Bia:

Tomada de la mano con Manuel caminamos en busca de nuestros asientos en el avión. Me ofrece la ventana y se encarga de acomodar nuestras pequeñas maletas.

Me encanta que sea tan atento y servicial conmigo pero eso no quita lo triste y desilusionada que me siento por mi familia. A mãe no la vi como me la imaginaba, pensé que iba a ver al menos melancolía en su mirada pero lo único que leí es mucha inquietud.

Ya no sé que pensar...

ㅡTodo va a estar bien ㅡManuel se acomoda a mi lado brindándome nada más que tranquilidad.

ㅡLo sé porque mientras esté junto a tu nada malo va a pasarme ㅡApoyo mi cabeza en su hombro.

Sin darme cuenta termino cerrando mis párpados y después luego de unas largas horas, despierto pero Manuel ya no está a mi lado.

Me incomodo en mi asiento buscándolo con la mirada pero a la única que veo tras el pasillo es a la azafata repartiendo alimentos y bebidas.

ㅡDisculpe  ㅡLa llamo cuando está cerca míoㅡ ¿No ha visto a un chico pelinegro español? ㅡPregunto como si las pocas características que le doy fueran suficientes para reconocerlo.

Al principio parece no entender pero luego se explica:

ㅡSi habla del chico que estaba a su lado, se levantó hace unos minutos para contestar una llamada.

Luego continúa su camino al notar que no se me ofrece nada más.

Expulso aire pensando aún en mis padres ¿Estarán metidos en problemas?¿Por qué acepté venir con Manuel?¿Los extraño? Por supuesto y la consciencia no me va a dejar en paz. Estoy segura que tienen algo entre manos.

ㅡVeo que ya despertaste ㅡLa voz de Manuel hace que me sobresalteㅡ ¿Te sientes bien?

ㅡSí claro ㅡafirmo para no preocuparlo porque de seguro debe tener asuntos importantes y no quiero llenarlo con mis suposiciones.

Acerca la palma de su mano a mi frente para luego negar sin quitarme los ojos de encima, su sonrisa desaparece y concluye con su voz seria: 

ㅡEstas con fiebre.

Carmín:

Vuelvo a llamar y me sigue mandando al buzón, esto ya se ha vuelto muy común de su parte, se pierde días y lo peor; no deja un sólo rastro ni una nota diciendo donde encontrarlo.

Lo único que me reconforta es saber que no soy la única, a nadie le contesta ni siquiera tiene tiempo para Mara y eso es más que suficiente para quedarme tranquila.

Hablando de ella, mañana se sabrán los resultados, la junta definirá si Mara es apta o no para el cargo de vicepresidenta de Laix.

ㅡEhm, ¡Carmín! ¿Vas a quedarte? Porque debo cerrar con seguro ㅡAnuncia Guillermo mientras balancea las llaves entre sus manos.

ㅡya estoy de salida ㅡRespondo dejando de lado mis accesorios. Guardo mi celular y salgo detrás de él.

Si Marcos no me quiere dar información, Mara peor, digo, jamás lo hará. Guillermo podría confesar.

Una vez que cierra mi set, se dirije a la oficina de Marcos y la cierra. En todo momento me encargo de descifrar su expresión. Nunca lograré olvidar su discusión con Mara, parecía como si cada palabra que salía de la boca de ella fueran cuchillos afilados que lo apuñalaban.

¿Por qué siento lástima por Guillermo?

Es decir; ¿Me incumbe?¿Debería?

ㅡQue tengas un buen día Carmín ㅡEstá a punto de alejarse después de que salimos del edificio.

ㅡ¡Hey!¡Guillermo! ㅡCorro en su dirección antes de que se pierda de mi vista.

Afortunadamente se detiene antes de doblar la cuadra, este no es el mejor momento, lo sé, pero aquí no hay cámaras que nos vigilen como dentro de Laix.

ㅡEstuve pensando en que podríamos ir a un café y compartir como amigos, ya sabes ㅡIntento que mis palabras no suenen forzadas.

ㅡ¿Qué clase de juego es esto? ㅡMusita con molestia en su voz.

Y sí, logra incomodarme.

ㅡNo comprendo... sólo intento ser amable ㅡParpadeo fingiendo que me está ofendiendo.

ㅡNo somos amigos ㅡFrunce sus cejas y se da media vuelta.

En ningún momento voltea y me hace ver que si no logro convencer a Guillermo para obtener información; no voy  a conseguir nada.

Celeste:

Con la conversación entre Pietro, Daisy, John y yo no se logra acordar en nada. Tengo menos de doce horas y aún no sé cómo voy a conseguir esa cantidad de dinero, sí, digo dinero porque estoy 100% segura que el mensaje fue enviado por Kate y Brandom.

Mamá va a matarme si se entera que volví a tener contacto con esas personas pero esta vez no fui yo, fueron ellos, el mismo destino está empeñado en hacerme recordar la mala desicion que tomé cuando tenía quince.

Refrego mi mente intentando pensar en una solución.

ㅡ¿Quieres una? ㅡJohn se acomoda a mi lado demasiado cerca para mi gusto mientras extiende una botella de agua mineral.

Asiento agradeciendo.

ㅡHoy estabas muy callada ㅡFrunce las cejas y adivina cómo si fuéramos viejos amigos.

ㅡYo siempre soy así ㅡDigo sin poder creérmelo.

ㅡSabes que puedes contar conmigo ㅡLe da un sorbo a su botella.

Kate y Brandom no van a detenerse, Bia no está aquí, Chiara... ¿Dónde está?
Saco mi celular y le timbreo pero me manda al buzón.

Mi mente divaga en Kate y Brandom, son capaces de cualquier cosa, siempre seguros de sí mismos y nunca pronuncian la palabra NO.

El secreto que guardé está seguro, John no va a saberlo, al menos no hoy... conseguiré ese dinero sea como sea, y de esa manera no voy a dejar que vuelvan a amenazarme, sé que puedo arreglar mis errores yo sola, sin importar que pase conmigo.

Bia:

ㅡ¿Llegamos? ㅡPregunto por milésima vez sin dejar de ver las calles por la ventana del vehículo.

ㅡNo te apresures ㅡManuel dice tomando mi manoㅡ Lo más importante es que se te baje esa temperatura.

Muerdo mi labio inferior con nervios, realmente no me siento mal, sólo que de repente la temperatura se me subió.

Manuel está preocupado y tan sólo saberlo me pone mal, él tiene que resolver problemas aquí y no quiero que sus dificultades aumenten.

ㅡAquí es su hotel, sus habitaciones ya están reservadas, a las 19:00 pm Alondra te espera en la cena, un vehículo te recogerá así que no tienes porqué preocuparte ㅡLa chica que nos guía le explica a Manuel con una voz bastante aburrida.

ㅡPerfecto ㅡAmbos bajamos con nuestras maletas.

Ingresamos al hotel, Manuel se encarga del registro mientras yo observo con detalles cada parte de este lujoso hotel, ¿Quién pagará todo esto?

ㅡBia, ven ㅡToma mi mano mientras seguimos al joven que carga con nuestro equipaje.

Usamos el ascensor y cuando entramos a nuestro apartamento me sorprendo aún más, realmente necesito saber quien va con los gastos.

ㅡPorque mejor no descansas, tal ves el viaje fue largo y por eso estás...

ㅡSólo hay una habitación ㅡLo interrumpo frunciendo las cejas al comprobarlo.

ㅡDespues pensaremos Bia, quiero que vayas a descansar ㅡOrdena con voz alarmante.

Elevo mis cejas y con una sonrisa burlona me preparo para decir:

ㅡ¿Está obligándome doctor Gutierrez?

ㅡEsta en lo correcto señorita Urquiza ㅡme sigue la corriente fingiendo una voz seriaㅡ No me gustaría verla enferma.

Se acerca rodeándome la cintura con sus brazos, así que apego mi frente en la suya dejándome llevar por el momento mientras nuestra respiraciones se nos mezclan, al igual que el palpitar de nuestros corazones ansiosos retumbando una misma melodía; la melodía del amor.

Y puessss esta vez no pude irme a dormir no sin antes haber publicado este capítulo, jajaja confieso que la razón por la que tardé en publicarlo fue porque no tenía un nombre para el título xD

En fin, estamos muy cerca de saber el oscuro pasado de Celeste🖤💙 Esperen ... dije ¿oscuro? UPS ya se me fue una pista. Y ustedes ¿Qué creen que oculta?

Un adelanto del siguiente capítulo es... Alex y Lucas >:)

¡Saludos!♡