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007























*31 de Octubre del 2022*

─ ¿Estas lista, hot dog sexy? ─ Le pregunto a Rivers desde la sala de mi casa.

Hoy teníamos la fiesta de halloween de Ama, Rivers siendo Rivers, escogió ser un hot dog, pero será sexy porque lleva tacones.

Y yo escogí ser Daphne, la de Scooby doo.

─ Deja de apurarme ─ Se queja entrando a la sala con sus tacones en manos ─ Wow.

─ ¿Que? ─ Pregunto confundida.

─ Estas hermosa ─ Dice con las mejillas sonrojadas ─ Bueno, siempre lo estas.

─ Muchas gracias, mi amor ─ Beso su mejilla sonrojada ─ Tu también estas muy guapa.

─ Soy un pinche hot dog, no digas mamadas ─ Rueda los ojos.

─ Un hot dog sexy ─ Le guiño un ojo.

─ La sexy aquí eres tu, me encanta como te queda el rojo ─ Dice tocando la peluca pelirroja que tenia, aunque parecía real.

─ Estaba pensando en pintarlo de ese color ─ Digo con una sonrisa.

─ ¿Enserio? Te quedaría espectacular ─ Dice con una sonrisa ─ Bueno, tu te ves increíble de cualquier manera.

─ Me vas a hacer sonrojar, Rivera.

Rivers me jala hacia ella y junta nuestros labios, correspondo el beso con entusiasmo hasta que recuerdo que si no salíamos ahora, llegaríamos tarde.

─ Vamos a llegar tarde si me sigues besando ─ Digo sobre sus labios.

─ Me vale madres ─ Dice volviendo a besarme.

─ Samy ─ Me separo de ella y esta se queja ─ Ama nos va a matar si llegamos tarde.

─ Si chingas tu ─ Bufa y yo suelto una risita ─ Perate, déjame ponerme esta chingadera.

Se sienta en el sofá de la sala para ponerse sus tacones y me dedico a mirarla, ¿Sera que me hizo un amarre la pendeja?

─ ¿Qué tanto me miras? ¿Te gusto o que? ─ Dice en un tono burlón.

─ Quieras, culera, quisieras ─ Le saco la lengua.

─ ¿Apoco te besas con tus amigas?

─ Si, wey, la que mas rico besa es una tal Samantha ─ Digo guiñándole un ojo.

─ ¿Apoco, pendeja? ¿Con cuantas mas te haz besado? ─ Dice mirandome mal.

─ No te voy a decir, luego te enojas ─ Digo negando.

─ Espérate, ¿Te haz besado con tus amigas? ─ Dice cruzándose de brazos.

Ayuda, no la puedo tomar enserio vestida así.

─ Pues si, normal, ¿Tu no?

─ No ─ Dice con obviedad.

─ Que rara eres ─ La miro raro y luego caigo en cuenta de algo ─ O sea, si no te haz besado con tus amigas, ¿Yo que soy?

─ Aparte de pendeja, eres mi morra aunque tu no lo sepas ─ Dice guiñándome un ojo.

Quería ofenderme por el insulto, pero fue inevitable no sonrojarme al oírla decir que soy su morra.

Esta pendeja me hizo un amarre, 100% confirmado.

─ Ayyy, te pusiste rojita ─ Se burla.

─ Camina, Rivera ─ Murmuró entredientes agarrando mi bolso ─ Si no sales rápido, te dejo botada.

Salgo a paso rápido de la casa con las mejillas ardiendo y escucho la risa de la mexicana.

─ ¿Que se siente ser ahora la que se sonroja? ─ Pregunta en un tono burlón.

─ Pinche hot dog de tres pesos ─ Bufo.

─ Pendeja ─ Dice riendo.

Ruedo los ojos con diversión y me centro en el camino a la casa de ama, a veces le daba unas pequeñas miradas a Samy, la cuál estaba en su teléfono o fumando vape.

Pinche chingadera esa.

Llegamos al evento de Ama y nos bajamos juntas, íbamos a pasar por una entrada donde estaba Ama presentando a todas las personas que llegaban.

─ Pero bueno, que tenemos por acá ─ Dice Ari por el micrófono ─ Que bellezas.

─ La pelirroja es la mía, tu quédate con el hot dog ─ Dice Ama cuando llegamos a su lado.

─ ¿Apoco si? ─ Dice Rivers riendo.

─ Díganme, chicas, ¿Por qué esos disfraces?

─ Bueno, yo lo ví en la tienda y me gustó ─ Contesta Rivers ─ Tenía dos opciones, hot dog normal y hot dog sexy.

─ No pues, que gran diferencia ─ Digo riendo.

─ ¿Y tú, rojita bella? ─ Me dice Ari.

─ Yo vengo de Dafne, la de Scooby Doo, amo ese personaje y dije "Me vería perrisima", y si me veo ─ Lanzo un beso a la cámara y un guiño.

─ Deberías pintarte el cabello de rojo, te queda espectacular ─ Halaga Ama.

─ Bueno, ya, muchos halagos ─ Doce Rivers mirando mal a las hermanas.

─ Pinche tóxica, wey ─ Se queja Ama ─ Bueno, chicas, ya pueden irse.

─ ¿Ya puedo ir a pistear? ─ Pregunta Rivers.

─ Si ─ Contesta Ari riendo ─ Cuida a la niña, Dafne.

─ No prometo nada ─ Digo siguiendo a Rivers.

Entramos a dónde estaban todos y visualizo a varios amigos.

─ ¿Quieres algo de tomar? ─ Me pregunta la mexicana.

─ Me traes un trago no tan fuerte, ¿Por favor? ─ Le pido con una sonrisa ─ Iré a saludar a algunos amigos.

─ Claro ─ Me contesta con una sonrisa ─ Eh, mojón.

La veo llamar al Mariana, el cuál voltea a ver a Rivers. Me alejo con una sonrisa al ver a los dos saludarse y me acercó a dónde está Paulette.

─ Te luciste, Colombianita ─ Le digo acercándome a ella.

─ Mi Venezolanita — Dice abrazándome ─ Te ves preciosa de pelirroja.

─ Gracias, Pau ─ Le digo con una sonrisa y detallo su maquillaje ─ Enserio me encanta todo tu disfraz, ojalá ganes al mejor.

Hablé un rato más con Pau, hasta que me fui a la mesa donde ví a Rivers junto al Mariana, a Aldo y a Juan.

─ Estás mamadisimo, mi Deadpool ─ Digo tocando los falsos músculos del disfraz de Aldo ─ Un poco aguitadito, la verdad.

─ Pinche, Isa, no critiques el mejor traje de esta fiesta ─ Dice sacándome la lengua.

─ Hasta el feo espantapájaros está mejor que tú ─ Me burló.

Me siento a un lado de Rivers, la cuál me extiende mi bebida.

─ ¿Qué es? ─ Digo oliendo el contenido de mi vaso.

─ Tiene vodka y no está fuerte ─ Me asegura.

Le doy un sorbo y alzó un pulgar a la rubia, tenía razón, estaba bueno.

Hablamos con varias personas de la fiesta, conocí a gente que no había tenido la oportunidad antes y me entretuve viendo los juegos que había preparado Ama.

─ ¿Te vas a subir? ─ Pregunta Rivers cuando estábamos viendo a todos pasar por el chile.

─ Nah ─ Digo al ver a Aldo caer ─ ¿Tu?

─ Nop ─ Murmura ─ ¿Me acompañas al baño? Quiero hacer pipí.

Suelto una risita y asiento con la cabeza, acompañando a Rivers para ir al baño.

Mientras esperaba que Rivers saliera del cubículo del baño, yo me retoque el maquillaje en el espejo frente al lavamanos.

─ Estoy cansada ─ Dice Samy saliendo del baño para lavarse las manos ─ ¿Te quieres quedar hoy en mi depa?

─ Mejor en el mío, está más cerca ─ Digo terminando de echarme el labial ─ ¿Te quieres ir ya?

─ No, esperemos un rato más ─ Dice secándose las manos.

Me apoyo en el lavamanos para verla y esta me regresa la mirada.

─ ¿Qué tanto me ves? ─ Pregunta acercándose a mi.

─ Es que estas bien pinche bonita ─ Digo tomando su mano ─ Hasta disfrazada de hot dog.

─ Hot dog sexy ─ Me corrige con una sonrisa y se acerca a mi rostro, ahora estábamos a la misma altura, ya que ella tenia tacones ─ Y también estas bien hermosa.

─ ¿Ahora es cuando nos besamos en el baño de la fiesta? ─ Bromeo mirando sus labios.

─ Creo que si ─ Murmura para luego juntar nuestros labios.

Mis manos suben instantáneamente a sus mejillas, las cuales acaricio mientras correspondo el beso con intensidad, mientras que sus manos se abren paso hacia mi cintura, la cual toma con posesividad.

Me sentía como una adolescente de 16 años en una relación prohibida.

Nos separamos abruptamente al oír como la puerta intenta ser abierta y nos miramos asustadas.

Nos lleva la chingada.

─ ¿Esta ocupado?

─ Si, en un momento salgo ─ Contesto.

Escucho la risita de Rivers contra mi oído y me estremezco cuando besa mi mejilla.

─ Mejor vámonos ya ─ Murmura.

Asiento y salimos del baño, para encontrarnos a Nuvia, la cual nos mira con una ceja alzada.

─ Estaba ayudando al hot dog culero con el cierre, ya sabes como es de pendeja ─ Digo negando con diversión, provocando que Nuvia se ría.

─ Apoco si, pendeja ─ Dice dándome un empujón ─ Pídeme algo, wey, ya veras.

─ Se la viven peleando ustedes dos ─ Dice Nuvia ─ Los que se pelean se aman.

─ Dios me libre ─ Dice Rivers haciéndose la cruz, recibiendo una mala mirada de mi parte ─ Yo se que Isabela se muere por mi, pero no soy una chica fácil.

Óiganla, si con un beso se vuelve mas fácil que la tabla del uno.

─ Si tu no la quieres, damela a mi ─ Dice Nuvia guiñandome un ojo, lo cual yo tambien hago.

─ Pinche infiel, ¿Que andas diciendo? ─ Llega de la nada Vicky, provocando que Nuvia abra los ojos.

─ Nada, bebita, solo que estas dos locas no me dejan entrar al baño.

─ Mandilona ─ Me burlo.

Rivers me toma del brazo y me aleja de las chicas, las cuales se susurran entre ellas y luego se ríen.

Bien raras que son.

─ Ari, Ari ─ Llama Rivers a Ari.

─ ¿Qué paso, bebes? ¿La están pasando bien? ─ Dice Ari con una sonrisa luego de vernos la cara.

Que raritas andan todas hoy.

─ Isa y yo ya nos vamos, estamos cansadas y Isa me va a dar el aventón a mi casa.

─ Oh, bueno, niñas, vayan con cuidado y avisen cuando lleguen ─ Dos da un abrazo a cada una ─ Y no hagan cochinadas.

─ Que pedo, Abril ─ Digo nerviosa ─ ¿De donde sacas esas mamadas?

Esta solo se ríe y se aleja de nosotras, dejándonos extrañadas.

─ Vieja rara esa ─ Escucho que Rivers murmura ─ Vamos ya, me quiero quitar esto ─ Dice apuntando su traje.

Salimos de la fiesta en dirección a mi auto y de allí nos dirijimos a mi departamento, aunque Rivers iba casi dormida en el auto.

─ Vamos, Samy, ya llegamos ─ Digo quitándome el cinturón de seguridad.

─ Estoy bien cansada y me duelen los pies, déjame ─ Dice con los ojos cerrados.

Ruedo los ojos con diversión y salgo del auto, busco unos zapatos bajos que tengo en mi maletero y me los pongo, yendo a la puerta de Rivers para abrirla.

─ Vente, súbete ─ Digo dándome la vuelta.

─ ¿Segura?

─ Si, mi amor, pero súbete rápido que yo también estoy cansada.

La mexicana se sube en mi espalda y tomo sus piernas, tomándola a caballito.

─ Gracias ─ Dice contra mi oreja.

─ No agradezcas, Samy, para eso voy al gym ─ Bromeo ─ No pesas nada, a decir verdad.

─ Estas mamadisima ─ La oigo reír.

Al llegar a mi depa, paso directo a mi habitación y la dejo sobre la cama, donde se acuesta soltando un suspiro.

─ No quiero volver a usar mas nunca tacones.

─ Pinche dramática ─ Bromeo.

Le lanzo algo de mi ropa mientras yo me voy a desmaquillar al baño, al salir me encuentro a Samy ya entre las sabanas a nada de dormirse.

─ Oye, necesitas quitarte el maquillaje ─ Digo sentándome a su lado.

─ Mañana ─ Murmura.

Ruedo los ojos y busco una toallita con el agua desmaquillante, me acerco a ella y empiezo a limpiar su rostro, provocando que haga muecas de fastidio.

─ Mañana te lavas bien la cara, niña ─ Digo botando la toallita.

─ Soy mayor que tu, Isabela ─ Gruñe por lo bajo.

─ No parecieras ─ Me burlo.

Cuando termino de arreglarme para dormir, entro a la cama a un lado de Samy y me pongo de lado, para admirar el perfil de la mexicana.

─ Lo mismo que tienes de pendeja, lo tienes de hermosa ─ Le digo y esta se sonroja, aunque voltea la cabeza para mirarme con enojo.

─ No se si halagarme o ofenderme ─ Bufa.

─ Mejor duérmete ─ Digo riendo.

Las dos nos quedamos calladas y nos empezamos a quedar dormidas, aunque en un momento siento como toma mi mano y se acurruca mas contra mi, sintiendo el calor de su cuerpo.

Dormir así es lo mejor del puto mundo.










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