01
Las horas se dilataron siglos en pasar, o eso pensaba Taehyung.
Actualmente se encontraba con la maestra de matemáticas, pues estudiar criminología no era nada fácil, luego tendría al maestro de leyes, odiaba a ese profesor, pues le miraba mucho, normalmente no le importaba eso, pero con el era distinto, lo odiaba.
Aparte que ese maestro era muy coqueto con él, siempre al final de su clase, decía que tenía que hablar con él sobre algunos temas de la clase, pero no era así, solo le decía lo bonito que era, y Taehyung estaba aburrido que le dijeran eso. Le pedía su número telefónico y le citaba. Obvio no iba y cuando podía, se escabullía entre los demás estudiantes.
No era por nada, pero sus notas eran muy buenas, y luego, de la noche a la mañana bajo ocho puntos en leyes,¡OCHO PUNTOS!, solo por poner en su lugar a tal maestro, fue el día anterior.
La maestra salió, ni pasó un minuto cuando el maestro de leyes entró.
—Chicos, hoy se irán temprano. —anunció el maestro, todos gritaron emocionados por eso —Pero, me harán un pequeño trabajo.
Todos hicieron un sonido de decepción.
—Harán una exposición, sobre algún casó, ya sea de asesinatos, violación u otro. Para no ser tan malo, será en pareja. —a Taehyung y Jimin les daba igual eso, con tal de que fueran juntos no había problema. —Pero, yo haré los dúos. —Taehyung y Jimin juntaron miradas.
—Jimin y Hoseok. Hyunjin y Yeji —siguió mencionando los dúos, Jimin miró a Taehyung, pero este ahora solo veía al profesor con odio.
Otra razón para odiarlo más.
—Y por último, Taehyung y Seojun. —Taehyung miró en dirección al dicho chico, era el que siempre se le quedaba viendo.
No, no iba a reclamar, no le iba a dirigir la palabra. Y para colmo, era para la próxima semana. Según él, tendría el fin de semana libre, pero ahora tendría que hacer ese trabajo de mierda.
«Maldito viejo, como lo odio» pensó
Sin decir más, salió.
Al igual, todos salieron, prácticamente la mayoría salió ya con su pareja para pasar de una vez a hacer la exposición.
Eso llevaría tiempo, así que busco con la mirada al tal Seojun.
Tendrían que hacerlo juntos, porque él no lo haría solo, pero tampoco le dejaría todo el trabajo a ese chico, no era tan malo para hacer eso.
—¡Seojun! —gritó para llamar la atención de dicha persona.
Éste, cuando le escucho volteó a ver hacia él. Taehyung, aprovechando que Seojun se había detenido, corrió hacia él.
—Ah, h-hola —tartamudeo el chico.
—Mira, no tengo tiempo; sobre el trabajo, no suelo hacerlo con nadie, solo con Jimin, así que, ¿Donde lo haríamos? —dijo sin tener verdadero interés en el trabajo, y con notable apresuro.
Seojun parecía meditar un poco, pero al final solo sonrió —Podría ser en mi casa —Taehyung le vió raro —B-bueno, si te párese.
—Esta bien, páseme la dirección.
El peligris sacó su celular y lo anotó.
Después de darle su dirección, Taehyung se fue, Seojun sonrió, pero no una sonrisa común, sino, una sonrisa macabra.
Lastima que no se viera por su cubrebocas.
—Como odio a ese maldito idiota —dijo mientras busca su ropa.
Jimin rió ante el comentario de su amigo, siempre le decía lo mismo de dicho maestro.
Ya era sábado, y tenían que hacer la tarea.
Y ahí iba, no quería hacer la puta tarea, pero Jimin le había insistido diciendo que no pñodía bajar su promedio.
Pues, Jimin tenía el mejor promedio del salón, con 99.8, luego, estaba Taehyung con su promedio de 98 y por último, Hanna; una chica egoísta, egocéntrica y muy creída, con 96.4
Taehyung la odiaba, en si; el odiaba a todo el mundo.
—Apúrate, llegarás tarde con el chico ese. —le dijo Jimin sacándolo de su propia habitación —Yo también tengo que irme.
—¿Irás a arreglar tu matrimonio con Hoseok?, ¿O le pedirás que vuelvan, que aún lo amas? —bromeó Taehyung ya cerrando su casa.
—Ja, ja, ja, que chistoso —rodó los ojos.
Taehyung sonrió, Hoseok era el ex novio de Jimin. Éstos habían terminado por diferencias de ambos. Una estupidez, según Taehyung.
Después de despedirse, Taehyung se fue en taxi, y Jimin iría con su amor platónico.
Al llegar a la dirección dada, había una casa, un poco grande y algo descuidada. Dudoso, tocó la puerta.
Al hacerlo, el chico pelinegro abrió.
—Oh, hola —saludó Seojun, tenía puesto un pantalón holgado y una camiseta un poco grande para el.
Seojun estuvo unos minutos de silencio, viendo fijamente a Taehyung.
—¿Puedo pasar? —rompió el silencio.
—Ah, s-si claro, p-pasa —se hizo a un lado para dejar pasar a Taehyung.
Taehyung vió el lugar, se miraba más grande por dentro que por fuera. Tenía una sala de estar, aparte una cocina, y otras puertas que supuso eran habitaciones y el baño.
Seojun cerró la puerta, tocando el hombro de Taehyung, para así indicarle que lo siguiera. Después de caminar un poco; llegaron a lo que parecía la habitación del pelinegro.
—Siéntete en casa, ¿Quieres algo de tomar?
—Mmm, ¿Tienes Coca-Cola?
—Claro, regreso enseguida.
Seojun se fue en busca del resfesco.
Mientras Taehyung mira a sus alrededores, la habitación era de color azul claro, tenía una cama algo grande, una mesa de noche con una linterna, un clóset, y aparté, otra puerta según su intuición, podría ser el baño.
—Ten —le entregó su bebida ya abierta.
—Gracias, Seojun.
Éste le sonrió.
—Bueno, sobre la tarea, estuve investigando algunos casos, hubo uno que más llamó mi atención fue el de 2015, un caso peculiar. Un chico psicópata, quien atrapaba a chicos para convertirlos en muñecas de porcelana. Se dice que al principio vigilaba a sus víctimas y... —Seojun se detuvo cuando vió a Taehyung agarrar su cabeza con fuerza.
—Mierda —susurró, su cabeza dolía y su estómago ardía un poco.
Poco a poco, se sintió sin fuerzas, un minuto después cayó desmayado.
Otra vez, su cabeza dolía como el infierno.
No podía ver bien. Y el clima no ayudaba, hacia frío, mucho frío.
—Buenos días, bonito —saludó desde el asiento del piloto. Taehyung estaba amarrado, de pies y manos, mientras su boca era tapada por cinta adhesiva. —¿Dormiste bien? Espero que si, porque el viaje es muy largo; y te necesito despierto.
Se estacionó a un lado de la carretera, se veía bien, no pasaba ni un automóvil, ni motocicleta. N
Al parecer, no era habitada esa zona, pues tampoco habían casas.
Se acercó hacia Taehyung, pero este se removió en su lugar. —No, mejor no. Te quitaría esa cinta pero se que gritaras, así que no —sonrió con burla, Taehyung negó rápidamente. —¿No gritaras? —volvió a negar —Eso espero, por tu bien.
Quitó la cinta de su boca, soltó un gemido de dolor al ser retirado con fuerza. —¿S-seojun? ¿Qué-
—Oh, sí. Aún no me he presentado bien, que maleducado de mi parte. Soy Jungkook, bonito, Seojun ya no.
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