Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 22.

—Namjoon, por favor, déjame curar sus heridas —suplicó Jimin luego de que dejaran a _____ descansar sobre el frío suelo de su celda.

A ambos les dolía demasiado verla en aquel estado. La joven había sido casi masacrada frente a sus ojos y era más que evidente que tanto el pelirrojo, como el rubio, querían hacer algo por ella; lo que fuera. Sin embargo, el mayor sabía que si lo hacían, sus cabezas rodarían.

—Lo siento Jimin, pero no podemos.

—No la dejaré así —espetó el menos y corrió fuera de la celda hacia las regaderas que se encontraban más allá de un pequeño y estrecho pasillo a la derecha.

Luego de comprobar que el agua saliera, regresó y pasó, muy suavemente, uno de sus brazos por la espalda de la pelinegra y otro por debajo de sus piernas para cargarla como a una princesa.

Era inevitable que _____ gimiera de dolor en el momento en que otra piel rozó sus heridas, pero el pelirrojo sabía que de alguna forma tenía que levantarla para sacarla de ahí.

—Vete si no quieres tener problemas —le aconsejó al rubio que lo miraba perdido, teniendo un conflicto interno dentro de su cabeza y su corazón.

Con cuidado, caminó hacia las duchas y sentó a la mujer en el suelo para luego abrir la llave, dejando que agua helada cayera sobre los hombros de ambos.

De nuevo, un débil quejido salió de entre los labios de la pelinegra al sentir como el agua parecía quemar sus heridas. Muchas aún no dejaban de sangrar, pero poco a poco al dolor desaparecía junto con la sangre que se escurría por su piel, hasta manchar el suelo enlosado y algo resquebrajado.

—Soy el peor amigo del mundo —murmuró Jimin, con lágrimas acumulándose en los ojos mientras comenzaba a quitar el sostén de la pelinegra para lavar suavemente su espalda con la yema de sus dedos, tan delicadamente como si estuviera acariciando un frágil adorno cristal de alto valor.

Ella lo miró por sobre sus hombros, no hizo más que eso porque simplemente no sabía que decir. No entendía por qué el menor se torturaba con esos pensamientos. Si había alguien que era un pésimo amigo, era ella. Ella quien los había abandonado y formado su propia familia, sin siquiera mirar atrás; sin siquiera pensar en ellos.

—Jimin...

—Debí detenerla —susurró entre dientes y golpeó el suelo con fuerza, atacándolo con sus manos hechas puño —. Iba a matarte.

—Deja de culparte —se giró, cubriendo sus pechos y acarició dulcemente la mejilla del menor antes de depositar un casto beso en ella.

Besó dos veces más sobre las lágrimas que comenzaron a caer de los pequeños ojos de su amigo y lo abrazó con fuerza al no poder verlo más así. _____ no solo era una máquina de matar, también tenía un corazón; uno muy frágil, más cuando se trataba de sus amigos.

—Yo también pude haberla matado, pero ambos sabemos que no hubiera sido buena idea teniendo a tantos Mikage de espectadores.

Jimin soltó una pequeña risilla entre lágrimas y asintió, descansando su frente en el hombro de la contraria. En verdad la había extrañado demasiado. Su calor, sus abrazos, sus dulces palabras que pocas veces llegaban, pero cuando lo hacían, le daban una inmensa paz a su alma que en estos momentos tanto necesitaba.

Se recordó junto a sus seis amigos y a la pelinegra hace tantos años atrás. Mucho antes de tener su primera misión juntos, ellos ya se conocían de pies a cabeza, los defectos y virtudes del otro, sus días malos y buenos, las locuras que eran capaces de cometer; todo.

Suspiró pensando en que daría lo que fuera por regresar a aquellos tiempos sin importar el precio que tuviera que pagar. Solo con ver a Jungkook jugarle una de sus tantas bromas y a Yoongi rapear bajo un árbol mientras él tonteaba con los demás. Sí, sin duda daría lo que fuera por ello. Pero ahora, era por ellos que estaba dispuesto a sacrificar su vida. No quiera que la muerte de su menor y mayor haya sido en vano. Quiere proteger a sus amigos y _____ era uno de ellos. Ren... bueno, tenía que aceptar la elección que había hecho la joven. Ella lo amaba y tenía que aceptar eso. Todos debían hacerlo, incluso Jin.

Suspiró una vez más y miró a la joven, apenado cuando se percató de la situación en la que se encontraban. Carraspeó rápidamente amenazándose el mismo de que si se le ocurría bajar la mirada a los pechos de la contraria, se arrancaría los ojos.

—Tengo que decirte algo —le susurró apenas, por si Namjoon aún seguía cerca.

______ lo miró unos eternos segundos antes de asentir, esperando a que el pelirrojo continuara con lo que tuviera que decir.

—Mañana nos llevaremos a Ren.

Al momento de que esas palabras salieron de su boca, un horrible escalofría recorrió la espina dorsal de la mujer que tuvo que apoyar ambas manos en el suelo para no caer por completo. Después de todo, sí tenían a Ren y si Jimin había dicho que se lo llevarían, eso significaba que Jin tenía planes para él; planes que sin duda no serían nada buenos.

Lo último que quería era que Ren también pasara por algo así y lo peor de todo era que sabía que no se salvaría, conociendo a Jin y lo que era capaz de hacer por venganza. Desde el momento en el que había vuelto a ver esos ojos cafés, supo que aquel sujeto ya no era su amigo. Tenía una mirada tan fría, tan vil, justo como la que Nubia, Aron y JR le daban a ella.

—No dejaré que le pase nada —volvió a hablar el menor, haciendo que _____ lo mirara más que cohibida. Frunció su entrecejo y desvió su mirada pensando que qué locura podría querer intentar aquel pelirrojo, pero aún más, se detuvo a pensar por qué quería hacerlo. Por qué proteger a Ren.

—No entiendo —habló, volviendo a elevar su mirada hacia sus tiernos ojos —. Jimin, por su culpa y la mía Jungkook y Yoongi están muertos. Por nuestra culpa medio clan Mikage desapareció. Por nuestra culpa... —apretó sus puños con fuerza, sintiendo impotencia tras soltar cada palabra —... por nuestra culpa Jin se convirtió en lo que es ahora; un maldito —espetó y apretó sus dientes para no llorar.

Jimin sonrió con tristeza y acarició la mejilla de la pelinegra antes de deslizar su mano hacia el mentón de la contraria y empujarlo suavemente para que subiera su mirada.

—Nunca dudes de lo que estoy por decirte, ______ —sonrió aún más, acariciando su labio partido con delicadeza —. Fuiste, eres y siempre serás una de mis mejores amigas. Una de las que se merece el título de hermana —la pelinegra sonrió, ya sin poder contener sus lágrimas —. Y no debería decirte esto aún, pero... los salvaremos a todos. A ti, a Mino y también a Ren.

—¿Por qué?

—Sabes —comenzó a hablar, ignorando su pregunta —. La primera vez que le llevé de comer a Mino... —limpió las lágrimas de su mejilla y la miró sonriente —. ¿Quieres saber lo que me dijo?

La pelinegra asintió con el corazón oprimido al pensar una vez más en su pequeño.

—Me dijo: gracias por la comida, señor.

______ rio y sollozó a la vez, sintiéndose tan orgullosa de su niño. Hasta con los hombres malos era un sol.

—En ese momento pensé: ningún niño en el mundo se merece estar pasando por algo así, menos alguien tan dulce y educado como él —Jimin sonrió al recordar aquel día —. No conozco mucho a Ren, pero sin duda pude ver su vivo reflejo en Mino. Sin embargo, había algo que me decía: sí señores, él tiene la poderosa mirada de _____ Mei Yenaid. Esa mirada que podía hacerte sentir tan vivo y en solo un segundo, en el mismísimo infierno.

Ella sonrió recordando cuantas veces se lo había dicho Vernon. Quizás, en cada ocasión que peleaba con su hijo solo para ver sus tiernas mejillas infladas y esos pucheros tan malditamente adorables que casi podían matar de la ternura.

—La camioneta saldrá a las cinco am —dijo, retomando el tema anterior —. Yo seré la custodia de Ren, así que aprovecharé para llevármelo lejos. Sé que soy uno contra muchos Yenaid, pero... tomaré el riesgo.

—No tienes que hacerlo —murmuró _____, aferrándose a su camisa, casi suplicándole que no hiciera tal locura —. Yo saldré de aquí, así sea sola e iré por Mino y por él.

—Claro que tengo —sonrió apenas —. Él me pidió que me encargara de Ren porque no podía preocuparse por todos. Yo le dije que quería hacer algo por ti y esta es mi forma de hacerlo.

—¿Él? —se preguntó la joven, en voz alta.

Jimin asintió.

—No puedo decirte quien es, pero me juró que sacaría a Mino de aquí y que no te dejaría atrás.

—Anónimo —masculló ______ y el pelirrojo asintió una vez más.

Ahora más que nunca se preguntaba quién podía ser esa persona que estaba dejando todo para salvarlos. Era una locura, sin duda debía ser alguien que había perdido la cabeza.

—¿Cuánto tiempo piensas tenerla ahí? —preguntó Namjoon, apareciendo repentinamente.

Ambos jóvenes se sobresaltaron de tal manera que hicieron soltar una pequeña risilla al rubio de mirada fuerte.

Namjoon apretó sus ojos con fuerza luego de cerrar el pase del agua y tener una perfecta vista de la espalda de la joven y de las horribles marcas en carne viva que decoraban toda su extensión. En verdad no terminaba de creer cómo fue posible que ella soportara tanto y que el castaño de su amigo y ahora jefe, no hubiera intervenido antes para detener a Nubia.

Se inclinó junto a la pelinegra y con sumo cuidado, dejó descansar una toalla sobre sus hombros para luego ayudarla a ponerse de pie. Como si de un padre se tratara y sin importarle verla casi desnuda, comenzó a secar su cuerpo y su espalda, dando suaves y lentos toques en esta última. Una vez terminó, le tiró la tela al menor para que también se secara y pasó a terminar de desvestir a la joven.

En el instante en que las manos del moreno desabotonaron sus pantalones, _____ se estremeció hasta los huesos y dio un paso hacia atrás por acto reflejo. No era que no confiera en él, pero... bueno, en realidad, a estas alturas ya no sabía en quién confiar.

—Tranquila, no te haré dañó —habló con esa voz calmada y profunda que tanto lo caracterizaba.

Tomó aquella tela que tenía por sobre los hombros y la desdobló frente a los ojos de la joven para mostrarle que se trataba de un overol que pensaba ponérselo.

______ lo miró por unos segundos y luego avanzó ese paso que había retrocedido, solo para hacerle saber que estaba dispuesta a cooperar. Por su parte, Jimin rápidamente se cubrió los ojos como un niño pequeño cuando vio a la pelinegra solo en ropa interior. O bueno, parte de ella.

—Con cuidado —susurró Namjoon al momento en que tenía que ayudar a _____ a meter sus manos en las mangas.

La tarea no había sido nada fácil y se había llevado más de un quejido provocado por los roses de la tela contra su piel, pero al final _____ pudo sentirse un poco mejor al liberarse de ese gran ardor que parecía quemarla.

Con cuidado, Namjoon la llevó a su celda, dejándola descansar en el frío suelo. Quería hacer algo más por ella, quizás darle algo cálido sobre lo que pudiera dormir o un poco de comida para que no muriera de hambre, pero eso ya sería tentar a la suerte.

—Gracias —habló _____, casi de forma atropellada cuando vio al rubio salir de su celda sin decir ni una palabra más.

Éste la miró por sobre sus hombros y le giñó un ojo en respuesta, tomando a su menor del brazo para que avanzara a su par. No quería detenerse en pláticas que podrían hacerles perder el tiempo y arriesgarse a que otros los vieran allí, ayudando a la mujer.

—Jimin.

El pelirrojo lo miró luego cerrar perfectamente aquella puerta de hierro y de revisar que nadie estuviera circulando por los pasillos de los alrededores. Si alguien lo veía así, todo mojado y luego a ______ cambiada, tendrían muy serios problemas.

—Mañana es el día. Asegúrate de hacer las cosas bien y salvar a Ren.

Asintió más que seguro y se separó de su mayor, tomando el camino de la derecha que lo llevaría a las recámaras.

—¡Y Jimin...! —volvió a hablar Namjoon, sintiendo un pequeño nudo en su garganta cuando el menor lo miró tan inocentemente como siempre lo hacía —. Por favor, no mueras.

El nombrado no hizo más que asentir en respuesta y continuar con su andar. Claro que no tenía pensado morir, pero también era consciente de que no podría impedirlo si las cosas salían mal.

—Adiós, Namjoon —murmuró, apretando la toalla con fuerza —. No dejes que _____ muera aquí. 


..................

A ver, a ver, a ver... 

He leído todos sus comentarios. No les diré que están ni cerca ni lejos de acertar. Solo les diré que anónimo no es Nubia :v 

Ahora, ya en serio. Les daré las opciones a elegir. Anónimo es: 

>Aron

>JR

>Namjoon

>Taehyung (no se me olviden del alíen :'v )

>Jin (chiste, él no es xD)

>J-Hope

Y creo que ya no me olvido de nadie. 

Ahora bien, el primero en comentar y adivinar, será la persona que gane. Para explicarme mejor: no importa si son el tercer, cuarto o quinto comentario, mientras sean la primera persona en decir: Jin es anónimo, será quien gane. 

Que la suerte los acompañe mijos :v El lunes sabrán quien ganó. 

Los que también adivinen pero no hayan sido el primero, igual los etiquetaré dentro del capítulo ewe

Nos leemos <3 

#Por cierto, olvidé decirlo. Solo pueden elegir a uno de los chicos. Si logran acertar pero eligen a más de uno, no valerá su comentario.#

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro