Nota de la Autora: Hola pinguinos, como ya lo había anunciado en mis redes sociales re subiré la historia mejor editada que antes, cabe aclarar que no soy experta en la rama de la edición por lo que posiblemente no parezca la edición de un profesional.

Por lo cual de ante mano me disculpo, sin embargo mi intención es que luzca por lo menos mas decente ante sus ojos, aclaro también que los cambios en la historia  son casi imperceptibles a menos que seas muy observador para darte cuenta de lo que antes no estuvo ahí.

Asimismo te agradezco infinitamente si eres un lector antiguo y aun permaneces , y si eres nuevo bienvenido y gracias por darme la oportunidad  de entretenerte, y quizás si corro con poquita suerte enamorarte de mi historia.

El silencio reinó entre nosotros, realmente estaba cansada de seguir discutiendo, así que agradecí que así fuera, estar juntos se estaba volviendo insoportable y muy complicado.

Él liberó un largo suspiro de frustración, luego rompió el silencio diciendo:

—Prométeme algo ¿vale? —El tono de su voz sonaba más tranquilo, eso aminoró mi ansiedad un poco.

Me estaba mirando podía sentirlo.

— ¿Qué promesa? —Le pregunte.

—Promete que jamás, jamás vas a enamorarte mí —dijo con frialdad, pero alcance a percibir algo de desesperación también.

Sentí como sus palabras estrujaron mi corazón y eso fue de verdad muy doloroso, no quería encontrarme con su mirada.

Me asustaba no ver en sus ojos a mi mejor amigo.

Pero tuve que hacerlo de todos modos, tragué saliva para deshacerme del nudo que se formó en mi garganta.

—No puedo prometer algo de lo que no estoy segura si pasará.