cap 4
🌮
Había pasado una semana desde que la primera cita oficial se había dado, y aunque no habían tenido oportunidad de verse, mandaban mensajes cada que podían, entre ellos JiMin le mandaba selfies y fotografías de su día a día, en la universidad, saliendo con sus amigos, haciendo su skincare y YoonGi, no queriendo quedarse atrás, mandaba fotos de su cubeta con la que iba a bañarse esa tarde, su taza de "nescafé", su caldito de verduras porque hacía frío, la ruta que tomaba para ir al trabajo y la comida callejera que consumía.
— ¿Aún sigues viéndolo? —Murmuró NamJoon recargándose, tomándose su refresco sabor fresa.
— Sí —movió sus pies emocionado— wey, wey, ayer me envió una foto de su carita preciosa.
— Ah... —NamJoon suspiró— vas a ver que sus diferencias sociales los van a separar.
— No sé de qué hablas. —YoonGi soltó un puchero mirando de nuevo su celular, esperando una respuesta.
— Sabes de lo que hablo, wey... —miró a JungKook que estaba jadeando porque, aparte de ponerle rajas de chile habanero a sus tacos, le puso "salsa de la que más pique" porque "no hay pedo, señor, hasta que no sienta la garganta"— ¿Quieres refresco, Kook?
— Nel... —jadeó— mi tía la hace más picosa...
El moreno rodó los ojos y luego volvió a ver a YoonGi que, al recibir una notificación, volvió a patalear.
— Wey... —murmuró— en serio... luego vas a estar chillando de nuevo.
— Shh... —susurró— ¿no viste "amarte duele"?
— Sí, wey... ¿por qué crees que mataron a Renata?
— Porque es drama.
— Porque no podrían vivir felices posteriori, wey.
— ¡Ay! ¡Esa sí me la sé! —gritó JungKook— ¡Gori gori gori, chirin chin chin de Villalpando pum! ¡Yyyyy van sonando pum catapum chin chin, gori gori gori, chirin chin chin!
Los otros dos quedaron en silencio mirando al menor que seguía sonriendo.
— ¿Qué? —NamJoon arqueó una ceja.
— ¿No conocen a los Xochimilcas? —Preguntó arqueando la ceja.
— Wey ¿estás bien? —YoonGi se acercó para tocarle la frente.
— Cerdos incultos. —Refunfuñó el menor de todos volviendo a comer sus tacos con extra salsa.
NamJoon suspiró.
— El punto es... que te vas a hacer daño.
— Daño me hizo la nutrileche mamón y mírame, estoy bien.
— ¡Tus estados emocionales se ven reflejados en las canciones de "Alacranes Musical"! ¡Eso no es estar bien!
— ¡Nocierto!
— Dime qué venías oyendo en la combi.
— Nam... —YoonGi apresó su celular queriendo ignorar al moreno que, ante el silencio lo miró fijamente— uh... "por amarte así".
— ¡Te lo dije! —NamJoon se estiró en su sitio, se quitó la gorra de béisbol que usaba para pasar una mano por hebras cortas, metiendo sus dedos entre ellas para cerrar los ojos mientras lo hacía, JungKook miró a su amigo haciendo los movimientos que naturalmente lo relajaban.
— Tas bien guapo, Nam. —Murmuró JungKook.
Los otros dos lo miraron de nuevo con ojos interrogantes.
— Psss tas guapo. —Siguió diciendo mientras dejaba su plato desechable cubierto por una bolsa de plástico— si no tuviera a alguien en la mira probablemente te tiraría los perros...
— Otra vez... —YoonGi murmuró arqueando una ceja recordando como de vez en cuando JungKook le dedicaba canciones al moreno queriendo ser correspondido. Aún recordaba cómo, cuando lo conocieron teniendo quince, el pequeño tenía una obsesión por NamJoon.
— Sí, ándale.
— ¿Tienes a alguien? —NamJoon preguntó curioso ignorando el tema previo, él no se veía con alguien pequeño como JungKook, que, aunque sólo era cuatro años más chico, no se sentía bien— ¿quién?
— Se llama TaeHyung.
— ¡¿El amigo de JiMin?!
— Shi.
— ¡¿El otro niño rico?! —NamJoon arqueó la ceja.
— Shi.
— ¡JungKook!
— ¡YoonGi!
— ¡No! ¡Escucha! —YoonGi se inclinó hacia él— si las cosas fallan con él, no sólo TaeHyung te va a odiar, y me va a odiar a mí, sino que JiMin también.
— ¿Por qué? —JungKook pareció desanimado.
— ¡Porque eso es lo que hacen los mejores amigos!
— Yo no odio a tus exs... —NamJoon arqueó una ceja.
— Nadie habla de ti.
— ¡Ash!
Así regresaron para la otra mitad de su jornada laboral, cuando finalizaron JungKook era el único que aún tenía energía e iba cantando alguna canción que nadie más reconocía.
— ¡Llamada! —Gritó YoonGi asustado— ¿B-bueno?
— "¡YoonGi!" —Rió JiMin— "¿estás ocupado?"
— Para ti nunca... —ante esto NamJoon rodó los ojos de nuevo.
— "Awww es que... quería saber si este fin de semana podíamos salir o algo."
— Mhh... —YoonGi pensó ¿a dónde podría llevarlo? podrían pasar el día viendo alguna serie o película pero sería más interesante verlo fuera, con alguna actividad que hicieran juntos.
— "Si no puedes no hay problema, sólo..."
— ¡Ah! No, bonito, no te preocupes, van a hacer feria cerca de donde vivo ¿quieres venir?
— "¡No!" —Gritó una voz de fondo— "no, JiMin, está muy lejos y es muy peligroso"
— ¿Ese es TaeHyung? —Preguntó y ante la mención de su nombre JungKook lo miró con curiosidad— JungKook también irá.
— "¡¿Y eso a mí qué?!" —Gritó TaeHyung de fondo— "dice Tae que si irá" —Respondió JiMin.
— ¡Bien! —Sonrió— llevaré a otros amigos para que no se sientan incómodos o solos.
— Yo no quiero ir. —Respondió NamJoon frunciendo el ceño, cosa que YoonGi ignoró.
— "Bueno... nos vemos"
— Sí. Te mando mensaje cuando llegue a mi casa.
— "Está bien..."
— Okay...
— "Okay..."
— Bueno...
— "Sí..."
— Okay...
— "Ok-... ¡Ay ya cuelga!" —Gritó TaeHyung que colgó la llamada.
🌮
Ese fin de semana YoonGi sacó la playera de lujo: su playera de las chivas, pero la oficial, la que le había costado bastante dinero. NamJoon, mientras tanto, iba con una sudadera amplia y unos jeans iguales, sólo lo había acompañado porque, de hecho, habían pasado por él a su casa. Mientras tanto JungKook usaba una camisa blanca sin mangas y un pantalón amplio.
— ¿No tienes frío?
— Neh.
— Mhh... —YoonGi se acercó y apresó sus dedos alrededor de su pezón que sobresalía de la tela— ¡Cinco marcas de cigarros!
— ¡Ay! ¡Marlboro! ¡Lu-Lucky! ¡Pall Mall! ¡Ayyy! ¡Nam!
— Camel...—NamJoon le ayudó aún cuando él lo sostenía de los brazos impidiéndole moverse.
— ¡Camel!
— ¡Falta una!
— ¡No sé! ¡No fumo!
— ¡Una más! —Carcajeó.
— ¡Me duele mi chichi, wey! —Gritó tratando de alejarse.
— ¡Una, wey, una!
— ¡Ay no sé! ¡Cigarrín!
— ¡Esa no existe! —YoonGi apresó más el pezón y JungKook carcajeó entre el dolor.
— ¡Pérate que me duele!
— ¡Rápido!
— ¿Chicos? —Los tres se detuvieron aún sonriendo, giraron encontrando a JiMin y TaeHyung, el primero sonriendo con extrañeza y el segundo frunciendo el ceño.
— ¡Ay, hola! —YoonGi dejó a JungKook que soltó un quejido cuando se vió liberado y comenzó a sobarse su pecho— este es NamJoon y a JungKook ya lo conoces... —Señaló a los mencionados.
JiMin los saludo con la mano y luego formuló lleno de curiosidad.
— ¿Qué estaban haciendo?
— Nada... un ritual masculino.
— ¿Es propio de tu tribu? —TaeHyung respondió.
YoonGi lo vió frunciendo el ceño pero antes de responder, JungKook, que seguía sobándose, habló.
— No, YoonGi no tiene tribu.
Las respuestas honestas del menor siempre sacaban una risa en el que parecía malhumorado.
— En fin... ¿vamos? —JiMin murmuró.
Caminaron entre las personas, poco podían escucharse entre sí dada la música fuerte, pero, aunque era pequeño, era atractivo para pasear.
— ¿Podemos subirnos a la noria? —Preguntó JiMin.
— ¿La qué?
— Noria... la rueda de la fortuna. —Respondió NamJoon.
— Ah... simón. —YoonGi tomó la mano de JiMin y caminaron hasta la corta fila que estaba formándose.
— Esa cosa parece inestable, JiMin. —TaeHyung miró la estructura que con cada movimiento soltaba un rechinido.
— ¡Ay cálmate! —JiMin rió— ¿no subirás?
— No. —TaeHyung se cruzó de brazos.
— Yo me quedo también, entonces. —JungKook sonrió.
— ¡Ven! —JiMin soltó un puchero— por favor... mira, caben cuatro.
— Yo chingo a mi madre. —NamJoon respondió y JiMin se sonrojó.
— ¡N-no, lo siento mucho!
— Está bien, estaba bromeando. —NamJoon levantó los hombros— no soy fan de los juegos de feria, los espero aquí abajo.
— ¿Seguro? —Insistió JiMin acercándose.
— Sí, no se preocupen.
— ¡Ya me sentí mal! —JiMin negó.
— ¿No te sentirás mal por dejarme a mi solito? —YoonGi murmuró con ojos grandes.
— ¡Aww!
— Ay qué asco... —TaeHyung rodó los ojos.
Una vez subieron a la noria JungKook se sentó junto a TaeHyung y JiMin junto a YoonGi, así ambas parejas estaban viéndose de frente, un incómodo silencio se instauró. El segundo menor de todos habló quebrando la atmósfera que era adornada por la tarde que estaba pereciendo acompañada por el sonido de la música electrónica de los 2000s que poco a poco iba desvaneciéndose conforme subían.
— Yo creo que ustedes dos podrían llevarse muy bien.
— ¿Crees? —TaeHyung arqueó una ceja.
— ¡Claro! —Sonrió de nuevo— ¿por qué no intentan hacerse preguntas? ¡Quizás así se conozcan!
YoonGi, queriendo no decepcionar a JiMin, aceptó la propuesta, y aunque no le agradaba para nada TaeHyung, confiaba en que todas las personas podían ser gratas si se dialogaba con ellas.
— B-bueno... TaeHyung ¿estudias lo mismo que JiMin?
— No.
— Ah... —YoonGi asintió aún más incómodo.
JiMin le dió una mirada seria a su amigo que suspiró.
— Okay... dime, YoonGi, si no fueras pendejo, ¿qué te gustaría ser?
El mencionado abrió los ojos ofendido y cuando JiMin estaba por defenderlo, JungKook de nuevo respondió.
— ¡Esa me la sé! ¡Piloto! YoonGi hubiera querido ser piloto.
La respuesta fue inesperada y todos soltaron una risa honesta, TaeHyung tapó su rostro realmente conmovido por el menor. Y aunque ya no volvieron a hablar el ambiente se hizo tranquilizador.
Cuando bajaron de la noria siguieron caminando por la feria cuando escucharon una canción que llamó la atención, más que la canción, el acto en sí.
"una troca salió de Durango... a las dos o tres de la mañanaaaaa"
— ¡¿Qué es eso?! —Gritó JiMin sorprendido al ver a una persona vestida de monja, más bien monja terrorífica, identificaba que era un disfraz del personaje de terror de la película homónima. Se encontraba sobre un juego que giraba, habían varias personas sentadas alrededor del mismo, ésta persona procedía a moverse con ritmo y girar en medio bailando mientras el resto aplaudían y otros más, quienes estaban fuera del juego mecánico, estaban grabando.
— ¿Quieres subir?
— ¡Sí! —Aplaudió JiMin.
— ¿Cómo hace eso? —Preguntó TaeHyung sorprendido.
— Física. Aceleración centrípeta. Cuando hay un cuerpo que gira constantemente de forma uniforme genera una fuerza de atracción hacia su centro, ello lo vuelve como el punto más estable dada la gravedad que de por sí ya poseemos. ¿Has oído de los tornados y cómo el centro siempre es el punto más estable? —Asintió mirando el juego— pues es similar, estando en el punto cero no experimenta empuje como el resto de los que están en la atracción, quienes, si se levantan, probablemente salgan disparados por la fuerza a la que están siendo expuestos.
TaeHyung y JungKook quedaron en silencio mirando a NamJoon.
— Yo puedo hacerlo. — Replicó JungKook.
— ¡¿En serio?! —TaeHyung lo miró sorprendido.
— ¡Sí! ¡Es fácil!
— Es física.
— Simón. Es mi físico. —JungKook extendió un brazo para doblarlo y enseñar su músculo.
NamJoon suspiró cansado viendo a los demás subirse a la atracción, sacó su teléfono y empezó a leer un pdf desde ahí.
— A mí sí me gustó la explicación, no sabía eso. —Murmuró una voz detrás.
El moreno se sorprendió y miró hacia atrás encontrándose a un chico de su estatura con la piel delicada y rizos suaves que cubrían su frente y sus orejas, tenía los ojos almendrados y los labios gruesos, parecía tímido pero su postura denotaba el porte de alguien que cuida a los demás, llevaba ropa completamente negra y un cubrebocas que ahora descansaba en su barbilla.
— Ah... —NamJoon parpadeó varias veces— gracias...
— Entonces... ¿cómo funciona exactamente? —Caminó tímido hasta su lado.
El aludido sonrió y comenzó a explicar mientras guardaba su teléfono. Cuando los demás bajaron de la atracción carcajeando por las sensaciones, TaeHyung abrazando a JungKook porque, "aún se sentía raro", miraron a los dos que seguían hablando con interés.
— ¡¿Jin?! —gritó JiMin acercándose con el ceño fruncido— ¿qué haces aquí?
— ¿Qué? —YoonGi dejó de sonreír— ¿quién es él?
— Es sólo... —miró al pálido y luego a SeokJin— un conocido.
— ¿Eres amigo de ellos? —NamJoon señaló a los demás y el mencionado se sonrojó.
— Lo siento... es que...
— ¡Jin! ¡Te dije que no vinieras!
— ¿Es tu ex? —YoonGi se acomodó, subió más las mangas de su playera de las chivas y se puso en modo de defensa— ¡Suéltate, wey!
— ¡No! —SeokJin negó rápido— no es eso.
— Te dijo que no vinieras ¿por qué viniste, entonces?
— ¡Simón! —JungKook dejó de abrazar a TaeHyung para hacerle segunda al pálido— fíjate que disfruto más las madrizas que coger, porque las madrizas son más comunes.
— ¡No, wey! —NamJoon sostuvo a JungKook de los brazos.
— ¡Valiste verga!
— ¡Es uno de nuestros guardaespaldas! —Gritó TaeHyung— seguramente el papá de JiMin lo mandó.
Los demás se quedaron en silencio.
— Lo siento, joven Park y joven Kim... —SeokJin seguía sonrojado— su papá estaba preocupado porque salieron sin seguridad y me envió para asegurarme que estuvieran bien. —Miró a los presentes— parece que al menos tienen protección.
— ¿Le dirás a mi papá a dónde vinimos?
— Si usted no quiere, no. —Miró a YoonGi que aún seguía en posición de "combate"— entiendo por qué se divierte más aquí.
Después de ello YoonGi seguía sin confiar pero aceptó que el "guardaespaldas" los acompañara el resto de la noche, donde compraron un elote insertado en un palo de madera, envuelto con mayonesa, limón, queso, chiles en polvo o salsas de diversos tipos. La noche terminó con SeokJin llevándolos a sus respectivas casas, YoonGi siendo recompensado por un abrazo y JungKook regalándole un llavero genérico de un "among us" a TaeHyung. Una vez estuvo en la casa de los Park, después de haber dado su informe a su jefe, su teléfono vibró.
[NamJoon]
Puedo compartirte el libro que mencioné, si gustas.
[Yo]
No creo tener tiempo para leerlo :c
[NamJoon]
Entiendo.
[Yo]
Pero igual podrías seguirme hablando de él.
NamJoon, que había decidido pasar la noche con YoonGi, que al mismo tiempo estaba discutiendo con HoSeok por "no haber sido invitado", sonrió cálidamente, eso hasta que escuchó "por amarte así" en la pequeña bocina saturada de su amigo pálido.
— Ay no...
🌮
:
:
:
¿Quién es su espíritu animal?
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro