21
—Axel...
—No.
—Pero, hijo...
—No.
Mamá quería que me mudara junto a ella nuevamente. Era lo más lógico, necesitaba cuidados y tener a alguien cercano en caso de emergencias. La herida comenzaba a mejorar y ya debía abandonar el hospital. Luego de tres semanas, cualquiera creería que estaría feliz de volver a casa.
Pero yo no vivía con mi madre desde hacía un año. Ya no consideraba esa mi casa.
Lexy y yo habíamos rentado un apartamento para ir a la universidad.
Ahora no tenía ni cómo trabajar para pagarlo.
—Irás a vivir conmigo quieras o no, Axel Deving.
Ya lo sabía.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro