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Esto no tenía sentido.
¿Por qué estaba aquí?
El psicólogo solo me veía, esperando a que dijera algo.
¿Qué iba a decirle?
"Señor, creo que usted es un imbécil y odio a mi fisioterapeuta"
La sinceridad siempre era lo mejor. ¿No?
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