Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

25. Texas 1/2

Han pasado varios días desde aquella tarde tan... emocionante con Charlotte, durante todo este transcurso de tiempo la hemos estado pasando juntos, en las clases hablamos mucho, durante nuestros tiempos libres hablamos de cosas absurdas bajo el árbol, y al salir de clases vamos a su casa y estudiamos un poco de teoría, luego lo demás es un poco de historia que ya conocemos.

Ahora mismo acabo de regresar a mi casa después de pasar todo mi día con Charlotte, estoy muy emocionado porque mi cumpleaños es en dos días, eso quiere decir que mañana viajamos a Austin, solo que hay un detalle, nadie sabe que la Princesita me acompañará, no porque no quiero que lo sepan, sino porque no he pasado tanto tiempo con mis amigos como para hablarlo, todos estamos sumergidos en nuestros asuntos, en las tareas, prácticas, en sus parejas, y yo con mi extraña amistad. Pero tengo que decírselo.

Pongo mi mano en la manija de la habitación de Daphne dispuesto a abrir y entrar, pero al recordar el incidente de hace unos dias, retiro la mano y con mi dedo doblado toco la puerta, no es como si entrara cuando quiero a la habitación de mi mejor amiga, siempre abro a una distancia pequeña y espero que ella me indique si puedo pasar para no violar su privacidad, pero aquel día mi desesperación por hablar me ganó y consigo trajo la consecuencia de quemarme mis pobres ojos.

—Pase— habla alto.

Asomo la cabeza y la veo sentada en la cama con las piernas cruzadas, sus gafas de vista, un cabello revuelto, y un montón de libros, hojas, y colores a su alrededor.

—¿Qué haces?—pregunto mientras me siento en una de las esquinas de su cama tratando de no desordenar más su desastre.

—Trato de terminar el trabajo práctico de mañana. ¿Tu ya lo terminaste?

—Sí, Charlotte y yo lo acabamos hace dos días.

—Es que... ¡agh!—cubre su rostro con desesperación— odio a Leo.

¿Leo?, ¿que tiene que ver el aquí?

—¿Por?

— Porque... es muy guapo, tierno y cariñoso, por ende, no me puedo separar de él en todo el día, y como consecuencia estoy aquí tratando de terminar diez hojas de ensayo sobre nefrología, y con los dibujos a mano porque a la maldita impresora se le ha acabado la tinta.

—¿Y Leo ya acabó el suyo?

—Sí, lo hizo ayer por la noche, ya sabes, es un poco hiperactivo pero cuando se centra en algo lo acaba con rapidez.

—¿En dónde está?

—Le mandé un mensaje diciéndole que mi habitación estaba prohibida para él, porque sé que si viene aquí nunca acabaré, y se ofreció a ayudarme, pero no lo dejaré hacer eso, él ya terminó lo suyo, no le atormentaré con lo mio.

La observo tomar un marcador y comenzar a decorar un título con mucho interés en los colores, formas y combinaciones, estoy seguro que ella estaría mucho más feliz y relajada si estuviera en Nueva York haciendo un proyecto sobre un diseño de un vestido o una línea de moda. Algo de su sueño.

—¿Por qué me diste el pase?, pude haber sido Leo dispuesto a distraerte.

—Leo entra como Pedro por su casa, no toca.

—¿Y si te estás cambiando o algo así?

Sonríe y me mira.

—Se cubre los ojos hasta que le doy la indicación de abrirlos.

—¿Pero ustedes no han...?

ESTOY AL MIL POR CIENTO SEGURO DE QUE SI.

Mis ojos quemados no lo olvidan.

—Pues... si, pero cuando me estoy cambiando no estamos en esa acción, y me resulta incómodo, por eso se cubre los ojos.

—Quién se imaginaría que tu y Leo terminarían siendo novios.

—No somos novios.

—¿Es algo casual entonces?, ¿pasajero?

—Si— susurra.

—¿Enserio?—pregunto con incredulidad.

—Claro que no, me gusta mucho Leo, puedo hasta decir que estoy enamorada de él, lo hemos hablado y yo le gusto mucho a él, solo que no me lo ha preguntado, y no tengo nada de prisa porque sé que ambos sentimos lo mismo.

—Qué suerte tienen.

—La tenemos. Y tu que me cuentas con Charlotte.

—Amm, de hecho venía a hablarte de ella.

—¿Pasó algo?, ¿vas a ser padre?

—No, no, eso no.

Ríe sin dejar de trabajar en el proyecto.

—Mañana nos vamos a Austin, y...

—...Charlotte va a ir con nosotros para celebrar tu cumpleaños— termina con desinterés, sin importarle mucho.

—Si

—¿Y...? — Voltea a verme con una mirada con la que espera que siga hablando.

—Y... ¿no te molesta?

—No— dice entre una risa. —Jace, deja de tener ese miedo, no importa lo que piensen los demás, solo lo que tu quieres, y quieres a Charlotte, sabes, me hubiera molestado al principio porque Austin en nuestra historia, ella está ahí, pero ahora no me importa, hay que ir hacia el futuro, obviamente que el pasado es algo que siempre nos pisa los pies, pero el futuro siempre está un paso adelante, y hay que seguir caminando.

—Quiero que conozca todo mi pasado.

—¿Incluyendo a Charlie?

—Incluyendo a Charlie.

—Estás emocionado, ¿verdad?

—Mucho—digo en un susurro y sonrío — quiero que mis padres le conozcan. Solo me pone de nervios como mi cabeza puede reaccionar. Como se lo dije a Charlotte, quiero que conozca mi pasado de inicio a fin, desde la casa donde comencé mi historia en Austin, hasta el aeropuerto donde le di un minúsculo fin, quiero que ella sea parte de mi futuro, porque a este paso siento que aunque mis trastornos y enfermedades siguen conmigo, me siento capaz de salir de ellos, incluso me siento capaz de no mudar mi dependencia, e incluso de deshacerme de esa palabra de mi vocabulario.

Me siento vivo, feliz y capaz, por el momento me siento así, pero siempre hay algo que arruina los planes, no es que ya tenga uno, solo que así es la vida, te da esperanzas, y de la nada,te da un empujón hacia el vacío.

—Jace, dime la verdad, soy tu mejor amiga y tú el mío.

—Ajá, lo eres...

—¿Estás enamorado de Charlotte?

Gustar.

Es una palabra muy fuerte, aunque la gente lo usa para todo, me gusta una nube, me gusta la lluvia, el chocolate, etc, pero para demostrársela a una persona es más difícil.

Gustar es simple, estar enamorado es más allá del amor físico.

Estar enamorado no es solamente flores, risas y cariño, esa es solamente la parte superficial que el mundo nos vende, nadie sabe, o realmente nadie se quiere dar cuenta, que el estar enamorado es como darse una puñalada a sí mismo, que implica llorar, odiar, gritar y sufrir por más tiempo del que duras amando a alguien. Porque al final dura más un corazón roto que una promesa de amor. Un romance puede durar algunos años, pero finalmente puede que la ruptura te deje toda una vida de dolor.

—Se lo dije a Ken, te lo digo a ti, me atrae, me atrae mucho.

—¿Pero no estás enamorado?

—No aun.

—"Aun" , esa es la palabra clave.

Sonrío y tomo uno de sus libros.

—¿Te ayudo? —pregunto.

—No, ve a descansar, además si Leo te ve aquí se enojará.

—¿Qué?, ¿se pone celoso conmigo?

—Claro que no, lo digo porque no lo estoy dejando entrar a la habitación y a ti si, luego se enojará y va entrar aquí, me hará un berrinche de broma y luego dirá que para perdonarme me ayudará con el trabajo.

—¿Cómo sabes eso?

—Siempre es la misma técnica con diferentes situaciones. Las gira a su favor.

—Es listo.

—Y guapo.

Me pongo de pie dejándola sola en la cama, camino hasta la puerta de la habitación.

—Adiós.

—Adiós—me despido. Salgo de la habitación y cierro la puerta, desafortunadamente para Daphne, Leo estaba saliendo de su habitación, eso quiere decir que me ha visto salir de su lugar prohibido.

—¿Estabas con Daphne?

—Eh, ¿no?— dudo de mi respuesta—quiero decir, no, estaba por entrar pero me ha dicho que me vaya. Lástima, está prohibido pasar para todos.

—Sí estabas, te acabo de ver salir—se acerca y trata de pasar pero me interpongo.

—Déjala trabajar, Leo.

—Aparta Jace, tengo un berrinche en broma que hacer y también tengo que ayudarla con el trabajo—me hace a un lado y abre la puerta de par a par. —Daphne Jensen, estoy enojado y solo se desquita haciendo dos cosas — lo alcanzo a escuchar antes de que cierre la puerta.

Bueno, cosas de pareja que ya no me incumben, camino hasta mi habitación y me siento en la cama con la mirada girada al cuadro más importante que tengo.

—Espero tener un nuevo comienzo y que seas partícipe de ello, me verás crecer Charlie, te lo prometo, superare todo por nosotros.

Entro al baño y me tomo una ducha tibia para relajar mis nervios.

Antes de venir a casa he llamado a mi madre, le he dicho qué una amiga irá conmigo a Austin, y se emocionó mucho, dijo que estaba muy feliz de conocerla y le daría la noticia a mi padre para que esté en casa temprano para recibirnos. Estaré muy feliz este cumpleaños, después de pasar unos cuantos del asco, estoy seguro que este será muy diferente.

[...]

Todos tomamos nuestras maletas y comenzamos a caminar a la salida del aeropuerto para encontrarnos con nuestros padres, estoy muy feliz de estar aquí por mi cumpleaños número veintidós, cada vez estoy siendo más adulto y de cierta manera es emocionante.

De reojo miro a Charlotte, la cual se nota muy ansiosa y nerviosa, así que para calmar sus ánimos negativos entrelazo nuestras manos libres.

—¿Tienes nervios?

—Muchos.

—¿Por qué?

—Porque conoceré a tus padres ¿Qué si no les agrado?, ¿y si no les parezco buena influencia para su hijo?

—Mi familia te van a amar mis padres y mis hermanas, no te preocupes Princesita.

—Okay, voy a confiar en tu palabra.

Al salir del aeropuerto nos topamos con varios autos, incluyendo la camioneta negra de mis padres, una de tipo presidencial, como si nosotros fuéramos famosos y viniera la exclusividad por nosotros.

—¡Jaceito! —grita Juliette viniendo a abrazar mis piernas con fuerza, me agacho y la cargo en brazos.

—Hola Juliette, mira, ella es Charlotte, es mi

—Tu esposa.

—Es mi amiga.

—¿Como Dafni?

—Un poco diferente a Daphne.

—Oh, hola—se dirige a Charlotte agitando su mano en el aire y regalándole una gran sonrisa.

—Hola, Juliette, tu hermano me ha hablado mucho sobre ti.

—Lo sé, me quiere mucho, ¿a ti te quiere?

—No lo sé, pregúntale, así sabemos las dos.

—¿La quieres? — se acerca a mi oreja haciendo un campo protector con sus manos. Cambiamos de lugar, ahora yo hago un campo con mi mano y susurro en su pequeña oreja.

—Si, pero no le digas, es secreto de hermanos.

—¿Si me quiere, Juliette?— pregunta Charlotte con una sonrisa.

Mi hermana le sonríe y alza sus hombros.

—Es secreto de hermanitos.

—Lo siento Charlotte, es secreto de hermanitos.

Ambos sonreímos y luego nos centramos en Juliette.

—¿Dónde están nuestros papás?

—Mis papis están ahí—señala a un lado del auto, ahí están mis padres mirándonos con una sonrisa, así que sin más que esperar nos acercamos.

—Hola—les saludo— ella es Charlotte Hamilton, es mi amiga.

—Hola, mucho gusto—saluda la Princesita.

—El gusto es nuestro, soy Eliot Grey y ella es mi esposa Kete Edwards.

—Estoy muy emocionada de tenerte aquí Charlotte, Jace me ha hablado maravillas de ti— comenta mamá mirándonos con una sonrisa amable. Mientras tanto mi padre mete las maletas en el maletero.

—Charlotte, es mi nueva mejor amiga— murmura Juliette que aun está en mis brazos— Verdad, Charlotte.

—Así es Juliette.

—¿Escuchaste, mami?

—Lo escuché, Julie—dice con una sonrisa.

—Bueno familia, andando, hora de ir a casa.

Todos subimos a la camioneta después de saludar y despedirnos de mis amigos, quienes van con su familia. El viaje a casa ha sido emocionante, mis padres platican con Charlotte de forma amigable tratando de conocerla con respeto, eso me alegra y no me parece extraño, mis padres son educados, y no tendrían motivo alguno para tratarla mal. Al llegar a casa hemos subido las maletas, mamá ha acomodado la habitación de invitados para la comodidad y buen recibimiento de Charlotte, por lo que estoy muy agradecido con ella, quiero que su experiencia en Texas sea de lo mejor.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro