Matías 2
—¡Denis! — grité con todas mis fuerzas tratando de localizarlo entre la multitud—¡Denis! —grité una vez más con cierta desesperación en la voz al ver que la gente iba y venía como si el incendio no hubiera ocurrido. —¡Ayuda, por favor! ¡Necesito encontrar a mi hermano! —les pedía, pero a nadie parecían importarles mis ruegos. Ocasionando que la ansiedad comenzará a tomar lugar en mí.
Seguí caminando por el asfalto para intentar llamar la atención de quien fuera, lo único que deseaba era encontrarlo sano y salvo. —¡Alguien que me escuché! —protesté ya molesto y muy desesperado.
—¡Ayúdenme carajo! —les reclamé casi temblando. —Necesito encontrarlo...—murmuré cansado y apunto de llorar.
Sin embargo, antes de que pudiera liberar aquellas lagrimas que retenía las personas a mi alrededor desaparecieron dejándome solo con la casa donde la boda de Erika y Rene se había celebrado, intacta.
Lo cual me pareció bastante extraño, asi que confundido me dispuse a entrar; cuando lo hice no había nadie ahí. —¿Hay alguien ahí? ¿Denis? —indagué cauteloso.
De pronto me sentí tranquilo, pero al mismo tiempo nervioso de no saber que me iba a encontrar, entonces sin esperarlo escuché:
—Matías...—en cuanto aquella inconfundible voz entró a mis oídos, giré la cabeza para mirar hacia las escaleras, hallando a mi hermano al principio de estas. Provocando que una ráfaga de paz me inundara el pecho.
Era él.
Estaba entero.
Estaba bien...
—Denis... Estaba buscándote, tengo mucho miedo. —le confesé, mi hermano asintió como si entendiera el sentimiento.
—Lo sé.
—Ven conmigo. —le dije —Te necesito...—eso ultimo sonó casi a una súplica.
—Y yo te necesito más fuerte que nunca, por nuestra familia, pero sobre todo por Allen. Matías, por favor cuida de él. —parpadeé aturdido por lo que lo oía decir.
No entendía por qué no solo bajaba de ahí para reunirnos con los demás, e irnos a casa. —Vámonos de aquí Denis, vamos a casa. —el muchacho me observó como si supiera algo que yo no.
Soltó un suspiro para luego decirme:
—Sé fuerte, no lo olvides. Te quiero mucho. —en ese momento todo se prendió en llamas, volviéndolo todo un caos.
—¡Denis corre! —le pedí antes de que el fuego comenzara a consumir las escaleras donde se encontraba, más aun no hizo esfuerzo alguno por moverse de ahí. —Denis baja—le exigí, no obstante, parecía no oír mi voz. —¡Nooo! ¡Deeeenis! —exclamé con fuerza y dolor cuando las llamas lo alcanzaron;
No obstante, la opresión en el pecho y la falta de aire en mis pulmones me despertó de aquella horrible pesadilla de un tirón.
Llevé una de mis manos a mi corazón exaltado y apenas fui consciente del temblor de mi cuerpo, las lágrimas rodando por mis mejillas y el sudor de mi frente.
Jalé aire intentando respirar, ya empezaba acostumbrarme a estas pesadillas que me asechaban sin falta cada noche, pero a lo único que no me acostumbraba era a la idea de no tener a mi hermano.
Mientras el latido de mi corazón se desaceleraba tomé mi celular de la mesita de noche y busqué el contacto de Amara para escribir:
¿Estás ahí?
Tres minutos después la respuesta de mi hermana llegó a mí.
La favorita:
Estoy aquí, ¿De nuevo con las pesadillas?»
Solté un suspiro largo por lo bien que me conocía aun estando a kilómetros de distancia lejos de mí.
Yo:
Si, el mismo sueño.
La favorita:
Como quisiera poder abrazarte, estar con ustedes...
Podía notar la impotencia que seguro experimentaba desde aquí, incluso podía imaginar lo que se le cruzaba por la mente; asi que me apresuré a escribir:
Yo:
No Amara, por favor prométeme que te quedaras allí, Denis hubiera querido que cumplieras tu sueño.
La favorita:
No puedo prometerte eso Matías, me necesitas. Yo los necesito, primero es mi familia y después mi sueño.
Yo:
Tu familia seguirá aquí para cuando hayas cumplido tu sueño, créeme Denis lo hubiese querido.
La favorita:
No sé de dónde sacas tantas fuerzas para no hacerte pedazos hermano.
«No lo soy. Solo finjo serlo» pensé, también recordando aquello que en el sueño Denis me había pedido.
Yo:
Hablar contigo es de mucha ayuda.
La favorita:
Esta bien, prometo quedarme aquí si tú prometes salir, aunque sea un poco, Rene me ha dicho que no has querido salir de tu habitación.
Negué con la cabeza, Rene nunca puede ocultar ni siquiera un secretito, a veces detesto que se tome tan en serio su profesión.
Yo:
Te lo prometo.
La favorita.
¿Por la garrita?
Yo:
Por la garrita.
Luego de otro par de mensajes que intercambie con mi hermana pude dormir un par de horas mas antes de que el sol saliera, y que mi novia llegara dispuesta a arrancarme las cobijas del cuerpo.
—Cariño ya estoy aquí, vine por ti como lo prometí. — dijo en tanto se tomaba la osadía de abrir mi closet después de alejar mi cobija calentita de mí. —Es muy temprano aun —me quejé entre balbuceos.
—Siempre me ha gustado como te ves vestido de azul, me parece que ilumina mucho tu cara preciosa. —la oí parlotear en señal de que había tenido la osadía de revisar mi guardarropa —, anda date una ducha mientras yo le pido a Erika que me ayude a preparar tu desayuno. —argumentó dejando el atuendo que me había elegido en un costado de la cama, me buscó los labios plantando en ellos un beso y luego se fue; yo me quedé aturdido por lo rápido que pasó todo.
No pude evitar sonreír aun cuando me sentía miserable, porque con Elissa siempre es asi, ella, aunque no lo pretenda consigue que sonrías con esa energía, con esa personalidad que al menos a mi parecer es única.
Sin otro remedio tuve que obedecer a la petición de mi novia, ya que si no lo hacía sabía que terminaría arrastrándome fuera de la habitación, además se lo había prometido a ella y a Amara; y todo aquel que conoce a un Preston sabe que para nosotros una promesa es sagrada.
Luego de ducharme, arreglarmey mentalizarme de no ser un idiota con mi novia gracias a este sentimiento de desesperacióncombinado con el dolor que me consume. Bajé a la cocina donde se hallabanreunidos Erika, Rene, y Elissa hablando de algo que no me enteré; ya que al verme guardaron silencio.
Mi novia volteo a mirar y sonrió de oreja a oreja.
—Sabía que el azul era tu color—comentó en lo que yo me acercaba a saludarla como era debido, dándole un beso decente en los labios.
Eso es porque tienes buen gusto amor. — le murmuré después de ese beso.
— Si, en definitiva, tengo buen gusto. —dijo haciendo referencia a su gusto por mí, dicho comentario logró robarme otra sonrisa débil.
—Es la primera vez que te veo sonreír Mati— arguyó la esposa de mi hermano mayor con autentica felicidad. Miré a mi novia y luego a mi cuñada.
—Con ella es imposible no hacerlo. — contesté con sinceridad.
დ დ
Cuando terminamos el desayuno Elissa no me dejó ni un segundo más dentro de casa, me sacó de ahí y es por eso que ahora nos encontramos caminando por el parque sin un rumbo en específico sin pronunciar palabra alguna; y aun asi no me incomoda en lo absoluto. No obstante, eso no duro mucho tiempo, ya que al final fui yo quien lo rompió:
—Gracias...— le dije sin dejar de andar, Elissa volteó hacia mi algo desorientada.
—¿Por qué?
—Por todo esto que haces por mí, por obligarme a salir, por sacarme sonrisas, por venir a verme cada día como si en tu casa no la estuvieran pasando mal; Gracias por no abandonarme, gracias por estar en mi vida. —la castaña me contempló un segundo como si le hubiese hecho la más bonita declaración y sonrió con timidez.
—Hago esto porque te amo, te amo lo suficiente como para escucharte hablar de lo que te duele las veces que sean necesarias hasta que sanes. Yo ya viví ese dolor, y sé que parece que no hay salida Matt; pero la hay. Créeme. —liberé un suspiro de frustración tras escuchar sus palabras, fijé la vista en la suya exponiendo lo siguiente como si de pronto me hubiese dado un ataque de sinceridad.
—Yo a veces creo que no ¿Sabes? Siento que desde que Denis murió mi familia se desmoronó por completo, papá sale todos los días con Allen para mantenerlo ocupado y asi evitar que haga preguntas sobre Denis.
Porque sé que en el fondo él también se niega a aceptar que lo perdió, Rene finge tener el control, pero sé que en el fondo está hecho una mierda. —las lágrimas comenzaban a acumularse detrás de mis ojos mientras hablaba; la mano temblorosa de Elissa me hizo notar que era a mí a quien le temblaban las extremidades y no a ella. —Mi hermana llora por Denis lejos de nosotros, porque yo soy quien teme que si vuelve terminé lastimada de alguna manera u otra. Y yo, soy un manojo de angustia y desespero que no sabe cómo ayudar a su puta familia. A veces creo que soy un jodido cobarde que ni siquiera sabe cómo liderar con el dolor. —sentí las lágrimas escurrir por mis mejillas, sentí mi mandíbula tensarse debido a la impotencia que me llenaban mis propias palabras.
Las manos de Elissa se cerraron en cada lado de mi rostro, ocasionando que sus ojos fuesen lo único que podía observar.
—Matías, tú no eres ningún cobarde ¿me oyes? No estas obligado a ser fuerte si no quieres serlo, tienes derecho a llorar por tu hermano, tienes derecho a ser débil si asi lo quieres y no está mal. Por qué no estás solo, porque aquí estoy para limpiar cada lagrima que salga de esos bonitos ojos hasta que te sientas fuerte. —me dijo con un tono dulce mirándome con tal ternura que, por un instante me olvidé de la tristeza que sentía y la besé.
La besé despacio, lamí y mordí sus labios con delicadeza apretándola a mi cuerpo.
No fue un beso lleno de pasión, sino uno de esos que trasmiten todo ese amor y agradecimiento que a veces no te alcanzan las palabras para expresarlo.
—Te amo, te amo demasiado. — expresé más honesto que nunca.
—También te amo mi cielo, no imaginas cuánto. —repuso depositando un beso casto en mi boca. Tras haber pasado la tarde
Tras haber pasado la tarde juntos, haberme sacado a bailar en el restaurante al que ella se empeñó a invitarme a comer a pesar de que insistí en pagar la comida de ambos y robarme unas cuantas risas más; la dejé en la puerta de su casa con la promesa de que volvería pronto a la mía, ya que necesitaba un tiempo a solas para ordenar mis pensamientos.
Asi pues, fui directo al bar karaoke al que asisten mis hermanos con la identificación falsa que el mismo Denis me ayudó a sacar.
—Matías Preston, no puedo creer que hayas cumplido ya los veintiuno. —argumentó Esmeralda con sarcasmo al verme llegar a la barra, saqué mi identificación para mostrársela.
—Aquí dice mi nombre. —me excusé mostrándole la dichosa tarjeta, ella la tomó fingiendo analizarla. —, por favor necesito un trago. —comenté cuando la vi dudar un poco; la chica posó su mirada en mi un segundo, quizá no sabía la razón por la que lo necesitaba. Sin embargo, alguien a mi costado dijo:
—Dale ese trago, yo me hago cargo del chico. — volteé a mirar al responsable, dándome cuenta de que era Charlie quien hablaba.
—Hey ¿Qué haces aquí? indagué dudoso.
—Lo mismo que tú, vine aolvidar lo estúpido que he sido últimamente y a lamentarme por la muerte de miamigo. —me compartió con tono frio, no parecía ser el Charlie de siempre,además de que se notaba que ya tenía algunas copas encima.
—Aquí tienes. —dijo la bar tender arrastrando el trago hacia mi extremo, la cual no me había dado cuenta en qué momento se había ido. Pero agradecí que hubiera accedido a mi petición con asentimiento de cabeza, cuando nos dejó de nuevo a solas volví a mirar a Charlie para preguntarle:
—¿Por qué dices que has sido estúpido? —el rubio me dedica una mirada, le dio un trago a su bebida y repuso.
—Pues resulta que mi novia ya no me ama.
—¿Cómo lo sabes? —Charlie suspiro como si le costara admitir sus palabras.
—Esas cosas no pueden ocultarse Matías, además mis amigos no les cae bien y tienen buenas razones para que asi sea. —expuso con una mezcla de tristeza y cierta certeza en la voz.
Le dio un sorbo largo a su trago, yo por otro lado le di el primero al mío, ya que estaba demasiado ocupado prestándole atención.
—¿Y por qué no terminas con eso de una vez? —el chico rio con mordacidad al oír mi pregunta, pero al menos esta conversación me mantenía al margen de mis pensamientos catastróficos.
—Eso es lo jodido de todo esto. No puedo dejarla porque yo todavía la amo, más de lo que debería. —Charlie pidió otra botella cuando se terminó la anterior; poniéndose aún más ebrio que antes.
Sonreí por lo irónico que esto resultaba, puesto que terminé siendo yo quien cuidó de él. —Denis me dijo que tenía que decirme algo, pero no supe que era... —mencionó después de un breve silencio que se instaló entre nosotros. —, lo echo mucho de menos... carajo—manifestó dejando escapar algunas lágrimas.
Solté un suspiro largo. —Yo también...— susurré cabizbajo levantándome de mi asiento, yendo hacia el de Charlie. —Creo que ya bebiste suficiente amigo.
—Dé-jame beber un poco más, yo soy el adulto aquí. —protestó el muchacho.
—Pues creo que cambiamos los papeles. —le comuniqué en tanto depositaba la paga de ambos sobre la barra, levanté al rubio dejando que se apoyara sobre mi hombro, te llevaré a casa.
დ დ
Después de dejar a Charlie a salvo en su casa llegué a la mía cansado, con la cabeza llena de pensamientos intrusivos que no tenía idea de cómo deshacerme de ellos. Subí a mi recamara con la intención de tumbarme en la cama y dormir.
No obstante, cuando entré encontré a Allen sentado a la orilla de mi cama columpiando sus piecitos como si llevara un buen rato esperándome. —Saltamontes, ¿Qué haces aquí? ¿Quieres que te preste el juego de FIFA? — le pregunté ya que siempre me lo pedía, pero esta vez negó con la cabeza mirándome a los ojos. —Quiero preguntarte algo, pero no me respondas como si fuera un tarado; asi siento que todos me tratan cada que les pregunto sobre eso. —la incertidumbre comenzó a trepar por mi interior en lo que me acercaba y me ponía en cuclillas frente a él.
—¿Qué quieres preguntarme?
—Promete que me dirás la verdad. —insistió sin decir su típica pregunta infantil que ya habíamos adoptado todos, ahí supe que esto iba muy en serio.
—Te lo prometo. —le contesté con la misma seriedad y también un tanto preocupado, el niño soltó un suspiro que parecía haber retenido mucho tiempo.
—¿Dónde está Denis? —su cuestionamiento por poco y me deja sin aire, su mirada era una esperanzada, esa que pones cuando por fin obtendrás lo que tanto buscabas. Me sentía entre la espada y la pared; por un lado, no quería decírselo porque quería hacer lo que todos.
Protegerlo.
Pero por otro, tenía derecho a saber la verdad y además se lo había prometido...enterré los dedos en mi cabello sin saber cómo empezar.
—¿Dónde está mi hermano? —insistió exasperado.
Bajé la mirada porque no tenía la valentía suficiente para contemplarlo mientras lo decía.
—Denis esta...—de repente las palabras no se formulaban en mi garganta.
—¿Dónde? —indagó de nuevo, yo cerré los ojos apretándolos en tanto le suplicaba a dios que le diera fuerza a mi hermanito para superar esto.
—Denis está en el cielo campeón... —le revelé, en ese momento un silencio aterrador se instaló entre nosotros. De repente sentí una patada, alce la vista y vi que Allen era quien realizaba dicha acción, el niño me observaba con mucha rabia como si yo le hubiese quitado a su hermano favorito.
Me levanté para luego recibir otra patada, seguido de unos puñetazos en el estómago en el que imprimía toda su fuerza, dejé que lo hiciera por unos segundos, sabía que esa era su forma de negarse al dolor.
Luego lo abracé aun en contra de su voluntad y los golpes que me propinaba, cuando lo hice un llanto desgarrador se liberó del pequeño; tanto fue asi que ambos terminamos arrodillados en el suelo ya que en ningún momento dejé de abrazarlo. —¡¿Por qué?! ¿Por qué se fue al cielo? Quiero ir con él —murmuró entre sollozos y la respiración entrecortada, oírlo decir aquello me partió el alma. Incluso sentí como el pecho se me contraía de dolor.
—No digas eso por favor—le supliqué con lágrimas en los ojos, pensando que tal vez fue un gran error el haberle dicho la verdad.
Nota de autor: No sé por que pero el capitulo anterior no tuvo mucha recepción debido a que wattpad no enviaba las notificaciones ( eso me dijo Valeria) espero hubiese sido eso y no porque me quisiera ocultar que nadie quiso leer el capitulo anterior jajaj.
Subí capitulo para celebrar el cumpleaños de mi amor hermoso, que aunque no sabe que existo y que por él encontré mi camino en la vida (ya que me inspiro para escribir mi primera novela) este dia es sagrado para la familia pinguino asi que Feliz cumpleaños amor mio sé feliz y brilla fuerte, como la estrella que eres.
Capitulo dedicado a: AmygdalaMin
Gracias por votar y comentar el capitulo anterior
Posdata: Si no sabes que comentar deja una felicitación para Harry Styles
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro