La fiesta terminó a pedir de boca dirían por ahí, a decir verdad hace tanto que no la pasaba tan bien como hoy si Arielle hubiera estado aquí describiría este día como perfecto, pero se excusó diciendo que Irlanda necesitaba ayuda con Vladimir, su hermano.

Me contó que el chico sufría de una enfermedad degenerativa, pobre chico, aunque detesto que le coquetee a mí novia sin descaro alguno, no deseo que la pase mal con eso que padece. 

Estaba en mí momento de ocio, por lo regular no tengo muchos de estos porque siempre encuentro que hacer para matar el tiempo, sin embargo hoy decidí encender el portátil para ver que encontraba en las redes sociales.

Y como sabiamente dicen los viejos: "el que busca encuentra". Yo acabe encontrando, y maldita sea la hora en la  que decidí malgastar mí tiempo de esta forma. Arielle  había publicado una foto con su amiga Irlanda y Vladimir en una fiesta, hace solo unas pocas horas.

Encima les respondía a sus admiradores como si no tuviera ningún tipo de compromiso con nadie.

Robert Murphy dice: Señorita usted es simplemente encantadora, me encantaría salir un día de estos contigo. Creo que es obvio lo mucho que me gustas Arielle, y no me da pena que se entere todo el mundo,  eres bastante adorable.

Arielle Rixon dice: ¿Mira quién habla sobre encanto? Eres tú el que luce tan dulce diciendo todas estas cosas lindas sobre mí, aunque debo decir que has exagerado un poco. No me considero tan adorable como dices. Vaya que eres atrevido Rob, no esperaba que lo hicieras público. ¿Qué debo decir? Me has dejado muda, y lo de salir contigo no estaría mal ¿nos ponemos de acuerdo?

Llámame, se me ocurre algo.

La furia se apoderó de mí cuando termine de leer lo que ella contestó, no podía creer que no me respetará de la manera en la que yo respeto nuestra relación. Quería una explicación del verdadero motivo de su mentira y de paso de su comportamiento tan ligero con sus amigos.

Investigue donde era el dichoso festejo, llamándole a  Johana una de sus innumerables amistades y resulto ser que Arielle era la anfitriona, incluso Johana se sorprendió cuando supo que no estaba ahí, aquello sólo aumento mí enojo.

Me puse mí sudadera, baje las escaleras de dos en dos y salí sin avisar, subí al coche y pise el acelerador  cuarenta minutos más tarde tuve que buscar un lugar de entre tantos automóviles en el gran jardín de la casa de Arielle, la música hacía temblar incluso a los arbustos.

Me abrí paso a empujones de personas ya borrachas para localizar la entrada principal, di fuertes golpes a la puerta para que fuera escuchado, a los pocos minutos Irlanda abrió sonriente pero esa sonrisa se difumino volviéndose un rostro asustado.

—Denis... —musito con la voz sofocada.

— ¿Donde esta Arielle? —Inquirí atravesando la puerta, para ir a su encuentro entre tanta multitud sin pedir su autorización para entrar.

Irlanda iba detras de mí pisándome los talones y ordenándome que me marchara o llamaría a la policía. La chica por la que estaba aquí apareció frente a nosotros llamada por el escándalo que su amiga estaba causando

— ¿Qué está pasando  aquí? —exigió saber con voz demandante.

No es hasta que me ve y se da cuenta que lo que está pasando soy yo, ahora su rostro es el mismo que el de su amiga cuando me presente aquí sin ser invitado.

Alguien había parado la música al notar el alboroto, como si el enfrentamiento que se venía a continuación fuera más interesante que la diversión, aunque creo que en  la diversión es en lo que me estoy convirtiendo de un tiempo para acá de esta chica y sus amigos.

—Vamos fuera —le ordeno, Arielle se quedó parada en su lugar ignorando mis palabras, supongo que se siente más cómoda arreglando lo personal delante de sus amigos. — ¿No quieres arreglarlo a solas? Bien entonces explícame ¿Porque demonios me has mentido diciendo que tu amigo estaba  enfermo? —apunto al chico que se ve  mucho más sano que yo— Lo veo perfecto, estos no parecen cuidados intensivos. O mejor dime ¿Que hacías citándote con un tipo? Se supone que eres mi novia —escupo a gritos y ella se estremece.

— ¡Cornudo! —Oí vociferar a un chico, sonreí con amargura porque tenía razón, eso es lo que me había vuelto. Un cornudo.

Arielle se limitaba a mirarme como si hablara otro idioma diferente al suyo, luego ataco.

—En primer lugar mí amigo si está enfermo, así que no me taches de mentirosa —alzo la cara haciéndose la digna. — En segundo lugar eres solo mí novio, no mí padre para rendirte cuentas de lo que hago. Y en tercer lugar, controla tus celos posesivos que no soy tu propiedad, así soy yo...—se señala a si misma golpeando su pecho— Me gusta ser sociable, me gusta estar rodeada de amigos. ¿No era eso lo que te gustaba de mí? —me pregunta utilizando lo que alguna vez le dije en mi contra.

—Sí. — acepte su reproche haciendo que revelara un asomo de sonrisa, creyendo que había ganado, no obstante aquella sonrisa se esfumo cuando continúe mi argumento. — Pero existe un límite antes de parecer una zo... —dejo que la palabra muera en mi garganta, no quiero insultarla delante de todos aqui— El tipo quiere algo más de ti —cambio el curso de la conversación tan pronto como puedo.

Me estaba ahogando en mí propia irá, me sentía muy humillado por hacerme hablar de nuestros problemas delante de todo el jodido mundo.

— Soy tú novio joder, merezco que me respetes, como yo lo hago contigo.

Los murmullos no se hicieron esperar.  — ¿Estas llamándome puta? — la morena me miro furiosa con la mandíbula tensa.

Bienvenida al club, al menos no seré el único enfadado aquí.

—Tus palabras, no las mías —manifiesto dejando que furia hablara  por mí,  como  cosecuencia obtuve una bofetada  estrellándose en mí mejilla y un "uh" a modo de burla de los presentes invadiendo la casa.

¿Qué estoy haciendo aquí siendo la diversión de estos idiotas?

Es lo que me pasa por querer una explicación razonable.

¡Qué estúpido eres Denis!

Me fui de ahí con las manos hechas puño, subí al auto para alejarme de ese lugar a toda velocidad, en el viaje de regreso a casa la rabia se convirtió en lágrimas, no podía creer que una chica disfrutara hacer pedazos a quien supuestamente quería. Por primera vez en mi vida me sentí una basura sin importancia.

Detuve el auto y deje que la debilidad, la vulnerabilidad y el asco que sentía por esta situación se liberaran de mí. No era un llanto sentimental, era la decepción de ser un idiota, de fallarme a mí mismo, de una persona que contiene el enfado por mucho tiempo.

Todo lo que está pasando me rebasa, esto era lo único que me faltaba.

Baje del auto estampando la puerta.

Patee el contenedor de basura tantas veces como me fue posible para sacarme esta rabia de encima.

Cuando por fin estuve calmado entre a casa y vi a mi padre sentado en su sillón preferido sumido en sí mismo, en mi casa parece que todo se está yendo a la mierda. —Papá ¿Te encuentras bien? —mí voz lo devolvió de donde sea que su mente haya estado.

Reacomodo sus gafas para tener una mejor una mejor visión de mí. —Lo lamento hijo, no te vi venir. Pensaba en mí pasado — me comunica, me tumbo a su lado antes de preguntarle:

— ¿Elena Williams está en él?

Se giró para darme la cara y la tenue luz de la lamparilla denotaba su confusión.

— ¿Cómo sabes de eso? —inquiere aturullado, papá y yo gozamos de una confianza magnífica. Nos contamos todo sin pena a nada, sin embargo, esta vez me avergonzó confesarle lo que escuche mientras peleaba con mama.

—Quiero que sepas que amo a tu madre, la amo de verdad —pronuncia con vehemencia y le creo. — Pero siempre hay un amor que te marca la vida y esa marca ni con los años desaparece Denis —argumenta con los ojos puestos en mí, su melancolía parece traspasar sus palabras— Aun a pesar de que el destino se empeñe en alejarte ese amor, y de que lo haya logrado.

◘◘◘

Eugenio me afirmaba una y otra vez que si se le había entregado la carta como se lo pedí, en donde le decía con demasiado ímpetu a mí amada novia que olvidara lo que sus padres le imponían.

Tanto en lo que querían que hiciera de su vida en un futuro, como en la persona con quien debía compartir ese futuro. Adolfo y Adeline, los padres de Elena estaban quebrando y usaron como salvación prometerla en matrimonio al primogénito, y heredero de los Williams: Aarón quien había puesto los ojos en su hija, solo porque yo la amaba. Este tipo vivía para   competir conmigo.

En todo, incluyendo a las chicas.

Si yo quería algo, él también lo quería, y hacia lo imposible por obtenerlo primero, creo que en mí veía algo así como la prueba final.

Yo no tenía una fortuna como Aarón, mi familia y yo no vivíamos en la miseria, pero los padres de Elena querían poseer mucho más de lo que yo podía ofrecerle a su hija.

Fue por eso no me encontraron digno de su amor e hicieron todo para separarnos y no les fue difícil puesto que mi familia tiene la misma mente retorcida que ellos, se han dado a la tarea de buscarme una esposa.

He de admitir que Gina era muy bonita, pero Elena, poseía una belleza inaudita que no provenía del físico si no de su alma, esa es la clase de belleza que no muchos valoran.

La respuesta que tuve de su parte no fue muy alentadora que digamos, en su perfecta caligrafía se leía

"Te veo en el parque a las cinco".

Se dieron las cinco por fin, y los nervios me tomaron como su rehén era como un niño enamorado y el nerviosismo de no saber qué era lo que iba a decirme también estaba presente, me encontré con ella desesperado por tomarla entré mis brazos y apretarla contra mí.

Pareciera que leyó mis pensamientos pues sus labios me tomaron por sorpresa mientras  enrollaba sus manos en mí cuello, su beso era desesperado, angustioso. Por la forma en la que mordía mí labio inferior tuve una sensación desagradable de cómo fue ese beso, la alejé un poco de mí para estudiar su rostro.

— ¿Por qué me besas como si ya no fueras a hacerlo más? Vamos a huir juntos ¿no? ¿Dónde están tus cosas? ¿No vas a llevarte nada? —no decia nada, solo me miraba.

Note dolor en sus ojos, ese inquietante silencio me estaba enloquecido.

—Elena mí amor, dime algo.

La presione un tanto desesperado.

Me miro un breve instante y luego rompió a llorar, la envolví en mis brazos por instinto para brindarle calma y protección.

— ¿Qué pasa?

—No huiré contigo Christopher —confiesa entre sollozos.

Sus palabras las sentí como cuchillos atravesando mí alma.

No, tal vez no lo dijo en serio.

—Estás jugando a ser mala ¿no?

El dolor que crecía en mí interior, fue  desgarrador cuando entendí  que no era un juego.

—Pero... pero ¿Por qué? ¿Ya no me amas?  —le pregunte desesperado por una respuesta tomando su cara entre mis manos.

Lágrimas salieron desbocadas de mis ojos.

Era la primera vez que me dejaba ver destrozado, herido, la libere de ni agarre. Luego baje la mirada a sus manos y seguí su movimiento, una enorme joya descansaba en su dedo anular.

Dios juro que ese día conocí el infierno.

—Te amo como nunca ame antes Christopher, tú sabes que lo hago y lo haré siempre.

—Tus padres hicieron esto ¿verdad? Malditos sean por negarle la felicidad a su única hija. — proteste con las lágrimas nublándome la vista, Elena  acuno mí cara entre sus manos tersas y dijo:

—Él se lleva mí cuerpo, pero tú te quedas con mi corazón — declaro pegando  su frente a la mía. —Te amo, te amare siempre mi amor. — declaro con vehemencia, y yo la bese tanto como pude.

Porque nuestro momento no duro mucho.

—Aquí está, les dije que estaría con este bastado — la voz de Aarón acuso.

— ¡Por dios  santo, Elena acabas de casarte! —la juzgo su madre queriendo alejarla de mí a jalones.

— ¡No! —Grito ella aferrándose a mí mano.

—Suéltalo Elena, te debes a tu marido — le ordeno su padre.

Gina también presenció aquella escena y me dio una noticia que termino por ponernos una barrera a mí y a Elena, se acercó a mí aún aferrado a la  mujer de mi vida  diciendo:

—. Déjala ir, tú y yo seremos felices con nuestro hijo.

Elena se congeló al igual que yo al escuchar eso y con lágrimas en los ojos  ella soltó mí mano. Saliendo para siempre de mí vida.

Llevando con ella todo el amor que un día sentí, pues ya no seria capaz de amar como la ame a ella.

Al irse todos, Aarón me declaro la guerra quizá por la rabia que sentía de que Elena no lo amaría como a mí. —Voy a destruirte Preston, en cada cosa que hagas fracasaras,eso te lo juro. —su amenaza era odio, odio puro.

◘◘◘

—Y desde entonces se ha dedicado a hacerme la vida complicada, en los negocios más a menudo —confiesa con un suspiro desalentador— Me arrepiento de no haber luchado hasta el final, pero tú y tus hermanos son lo mejor que me ha podido pasar dentro de todo esto, he aprendido a amar a tu madre, pero sigue obsesionada con el pasado...

Termino de relatar su historia, lucia más relajado.

Como si hablar de eso conmigo le hubiera quitado un peso que llevaba cargando por años. Por extraño que parezca, lo entendí y lo admire aún más.

Después del dolor que le causó perder a la mujer que amaba se levantó, siguió adelante y se dio una oportunidad en el amor.

Eso no cualquiera logra hacerlo.

No sé si yo pueda volver hacerlo alguna vez.

Nota de la Autora : Hola bebes hermosas ¿como estan? Espero que super yo estoy muy feliz porque ya somos 6K mía no me la creo me muero de la emoción gracias por el apoyo que le han dado a la historia si seguimos asi pronto estaré anunciando que por ti lo haria esta en librerias y que ya tengo a los actores de la pelicula jajajaj

¿ asi o mas extrema? No me cansare de agradecerles a los lectores que me han leído desde el principio y a los que se nos han estado uniendo , ustedes son mi familia Gracias

Capitulo dedicado a: aixa126

Mi niña gracias por todo el apoyo que me has dado, eres increíble un pedacito de mi corazón te pertenece