Cara 51
Nota de la Autora:¡Sorpresa! Es lunes de sorpresa porque los amo y quiero consentirlos, también porque el sábado incio mi taller de escritura, si por primera vez voy a entrar a clases de escritura y estoy muy feliz porque siempre quise aprender mucho mas acerca de lo que amo hacer y probablemente no haya capitulo ese dia ( que tratare en subirlo aun así) Sin embargo planeo compartir todo lo que me enseñen en mi pagina :) ya saben que yo todo les quiero compartir y que mejor que sea algo que nos une <3 por cierto ya casi somos 25 en la página de facebook EscritoraInmortal ¡Las dinámicas que tenemos preparadas para ustedes estan cerca!
PD: El final de por ti lo haria esta por llegar..
PD2: Intenta no maldecir en este capitulo y/o amenazarme de muerte porque recuerda yo te amo.
No sé muy bien cómo me siento con respecto al último mensaje que Denis me envió, tal vez no lo he procesado lo suficientemente bien para darle un sentimiento en concreto.
Va a luchar por mí.
Pero yo no quiero que lo haga, me han lastimado más de lo debido que ahora ya sé cómo se hace, y no yo no voy a ser quien lo lastime como Arielle lo hizo.
Está confundido.
Tiene que estarlo.
—A ver si entendemos ¿Denis te dijo de una manera muy grosera que te quería? —preguntaron Charlie y Marcelo al unísono mientras los dos anotaban no sé qué cosa en su libreta muy concentrados. Mis manos estaban cubriendo mi rostro porque al menos Nora y Bárbara estarían buscando una solución sensata para ayudarme, siento que estos dos van a enredarme todavía más.
Maldigo la hora en la que congeniaron tan rápido en la fiesta, ahora ya no se separan del otro aunque en el fondo me alegro porque se nota que Marcelo está cómodo con nuestro grupo.
Al antes mencionado lo oigo chasquear la lengua de modo desalentador, bajo las manos con cuidado temerosa de su opinión.
— ¿Qué? —les pregunto inquieta, ambos intercambian una mirada misteriosa.
¿Ellos sabían algo de esto?
— ¿Le decimos? —Charlie habló primero.
—Si hay que decirle —concordó Marcelo.
— ¿Decirme que? —Intervengo ya irritada por tanto misterio.
—Marlie tiene un diagnóstico a tu caso —dicen de nuevo al mismo tiempo, me estoy cansando de su sintonía.
— ¿Marlie? ¿Quién es Marlie? —inquiero aturdida, el rubio y el moreno me contemplan como si fuera algo obvio y yo fuera la única que no comprende algo tan sencillo.
—Pues nosotros tonta es la combinación de nuestros nombres así no tienen que decidirse por ninguno — argumenta Charlie, ruedo los ojos en respuesta al rubio.
— ¿Van a decirme lo que iban a decirme o no? —les cuestiono con seriedad.
Cada uno gira su libreta hacia mí mostrándome su "diagnóstico final", se trataba de una maraña de rayas en todas direcciones y sin forma.
— ¿Qué...? —entrecierro los ojos tratando de descifrar su acertijo, sin embargo fracaso al hacerlo.
No sé lo que eso significa.
—Eso querida, es en el desastre en el que te acabas de meter con Denis, de verdad te lo digo —Charlie me mira con sus ojos ampliamente abiertos y asintiendo.
—Sí, esta maraña del medio ¿la ves? —Me dice Marcelo apuntando la rueda del centro— Eres tú y todoooo lo que te rodea— menciona siguiendo con uno de sus dedos el interminable circulo en el que se supone que estoy yo. — Es lo que te espera con ese chico por haberlo mandado directo a la Friend Zone —
De repente me entra la risa por todas las tonterías que están diciendo.
—No nos creyó Charlie —Marcelo le dice a su amigo en tono angustiado.
—Está entrando en pánico por eso se ríe como una loca —lo tranquiliza Charlie en tanto observaba mi comportamiento y se lo describía como le daba la gana interpretarlo.
Los dos me miran serios.
Me levanto de mi sitio para ir a mi casillero por la computadora aun con un ataque de risa incontrolable. —Son tan graciosos juntos le diré a tu novia que se cuide de Marcelo no vaya a ser que se enamoren —bromeo prosiguiendo mi camino al casillero.
—Definitivamente está en la etapa de negación. —oigo puntualizar a Marcelo a mis espaldas.
Suelto un suspiro a modo de rendición, esos dos no tienen remedio.
Le quito el candado abriéndolo de par en par, sobre mi cuaderno de redacción hay un paquete con una etiqueta al costado que dice:
"Ábreme"
Volteo a ambos lados averiguando quien ha estado husmeando en mi casillero
Y de qué forma si yo tengo la llave, pero a pesar de mi análisis exhaustivo no hay sospechoso en los alrededores. Abro el sobre, más por curiosidad que por precaución hallando el libro de orgullo y prejuicio.
Con una nota que decía:
Cualquiera en su sano juicio se volvería loco por ti.
Un montón de sensaciones extrañas me envolvieron cuando la leí.
¿Quien...?
Empiezo a preguntarme, pero al ver la rosa artificial color azul mi pregunta fue automáticamente contestada.
Denis.
Meto el libro en el bolso junto con la rosa y mi computadora, tengo que devolvérselo por más que me haya encantado tiene que comprender que no quiero que me conquiste ni mucho menos. Al cerrar el casillero el corazón me salta asustado, puesto que la cara de Joshua esta intimidantemente cerca.
—Joshua...—murmuro con la mano en el pecho. — Caramba haz ruido cuando estés cerca de verdad casi me matas de un infarto —le explico cuando mi corazón empieza a normalizar su ritmo.
El chico hace una sonrisa torcida.
—Me encanta la idea de que mueras por mí —un escalofrío me recorre la espina dorsal a causa de su declaración, me alejo de la cercanía tan incómoda.
— ¿Qué te trajo por aquí? —le pregunto colgándome el bolso en el hombro.
—Quería pasar tiempo de calidad con mi amiga, que bien se siente decir amiga sobre todo cuando yo nunca tuve una —dice mientras me acompaña a redacción.
—Vale, pero si quieres tener a tu única amiga viva no vuelvas a asustarme así o mi corazón podría no resistirlo.
Los alumnos del pasillo nos miran y murmuran tal como si estuviera caminando al lado del diablo, en ocasiones Joshua los mira de reojo y para causar polémica me pasa un brazo al cuello atrayéndome hacia él. Los chicos observan espantados aquella escena y entre esos alumnos Bárbara nos mira con la boca bien abierta.
—Me gusta ser el centro de atención —sonríe con burla ante los demás que nos miran.
—Y yo lo detesto.
El espectáculo termina cuando llegamos a la puerta del salón de clases.
—Tenemos que hacernos un espacio para quedar —comenta.
—Tal vez luego, estoy muy ocupada estos días —me parece ver molestia en su cara.
—Si como sea. —comenta con decepción.
—Si lo pasaremos, sólo necesito que me des mi tiempo ¿de acuerdo? —arguyo para aminorar su evidente molestia.
Su semblante cambia de repente.
—Te lo daré —accede dándome un beso en la mejilla que realmente no me lo esperaba— Adiós amiga —dice sacudiendo la mano.
Sonrió sacudiendo mi mano también, ya en la clase de redacción recibo varios mensajes de mi mejor amiga.
Barbie: Me puedes explicar... ¿Qué demonios hacías con Joshua en el pasillo?
Yo: Bárbara estoy en clase 😬 estuve con Joshua, porque somos amigos.
Barbie: ¿¿¿Qué??? ¿¿Estás loca?? Sí, si lo estas.
Yo: Me ayudó a sacar a Denis de la cárcel, por eso es mi amigo. Todo el que ayudé a Denis es mi amigo.
Barbie: Owh que tierna.
Yo: Tú ¿porque desapareciste las primeras horas? Tenía que contarte algo. Se lo tuve que contar a Marlie (Marcelo y Charlie).
Barbie: ¡Ay! Ese par, Amm lo que me recuerda tengo algo muy importante que decirte ¿estarás en tu casa hoy?
Yo: Si.
Barbie: Te veo ahí entonces.
La maestra no estaba de buen humor lo que provocó que nos llenará de tareas, todas para al día siguiente. Agotada me estacione en un extremo del parque bajándome del coche para así adelantar un poco de la tarea en el aire libre mientras Bárbara llegaba aquí.
De pronto el sonido de un clic me desconcentra, dejo de mirar el libro y atrapó a Denis haciéndome fotos sin mi permiso. — ¿Qué demonios crees que haces? —Gruñó viendo como giraba la cámara para un nuevo ángulo.
—Práctico.
— ¿Por qué no vas y prácticas en donde no me molestes?
—Porque el profesor dijo que retratara a algo, o a alguien que me pareciera hermoso —mi corazón latió como si de un momento a otro fuera a detenerse, cosa que intento disimular frente a él.
—De hecho, qué bueno que te veo —le digo al tiempo que dejo mis cosas de lado para ponerme de pie.
—Me extrañaste por no verme hoy ¿no? —se atreve a adivinar, pretendo denegar su pretenciosa afirmación, en lo que él observa la galería de su cámara fotográfica.
No obstante no lo hago debido a que me distraigo mirándolas detrás de él.
Son todas preciosas, yo no sabía que fuera tan bueno en esto.
— ¿Desde cuando haces esto?
—Desde siempre —apunta abstraído en las imágenes, me decepciona muy en el fondo no haberlo sabido antes.
No entiendo la razón de este sentimiento, pero está ahí.
Hay una fotografía que capta mi atención enseguida, es una muchacha con audífonos, me da la impresión de que está huyendo de su realidad con lo único que no hace daño.
La música.
—Esa... — la señalo— ¿Cuándo la tomaste? —Giro la cara ofreciéndome una media sonrisa.
—Sabía que iba a gustarte, la tome en San Francisco como estas otras —me muestra otro par que son magníficas.
— Woow Denis son impresionantes. —menciono llena de asombro.
—Iba a mostrártelas, pero luego paso lo de Adam y ya no...—su gesto se vuelve melancólico por el recuerdo.
—No vale la pena recordar esos momentos, seguimos aquí después de todo y es lo que importa —lo ánimo regalándole una sonrisa amable.
—Sí, supongo que si — menciona con aire desanimado, sé a dónde va a llevarnos esto y no tengo ganas de discutir asi que me voy por la tangente guiandonos a un tema más seguro.
— ¿Algún día puedes enseñarme a tomar fotos así?
—Te puedo enseñar ahora —dice de repente entusiasmado.
— ¡Genial! — exclamo dando unos saltitos en mi lugar emocionada.
Denis se ríe al ver mi entusiasmo por tan simple ofrecimiento.
—No te pongas tan triste —bromea entregándome la cámara, para luego colocarse detrás de mí para tener una mejor visión de las funciones de la cámara.
—Aquí, se selecciona el efecto —me indica guiando su dedo al el botón de la derecha— Y aquí se enfoca y desenfoca —le presiona dándome la muestra de cómo se hace.
Lo contemplo explicarme con tanta facilidad.
Es como si la cámara formará parte esencial de él mismo.
—Apenas y entraste al taller y ya conoces todo a la perfección... ¿Seguro que eres principiante? —Sonrío orgullosa y también algo inquita.
—No lo soy —me cuenta con honestidad, me vuelvo para mirarlo un tanto desentendida.
— ¿Y porque estás en algo que ya conoces? —indago con la mirada invadida por la intriga, su mirada esmeralda se posa en la mía.
—Porque si volvía a literatura iba a ser una tortura para mí tenerte tan cerca y no poder besarte —trago saliva nerviosa.
—Ya... ¿Este botón para qué sirve? —vuelvo a cambiar de tema dándole la espalda centrándome en las clases de fotografía.
Suelta aire como tratando de no mandar todo al carajo, entiendo que mi actitud hacia sus sentimientos por mí no es la más madura, pero es que yo no contaba con que eso iba a suceder.
Vamos es el chico al que vi crecer, con el que discutía por todo, incluso discutimos cuando me confeso su amor. —Es para mejorar la iluminación. Ahora busca algo que te agrade capturar — me instruye y casualmente somos testigos de cómo una parvada de aves emprendía su vuelo a algún lugar desconocido.
Presiono el botón atrapándolas en una imagen nada profesional.
—No lo hice bien ¿verdad? —inquiero decepcionada.
Denis arruga la frente al ver lo que he hecho.
—Con el tiempo puede mejorar —hago un puchero desanimándome por mi mal trabajo.
—Soy un desastre dilo —mascullo cual chiquilla a punto de hacer una rabieta, me pasa las manos por los hombros masajeándolos un poco.
—Lo eres, no obstante, siempre lo intentas —exhalo un suspiro.
—Vaya consuelo. —Nos quedamos admirando la travesía de las aves— ¿Tú crees en la rencarnación? —inquiero de pronto interesada por saber su opinión sobre un tema casi místico.
—Creo en que todo es posible.
—Si existe una vida animal, sería una mariposa ellas son libres no tienen nada que las ate en cambio los humanos se atan por nada. —expreso admirando la libertad con la que andan esos insectos, algo que siempre envidie de ellos.
—No lo había pensado así.
— ¿Tú que serias?
—Yo... —se lo piensa un poco antes, de darme una respuesta. — Seria lo que tú fueras, si eso significará tener que compartir otra vida contigo —admite, le dedicó una mirada de reproche recordando porque había querido hablar con él.
Me doy la vuelta, agarro mi mochila que descansaba en el tronco del árbol, la abro rápidamente y en tres zancadas estoy con Denis de vuelta con sus regalos en las manos.
— Esto, lo encontré en mi casillero está mañana es... un detalle muy bonito Denis, lo recibiría gustosa pero no puedo aceptarlo —le extiendo el obsequio para que lo tome de regreso. El rizado pone su vista en la bolsa que oculta el regalo para momentos después ponerla sobre mí.
— ¿No te gustan los clásicos? —me pregunta confundido y un tanto desilusionado, que me hizo sentir un poco culpable.
—No... si, pero no puedo —mis palabras se tropiezan desorientando un a mi amigo quien ladea un poco la cabeza como si intentará comprender lo que quiero decir.
Pero la interrogante que me lanza a continuación me deja sin pulso cardíaco.
— ¿A que le tienes miedo Cara, a enamorarte de mí?
Capitulo dedicado a: CristiJuarez-16
Gracias cariño por todo el apoyo que le haz brindado a esta historia por cada voto y comentario y por seguir leyéndome por todo un pedacito de mi corazón te pertenece
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