Pareja: Bakugou  x Tsuyu

La pregunta era sencilla en que momento esto de mi empezó a sentirse raro pero agradable a la vez.

—Tsuyu-chan ¿como te sientes? —preguntó la castañas de mejillas rosadas a su amiga.

—Me siento bien Uraraka-san, no es nada de que preocuparse, kero—pusó su característico dedo en su mentón sonriendo a su amiga.

—¿Segura? —asintió— bien, tengo que irme.

Cuando su amiga se fue, cerró la puerta de su habitación y se tiró a su cama. Suspiró y sus ojos se cerraron.

¿En que momento empezó a sentirse así?.

Hace un par de semanas su intuición había bajado un poco, su perspicaz seguridad había balanceado y su corazón había empezado a latir más fuerte.

Obviamente eso no pudo ser ignorado por sus amigos cercanos que le preguntaban constantemente como se sentía o si andaba algo mal. Lo que en cada ocasión negaba pues ni ella misma sabía que le pasaba.

Tenia tantas preguntas, una que no dejaba su cabeza era ¿por qué él?. Él no tenia nada que pudiese atraer a una persona, era rudo, terco, enojon, orgulloso entre otras cosas mas.
Dicen que uno no puede controlar el corazón y eso le había pasado.

No pudo evitar enamorarse de Bakugou.

<<¿Cómo me siento?>>

Esa fue la pregunta que la ayudó a descifrar su enamoramiento hacia el rubio.
Al principio pensó que se trataba de Tokoyami o Midoriya pues no quería aceptar que quien estaba en su corazón era aquel chico orgulloso.

Cuando lo veía o estaba cerca de ella se sentía...
Una sensación tan extraña pero a la vez agradable.

Ya había pasado una semana desde que descubrió su "enamoramiento" al igual que sus intentos de "desenamorarse" pero le fue imposible.
¿Por qué era tan difícil "desenamorarse" de alguien?.
Tenia que hacerlo, tenia que dejar ese sentimiento aún lado después de todo estaba ahí para convertirse en una heroína.

Pero simplemente no podía.

Ademas de todo sabía que Bakugou no era alguien que pensaba en cosas como "el amor" por lo cual tenía aún más razones para olvidar ese sentimiento.

¿Dolería? Había escuchado que el amor suele doler pero ¿eso era verdad?. Era la primera vez que experimentaba algo así y no tenia experiencia.

Un toque de puerta interrumpió sus pensamientos.

—Rana abre, se que estas ahí.

Su corazón se aceleró y un leve sonrojo le vino a las mejillas al escuchar al voz de aquel rubio.
Acto seguido fue abrir la puerta.

—Kero, ¿Qué pasa Bakugou-kun? —preguntó tratando de ocultar su nerviosismo.

El rubio tenía su expresión común: enojada.
Este extendió un cuaderno con algo de fastidio.

—Estas muy distraída rana, olvidaste esto en clase.

Tsuyu sólo asintió para luego tomar el cuaderno y ver como Bakugou se alejaba.
Dentro de su habitación no pudo evitar sentirse de alguna manera feliz por lo que acababa de pasar.

Miró su cuaderno y fue a dejarlo a sus respectivos lugar cuando algo cayó de este. Era una pequeña nota.

Más te vale que vuelvas a tu comportamiento normal rana, me fastidia que estés distinta, ¡tú no eres así!.

Asui sonrió para si misma, estaba segura que le costó escribir eso al rubio pues se notaba que la tinta roja había sido presionaba muy fuerte.

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