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Capítulo 1: " Te encontré "

Era una bella tarde de primavera. Los parques llenos de niños jugando con sus perros y cometas, las calles perfumadas por las flores de los jardines y floristerías, el bullicio de la multitud caminando en varias direcciones como hormigas descarriadas, excepto una solo persona, una chica de cabellera negra, que resaltaba dos hermosos ojos marrones. La joven vestía muy elegante, utilizando un llamativo vestido rojo que terminaba a medio muslo y zapatos de tacón que hacían juego con su vestimenta, acompañado de unos labios llamativos por su color rojo. Esta chica era Emily Lewis, que parecía haber encontrado su objetivo entre la multitud, a través de la cual se abría paso utilizando sus codos como guadañas y lanzando gritos como una sirena de policías _ ¡Matthew!, ¡Matthew!

Matthew era un chico alto, de cabello negro, ojos oscuros como la noche que adornaban un rostro de facciones masculinas. El chico poseía una tes blanca y su cuerpo estaba atléticamente moldeado, marcando cada músculo por encima de la ropa. El joven no escuchaba a Emily, estaba usando los audífonos blancos que ella misma le había obsequiado en su pasado cumpleaños, escuchando la canción Stronger de Kelly Clarckson, una canción que lo ayudaba a levantar sus ánimos y sacar fuerzas de donde no las hay para seguir adelante. De pronto el chico siente como la música se alejaba de él, como si fuese arrastrada y consumida por el ruido de los autos y las múltiples conversaciones de las personas a su alrededor. En un instante se volvió para ver quién era el atrevido que osó quitarle sus audífonos justo cuando venía su parte favorita de la canción.

_ ¡Hey!, ¿qué estás? _ exclamó el muchacho alzando un poco la voz mientras giraba en sí para requerir al supuesto desconocido, pero no pudo terminar su frase la cual terminó con una sonrisa al visualizar la cara de Emily, su mejor amiga, la cual conocía hacía tan solo dos años desde que vino a vivir con ella y su abuelo al fallecer su abuelo paterno, el único familiar que le quedaba. Matthew y Emily desde entonces decían que eran hermanos.

_ Emily _ sonríe el chico.

_ ¿A dónde vas? _ preguntó la chica.

_ Voy a trabajar. Hoy tengo varios encargos que entregar y luego de eso, me espera mi amigo el fregadero, con el resto de sus colegas _ decía Matthew en tono burlón.

_ Vaya parece que es una fiesta, ¿puedo ir? _ decía Emily siguiendo el juego de Matthew. Ella sabía que él le estaba hablando de su trabajo en el pequeño restaurante de su abuelo que llevaba por nombre Paul Bocuse, en honor al famoso Chef francés,  situado cerca del Cadman Plaza Park.

_ ¡Claro! _ exclama Matthew en un tono irónico pero divertido _ y te presentaré a mi mejor amigo el caldero, es todo un caballero _ ambos chicos estallaron en risas  mientras se escuchaban diciendo disímiles de tonterías para pasar el rato mientras Matthew llegaba a su trabajo y por lo visto Emily tenía planeado acompañarlo en su jornada laboral.

Matthew y Emily entran al Paul Bocuse Restaurant por la puerta de servicio encontrándose con la gran mayoría de sus compañeros de trabajo _  ¡hola chicos! _ voceó Matthew con entusiasmo. Emily que ya era una amiga del equipo de trabajo también saludó a todos, mientras que se arrimaba a ellos un tsunami de saludos por parte de los empleados.

Matthew antes de ir a los vestidores para cambiarse de ropa divisó a Carmen una de las cocineras ayudantes y maestra. Ella estaba usando su gorro de chef y su blanco delantal, en una esquina de la mesa central cortando varios tipos de carnes. El chico se acerca a prisa y al llegar le da un beso en la mejilla. Matthew la consideraba como su segunda madre, pues desde que llegó al restaurante ella se preocupó mucho por él y lo ayudó a adquirir habilidades en la cocina, además de salvarle el pellejo unas cuantas veces cuando llegaba tarde al restaurante por estar realizando otros trabajos para buscar más dinero, vale mencionar que Carmen es la esposa del Señor Lewis, el cocinero jefe y dueño del local, que a pesar de ser un poco gruñón tiene muy buen corazón.

El Señor Lewis era el mejor amigo del abuelo de Matthew, ambos estudiaron juntos en la academia militar, Lewis sufrió mucho con la muerte del padre de Matthew por lo cual se brindó para ayudar a su amigo a descifrar la verdad y vengar a su fallecido hijo. 

_ ¡Matthew!  _ reaccionó Carmen al sentir el beso en su mejilla, levantando la vista hasta cruzar su mirada con la del joven _ llegaste con mucha energía, eso es bueno hoy tenemos mucho trabajo. Adelantate a la oficina de Lewis, él quería verte _ le decía Carmen a Matthew con una disimulada alegría.

El joven se adelanta en ir a la oficina del señor Lewis, seguido por Emily luego de que la joven besara a su abuela. Al entrar ambos chicos ven al señor Lewis de pie junto a las ventanas, con las manos colocadas en la espalda como un jefe militar. Los jóvenes se acercan, dando cautelosos pasos hasta detenerse frente al inmenso escritorio de caoba que adornaba la pequeña oficina. El señor Lewis se voltea lentamente mostrando un rostro abatido, preocupado, pero a la vez vengativo. El anciano extiende su mano y saca de la gaveta superior del escritorio un sobre amarillo depositándolo sobre el escritorio mientras observa fríamente a Matthew.

_ ¿Qué es esto? _ pregunta el chico por pura cortesía, Matthew sabía que dentro de ese sobre estaba la información que había estado esperando durante los dos últimos años de su vida.

Matthew se adelanta en abrir el sobre mientras escuchaba al señor Lewis hablar _ ya es hora. Mi amigo me acaba de informar que Edward O'Connell está de vuelta en la ciudad para tomar el mando de Golden Empire y junto a él acaba de llegar John Farrell.

_ John Farrell, el amigo de mi padre _ Matthew toma una foto del sujeto de entre el sobre amarillo, junto a la foto habían un manojo de hojas presilladas que contenían la mayor cantidad de información sobre este señor.

_ Exacto, ahora solo debemos lograr que puedas reunirte con él. ¿Aún tienes el collar de tu abuelo? _ pregunta el señor Lewis.

_ Si aquí está _ indica Matthew mostrando su cuello _ el señor Farrell se encarga de la seguridad de Golden Empire, y solo se deja ver en los eventos oficiales, no hay ninguna rutina ni número de celular, tampoco redes sociales. ¿Cómo llegaremos a él?_ detalla el chico analizando sus probabilidades de contactar con él. 

_ Recuerda que es un ex-militar. ¿Qué esperas?, que actualice su estado en Instagram cómo un adolescente cada cinco minutos. Estoy seguro que tiene cuentas pero todo debe estar relacionado con su academia de guarda espaldas, para llegar a él solo debemos entrar en la academia _ la opinión del señor Lewis era sólida y sustancial pero solamente Matthew le prestó atención.

_ Hombres _ suspira Emily _ solo utilizan su cerebro para pensar en chicas y dar golpes.

_ ¿A qué te refieres? _ indagó Matthew.

_ Mientras ustedes debatían sobre John Farrell buscando una forma de entrar en su academia para encontrarlo, yo encontré otra forma de contactar con él _ detalla Emily orgullosa.

_ Muestranos el camino entonces querida _ dice el señor Lewis.

_ Esta noche es la fiesta de bienvenida de Edward O'Connell _ dice Emily.

_ Él es el hijo de George O'Connell, el heredero de la empresa _ murmura Matthew.

_ Vaya eres súper inteligente nunca lo hubiese descubierto _ sonríe la chica contagiando a Matthew.

_ Dejen de jugar, esto es serio Emily _ el señor Lewis no tenía un gran sentido del humor _ ¿Cuál es tu plan?

_ Es una fiesta, hay chef invitados y camareros. Solo tenemos que colarnos en la fiesta y Matthew tendrá la oportunidad de hablar con el señor Farrell _ aparentemente el plan de Emily parecía sencillo, solo faltaba un detalle.

_ ¿Cómo entramos a la fiesta listilla? _ preguntó Matthew.

_ Muy fácil, ya lo hice. Me infiltré en la base de datos de The Pierre A Taj Hotel _ Emily utilizó un acento llamativo para mencionar el nombre del reconocido hotel, tal y como lo haría la altísima élite de la ciudad.

_ ¿Estás de broma? _ dice Matthew acercándose para observar la pantalla de la laptop de Emily.

_ Lo siento por el señor Hinkle y sus hijos pero no podrán asistir a la fiesta, nosotros tomaremos su lugar _ Emily sonríe.

_ Si nunca te e dicho lo bueno que es tu dominio de la tecnología, en hora buena hija mía _ el señor Lewis orgulloso de su nieta le da un elogio acompañado de unas palmaditas  en el hombro.

_ ¿Por que te incluyes? _ bromea Matthew.

_ Gracias a mi vas a conocer al señor Farrell y como recompensa por eso yo iré a ver a Edward O'Connell _ Emily suspira de emoción al tener la oportunidad de conocer en persona al heredero más codiciado de Nueva York.

_ Te estaré vigilando jovencita. Lo más cerca que estarás del señorito O'Connell será fregando su copa _ dice el celoso abuelo.

_ ¡Abuelo! _ protesta Emily.

Matthew estalla en carcajadas, disfrutando el momento de tortura de su amiga _ vamos ya es casi la hora de que el personal de servicio este en el Hotel.

_ Esta noche comenzaremos la venganza de tu padre Matthew, a partir de ahora debes enfocarte solo en conseguir la verdad _ el señor Lewis coloca su mano en el hombro de Matthew dándole ánimos para seguir con el peligroso rumbo que su vida estaba tomando.

El prestigioso Pierre A Taj Hotel lucía radiante, lleno de luces por todas partes, frente al cual los lujosos autos de los reconocidos empresarios se amontonaban en filas esperando su turno para que sus dueños se adentraran en el Hotel. El Gran Ballroom del hotel con su estilo victoriano de numerosos candelabros cristalinos, fue meticulosamente decorado para la ocasión. Las mesas fueron cubiertas por manteles blancos, y cada una con una bien tallada figura de cisne hecha de puro hielo en su centro como adorno. Los cubiertos dorados haciendo juego con las esbeltas sillas que se amontonaban alrededor de las mesas adornadas con cintas blancas. Y como música de fondo, un enorme y lujoso piano de cola hacía de las suyas bajo las mágicas manos de un joven pianista.

Matthew y Emily con sus vestidos de camareros resaltando el rojo vino, blanco y negro, se paseaban entre la multitud, casi danzando para mantener el equilibrio mientras transportaban las plateadas bandejas con el Champán de los invitados.

_ ¿Has visto al señor Farrell? _ pregunta Emily.

_ No. Aún no _ responde Matthew.

_ Esto es estresante, no aguanto más a estas estiradas señoras con sus ridículas risas por comentarios sin sentido. Realmente deben tener una vida bien aburrida para solo enfocarse en puro chisme. Creo que voy a vomitar _ comenta Emily mientras observa con desagrado su alrededor.

_ Pensé que estabas a gusto. ¿Esta no es la vida que quieres? _ bromea Matthew.

_ De esta vida solo quiero el dinero, a mi dejame con mi cerebro y mi laptop, el resto se lo dejo a ellas _ Emily carga su bandeja nuevamente de copas y antes de marcharse siente como la música se detiene y una voz anuncia la llegada de la familia O'Connell.

_ ¡Atención por favor! Me complace presentarles la llegada del invitado de honor y los anfitriones de esta velada. Con ustedes la señora Rose O'Connell _

Las enormes puertas del salón se abrieron, a través de ellas apareció Rose, como todo una reina. Luciendo un hermoso bestido azul intenso, adornado con piedras azules que hacian ciluetas en la parte de la cintura, mientras se alzaban formando rosas en la parte superior del bestido, marcando un corte en V que se ajustaba con cintas en la parte alta de los hombos. El vestido dejaba un desnudo cuello que para la edad de Rose aún lucía llamativo. Un plateado y fino collar a juego con un brasalete y dos pequeñas rosas platedas llenas de pequeños diamantes completaban el conjunto. El alto peinado de la dama tan elegante era muy llamativo, pero no más que su pulcra sonrisa. Rose caminó con gracia hasta llegar a la primera mesa donde espero paciente.

_ Ahora con ustedes nuestra hermosa Vanessa O'Connell _

Vanessa al igual que su madre escogió un elegante vestido que alternaba el encaje azul con tul, terminando en una cola que rosaba el suelo, pero la parte delantera mostraba unas sensuales piernas dignas de la modelo estrella del Golden Empire. Los zapatos de tacón de cincuenta centímetros hacian de Vanessa la mujer más vistosa de la noche. Su cabellera dorada ondeaba con la brisa que entraba por las ventanas, distribuyendo una agradable fragancia a jasmín. La chica de ojos azules caminó hasta llegar junto a su madre donde mantuvo una refulgente sonrisa para las cámaras.

_ Luego de dos largos años de estudio en el exterior y ahora graduandose con honores, regresa el heredero del Golden Empire _

_ Edward O'Connell _ susurró Emily.

A través de las puertas cruzó un chico alto, de rubia cabellera bien acomodada, con ojos azules como safiros, una mirada seductora y angelical sonrísa. Su vestimenta jugaba con los matices negro y blanco, utilizando un elegante esmoquin hecho exclusivamente para él. El joven se acerca a Rose y Vanessa y saluda a los invitados. El salón estalla en aplausos y suspiros, todas las miradas estaban sobre él, el nuevo dueño de la empresa de marketing más poderosa de Nueva York. Un sin número de ideas recorrieron el lugar, sobre todo las ideas de matrimonio. Cada empresario comenzó a trasar su planes de captura de este chico, quien se había convertido en la cereza del pastel. Pero no todos pensaron en obtener parte del Golden Empire a través de una boda, alguien quería todo, y para obtenerlo tanto Edward como su madre y hermana debían morir.

_ ¡Te encontré! _ gritó Matthew.

_ John Farrell _ afirmó Emily.

_ Exacto, es hora de actuar _ Matthew comenzó a moverse en dirección a Farrell, solamente pensando en que por fin podría vengar a su padre.

_ ¡Eh muchacho! ¿A dónde crees que vas? _ un señor de unos cuarenta años detuvo a Matthew, por su cara parecía estar un poco molesto.

_ ¿Yo? _ el chico se hace el atontado.

_ Quién más podría ser, deja de olgazanear y trabaja, a la familia O'Connell le servirán otras personas. Ningún muerto de hambre como tú tiene derecho a tocar la copa de la cual ellos beben. Ahora alejate de ellos _  las palabras de aquel hombre fueron crueles.

Matthew apretó el puño que estaba libre, solo quería golpear la cara de ese sujeto y dejarle unas buenas marca pero no era el momento. El chico se relajó, asintió con la cabeza y regresó. Emily lo interceptó en medio del salón.

_ ¿Qué sucedió? _ preguntó la chica.

_ Parece que la familia O'Connell tiene sus propios camareros _ afirma Matthew.

_ ¡Estás de broma!, estamos en un evento público _ protesta la chica.

_ Algo raro pasa en esa familia _ Matthew mira nuevamente a donde una vez estuvo John Farrell _ desapareció.

_ ¿No puede ser posible?, hace unos segundos estaba allí _ Emily estaba desconsertada, hacía tan solo dos segundos que había volteado su rostro y su presa ya se había esfumado.

_ Búscalo por aquella parte yo iré por aquí _ ordena Matthew.

_ Disculpe señorita, usted a sido elejida para servirle a la familia O'Connell acompañeme por favor _ dijo un señor de cabello ceniso que por su ropa debía ser el gerente del Hotel.

_  ¿Yo? _ dice Emily sorprendida mirando a Matthew.

_ ¿No está de acuerdo? _ pregunta el señor.

Rápidamente Matthew le lanzó una mirada devastadora que ubicó a Emily en la respuesta que debía dar.

_ Por supuesto... si... cómo no voy a querer. Pongámonos en marcha _ disimuló la joven.

Emily fue llevada a una mesa que estaba bien escoltada, allí estaban las copas, vinos, manjares y demás utencilios que la familia O'Connell necesitaría. La chica sigue las instrucciones y comienza a llevar las primeras copas de Domaine de La Romanée-Conti para la familia. La primera en tomar su copa fue Rose, Emily quedó sorprendida por su elegancia. Vanessa le dibujó una leve sonrísa en agradecimiento mientras Emily aprovechó para repasar con la vista el vestido de la joven. Al llegar a Edward la inexperta camarera entró en una crisis de nervios, no podía creer que tubiera delante al soltero más codiciado de la ciudad. Emily estaba atontada, el solo ver aquellas delicadas manos e inhalar el perfume tan varonil de Edward era suficiente para hipnotizarla.

_ ¿Estás bien? _ pregunta Edward un poco acomplejado por la forma en que Emily lo observaba.

_ Si... si... si... Estoy bien, vaya que linda camisa _ Emily luego de que Edward tomara su copa se retira sonrojada del área VIP de la fiesta.

_ ¡Que bonita camisa!, no pudiste pensar en nada más. Hay Emily ahora pensará que eres un bicho raro _ la chica se regañaba en secreto, sin la más mínima intensión de voltear a mirar a Edward. De pronto Matthew pasaba frente a ella y vino a su mente una cuarta figura que vio tras Edward.

_ ¡Hey!, ¡Matthew! _ gritó Emily.

_ ¿Qué sucede? _ preguntó Matthew.

_ El señor Farrell está en el corredor detrás de Edward _ afirmó la chica.
_ ¿Cómo llego hasta él?, no puedo pasar a esa zona _ rectificó Matthew observando a Edward.

_ Yo me encargo _ Emily se dirige al señor de cabello cenizo _ disculpe señor, necesito salir un momento a tomar aire, estoy embarazada y estoy un poco mareada, mi esposo tomará mi lugar hasta que vuelva.

_ ¿Cómo que embarazada? y usted, ¿no le da vergüenza hacer que su esposa trabaje estando embarazada?. Mi niña que esposo te has buscado, vamos te acompañaré. Tú toma su lugar y cuando regrese tendremos una seria conversación jovencito _

Matthew se quedó perplejo, en la vida lo habían abochornado tanto como en ese instante. Por primera vez no tenía respuestas para defenderse. Emily lo había ayudado pero al costo de ganarse un buen sermón luego del trabajo. Matthew aprobecha y se dirige rumbo a la familia O'Connell buscando la forma de llegar a su objetivo. El joven toma la botella de vino y se dirige a llenar las copas de Rose y Vanessa que estaban practicamente vacías. Al llegar se percató que el ambiente no era agradable, habían dos señores conversando con la familia. Uno de ellos guardaba similitud con los muchachos, los mismos ojos azules y los cabellos rubios, Matthew juraría que ese señor podría ser el padre O'Connell pero ya sabía que estaba muerto. El otro señor tenía un aspecto más grotesco y vulgar a pesar de todo el lujo que tenía en su cuerpo. Matthew se acercó y lentamente comenzó a llenar las copas evitando interrumpir en la conversación.

_ Entonces tu sobrino será el nuevo dueño de Golden Empire, una noticia fabulosa. Estoy ansioso por hacer negocios contigo Edward _ dijo el señor Holland.

_ Así es, mi sobrino cumplirá el sueño de mi hermano, continuar con el negocio familiar y mantener el prestigio de Golden Empire _ lo secundó el señor de cabellera rubia.

_ Solo haré lo que esté en mis manos tío Nicolas _ responde Edward.

_ Siempre me dices tío Nicolas, solo dime Nicolas o Nick como tu padre, tampoco es que tengas muchos tíos _ bromea Nicolas arrebatando las risas en el grupo.

_ Creo que el Golden Empire es una fuerte empresa, si el accidente que le provocaste a tu padre no la destruyó nada lo hará _ el señor Holland lanzó un comentario que puso fin a la risa.

Edward ensombresió el semblante, apretó los dientes y cerró sus puños. La sangre le hervía dentro de las venas y en esos instantes solo quería borrarle esa expresión estúpida del señor Holland a base de golpes.

_ Golden Empire siempre a estado en la sima y ahora con Edward dirigiendo la empresa sin didudas los resultados seguirán siendo los mejores _ dice Rose.

_ No se si lo sabe pero el accidente de mi padre fue por problemas del auto, no de mi hermano _ alega Vanessa.

_ Lo siento mucho no quice ser grosero, es que uno escucha muchas cosas en los pasillos ustedes saben como es este mundo _ continúa el señor Holland haciendo de las suyas.

_ Creo que no debería hacer caso a los rumores, la mayoría solo son chismes _ dice Nicolas defendiendo a su sobrino.

Edward irritado da un paso al frente con la vista fija en el regordete rostro del señor Holland, buscando el lugar exacto para aterrisar su puño. Matthew que comprendía a Edward decide intervenir para evitar un escándalo y buscar la forma de llamar la atención de Farrell. La mejor idea que se le ocurrió a Matthew fue echarle encima a Edward una copa de vino.

En medio de aquel incomodo ambiente aquella copa de vino fue refrescante, detuvo los comentarios y desvió la ira de Edward sobre Matthew.

_ Eres estúpido, no ves que acabas de arruinar un piesa única en el mundo, ni con el salario que ganas en un año podrías pagarla idiota _ dice Edward a regañadientes.

_ Edward cariño recuerda que hay reporteros y eres la estrella de la noche _ detalla Rose manteniendo una sonrisa de no pasa nada.

_ ¡Está bien!, te salvas que no trabajas para nosotros o de lo contrario estubieras despedido. Ahora regreso iré a lavarme _  Edward se volteó y salió rumbo a los baños.

_ Regresa a tus lavores y disculpa los modales de mi hijo _  se disculpa Rose por el incidente.

Antes que Matthew pudiera voltearse Farrell llegó a su lado. El señor no le dio tiempo a que dijera media palabra, solo lo miró como si fuera un insecto y le dio una orden _ lleva esta ropa a Edward al baño asegúrate de que se cambie. Grayson acompáñalo. Señora Rose, creo que llegó la hora del anuncio oficial.

Matthew fue casi empujado de aquel lugar, escoltado como un esclavo en busca del principito mimado para cambiarle el vestido. La realidad era otra muy diferente a la que Matthew pensaba, lejos de ser un principito malcriado Edward era solo un chico que cargaba la culpa de haber matado a su padre. El joven estaba devastado, a pesar de lucir perfecto por fuera estaba vacío en su interior, tantos años recordando que indirectamente era un asesino fue envenenando su alma. Edward detalla su rostro en el espejo, observando sus lágrimas. En un minuto el chico recuerda como en el auto estaba jugando con su padre y lo distrae tirando de él con sus manos mientras el padre intenta mantener el equilibrio del auto, segundos más tarde solo recuerda el rostro de su padre envuelto en sangre, observándolo fijamente son aquellos ojos azules sin vida. Edward gríta y lanza un pomo de gel para manos que estaba a su lado contra el espejo, haciéndolo pedazos.

Matthew y Grayson al sentir el estruendo se apresuran en entrar al baño. Grayson desenfunda su arma y entra en busca del enemigo _ ¡Señor Edward! ¿Estás bien?

Edward al sentir la presencia de su guarda espaldas y el camarero se recompone, disimula una tos y comienza a lavarse las manos. Al terminar se voltea y mira a Matthew _ ¿otra vez tú?

_ Solo vengo a darte esto, ya es la hora de tu nombramiento _ alega Matthew de mala gana pero en el fondo sabía por lo que estaba pasando Edward.

El joven arrebata la ropa de las manos de Matthew y le ordena que se marche mientras Grayson se detiene en la puerta escoltándolo. El camarero se retira con la espernza de poder ver a Farrell pero al llegar las sillas estaban vacías, solo Nicolas estaba sentado hablando por teléfono.

Matthew se molesta y comienza a mirar sobre las cabezas de los invitados tratando de encontrar a Farrell.

_ ¿Ya Edward está listo? _ preguntó Farrell asomándose por detrás de Matthew.

El chico se voltea e intenta comemzar a dialogar con Farrell pero nuevamente es mandado a callar _ Señor …

_ Acaso no me escuchaste, ¿está o no listo? _  preguntó en un grito Farrell.

_ Necesito hablar con usted, llevo toda la noche buscándolo y no me grite, estoy harto de recibir órdenes _ Matthew perdió la compostura, el chico había llegado a su límite de tolerancia.

_ ¿Hablar?, no sé quien eres, solo busca a Edward y luego veremos _ contestó Farrell.

_ Yo si se quién eres y también sé que eres amigo de mi padre William Lockwood _ dijo desesperado Matthew.

_ Will... William Lockwood _ tartamudeó Farrell mientras halaba a Matthew fuera del salón _ Escucha con atención, nunca más menciones ese nombre en voz alta. Reúnete conmigo luego de la fiesta. No puedo creer que al fin llegas. Ahora busca a Edward y tráelo.

Matthew asintió cn la cabeza y sin más fue en busca de el niño mimado. Al llegar al baño Grayson no estaba en la entrada, Matthew voltea a ver pero el corredor edtaba vacio. El joven se apresura en entral al baño pero al hacerlo se encuentra con la puerta rota. Cuidadosamente se asoma por la puerta y divisa a Grayson en el suelo sobre un charco de sangre. Matthew se asombra y solo puede pensar en que Edward había sufrido el mismo destino.

_ Dime principito cómo quieres morir, ¿con un disparo en la frente o uno en el corazón? _ dijo una voz.

_ ¡Venga acaba de disparar! _ dijo otra.
Matthew se sintió un poco aliviado, Edward no estaba muerto, o al menos por ahora. El joven abrió un poco más la puerta y alcanzó a ver dos sujetos, uno delgado que estaba sosteniendo un arma con silenciador en la cabeza de Edward mientras que el otro aún no desenfundaba su revólver.

Matthew pensó en un plan, tomó una moneda de su bolsillo y la hizo rodar en dirección al delincuente. Los asaltantes al sentir el objeto se miran. El que apuntaba a Edward le hace un gesto a su amigo con la cabeza indicándole que fuera a investigar. El corpulento hombre toma su rebólver y camina despacio hacia la salida, se coloca detrás de la pared y sale en un salto al corredor, al instante siente un golpe que proviene desde el suelo, dejando su vista a oscuras. Dentro del baño se escucha el estruendo y el segundo delincuente comienza a preocuparse.

_ Si te mueves te agujereo la cabeza principito _ dijo el malhechor mientras caminaba sigiloso hacia la puerta.

Una figura apareció frente, el delincuente no esperó a oir los gritos de súplica de su amigo pidiéndole que no disparara pero fueron en vano, dos disparos fueron descargados en su pecho, llevando al hombre al mundo de los muertos. El delincuente reacciona al ver que mató a su amigo y baja la guardia, olvidándose de Edward. En ese momento Matthew salió de detrás del cuerpo y utilizando el revólver del otro asaltante disparó a su rival, impactando un proyectil en la mano del revólver y otro en la pierna.

Matthew se adelanta en tomar el rebólver de su oponente y le apunta, asegurándose de que Edward pudiera salir ileso de aquella pesadilla.

_ Sal de aquí, ¡vamos! _ ordena Matthew mientras escolta a Edward fuera de baño.

Una vez que los chicos salieron al corredor Matthew guardó los rebólveres y se dirigieron rumbo al salón, en busca de ayuda. En busca de Farrell. Al llegar al salón todos estaban escuchando el discurso de Rose anunciando a Edward como el nuevo dueño de Golden Empire.

_ Intentaron asesinar a Edward en el baño. Grayson está muerto _ dijo Matthew.

_ ¿Qué dices? _ pregunta sorprendido Farrell.

_ … Por eso les pido que apoyen a mi hijo Edward O'Connell el nuevo presidente de Golden Empire _ tras las palabras de Rose el salón estalló en aplausos en honor al joven Edward.

El chico estaba desconsertado, aterrorizado debido al desagradable momento que acababa de vivir. Aquella cascada de emociones no lo dejaban pensar con claridad, por más que trataba de enfocarse en lo que debía hacer, sus labios no sonreían con la felicidad que debería, sus ojos solo mostraban horror, y sus piernas no lo obedecía, permanecían quietas en el mismo lugar. El chico solo pensaba que si el precio de sentarse en el trono de Golden Empire era caminar al filo de la muerte, era un precio demaciado alto incluso para él.

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