cap 2
YoonGi estaba desempacando las cajas de tequila para el almacén y pudieran hacer un conteo de las mismas, lo hacía con cuidado pero rápido, de forma en la que sonaba el vidrio amortiguado por el cartón. Estaba usando una playera sin mangas y el sudor recorría su piel, Terminó de acomodar la última de las cajas y suspiró, sacó un pañuelo viejo y deshilachado del bolsillo trasero de su pantalón —que era al menos dos tallas más grande—. Se sentó y tomó un trago de su botella de agua desechable que siempre rellenaba llegando a casa y ya estaba muy maltratada.
— ¿Ya estás mejor? —NamJoon se acerca jadeando también por haber descargado cartones de tequila.
— ¿De qué o qué?
— Ya sabes.
YoonGi se quedó quieto, su cuerpo se estremeció, miró a su mejor amigo y entonces sus ojos brillaron más de lo normal y su barbilla tembló ¡Ay no! ¡¿Qué hizo?!
— Mi mamá te dijo que ya no hablaras de eso. —La voz de YoonGi se quebró ligeramente.
NamJoon ladeó el rostro y no dijo nada. Había pasado casi una semana desde que YoonGi había visto al hijo de su patrón, bueno, técnicamente era el hijo del patrón, del patrón, del patrón, del patrón de su patrón. Y desde ese día cada vez que lo mencionaban, o siquiera se mencionaba la posada de la empresa, YoonGi se ocultaba entre sus manos para soltar unas lágrimas. Varias veces HoSeok le recordó que prácticamente no lo conocía, que no debía sentirse mal por algo que sólo fue un baile. Luego JungKook le ofreció pagarle un mariachi para llevarle serenata y conquistarlo "los llevamos en el chimeco de mi tío" dijo alegre y eso sólo hizo llorar más a YoonGi. Esa misma noche la madre del pálido lo había abrazado y había amenazado a cada uno de ellos, con cucharón en mano, para dejar de mencionar al "cruel chico que le rompió el corazón a su retoño". Habían pasado tantas cosas en una semana y era a la vez tan poco tiempo. YoonGi, por su lado, jamás pensó recibir un mensaje o llamada —aunque le dio su número—, así que cada día era como un cuerito en la esquina de la uña, cómo lo jodía.
— JungKook dice que nos invita unos huaraches. —NamJoon habló después de haber leído un mensaje en su teléfono, ladeó el rostro hacia su pálido amigo que ahora estaba jalando los hilitos de su pañuelo para el sudor.
— No tengo ánimos.
— Ay por favor, YoonGi. —NamJoon jadeó y comenzó a ponerse su sudadera para salir a tomar su descanso.
— ¡Suéltame! ¡Que no tengo ánimos! —Movió su brazo que nadie tocó y frunció el rostro en una exagerada indignación.
— ¡Ni siquiera te toqué, wey!
YoonGi miró a su amigo que lo estaba esperando, miró su pañuelo y pensó nuevamente en JiMin. Ah, él le habría enseñado a bailar de todo, salsa, cumbia, bachata y por último el ansiado ritmo del amor, le habría enseñado los puestos más lujosos del tianguis y las micheladas más sabrosas de la zona, le habría dado su mejor cobertor y la mejor silla de su comedor. Lo habría invitado a las fiestas que hacía su mamá para los santos y lo habría llevado a ver las luchas locales.
Entonces sintió su estómago rugir... bueno, llorar con la panza llena era una posibilidad.
— Mi huarache con salchicha y huevo.
🌮
Ese día en la noche se metió a bañar, había llegado cansado de cargar, pero no las cajas, sino el dolor de la decepción de vivir en una sociedad injusta que no le permite que su amor se desarrolle con total libertad sin ser juzgados por los ingresos monetarios... y sí, también por las cajas ¡La gente bebía más en esas épocas y las ventas se duplicaban! Se despidió de su mamá con un beso en su mejilla mientras ella veía su novela nocturna y caminó hasta su habitación, tomó uno de los libros que había estado leyendo en la noche y que había interrumpido por conocer al hombre más hermoso y etéreo de la sociedad mexicana, uno que posiblemente mereciera toda una nota en la mañanera con AMLO y unos cuantos covers de Valentín Elizalde... bueno, ya, estaba exagerando. Se sentó en la orilla y miró sus pies húmedos ligeramente y debajo sus chanclas que estaban por romperse. Debía continuar con su vida ¡Él tenía unos saludables 25 años! Podía aún encontrar a más personas con los mismos ojos lindos pintados, la misma sonrisa honesta con los labios más cuidados que vio en su vida, con ese perfume y...
¡SUFICIENTE!
Antes de volverse un seguidor del Temach decidió sentarse y tomar su libro "las venas abiertas de américa latina". Colocó música de ambiente, eso siempre lo ayudaba a distraerse y concentrarse de forma más eficaz, lo hacía así desde que era un niño con un mp3 cuya pila duraba una escasa hora. Se acomodó, tomó su celular y rápido puso su playlist en modo aleatorio.
Dread Mar I - Tu Sin Mi
— ¡No mames, no! —Gritó pero se quedó sentado un instante y comenzó a murmurar— es terrible percibir que te vas, y no sabes el dolor que has dejado justo en mí... te has llevado la ilusión de que un día tú serás solamente para mí...
Dejó el libro en la cama y se encogió en sí mismo.
— Y ahora estaaaaaaaaaaas tú sin mí, y ¿qué hago con mi amooooooor?, el que era para ti... ¿y con toda la ilusiooooooooooon de que un día tú fueras solamente para miiiiiiiiiiiiiiiiii?
Escuchó unos pasos en la escalera.
— ¿YoonGi, estás cantando? —Preguntó su mamá ¡Ay no! ¡Lo iba a regañar! ¡Su mamá sabía que sólo cantaba cuando tenía fuertes emociones! ¡Y apenas era viernes!
— ¡No, ma! —Gritó en respuesta y decidió apagar la música. ¡Zen, mantente zen, YoonGi! ¡Mente en blanco, en blanco! ¡Así! En blanco... justo así... blanco como los bonitos dientes de... OHQUELACANCIÓN
¡NO!
— Wey, concéntrate, lee. —Se acomodó en la cama, tapó sus piernas descubiertas y comenzó a leer. Escuchó su teléfono con una notificación. No. Él no iba a salir con sus amigos. No hoy, tal vez mañana, si hubiera unas buenas miches ¡Pero hoy es su tiempo de calidad! Es tiempo no homosexual de él y Eduardo Galeano. Sí, eso es. Rápidamente se indagó en la lectura y sacó sus lentes para el cansancio, la pasta gruesa contrastaba contra su piel y su cabello tinturado en amarillo pálido. Cuando leía tenía la costumbre de sacar suavemente la punta de su lengua rosada enfocándose en lo narrado y de momentos arrugaba su nariz queriendo comprender, sus ojos se afinaban con las palabras más complejas y luego asentía al concordar con las ideas principales del autor, usualmente tenía a lado un lápiz o pluma y una libreta, pero hoy sólo quería leer. Los lentes se resbalaron un poco por su nariz y eso lo desconcentró, estiró sus brazos hacia el cielo viendo con alegría que había pasado una hora. Se decía rápido pero después de una semana sin haber podido avanzar algo se sentía totalmente realizado. Sonrió conforme y decidió ponerle el separador al libro, que en su caso era un trozo de servilleta.
Se levantó sintiendo sed y recordó su teléfono. ¡Ah! Debía responderle a sus amigos.
Y su corazón cayó hasta su estómago.
O sea, metafóricamente, porque sino estaría muerto.
Llevó su palma hasta su boca reprimiendo un grito, era un mensaje de un número desconocido pero que irónicamente se hizo demasiado conocido con el contenido del mismo.
[+52-XXX-XXX-XX]
¡Hola! Lamento no haberte contactado antes
Me enfermé del estómago.
Tae dice que fue por los tacos.
Yo digo que fue porque bebí sin comer algo.
YoonGi jadeó de sorpresa y aventó el teléfono a la cama como si le hubiera quemado las palmas para luego caminar agitando las manos a sus costados pensando que debía tranquilizarse. ¡¿Qué haría?! ¡Necesitaba consejo! ¡Nunca le habían respondido los mensajes! ¡Más aún! ¡Nadie nunca le había mandado mensajes primero! ¡Ayuda! Miró a su cama y vio el libro ¿Qué le diría Galeano?... ah, escuchó la voz del uruguayo "¡tienes que enfrentar a la pobrezas: las económicas, sociales, morales y políticas impuestas! ¡Eso incluye el amor! ¡Hazle frente al concepto pobre de amor nacido y desmembrado por las ideas sociopolíticas de tu sociedad, YoonGi!" ¡No, Galeano! Así no... eso era muy difícil... por favor, ¡dile algo más! Escuchó de nuevo la voz: "que chingue a su madre Estados Unidos". Ya, eso sí ¡Pero no era importante! ¡Es decir... sí, es importante pero-...! ¡Ay no! ¡Lo dejó en visto! Debía agendarlo y responder...
[Yo]
Hola!!!! lo siento estaba haciendo ejercicio
[JiMin]
¡Oh! no te preocupes
¿Te interrumpí? ¿Estás en el gym?
YoonGi miró las pesas hechas con botellas de refresco, cemento dentro y un tubo pvc que estaban puestas debajo de su ropero y usaba diligentemente los fines de semana... técnicamente era un gym.
[Yo]
Sí justo ahi estoy
Pero no te preocupes bonito
te pusiste malito?
[JiMin]
Sí :c
¡Pero no creo que haya sido tu comida!
De verdad creo que es porque tomé sin comer
YoonGi se sentó y pensó en los tacos de dudosa procedencia...
[Yo]
Lo mejor es q ya no te lleve a esos sitios
[JiMin]
¿Y a dónde me llevarás?
¡Uy! ¡No te rechazó! ¡¿Viste esa dominada, Galeano?!
[Yo]
A una fonda
pero una cara!
Tardó un poco en responder, ay no... ¿lo ofendió?
[JiMin]
Ok.
¿Qué hay en las fondas?
— Psss... comida ¿no? —YoonGi murmuró para sí mismo, pero decidió maquillar un poco la realidad.
[Yo]
Muchos platillos típicos
[JiMin]
¡Oh!
¿Es como Pujol?
YoonGi quedó quieto, parpadeó en confusión y decidió buscar qué es eso. Lo habían albureado antes pero nunca de esa forma y dudaba mucho que ese chico fuera de ese tipo, y si albureaba debía hacerlo con más clase. A menos que... "pujol" sea un albur de clase... más valía prevenir. Su boca se abrió más cuando encontró el restaurante y los precios que rondaba... ¡Mierda! entonces miró el instagram de la cadena y ladeó el rostro... Alch se veía mejor el mole de Doña Teresita, la comadre de su mamá, que además le daría la mejor mesa y le haría un descuento.
[Yo]
Ps casi
yo diria q es mejor
[JiMin]
¡¿En serio?!
¡Qué emocionante!
¿Cuándo me llevas?
YoonGi sonrió, dejó su teléfono en la cama y comenzó a fingir que boxeaba a modo de victoria ¡Lo había conseguido! ¡Al fin! ¡Tomen eso conceptos sociopolíticos que envolvían y dividían las relaciones humanas!
[Yo]
estas libre el domingo????
[JiMin]
¡Claro!
¿Tengo que ir vestido de alguna forma?
— Hasta con pijama... —murmuró YoonGi al teléfono y se recostó con una sonrisa— o en cueros...
[Yo]
Psss casual
[JiMin]
¡Qué bien!
[Yo]
Igual te puedes maquillar
te viste bonito esa noche
[JiMin]
¡Ay! ¡Gracias!
Lo haré c:
YoonGi se levantó, apenas era viernes pero ya debía ir pensando qué ropa usaría, estaba sacando las camisas especiales para fin de año, asumiendo que quizás debía comprar algo cuando recibió otro mensaje
[JiMin]
Por cierto...
¿Dónde nos vemos?
YoonGi dudó ¿su tío le prestaría el coche? Quizás no, el domingo salían a ver a la abuela o a jugar con el equipo de futbol de su primo, tal vez si le dijera que era para una cita le haría una excepción, igual debía preguntar —o rogar—, mientras tanto...
[Yo]
q chimeco me deja cerca de tu casa?
🌮
.
.
qué onda con ustedes gustándoles esto?!?!?!!?
porque a mí también me gusta xd de nuevo, es sin editar pq una aventura es más divertida si huele a peligro. Escribir esto es fácil, me desestresa y me ayuda a cerrar el día feliz porque son sólo pura pendejada jajajajajaja
Gracias por el apoyo a la primera parte, la vdd no me lo esperaba
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