#57 Las verdades salen a la luz
Celeste:
—No debiste ocultarlo —No presenta muestra de enfado en su voz.
Agacho mi cabeza avergonzada y molesta conmigo misma, ahora con ella frente a mí, las palabras no intentan salir. Ni siquiera sé que decir, es como si todo lo que dijera no tendría importancia.
—Sólo... no quería decepcionarte más de lo que ya estabas de mi —Murmuro, sintiendo cómo mis ojos se cristalizan.
El silencio en medio parece eterno, quisiera poder emitir algún sonido pero no soy capaz de mirarla a los ojos. Mis manos están inquietas desgastando el esmalte en mis uñas.
Suspiro.
Esta pesadilla no va a durar mucho, sólo debo controlarme y ser fuerte, es todo. Si mi madre me echa de la casa podría ir con Chiara y explicárselo de una vez por todas.
—Nunca estuve decepcionada de ti, Celeste —Habla con toda sinceridad llamando mi atención.
Jalo uno de los mechones de mi cabello hacia detrás de mi oreja, para después entrelazar mis manos sobre mi regazo.
Sorpresivamente mi madre toma mis manos entre las suyas, obligandome a mirarla a los ojos.
—Me decepcione de mi misma, por no ser una buena guía hacia tí —Se detiene por unos segundos— Cuando me divorcié de tu padre, sabia que tenía que conseguir un mejor trabajo para mantenernos, mis padres me ofrecieron irnos a vivir con ellos, pero tu tenías amigas aquí... y yo no quería obligar a alejarte de ellas. No sé si hice bien o no, pero fui yo quien se enfoco en el trabajo y no en quién tenia frente a mi. Estoy decepcionada de mi Celeste.
Quiero decirle que nada es su culpa, pero no sé si realmente puedo cargar con la culpa o si es mejor compartirla con mi madre. Es en este momento en donde el silencio está tomando un lugar en mi mente y en donde no se desperdicia ninguna de nuestras palabras porque de forma inesperada mi madre me rodea con sus brazos sollozando en mi hombro. Mientras yo hago el esfuerzo por no derrumbarme junto a ella.
Bia:
Acurruco mi cabeza en el hombro derecho de Manuel, cerrando los ojos mientras recuerdo a mis padres y luego la llamada inesperada de Victor.
Él cree que mi familia hizo un acuerdo con la suya, pero que ese acuerdo no es nada bueno, sé que no confía en su familia pero... yo creo en mis padres, y simplemente no pude creer lo que escuche así que antes de que terminara de hablarme le colgué molesta.
Es por eso que ahora junto con Manuel estamos de regreso al país, no puedo estar tranquila con la situación, necesito saber quien está mintiéndome, odio ser ignorante.
—Aún faltan unas horas, si quieres puedes dormir —Sujeta mi mano.
Niego con la cabeza.
—Verás que todo va a estar bien, no tienes que preocuparte.
Suspiro.
—A veces Víctor es paranoico.
Ojalá haya sido eso.
—¿Y si no? —Hago un puchero.
—Estamos juntos—No duda en la respuesta.
Nos damos un beso corto y volvemos a la posición de antes.
—¿Cómo lograste que Alondra nos dejara libres? —Cambio de tema
—Uhm... en realidad, debemos de pagarle estás vacaciones, pero como está la situación con tu familia, tuve que tomar esas medidas.
Entrecierro los ojos dudosa.
—Esta bien, tenemos un año a cambio de seis meses más al contrato —Explica.
De hecho no está tan mal, aunque deba permanecer atada a conciertos, fiestas y cenas por seis meses más de lo planeado.
—Me parece una buena desición Manuel —Señalo al ver que no piensa agregar más detalles.
—¿De verás?
Levanto mi cabeza de su hombro para tenerlo de frente.
—Por supuesto amor, sé que lo hiciste por mí y lo valoro —Sonrío antes volverme a acomodar a su lado.
Es increíble como ha pasado el tiempo y la confianza en ambos se ha incrementado, deifnitivamente mis padres me hicieron un favor al enviarme con el. Ahora lo único que quiero es devolverles el favor si están en problemas. Es mi única preocupación...
Celeste:
(Horas antes de que Bia suba al avión)
—¿Lo dices en serio Bia? —Repito la pregunta sin poder creerlo y nuevamente me lo afirma a través del celular.
Bia está de regreso.
—No se lo digas a mis padres, por favor. Quiero que sea una sorpresa.
Aunque pudiera no lo haría, hace mucho que no he tenido contacto con ellos.
—No lo haré ¡Me alegra tanto! —Sonrío como si ella pudiera verme.
—Bien, ahora te dejaré porque Manuel de seguro estará buscándome en todo el aeropuerto.
—Adiós...
Cuelgo la llamada y tomo asiento antes de salir del edificio. Primero mi madre se entera de mi situación, ahora me pregunto ¿quién será la siguiente?
Lo cierto es que ya no quiero esconderme, después de discutir el tema con mi madre, decidió que no volvería a viajar más mientras el bebé no nazca. Ella me apoyaría en todo, siempre y cuando deje de esconderme. Las cosas pasaron de mala forma, pero eso no debe detenerme en mis sueños, yo no tuve la culpa de nada y mis amigos lo entenderán porque ellos lo saben y vivieron conmigo.
Tal vez sea un buen momento, tal vez el regreso de Bia nos regrese la alegría a todos. Después de todo ella siempre fue la luz que nos iluminaba cuando todo parecía oscuro.
Sonrío emocionada por su regreso, debo de dar una buena bienvenida de eso no hay duda. Recojo mi cartera para sacar mi celular y escribirle a mi mamá que venga por mí.
Ahora ya no me voy sola a casa después de mis visitas con la psicóloga, sino que mi madre viene a recogerme para que nos vayamos juntas en su auto.
Guardo mi celular para salir a esperarla en la calle, pero al salir no contaba con reencontrarlo...
¡¿POR QUÉ ME PASA ESTO?!
Ambos quedamos inmovilizados cuando nos tenemos frente a frente. Tengo la necesidad de correr hacia él, de verás que quiero hacerlo. Necesito que me abrace, que me diga que todo va a estar bien aunque no sea cierto.
Imaginé que mi corazón lo había superado, pero lo cierto es que... jamás lo hará. Si antes estar juntos era imposible por mis inseguridades, ahora lo veo cada vez más lejano... John ¿Por qué es tan difícil amarte?
Estoy a punto de llorar, pero sé que es demasiado tarde. Debo explicarle todo, esta vez sin lágrimas, él debe saber la verdad.
Por favor, no me dejes...
Por favor, quédate...
Te necesito...
Cuando doy el primer paso para acercarme, sé que he perdido mi oportunidad. El tiempo ha pasado demasiado rápido, y yo he pensado las cosas muy lento.
Trato de componerme, pero simplemente no puedo y sollozo.
John... ¿Por qué te has ido?
Siguiente día:
Carmín:
—¿Me buscabas? —Ingreso a la oficina de Marcos actuando con normalidad pero con el corazón acelerado.
Sé que se ha enterado de algo, él no me buscaría asi de la nada. Deja su celular y se acomoda en el escritorio para mirarme fijamente como si estuviera buscando la forma de intimidarme a través de la mirada.
—Carmín, Carmín, Carmín... he escuchado muchos comentarios sobre ti, tantos que no sé si sean ciertos o no, pero afectan la imagen de Laix.
Cruzo las piernas, evitando sentirme nerviosa, debo guardar la calma. Sólo debo mantener la calma y todo estará bien.
—Bueno, tu me conoces Marcos y...
—¡Exacto! —Me interrumpe levantando la voz— Tu dices que te conozco, pero lo cierto es que ni tú misma pareces conocerte.
Frunzo el ceño.
—¿De qué hablas...? —Pierdo la compostura.
De inmediato, saca un sobre blanco de uno de sus cajones de escritorio, lo abre y arroja el contenido sobre el escritorio.
Confundida extiendo mi mano para voltear uno de los papeles que estaban dentro.
Mi estómago se retuerce... ¿Cómo fue que...?
—Siempre solías ser una chica con buenos gustos, pero no entiendo si en verdad te sientes tan sola como para estar saliendo con tu propio chofer.
Muerdo mi labio inferior.
Ayer decidimos grabar el video después de habérselo propuesto a Luan, nos divertimos mucho haciéndolo, pero luego decidimos hacer un picnic como descanso. Esperaba que mis Carminuras no fueran tan atentas, ahora veo que me equivoqué.
Y ni siquiera pude subir el video.
La fotografía muestra el momento en que ambos compartíamos en el picnic, volteo otra fotografía, en ésta estamos grabando el video y en otra guardando las cosas en el auto.
—Los secretos siempre llegan a su fin Carmín, y más para una brillante estrella como tú —Habla con toda la razón en su voz— Sabes que al comentar ésto sobre ti, también incluyen a Laix ¿Cierto?
Afirmo moviendo la cabeza.
—Quiero una respuesta sencilla... ¿Estás enamorada de tu chofer?
Mi mente debate en negarlo de inmediato, pero mi corazón no puede soportar una mentira más, no cuando él creyó en mí.
Entonces antes de dar una respuesta, desvío la mirada hacia el celular de Marcos que descansa sobre el escritorio. En otra situación la Carmín de antes hubiera grabado toda la conversación en su celular para lastimar a los demás.
—No somos tan diferentes —Pienso en voz alta.
—¿Qué dices? —Ahora él está confundido.
Apoyo mis codos sobre el escritorio mientras esbozo una sonrisa en el rostro.
—Lo que haya o no entre Luan y yo no es de tu incumbencia Marcos, mucho menos de mis Carminuras. Deja de meterte en mi vida privada, si vas a hacerme amenazas, mejor dime de una vez sin trabas que tienes en mente.
Claramente no tiene intenciones de desmantelar mis secretos, sólo busca ayuda en algo, que de seguro no iba a cooperar. Por eso utilizó la excusa de mi relación con Luan... me pregunto que tan grande sera su plan.
—Me gusta como piensas, pero esto es algo muy difícil... verás, quiero sacar a Mara de la Junta —Me sorprende su confesión— Ella me hizo un favor hace poco, a cambio la apoyé para que ingrese a la junta, pero su ingreso no ha beneficiado en nada a Laix. Creo que estaba mejor de influencer. Sólo que no quiere volver a su posición, necesito sacarla de la Junta sin que se dé cuenta que yo mismo la retiré.
Marcos no suele pedir opiniones a nadie, las desiciones siempre han sido tomadas por él y sin ayuda. Si esto era importante, entonces debe tener muchas razones para hablarme de esto.
—¿Por qué no dejas que la misma junta la retire? —La solución es tan simple en mi opinión porque no sé que problemas más estarán en medio.
—Lo había pensado, pero Mara me pedirá ayuda...
—¿Y si lo haces?
—Se dará cuenta.
Carmín no lo hagas...
—Entonces deja que alguien termine tu trabajo, buscaré una forma de ser yo quien la denuncie sobre la junta. Así la ayuda que le darás no será suficiente —Señalo antes de arrepentirme.
—Me gusta tu plan, socia —Estira su mano esperando que cierre el trato.
—No lo veas tan fácil, aún no hemos decidido que gano yo —Acomodo mi falda.
—Es cierto —Sostiene su teléfono aún sobre mi vista, me doy cuenta que tenía razón.
Marcos estaba grabando toda nuestra conversación a escondidas, claro que ya no es un secreto inesperado.
—Borraré esta conversación a cambio ㅡPresiona "Eliminar" ㅡ Entonces ¿Tenemos un trato?
Nuevamente estira su mano, pero a diferencia de la primera vez, no dudo en cerrar el trato.
Chiara:
Pedimos una botella más. Entre la multitud es difícil de reconocerme a mí misma, John ha estado así por mucho más tiempo que yo, gracias a Celeste. Aún no sé en qué quedaron pero hoy parecía bastante angustiado.
No he preguntado porque creo que es hora de hablar directamente con Celeste, de hecho se lo he consultado esta mañana y ella por primera vez desde que dejó a John aceptó una salida de amigas.
—John es suficiente —Menciono antes de que se lleve la botella a la boca.
Reviso la hora en mi celular.
Media noche... genial.
—John —Protesto cuando termina bebiéndose la botella.
—Déjame Chiara, esta vez sólo déjame.
Admito que se ve terrible; si Celeste tiene algo que ver esta vez me va a escuchar.
—Vamos, debemos irnos, es demasiado tarde —Me levanto para jalar a John, pero termino estirándolo contra su voluntad ocasionando que yo caiga al piso.
O bueno casi caiga porque alguien me sostiene.
—¿Alex?
—Creo que esta vez llegue a tiempo —Sonríe sin soltarme aún.
Me aparto veloz ¿no tiene nada que decir?
—¿De que hablas? Apártate.
—No quiero discutir contigo Chiara, hablemos —Lo dice como si nada malo hubiera pasado.
—Yo no quiero hablar contigo —Me cruzo de brazos dispuesta a ignorarlo para que me deje en paz. Sin embargo, parece que esta vez no va a rendirse tan de prisa.
Me levanta del piso, sin mi consentimiento y me saca del local cargada en su hombro como si fuera un simple costal.
No protesto por el hecho de no llamar la atención. Pero cuando me baja y estamos fuera del local no dudo en empujarlo.
—¡¿QUÉ DEMONIOS TE SUCEDE?!
No responde.
—¿Acaso no entiendes que no quiero volverme a encontrar en mi vida contigo? —Señalo para dejarlo en claro lo que quiero.
Bia me había hablado sobre lo que sucedió entre los dos, definitivamente no quiero terminar como ella. Alex no va a cambiar, si ni ayudar a su hermano pudo, mucho menos aceptará a Bia como una de mis amigas. Y si mi amiga está en juego, no pienso continuar metiéndome en un camino que dañará a Bia.
—¿Sabes la hora que es? ¿Cómo puedes estar en un local como éste? Creí que tu madre era estricta —Parece preocuparse mientras pregunta.
Exhalo.
¿Por qué ignora mis palabras?
—Te llevaré a casa —Afirma dando un paso adelante.
Asi que me apresuro a detenerlo.
—No necesito que me acompañes, puedo irme yo sola.
—¿En serio? Parecía que ni podías llevar a tu amigo a casa ¿Podrás irte tu misma? —Dice sarcástico, al borde de hacermr perder mi paciencia.
ㅡEstás ebrio ㅡMusito tras sentir su olor.
ㅡTú también ㅡMe señala acusatoriamente.
ㅡDos ebrios a media noche ㅡMurmuro para míㅡ Nada bueno se espera.
Alex no pierde el tiempo y vuelve a insistir, claro que yo no quiero escucharlo pero aún así termino rendida y obligada a hacer todo lo que me pida. Lo que no entiendo es cómo del local de bebidas terminé en un taxi de ida a quien sabe donde.
Alex dormido en mis piernas mientras el chófer me indica que llegamos a nuestro destino...¿Qué mierda?
Despierto a Alex para bajar y obtener una explicación de su parte pero lo único que hace es pagarle al chófer y sostener mi mano para jalarme hasta el edificio frente a nosotros.
ㅡ¿A dónde diablos me llevas? ㅡProtesto apartándome.
ㅡEs uno de los apartamentos de Lucas.
Levanto una ceja. Él... ¿aún se contacta con su hermano?
ㅡNo pienso dormir contigo ㅡMusito firme.
ㅡ¿Crees que es mejor que tu madre te vea en ese estado?
No respondo.
En esa oportunidad se encarga de estirarme hacia el interior del edificio, pide unas llaves y subimos por el ascensor. No tomo en cuenta los detalles del ambiente o algo fuera de lugar, sólo lo sigo en silencio pensando en porqué no he salido corriendo de aquí.
¿En serio voy a dormir con él?
¿Qué le diré a mi madre?
Sea lo que fuera, ya estoy castigada por no llegar a casa, qué mas da enfrentar su furia ahora o mañana.
Alex cierra la puerta una vez que hemos entrado a la habitación y observo como se quita la chaqueta de encima. De repente me acerco para protestar, pero termino empujándolo hacia el edredón de la cama.
ㅡNo deberías quitarte la ropa frente a mi ㅡMurmuro como si fuera la explicación de mi última acción.
Sonríe burlón en respuesta.
ㅡSólo tenía algo de calor.
Debo tener el rostro sonrojado, por lo que me niego a continuar la conversación.
ㅡYo pido el sofá ㅡMusito para dejar mis cosas sobre éste.
Escucho un suspiro por parte del chico.
ㅡDuerme en la cama ㅡOrdena.
ㅡNi soñar lo hago a tu lado ㅡInterrumpo tras que acaba de ordenarme.
ㅡPara que yo duerma en el sofá... ㅡSe aclaraㅡ Tan malpensada que eres, ni siquiera me dejaste terminar ¿Acaso quieres aprovecharte de mí?
Frunzo las cejas disgustada.
ㅡ¡¿Yo?!
ㅡSi, tú.
ㅡ¡Mentira!
ㅡMentira, tus palabras ㅡTermina callándome con una de las almohadas sobre la cama.
La cual atrapo en mis manos y la presiono antes de correr hacia él y cubrirle el rostro con ella, de manera que grito miles de veces que está soñando. En eso, sus manos logran atrapar mi cintura para luego aprisionarme debajo su cuerpo, separados en medio por una almohada.
ㅡChiara...
Observo sus ojos azules.
Maldita sea.
Y por un segundo creo sentir mi corazón activo palpitando muy fuerte mientras las puntas de mis dedos se congelan con ésa mirada profunda.
Bajo la vista hacia sus labios y entonces quiero hacerlo, quiero sentirlos, desesperadamente pierdo mi buen juicio y sólo tengo la mente cubierta de pensamientos que serían considerados asquerosos cuando esté sobria.
Acerca su rostro; sus labios en específico y solo llegan a rozar los míos antes de que me sienta aprisionada y nerviosa. Pues lo siguiente que hago es empujarlo a un costado de manera que su cabeza golpea con la madera de la cama.
Me levanto rápido y noto que se ha quedado dormido, o quizás desmayado.
ㅡY decías que yo quería aprovecharme.
Busco mi celular y leo unos mensajes de Celeste:
"Bia estará con nosotras mañana ¿Podríamos encontrarnos dos horas antes?"
"Te enviaré la ubicación y la hora del lugar"
"Te necesito Chiara♡"
Que extraño.
Dejo el celular y me quito la ropa de encima, bueno sólo lo necesario. De todas formas ya estaba entrando en calor. Recojo una de las almohadas de la cama donde Alex aún duerme y la pongo sobre el sofa. Dispuesta a dormir sin cubrecama.
De hecho iba a hacerlo, pero los murmuros de Alex me lo impiden ¿Pesadillas?
Un tipo cruel como él, no debería temerle a nada.
ㅡNo le crean... no, no es cierto.
Agarro la cobija, mientras la compasión se apodera de mi alma antes de cubrirlo.
De repente como si estuviera poseído por algún espíritu maligno, me sostiene el brazo. Sin abrir los ojos habla casi en murmuros.
ㅡBia...
ㅡ¿Bia? ㅡNiego confundida ¿Por qué la mencionaㅡ Yo soy...
ㅡLa novia de Victor, tu hermana, Helena está viva...
¡¡Cerca de 3200 palabras!!
Definitivamente he sobrepasado el récord en un sólo capítulo. Si continúan leyendo la historia ¡mil gracias! Han pasado meses desde la última vez que actualicé y ahora que se me pasó el terrible bloqueo de escritor creo que podré ponerle un punto final a esta historia :'3
No olviden las ☆☆☆☆☆ si aman y quieren un hermoso final para la historia :3♡
¡Saluditos!
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