26
Mi hermano mayor no pasaba mucho tiempo en la casa, pero cada vez que pasaba por aquí, intentaba animarme.
Nunca le gustó jugar videojuegos conmigo y ahora parecía eso era lo único que le interesaba hacer. Incluso con su mueca de indiferencia, comenzó a pasar cada tarde por la casa. Aceptaba cuando le decía que no estaba de humor para jugar, pero volvía al día siguiente a intentarlo.
No presionaba, no insistía.
Pero al menos él era el único que no me veía con una mueca de lástima en sus ojos.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro