Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

04

• • •


A la mañana siguiente baje las escaleras sin escuchar los buenos días de su parte y por un instante temí haberla asustado con lo de ayer.

Después de todo había visto lo débil y extraño que soy.

Mi estómago gruñía por comida pero las ganas de comer algo se habían ido.

Y de mi bolsillo saqué un cigarrillo que pudiera relajarme de mis pensamientos.

Exhale el humo de entre mis labios sin preocupación de que el olor a cigarrillo se extendiera por toda la casa.

— Al diablo todo, que ganas de morirme de una vez —Proclame sincero.

La tarde transcurrió en el vacío y yo, claro, también con una cajetilla entera de cigarrillos jodiendo mis pulmones. Había olvidado lo bien que se sentía fumar.

En parte pensaba lo bueno que habría sido recibir como mínimo un mensaje suyo diciéndome cualquier estupidez como siempre pero no recibí nada. Era extraño.

Las marcas en mis muñecas seguían doliendo con los roces de mis mangas y picaban demasiado. No me di cuenta hasta que observe mis uñas cubiertas de un poco de sangre, tal vez había estado rascando bastante fuerte.

Fui al lavamanos para retirarme eso de entre mis uñas y escuché el sonido de la llave ingresar en la puerta. Por lo cual me asome y divise a Haneul llegar de su trabajo.

—Hola Yoongi —Dijo cuándo me vio salir del cuarto de baño mientras ella se retiraba sus altos tacones color negro y se desparramaba sobre el sofá —Estoy agotada.

—Bien—No sé porque no podía apartar mi vista de ella. Con sus langas pestañas cubriendo sus ojos y su expresión relajada al haber llegado finalmente a casa.

—¿Pasa algo? ¿Tengo algo en la cara? —Salí del trance al escucharle hablar.

—No, no pasa nada. Solo pensaba —Tomé el último cigarrillo de entre mis bolsillos y lo coloqué en mis labios. Palmee nuevamente mis bolsillos en busca del encendedor pero no lo encontré.

—¿Buscas esto? —Enseño el encendedor.

—Dámelo— Intente arrebatarlo de sus manos pero fracase.

Negó con la cabeza— Pensé que habías dejado de fumar desde hace años.

—Y lo hice pero hay ocasiones especiales.

—¿Especiales?

—Cuando me siento mal, triste.

Suspiro pesadamente observando al techo —Probablemente no te lo tomes muy bien pero quiero que tomes una cita con un psicólogo.

—No lo haré, no lo necesito —Quite el cigarro de mis labios con frustración.

Se levantó del sofá y se puso frente a mí —Esas marcas en tus muñecas no van a parar a menos que hables, que tu saques todo aquello que te perturba.

Me negaba a creer que era cierto lo que decía, que tenía razón. Pero me daba pánico hablar con alguien completamente desconocido de mis problemas ¿Que pasaba si no me entendía?

—Yoongi mírame —Tomo mi cara entre sus manos —Estarás bien, todo estará bien. Porque me tienes aquí contigo.

—¿Y cuándo no estés? Tarde o temprano te vas a ir de aquí y volveré a estar solo, es absurdo que sigas intentando que haga eso.

—Solo inténtalo una vez, juro que solo insistiré esta vez si haces la cita para el miércoles.

Dudaba de si quería hacerlo, de si realmente me ayudaría a entenderme o lidiar conmigo sin tener que castigarme.

Tal vez solo por esta vez lo intentaría.

—Solo si vienes conmigo.

[...]

—Deja de temblar Yoongi, estoy segura de qué nadie te juzgará.

Estábamos caminando en dirección al psicólogo más cercano de por aquí y me tenía de nervios asistir a ese lugar. No pude ni pegar el ojo en toda la semana por las constantes preocupaciones sobre lo que se avecinaba.

—Es por aquí, pase joven —Señalo la recepcionista.

Voltee hacia atrás por última vez viéndole sonreír para darme ánimos y así se cerró la puerta dejándome en compañía de un sujeto con atuendo normal y una libreta.

—¿Usted es Min Yoongi?

—Sí.

"Que lamentable era despertarse sin un motivo para vivir, vagando en las calles sin hacer absolutamente nada para luego volver a casa y enterrarme cual refugio en mis acolchonadas cobijas, deseando no volver a abrir los ojos nunca más. De esa manera como mínimos me alejaría de todo lo que me atormentaba, me destrozaba y hacía todo por disimular que permanecía bien, que todo a mí alrededor estaba completamente bien

Hasta que llegó el momento en el cual me cansé de fingir, me cansé de sonreír y a las pocas horas, llorar hasta desmoronarme en frío suelo del baño, abrazándome a mí mismo dándome ánimo. Mi rutina se volvió aburrida, sin sentido. Me esmeraba en creer que mi trabajo era lo mejor si no quería morir de hambre siguiendo mis verdaderos sueños, tal como me lo recalcaron mis padres hasta quedar tatuado en mi mente.

Y sin soportar un día más dentro de papeles, tinta y horas postrado en una jodida silla, no asistí más a ese trabajo preocupando a algunos amigos que tenía por ahí. Los días se convirtieron en semanas hasta cumplir más de un mes en donde mí día se basaba en quedarme dormido hasta tarde, salir por un café, volver a casa a comer uno de los tantas sopas instantáneas que se almacenaban en mi alacena y no poder dormir hasta altas horas de madrugada mientas mojaba la cubierta de mi almohada, aferrándome a ella como mi salvación, que era lo único que permanecía ahí oyéndome sollozar cada noche en mi notoria depresión. Una que otra vez salía a beber alcohol para alejar aquellos pensamientos pero siempre terminaba llorando recordando lo miserable que me sentía. O fumaba cuando tenía hambre y así se me quitaba el apetito, debido a ello baje varios kilos. Pero no tiene importancia.

Un fracaso sin oportunidades en la vida. Sin algo de que sostenerse, porque mi pasión se convirtió en mis fuerzas y al perderlo me convertí en un simple muñeco que trabajaba para sobrevivir. Y no estaba de acuerdo a volver a esa vida, me moriría si fuera necesario para no volver ahí ni una vez más.

Ayúdeme, no quiero volver a sentirme miserable de nuevo. Odio que la gente me vea llorar. Odio llorar pero lo hago todas las noches."

Cuando llegamos a casa, permanecí en silencio total hasta que ella me pregunto cómo me había ido durante la cita con psicólogo.

Se veía tan emocionada, seguramente por el hecho de que pensaba que todo aquello me había ayudado. No quería fallarle, no quería que su dinero no hubiese valido para nada. Y mentí en su cara.

—Estuvo bien. Me siento mucho mejor, muchas gracias.

Subí a mi habitación inundándome de la oscuridad en ella y finalmente deje escapar mis sollozos al recargarme sobre la puerta.

"—Joven Min, haciendo un análisis concreto sobre todo lo que me ha contado. Esta es una etapa que pasará pronto, usted debe de relajarse, de distraerse haciendo cualquier cosa. Salga con sus amigos y diviértase como cualquier joven, disfrute. 

Y no quiero que tome esto de mal manera, pero no mejorará a menos que intente cambiar esto. Quedarse en casa a llorar no es una solución que lo lleve a su recuperación.

Esto no es un problema grave, ya se le pasara esta tristeza.

—Señor Kim ¿Usted me ha escuchado? Me parece que tengo que tomar alguna clase de medicamento. No puedo permanecer así.

—Lo escuché, pero le está poniendo demasiado a un problema que se resolverá pronto, no lo necesitara. Ande a descansar. Usted confíe en mí."

Corrí hacía el espejo y vi mi reflejo deseando romperlo.

—Así que... ¿Estoy exagerando? —Me pregunté a mi mismo —Porque yo siento que me estoy muriendo por dentro. Pensé que finalmente encontraría una salida.

Pero en su lugar me encontré con un laberinto.

Me reflejaba tan cansado. Pronunciadas ojeras por el insomnio y cada día se volvían más notorias, mis abdominales que antes cuidaba casi siempre yendo al gimnasio habían desaparecido convirtiéndose solo en la obviedad de mis costillas. Siempre en mi vida había sido pálido pero nunca tan pálido como ese reflejo que aún observaba.

Imperfecciones y más imperfecciones.

Estoy tan asustado de ser ese reflejo lleno de inseguridades. Estoy cansado.

Mi llanto pronto se intensificó al borde del colapso y me derrumbe en el piso viendo como mis lágrimas nublaban mi vista, mi respiración era irregular y temblaba con insistencia.

"Le está poniendo demasiado a un problema que se resolverá pronto, no lo necesitara."

¡Al carajo con todo! Grité desde mis adentros, volviendo a cubrir mi rostro con mis manos. Deseando desaparecer.

Y ella no se enteraría.

[...]

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro