Estoy harto.

En definitiva, estoy harto. 

Las peleas con Ginger se han vuelto tan constantes que no le veo fin a esto... ¿cuándo todo esto se fue a la mierda?

Todo iba de maravilla.

Bueno no, no siempre de un tiempo para acá Ginger se ha vuelto una persona muy diferente de la que termine enamorado: insegura de sí misma, temerosa y extremadamente territorial, me cela por todo y de quien sea incluso del tiempo que paso con mi familia.

Pensé que era porque en su familia no eran muy afectivos y eso le provocaba la necesidad de que yo, su novio le hiciera saber cuánto la amaba y lo fabulosa que era así como repetirle hasta el cansancio que yo no iba a herirla como lo hizo Mike.

Que yo no era él.

Que podía estar tranquila y dejar de llamarme cada cinco minutos cuando estábamos lejos. Pero no, las llamadas eran cada dos minutos y sentía que me estaba ahogando.

No lo entiendo, en lo que va del año hemos roto como mínimo tres veces y eso que apenas terminará enero, no sé cómo hacemos para volver prometiéndonos una y otra vez, que esta vez será diferente  pero siempre termina siendo igual o peor.

Me siento como en esas novelas en las que Cara repelaba diciendo que su protagonista femenina era una idiota por volver con el chico que la destruía una y mil veces, solo que en este momento me siento la chica idiota.

En una ocasión arrojo el libro por la ventana de lo enfadada que estaba, luego me ordeno ir por él, en mi caso no sé cuál de los dos es quien, pues cuando más decidido me hallaba para dejarla ir, ella tenía el argumento perfecto para hacerme volver.

Es como si hubiese perdido mi libertad y mi pensamiento.

Como si no pudiese hacer nada por mí mismo sin tener a Ginger a mi lado, tengo miedo de perderla pero ya no sé si es porque la amo demasiado o por otra razón, y cuando ella quería dejarme porque yo salía con una estupidez que la hería de verdad, yo no quería soltarla.

Ahora el bando de opciones está dividido.

Mis hermanos y Charlie dicen que es porque soy un jodido masoquista, Barbara y Amara dicen que es porque es la primera vez que me enamoro y Louis dice que es porque tengo miedo a estar solo.

Todas esas posibilidades juntas quizás sean la razón del porque sigo atado a esto, porque no me atrevo a soltarlo, quiero salvarlo porque a pesar de todo también me ha hecho feliz.

Porque la amo.

Porque me ama.

Porque así no extraño contárselo todo a mi mejor amiga, seguro ella tendría un consejo brillante. He sabido por Bárbara que se pasa todo su tiempo con los Hamilton y que es más feliz sin mí, mentira eso último me lo he inventado yo porque es lo que parece, desde que Charlie me dijo la verdad del accidente las pesadillas son cosa del pasado.

Sin embargo, todavía me siento vacío intento fingir que no sé lo que me falta pero lo sé y es esa brujita desesperante no tengo la menor idea de cuando dejare de necesitarla.

Tal vez nunca lo haga.

Volviendo a la crudeza de mi situación sentimental justo en este momento me encuentro tratando de arreglar la última pelea del mes Ginger se encuentra parada ante mí con los brazos cruzados y el ceño fruncido.

— ¿Vas a decirme porque estabas en línea y no me respondías los mensajes?

Mi mandíbula se desencaja. — ¿Estás hablando en serio Ginger? —le pregunto escéptico de lo que acaba de entrar a mis oídos.

— ¿Te parece que estoy bromeando Denis? —me devuelve la pregunta tan impasible que no termino de creérmelo.

Bufo ya frustrado por todo esto, si no está bromeando, debería porque estoy empezando a enfadarme de verdad. —No lo hice porque estaba arreglando asuntos importantes.

— ¿Ósea que hay cosas más importantes que yo?

—No amor, no quise decir eso —intento tomar su mano, pero ella se aleja.

—Pues eso me das a entender —suspiro y me acerco rodeándola por la cintura.

—Ya me canse de pelear ¿y si lo dejamos para después y nos concentramos en otra cosa? —Pego mi boca a la suya para besarla, pero se aparta de con rapidez.

—Bésame cuando yo te importante — espeta y con eso se va.

Me paso las manos por la cara  mas frustrado que antes y luego dejo salir un grito para liberar toda la rabia acumulada.

En eso escucho que llaman a la puerta principal, como yo soy el único idiota que está en casa, gracias a que decidí quedarme a solucionar los problemas con mi novia, problemas que se hicieron aún más grandes.

Me pongo en camino a la puerta al hacerlo frente a mis ojos está un Taylor con aspecto espeluznante, así debí verme yo cuando no dormía.

Que horrible.

—Taylor la casa de Cara es la de al frente — le explico pero niega con la cabeza— ¿Qué haces aquí, te siguen para matarte? —Pregunto buscando a algún maleante cerca.

Taylor no es el típico amigo que te visita por casualidad.

—Ya estoy muerto en vida Denis —dice desganado, dejándome más que confundido.

—Genial pues ve a morirte a otra parte porque mi madre se enfadará como le ensucies la entrada, ya  conoces como es —intento cerrar la puerta, pero él no me deja.

—Estoy hablando muy enserio Denis, estoy muriéndome.

— ¿Por qué?

— ¿Puedo entrar? —inquiere casi a ruegos, lo pienso por un segundo Taylor y yo no somos  precisamente amigos, ¿y si de verdad está muriendo? Sinceramente no entiendo porque me busca a mí, hasta que desarrollo un complicado logaritmo matemático y entonces lo entiendo todo.

Cara.

Mi mente  empieza a imaginarse lo peor ¿le habrá pasado algo? Lo dejo entrar y él toma asiento en uno de los sofás.

—Necesito tu ayuda —me pide en un tono desesperado.

— ¿Que le ha pasado a Cara? —Le pregunto por instinto, Taylor me mira con los ojos muy abiertos.

Está asustado o eso es lo se ve a simple vista.

— ¿Cómo sabes que se trata de ella? —me responde con otra pregunta.

—Porque no vendrías a mí si se tratara de otra cosa —él guarda silencio como señal de que acerté.

—No le paso nada, pero ella va a odiarme Denis y necesito que me ayudes a que eso no suceda... — arguye lleno de agobio, no entiendo el porqué de esta situación pero de inmediato reaccionó.

— ¿Qué te hace pensar que voy a ayudarte Taylor? —El tono de mi voz es duro y demandante, ha dejado la máscara de rebelde que tanto presumía, el chico suelta un suspiro largo levantándose de su asiento.

—No debí haber venido —dice tratando de huir, pero lo bloqueo.

—Ya estás aquí ahora no te iras hasta que me digas ¿Qué le hiciste a Cara? —le exijo saber alzando  aun mas mi voz.

—Es Joshua, mintió para ponerme en su contra no sé cuánto le mintió pero parece que fue mucho porque no responde mis llamadas —camina de un lado a otro en la sala— Le he hecho cientos y no, no lo hace, cuando la busco se esconde de mí.

—Eso debe sentirse muy feo —dije escondiendo la sonrisa burlona que quiere escaparse de mí. Taylor me lanza una mirada enfadada.

—Denis, esto es serio, es Joshua.

—Nadie dijo lo contrario, pero es Cara ¿sabes lo que significa? No es tonta, si actúa así contigo es porque ya dudaba de ti  antes de Joshua. No es nada manipulable —sus dientes se aprietan denotando furia, algo de felicidad me recorre por dentro.

Creo que es porque estoy desquitando el mal rato que Ginger me hizo pasar, cuando estoy enojado puedo ser un cabrón de primera.

—Eres un...

— ¿Cabrón? Si tu hermano ya me lo había dicho el día que quiso cobrarme la golpiza que le di —Taylor toma una larga respiración y el sonido de su voz ahora es más calmado.

—Ella me ama, tú lo sabes ¿no quieres que tu amiga sea feliz? Si es tu mejor amiga como dices, por favor ayúdame Denis... yo soy quien la hace feliz y tú lo sabes —aquello me causo dolor de estómago pero no se lo dije.

—No me respondas nada ahora piénsalo y si crees que merece ser feliz me ayudaras —el idiota sale por la puerta desapareciendo de mi vista dejándome con la maldita duda en mi cabeza.

¿Debería ayudarle? ¿Él es su felicidad realmente? ¿Y si quisiera ayudarle... como podría si no la he visto desde aquel día?

Ni siquiera me dirige la palabra.

Pero luego una nueva pregunta revolotea en mi cabeza que es aún más difícil de contestar.

¿Quiero ayudarle?

■■■

Le prometí a Allen que lo traería a jugar fútbol antes de que reanude sus clases, mis hermanos y amigos también  me acompañaron, planeamos un día de campo para distraerme un poco por mi mala racha amorosa que justo ahora parece estar arreglada pero con toda honestidad no se cuanto más pueda soportar este "empieza y termina, vuelve empezar y terminar otra vez".

Me encuentro viendo como mis amigos se divierte jugando una ronda de fútbol soccer, yo decidí tomarme un respiro sin embargo creo que ese respiro esta por acabarse, mi pequeño hermanito viene a mí con esa carita a la que no puedo negarle nada.

Después de todo fui yo quien se la enseño.

—Cierra los ojos, no vas a decirle que sí, no vas a decirle que si —trato de convencer a mi parte fuerte de que tome las riendas.

— ¿Porque cierras los ojos cuando vengo? —Me cuestiona se que seguramente esta cruzado de brazos analizando mi comportamiento, yo no los abro todavía.

—Porque quiero descansar. —me excuso.

—No es cierto, los cerraste porque no quieres que te obligue a ir de regreso jugar con nosotros —los abro siendo atrapado en mi fallido plan.

— ¿Cómo sabes que es por eso?

—Cara me dijo que mis ojos son tan bonitos que nadie puede resistirse —era de suponerse, es demasiado inteligente como para que incluso yo pueda engañarlo. Sin otro as bajo la manga, me levanto diciendo adiós a mi descanso en la sombra de ese árbol.

— ¿Y entonces Cara te dijo que son bonitos y te crees un galán ahora? —le pregunto bromeando mientras caminamos a donde todos nos esperan.

—No me creo galán, soy un galán —dice con seguridad.

— ¿Porque estas tan seguro? —Intento no reírme por su exceso de confianza.

—Porque soy tu hermano.

—Buen punto —él me sonríe y yo lo cargo en brazos para llevarlo con el resto de los chicos.

El juego está siendo todo un éxito y lo digo por el 5 a 2 que le hemos anotado al equipo contrario que lo conforman Louis, Charlie y Ginger. No pude convencer al mini diva de mi hermano que ella fuera parte de nuestro equipo.

Al parecer no le agrada en absoluto y no le molesta en hacérselo saber con sus rechazos inocentes.

Voy por el gol de la victoria, pero Louis se interpone haciendo que la pelota se vaya lejos de la que es nuestra cancha improvisada y como siempre a quien terminan mandando por la pelota es a mí.

La pelota rebota con fuerza negándose a ser atrapada, pero soy sorprendido por una  voz femenina que me es tan familiar en cuanto llega a mis oídos. —La tengo —me dice sosteniéndola en sus manos.

Cuando la enfrento ahí están esos ojos caramelo que tanto extrañaba mirar.

Nota de la Autora: ¡Capitulo sorpresa! Amenme bebes bueno aquí estoy de nuevo para enseñarles la hermosa portada que han hecho y para demostrarles que los amo de verdad no tengo mas que puro amor para agradecer tanto apoyo de su parte han sido tan buenos conmigo que no me imagino un dia sin leer sus comentarios miles de gracias Los amo con locura.

También quería agradecer a todos aquellos que le dan like a la pagina en facebook EscritoraInmortal muchas gracias y antes de parecer disco rayado celebremos los 16K la historia crece y todo es gracias a ustedes.

Capitulo dedicado a:

NathalyZambrano8 Bebe gracias por apoyar y leer la historia como lo haces te adoro un pedacito de mi corazon es tuyo