Regrese de dejar a Ginger en casa, sus padres le tienen toque de queda, pero no es como el caso de Cara. Su padre me ve con buenos ojos y su madre incluso me ha invitado a comer, claro no saben que esto no es más que un trato temporal o eso es lo que quiero creer.

He de admitir que me siento bien cuando está cerca.

Me hace olvidar incluso que Arielle paso por mi vida, pero por más cerca que este, no me hace olvidar lo sucedido en casa de Cara me prometí dejarlo estar, como lo hice la vez de la celebración de Halloween y la del karaoke.

Pero es casi imposible que esto lo pase por alto, ya que ella fue quien lo inicio y así como lo inicio lo mando a la mierda dejándome como el idiota innecesario delante de Taylor.

Estoy molesto y creo que se lo he dejado muy en claro.

—No tendrías que molestarte, ella no es nada tuyo. Solo tu amiga ¿Oh quieres que sea algo más? —me enfrenta mi subconsciente.

— ¡No! —Grite en voz demasiado alta.

— ¿No qué? —Pregunta Louis a mi lado, con una mirada juzgándome de loco.

Le devuelvo la mirada.

—Nada, nada.

—Ah vale ¿Oye Cara está contigo? —La preocupación con la que me pregunta por ella, me quito lo furioso que estaba con ella.

—No. Yo acabo de volver ¿no está con Taylor?

—Taylor ha dejado la fiesta furioso, ni siquiera se despidió Bárbara y Charlie la están buscando en la casa, yo te buscaba a ti como a menudo la estas molestando creí que estaría... —el castaño me relata lo sucedido en mi ausencia.

—Hay que buscarla bien —digo tomando camino al gran jardín de la casa.

Avanzo por el pasto húmedo mirando a todos lados sin rastros de Cara por ningun lado, saco mi teléfono del bolsillo trasero del pantalón y marco su número.

—Hola, estas marcando al número de Cara, por ahora no puedo contestar, porque estoy leyendo algo interesante seguramente. Si es importante lo que tienes que decir, dímelo en un mensaje y me comunicaré lo más pronto posible.

—Contestadora de mierda —refunfuño sin dejar de buscarla.

Sigo con mi búsqueda en el interminable sendero del jardín que me condujo hacia la fuente de la que no sabía de su existencia hasta ahora, debe ser nueva, conozco esta casa bastante bien.

La vi abrazada de ambas piernas recargada en el cupido gigante que custodiaba la fuente con una flecha lista para ser lanzada pérdida en sí misma.

—Eres buena escondiéndote —digo despacio para no asustarla desde donde me encuentro, ella se despeja de lo que la mantenía sumida en sí y se gira para verme sin moverse de su posición inicial.

—Y tú para encontrarme —reconoce con un intento de sonrisa.

—Solo a ti —le digo caminando en silencio hasta donde está sentandome a su lado, nos quedamos callados admirando la luna.

Pero yo necesito saber que piensa y ella no se ve con ganas de decírmelo.

—Todos están buscándote —le comunicó para hacerla hablar.

—Lo sé, por eso apague el móvil.

—Ya veo —dejo escapar un suspiro.

—Iba a perder mi virginidad con Taylor esta noche —me cuenta y me es difícil pasar saliva debido al impacto que me causo su revelación tan repentina.

Mi amiga no lo ve por la obscuridad y porque está en otro mundo o esperando a que diga algo.

—Vaya —eso es lo único que logro articular con mucho esfuerzo de mi parte, por suerte pude sonar normal y no como en realidad me estaba sintiendo.

—Pero no pude... — la mortificación se escurre en su voz quebradiza.

No sé cómo sentirme al respecto, si alegre o triste por cómo le apura el no haberse entregado a Taylor.

—Se supone que una persona se entrega porque ama a la otra y yo, yo...lo amo ¿Entonces porque no lo hice? —su voz se percibe alterada por la desesperación.

—Porque no estabas lista — respondo suavemente.

—Tengo veinte años sin estar lista —me reprocha queriendo explotar en llanto, pero es lo suficientemente terca para no dejar que eso pase.

—Alison, ser virgen a la edad que sea no es un crimen —la reprendo consiguiendo que deje de castigarse por algo absurdo— Además yo también soy virgen —le hago saber, la chica se me queda mirando con reproche. — Bueno con el tiempo que llevo sin tener relaciones me he vuelto virgen — le explico, una mínima mueca de sonrisa se asoma en su boca pero se borra muy rápido.

Se pone en pie y comienza a hacer su camino de regreso a la casa.

— ¿A dónde vas? —Le pregunto aunque ya lo sé.

—A pedirle perdón por haber desaparecido.

—Se ha ido — le informo sé que no le ha gustado saberlo, eso solo la pondrá peor de lo que está y fingirá no haber sentido dolor.

—Ya me iba de todos modos.

Y ahí está la prueba, fingiendo que nada le duele.

—Te acercaré a casa —camino hacia la chica que al parecer ha aceptado mi propuesta, porque está aguardando en su lugar, en el recorrido de vuelta no decimos palabra. Yo porque requiero de calma para todo lo que acabo de oír en la fuente secreta.

¿Cómo es que se sienta culpable por no haber estado lista? ¿Quién carajo le ha estado metiendo ideas de que para tener sexo por primera vez hay una edad específica?

Si es Taylor el que lo hace es mejor que no me lo encuentre.

Al pisar terreno conocido Bárbara exclama a sus acompañantes aliviada.

— ¡La encontró! —La rubia vino hacia nosotros y estrecho a Cara contra su pecho—Aquí estas, dios estaba tan preocupada.

—Estoy bien Barbie.

—Nos asustaste pequeña —dice Louis abrazándola.

—A mi casi me da un infarto —exagera Charlie cuando se acerca a abrazarla también.

—Perdonen por no decir a donde iba —les dice apenada y ahora los chicos me miraron a mí.

—Gracias por encontrarla— agradecen al mismo tiempo, a lo que solo respondo con un asentamiento.

—Voy a llevarla a casa —les informo caminando a mi auto, la rubia le dio un último abrazo conciliador

— Iré a tu casa temprano —le dice a mis espaldas, y en pocos segundos ya sigue mis pasos.

El camino a casa de Cara es inundado solo por las canciones de su banda favorita, pero ni de esa forma he obtenido que cante y se ponga feliz como lo hace cuando los escucha.

Tendré que usar el plan B.

—Hoy en la mañana vinieron de vista mis primas —comienzo a hablar de la nada, Cara me estudia con la espera de que le diga algo más impresionante que eso, yo no despegue la vista del frente siguiendo con lo que le decía—Me obligaron a bailar una coreografía de one direction —arguyo causando que una curva se empiece a dibujar en sus labios por mi relato.

—No lo hiciste, lo estás diciendo para distraerme —me acusa, me conoce mejor de lo que imaginaba.

Lastimosamente para mi orgullo de macho que se respeta no es una mentira, si me hicieron bailar en medio de la sala y de mis hermanos. Es lo más vergonzoso que he hecho en mi vida.

—No te miento, me hicieron ser Zayn Malik. — le digo más honesto que nunca.

— ¿Zayn Malik? —Pregunta sin creerlo aun.

—Tú no te pareces a Zayn —determina negando con la cabeza, detengo el auto al llegar a la primera parada.

—Pues no, pero era el que quedaba disponible la coreo iba así: Let me kiss you, let me kiss you, let me kiss you. Let me kiss you; Come on! Na na na na na na na na na, nana na na na na na na na na nana na na na na na na na na na —golpeo mis manos contra las piernas y las meneo a los lados con ritmo.

Cara rompe en carcajadas tomándose el estómago de tanto que reía, por lo que me veía hacer sin una pizca de vergüenza por ello.

Misión cumplida.

Su risa es un regalo que no le otorga a cualquiera que afortunado soy por eso, me quedo mirándola hasta que la risa estaba por detenerse, no obstante me rio con ella no porque me cause gracia, sino porque no quiero que deje de reír.

—Eres un tonto —me regaña todavía riendo.

—Pero soy un tonto sexy debes admitirlo —le guiño un ojo de forma coqueta, Cara hace mala cara por ello y me abandona en el coche.

Ahora soy yo quien rompe a reír, me reúno con ella frente a la puerta de su casa.

—Bueno ya estás en casa, yo debo hacer un laaaaaaargo camino hasta la mía, que queda del otro lado de la ciudad —la chica rueda los ojos pero sonríe.

Pretendo irme y su mano evita que lo haga.

—Oye gracias —expresa abrazándose a mi sorpresivamente, no me muevo hasta que se lo que está pasando, le paso la mano por la cintura respondiendo a su gratitud.

— No hay nada que agradecer.

La puerta de su casa es abierta por su madre que nos pilla abrazados, Cara y yo nos separamos enseguida.

Elena nos observa el uno al otro.

— ¿Interrumpo algo?

—No —dice mi amiga al instante.

—Hola Denis —me saluda amable con una sonrisa en sus labios

—Hola señora Williams —contesto con cortesía, la madre de Cara hace la misma cara que hizo su hija hace un momento.

—Dime Elena, aun no soy una anciana ¿o sí? —Dice con fingido temor Cara y yo reímos al unísono

—No.

—Uf que bueno ¿quieres pasar? Aron no está —me ofrece.

—No gracias seño... Elena —me corrijo de inmediato— Tengo que irme ya otro día puede ser— le digo a modo de disculpa, la mujer se encoje de hombros

— De acuerdo —dice resignada, acto seguido me voy a casa despidiéndome de ellas antes de arrancar.

Entro a casa a hurtadillas para no despertarlos, pero la luz es encendida de golpe.

— ¿Qué es eso de no estar aquí para recibir a tu única hermana? —La presencia de Amara me deja sin palabras y aliento, voy a ella y la recibo con un fuerte abrazo.

Ya que hacía unos años se había ido de Hudson para tratar de encontrarse a si misma, luego de un evento que la marco de por vida.

No tenía idea de cuando la volvería a ver.

—También te extrañe hermanito.

■■■

Por la mañana había pasado por Cara para irnos juntos a la universidad, estaba más parlanchina que ayer y eso me pone de un humor excelente. Durante el trayecto me habla de su madre que quiere inscribirla a clases de baile y que quizás acepte solo para que deje de compararla con bambi recién nacido.

¿Cómo sabe eso que hago eso?

Busco lugar en el estacionamiento y bajamos del auto, ella carga mi mochila y yo la suya esculcándola como si fuera su dueña, buscando algo entre mis cosas, yo intento arrebatársela.

Cara la jala. — ¡Espera! —reniega.

—No seas chismosa —tiro de la mochila y ella lo hace también.

— Solo quiero ver algo —dice sin soltarse de la mochila.

— ¡Hey Cara! ¿Puedo hablar contigo? —pregunta una voz dulce, ambos nos giramos y Ginger nos sorprende en nuestra escena.

Ella sonríe de oreja a oreja y Cara suelta la mochila provocando que me golpee el estómago. Me llevo las manos al estómago dejando caer la mochila al suelo, la causante de mi dolor quita su mochila de mi hombro y se marcha con Ginger.

Me tomo unos minutos para recuperar el aire que perdí y me voy a la cafetería por un chocolate caliente, ya que el frío está más gélido que días anteriores.

— ¡Preston! —Alguien grita a mis espaldas, me giro sobre mis talones para ver de quién se trata y los hermanos Hamilton aparecen en mi campo de visión.

No, esos idiotas no.

Finjo no haberlos visto y alargo el paso, pero por desgracia consiguen alcanzarme.

—Hay una silla sobrante en nuestra mesa —dice Joshua con la sonrisa más hipócrita que he visto.

—Si anda ven queremos que nos acompañes —le sigue Taylor.

—Yo creo que no —me niego casi por instinto.

—A Cara le haría muy feliz ver que hemos hecho caso a lo de reconstruir nuestra amistad ¿no crees? —argumenta Taylor mirándome intuitivo. Odio admitir que tiene razón, odio que usen a Cara para hacerme acceder, porque se cuanto lo ama y lo feliz que sería de vernos llevarnos lo mejor posible.

Y yo quiero verla feliz, sin tener otra opción camino junto a ellos y me siento en una silla vacía.

—Extrañaba las reuniones entre viejos amigos —murmura Joshua estirándose a sus anchas.

—Tú y yo no somos amigos —le aclaro y él tuerce la boca con resignación.

—Que mal, pero de mi hermanito si lo eres ¿verdad? —Sus ojos se plantan en los míos tratando de intimidarme, dirijo la mirada hacia Taylor que me mira de la misma manera que su hermano.

De esa manera fue que me di cuenta que esta no era una reunión casual, sino que querían algo de mí, sin embargo no sabía con exactitud que era.

—Dejen de fingir conmigo y vayan al grano —suelto un poco harto de esta palabrería sin sentido.

—Bueno, mi hermanito quiere que lo acompañes a escoger su traje de novio —expone el mayor de los Hamilton, sus palabras me dejan perplejo.

Tanto que perdí el apetito.

— ¿Traje de novio? —inquiero para ver si no habia malentendido sus palabras.

—Si, Cara y yo nos vamos a casar —arguye Taylor orgulloso sin dejarme de mirar, incluso podría jurar que una pequeña sonrisa burlona se le colo de entre los labios. De repente se me nubla la vista y aquella confesión se repite una y otra vez haciendo eco en mi cabeza.

Nota de la Autora: ¡Capitulo sorpresa! Si tus ojos no te engañan hoy hay capitulo sorpresa para las Dara  lovers y Team Tara forever si aunque no lo crean si hay Tara forever en esta historia yo la encontré - aplausos para mi- Bueno este capitulo lo subi por dos motivos importantes uno de ellos es que  ya somos 1 1k -avienta confeti y se lo come xd - el otro motivo que pesa mas que el primero.

Es la gran lección que hoy me han dado ustedes mis lectores, no  es importante la cantidad si no la calidad y el cariño que ustedes le han dado a la historia  que por dios que es tanto, pero lo que me conmueve es que no solo ha sido a la historia a la que han tomado cariño si no que han correspondido al mio  ese es el mejor regalo que un escritor puede recibir y soy tan afortunada de que me otorguen el cariño mas puro y sincero que  existe el que hay entre los lectores y un escritor. Estoy tan agradecida porque no todos los escritores lo consiguen y yo lo hice de verdad no tienen idea de lo feliz que soy por haberlos encontrado.

No miento cuando digo que mi corazón les pertenece a cada uno de ustedes los amo y los amare por siempre hasta que mi corazón deje de latir.

Capitulo dedicado a: beckycram

Hermosa  te doy las gracias infinitas por el apoyo  en esta historia y el que me brindas como familia que somos entre todos te adoro enormemente