revelando mi bóxer color vino. Mi piel morena se veía apetitosa ante los ojos de la coreana.

Dahyun entreabio los labios, dejando salir un hermoso jadeo de asombro. Momo era jodidamente hermosa. Su belleza lograba cautivarla de mil maneras. La japonesa tenía algo que siempre lograba sorprenderla. Porque, ¡Dios! Es como si aquella mujer estuviera más hermosa, que el día anterior. Rápidamente, Momo se subió encima suyo, sacando a Dahyun de su pequeño ensoñamiento. Adueñandose nuevamente de sus dulces labios.

Ambas estaban amando esto.

Dahyun sin rodeos volteó a Momo sobre la cama, tomándola por sorpresa. La menor quedó sobre el regazo de Momo. La nipomana veía sorprendida a la chica. No pensaba que esta dejara su faceta tímida tan rápido para cambiarla por su lado más salvaje.

Dahyun quiso reír ante la cara divertida que hizo Momo, pero se contuvo.

Sus caderas comenzaron a moverse de un lado a otro, su vagina hacía contacto con su miembro, haciéndolas a ambas suspirar. Su respiración se aceleró al igual que sus movimientos.

Momo agarro con algo de fuerza las caderas de Dahyun, ayudándola a moverse más rápido.

— ¡Oh, Dios!— gimió en alto cuando Momo nalgueó fuertemente su trasero.— Mierda, Momoring. Fóllame.

La mayor no necesitaba ni una palabra más para voltearla sobre la cama, dejando a la coreana debajo suyo. Comenzó a besarla mientras arrancaba ferozmente su pantalón de piyama y ropa interior, dejándola completamente desnuda y a su merced.

Estuvo esperando mucho tiempo por esto, soñando el como sería follarla, tan duro o tan suave, hasta dejarla sin caminar por un buen tiempo. Y... ¡Carajo! Ya no quería ser suave. Momo quería llevarla al cielo y mostrarle todas las estrellas.

Dahyun se arrepentiría, o quizás no, de lo que dijo.

Saco de su mesa de noche una caja de condones, entregándoselo a la menor.

Dahyun abrió la caja y de ella sacó un condón. Momo acariciaba su cabello con cariño, sin querer presionarla. Se inclino y dejo un tierno beso sobre este.

— No seas tímida, amor. Sólo soy yo. No voy a juzgarte. —

Dahyun asintió. Comenzó a bajar sus bóxers, revelando el prominente miembro de la mayor. No era tan ancho, pero si que era largo. Nunca había visto un pene, pero estaba segura que este sería el más grande que vería en su jodida vida.

— Mierda. ¿Entrará todo eso en mí?— sus preocupados ojos buscaron los de Momo. La japonesa dio una corta risa nasal, y asintió.

— Sí, cariño. Ambas haremos que entre.

Dahyun rió, suspirando temblorosa.

— Okey...— aclaro su garganta y terminó de abrir el paquete con sus dedos hasta sacar el condon de este, dejándolo sobre la cama. Mordió sus labios y observó el pedazo de carne que se encontraba ya duro y sintió su garganta seca, sedienta por probarlo.

Relamió sus labios y se atrevió a darle una larga lamida a todo el falo. Momo la observó sorprendida. Su cabeza se tiro para atrás cuando una nueva lamida seguida de unas manos apretando sus testículos, subiendo hasta su pene erecto le sacaron un fuerte gemido.

Las manos de Dahyun se movían de arriba abajo sobre su pene. Dejo un beso sobre la punta, viendo como de esta salía líquido pre seminal, deleitándose con la hermosa vista que tenía de la mayor.

Dio un último beso en la punta y metió la mitad del pene en su boca. Sus labios aprisionan la cabeza y succiona con algo de fuerza, ahuecando sus mejillas. La menor podía sentir como la mayor se tensaba bajo su cuerpo. Con más confianza y dejando su timidez de la lado, siguió chupando y dejando leves mordidas mientras observaba a Momo retorcerse de placer. Lo sacó por unos segundos para tomar aire, relajó su garganta y volvió a meterlo por completo en su boca. Sus ojos se llenaron de lágrimas al sentir como el pene abría pasó por su garganta, arrancándole pequeñas arcadas.

Momo tiene los ojos cerrados y la boca entreabierta. Sus manos agarran con fuerza las sábanas debajo suyo, gimiendo fuertemente mientras ve como la cabeza de Dahyun baja por todo su falo y sube nuevamente, tragándoselo por completo con hambre.

Dahyun se separa del pene de la mayor con una pequeña tira de saliva uniéndola con su miembro. Momo suspira ante la vista.

La menor se pone de pie y se sube en el regazo de la mayor, atacando sus labios tan rápido como puede. La boca de la mayor se había vuelto una adicción para Dahyun. Una lengua juguetona se cuela en la boca de la menor, provocando húmedos y vergonzosos sonidos que hacían a Dahyun delirar.

— U-unnie, por favor... — Dahyun gimió cuando la japonesa tomó sus caderas, comenzando a moverla de adelante para atrás, creando una deliciosa fricción entre ambos sexos desnudos.

Momo sonrió, amasando el culo de la coreana al sentirla apretar sus hombros con fuerza, impaciente.

— ¿Por favor qué, Dahyun? — levantó sus caderas, fingiendo una estocada.

Dahyun puso los ojos en blanco, gimiendo en alto.

— L-lo quiero dentro, Momoring. —Momo apretó su agarré.— Quiero que me folles.

Momo sostuvo a la menor por la cintura y la recostó con suavidad en la cama, quedando ella encima suyo.

Dahyun agarró el condón que se encontraba a su lado y lo abrió. Tiró el envoltorio por alguna parte de la habitación, y se lo colocó a la mayor. Cuando esté ya estuvo listo, Momo acomodó su miembro en la entrada húmeda de la menor, comenzando a introducir su pene en el apretado orificio de Dahyun.

Ambas gimieron con fuerza cuando la punta abrió paso entre sus húmedos plieges.

Los labios vaginales de Dahyun apretaban con fuerza su pene haciéndola gruñir. La menor sintió sus mejillas húmedas por culpa de las lágrimas que caían sobre estas debido al dolor. Me habían comentado que la primera vez siempre dolía. Pero nunca creí que tanto.

Carajo, esto dolía mucho.

— D-duele. — Dahyun se quejó en voz baja.

Momo al oírla lo sacó de golpe, haciendo a la menor gritar.

— Mierda. L-lo siento. — Momo miró arrepentida a la menor.

De su frente caían gotas de sudor y su respiración se encontraba agitada. Momo acarició con cariño las caderas de Dahyun.

— Está bien, bebé. Ya se me pasará. — suspiro.— Vuelve a meterlo, ¿Quieres? — Momo la observó sorprendida, pero lo hizo. Dahyun mordió su labio con fuerza al sentir como la polla de Momo se abría nuevamente pasó por sus apretadas paredes, llenandola.

— Iré lento, ¿ok?

Dahyun asintió con rapidez y Momo comenzó a introducir su miembro en el mojado orificio de Dahyun recibiendo tímidos gemidos. Momo se movía despacio mientras besaba el cuerpo de la menor en un intento de calmar su dolor.

Dahyun sonrió y tomó a Momo del rostro, acercándola a sus labios. La besó suave y lentamente, acariciando sus mejillas con cariño.

La coreana juntó sus frentes, gimiendo bajo.

— Más rápido.

Y Momo como la gobernada que era, comenzó a embestirla soltando gruñidos de placer, pero siendo lo suficiente cuidadosa como para no lastimarla.

Dahyun entreabrió sus labios. Inhalo, exhalo, y gimió fuertemente, arqueando su espalda.

— ¡Momo! — Dahyun gimió con fuerza.

La cama rechinaba a causa de la rapidez de Momo para penetrar a Dahyun y los ojos de esta última se ponían blancos a causa de la brutalidad con la que Momo la estaba follando.

Ambas estaban disfrutando del sonido de ambas pieles chocando y los gemidos que la otra soltaba. Dahyun amaba la forma en que Momo la estaba follando y Momo amaba estar dentro de ella.

Iba a venirse en cualquier momento, pues sus paredes comenzaban a apretarse al rededor de la polla de Momo. La japonesa sabía que ella también estaba cerca del orgasmo, por lo que aceleró sus embestidas.

— M-momoring, me vengo.

Momo sujeto las piernas de Dahyun dejándolas en sus hombros para poder llegar más profundo. La embistió con mayor fuerza sintiendo a Dahyun comenzar a temblar en sus brazos, pero eso sólo la hizo ir más rápido.

Momo al sentir como las paredes de Dahyun apretaban con mayor fuerza su polla, llegó al orgasmo al mismo tiempo que la menor. Ambas gimieron con fuerza y Momo salió del interior de Dahyun en un gemido. Se quitó el preservativo y lo tiró en el cesto de basura. Momo se dejó caer agotada sobre el cuerpo de la coreana, respirando agitadamente.

Dahyun sonrió cansada. Acarició el húmedo cabello de Momo, depositando un tierno beso en su frente.

— Estuviste increíble, cariño. — Murmuró Momo entre sueños.

Dahyun rió tímida, negando.

— Lo dudo mucho, pero gracias.

Momo se acercó y beso con cariño los labios ajenos. Al separarse, ambas no pudieron evitar mirarse a los ojos con amor.

— Buenas noches, Momoring.

Momo se dejó mimar por la menor. Amaba las suaves caricias que esta dejaba en su corto cabello. Con una boba sonrisa, cerró sus ojos, deseando que esto durará para siempre.

— Buenas noches, mi linda escritora porno.

— Te amo.

¡Holis! ¿Qué tal? Me disculpo por la demora... Pero, ¡Acá estoy! ¡Volví! Jsksjs.

Siéndoles sincera, no tuve mucha inspiración, así que, espero y este cap haya sido de su agrado. Quedan dos o tres capítulos más, y ya daría por concluida esta mini historia.

Les agradezco el apoyo que he recibido últimamente, eso me motiva mucho y me hace saber que a ustedes les gusta lo que escribo. Sé que tengo muchas cosas por mejorar, pero para eso me queda muchooo tiempo aún. Así que...

¡Se me cuidan! Besitos.

Att: Yame.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro