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Cara 45

Nota de la Autora: ¡ SORPRESA! Encontré la manera de que nadie se salte mis notas en el capitulo :P Bueno el motivo de mi capitulo sorpresa es porque celebramos dos cosas; 1) Precisamente hoy se cumplen 5 meses de haber subido el primer capítulo de esta gran historia y hoy en día se han unido a nosotros 18 mil lectores. No saben lo feliz que me siento con eso.

Y 2) ¡HOY ES MI CUMPLEAÑOS! y esta es mi manera de festejarlo haciendo a ustedes felices con un capitulo sorpresa porque si ustedes son felices yo soy feliz y ese es uno de los mejores regalos que puedo recibir. Disfrutenlo mucho los amo muchisimo. No olviden darle like a la pagina EscritoraInmortal en Facebook








Dos días, dos días son los que he estado evitando a Denis porque no comprendo todavía lo que paso en el muelle, siento como si hubiera hecho algo que no debía, como si hubiera sido besada por mi propio hermano. Y es que así es como lo he visto durante toda mi vida, él fue quien tomó ese lugar cuando Adam murió.

Él mismo me dijo el día que lo sepultamos que con él a mi lado seria como si Adam no se hubiera ido y viene así como si nada a besarme.

¿Por qué?

¿Por qué lo hizo si sabía que yo aún sigo enamorada de Taylor? Para mi desgracia.

Dios, pensar en Taylor me hace sentir doblemente culpable.

—Él te hizo algo peor de lo que tú hiciste, no sientas compasión —me reprende la parte razonable de mi conciencia.

Casi puedo imaginarla con el ceño fruncido y un dedo amenazador si esa parte de mi tuviera vida propia, claro. — ¿Si tan razonable eres porque no evitaste que me besara? —Le pregunto tontamente a mi conciencia.

Mientras intento escribir el relato corto que me pidieron en literatura, presionó borrar por tercera vez en la hora que llevo sentada en una de las mesas de la cafetería.

—El portátil no tiene la culpa de tu enojo —dice alguien que no sentí llegar y me doy cuenta de que estoy sumiendo el botón con demasiada fuerza, levantó la vista y veo a Ginger a sentada a mi lado, sonrió apenada porque supo de mi enfado interno.

— ¿Todo bien? —Me pregunta curiosa.

—Si —elevo la voz y me arrepiento de inmediato— Sí, solo que no tengo la inspiración para terminar mi escrito —le comparto.

—Déjame ver — dice adueñándose de la computadora, hace un gesto de desaprobación que me produce vergüenza. — Totalmente, careces de imaginación ahora mismo —determina y le quito el portátil de sus manos para que no continúe viendo mi desastre.

—Sí, me hace falta pulir muchísimas cosas.

—Demasiadas ¿quieres que te ayude? —Se ofrece con amabilidad a lo que opto por negarme.

—No gracias, sólo necesito concentrarme —le respondo despreocupada, Ginger asiente y yo guardo mis cosas en mi mochila. Después me giro frente a ella, hay tristeza en su rostro y me mortifica un poco verla así.

— ¿Tú estás bien? —Suspira ante mi pregunta, así que deduzco que no lo esta.

—Hace un mes que he olvidado cómo se siente estar bien —hago una mueca de tristeza por sus palabras.

—Entiendo ese sentimiento —me mira dudosa.

— ¿Lo entiendes?

—Lamentablemente si... termine con Taylor hace poco más de un mes por razones que no tienen perdón y así es como me siento, justamente igual que tú te sientes ahora —mi mirada se pierde un poco en la nada.

—Qué curioso, parece como si el destino de ambas fuera el mismo —ríe con ironía.

— ¿Por qué lo dices? —Inquiero.

—Porque Denis y yo también terminamos, aun cuando seguí todos y cada uno de tus consejos aquella vez que te pedí ayuda.

—Lo siento mucho, últimamente Denis se ha convertido en un chico muy impredecible... seguramente le tomará tiempo recapacitar, te ha querido más de lo que lo he visto querer a nadie en su vida —Ginger sonríe con tristeza tras mis palabras.

—Quisiera creer que lo que dices es verdad, pero él me dijo todo lo contrario —no quiero mirarla con el interés que despertó en mi justo en ese instante. — Dijo que ya no me amaba —se me encoje el corazón al oírla decir eso, pero conozco a Denis como a nadie y sé que cuando decide algo con determinación no hay marcha atrás.

—Presiento que otra chica fue la causa principal de que Denis tomará esa decisión —dice muy convencida mirándome a los ojos.

De pronto el beso en el muelle hace acto de presencia en mi memoria, aquello me hace sentir terrible, tengo que decirle es mi amiga y si no se lo digo estaría traicionando la amistad que se dio entre nosotras.

—Ginger yo...  Yo tengo que decirte algo —la castaña me da una mirada inquietante.

— ¿Qué cosa? — pregunta removiéndose en su lugar pero entonces la campana suena evitando que pudiera a sinceramente con ella. — Creo que será en otra ocasión porque debo entrar a clases — me avisa y se encaminándose a  su aula, yo hago lo mismo.

Me senté en mi lugar habitual e intento poner mi total atención a la clase de literatura que es la última que hay los miércoles, pero siento una mirada traspasarme e intento no tomarle importancia sin embargo la ansiedad que esa mirada me produce me hace voltear de reojo a la silla de al lado.

Es Denis, me observa con enfado y a la vez su mirada es dulce y tranquila.

¿Qué significa esa mirada?

Y lo más importante ¿Por qué me pone tan nerviosa que me mire así?

Arranco la hoja en la que estaba escribiendo mi opinión acerca del nuevo modelo de lectura con los libros virtuales. En mi opinión no hay nada mejor que un libro en tus manos para que puedas leerlo cuando quieras y no dependas de la batería de un aparato electrónico, además el olor a un libro nuevo no se compara con nada yo lo considero la droga del lector.

Es un olor sumamente delicioso.

—La clase a terminado por hoy jóvenes, recuerden que en dos semanas el relato tiene que estar terminado —anuncia la profesora.

Yo ya lo tendría listo de no ser porque los acontecimientos de dos días anteriores a este me carcomieron el cerebro, si no quiero una mala nota debo ponerme a trabajar en ese dichoso relato.

— ¿Entonces que harás hoy? —Me pregunta Bárbara mientras nos colgamos las mochilas en el hombro y nos disponemos a salir por el pasillo para ir al estacionamiento.

—Supongo que hacer el relato de una buena vez no pue... —la frase se corta en mi boca cuando vislumbro la escena que se está llevando a cabo ante mis ojos, Taylor está besando a esa chica rubia con la que lo vi el otro día, ya sabía que esto pasaría pero el dolor que palpita dentro de mi, ese si no lo vi venir.

Nuestras miradas se topan y su expresión se vuelve terror, es entonces cuando me obligo a andar. — ¡Cara, no te vayas! —lo oigo exclamar siguiendo mis pasos.

—Te juro que todo tiene una explicación —trata de explicarse cuando tiene mi brazo en su poder evitando que siga caminando, dirijo la mirada a su mano apretando mi brazo.

Luego la fijo en él.

—Ya todo está explicado, además, hace mucho dejaste de deberme explicaciones ¿Qué más te da lo que yo piense de ti o de lo que hagas? No me importa —mi pregunta le duele lo veo en sus ojos y en como la responde.

—Si me importa.

—Pues no creo que a tu novia le agrade esa idea —le arrebato mi brazo con fuerza, el chico quiere avanzar hasta mí de nuevo pero Bárbara se interpone pegándole una bofetada que le voltea el rostro de tan fuerte que fue.

—No, ya no te voy permitir que la lastimes —le advierte con la mirada llena de rabia, camino más cerca de mi auto y Denis se cruza por mi camino.

— ¿Cara, podemos hablar? —Denis nos observa a los tres quedando perdido de lo que sucedió minutos antes de su llegada.

—Cara déjame explicarte —me pide Taylor aún con Bárbara bloqueando su paso. — No te vayas con él hasta que me escuches. —me solicita con cierta suplica en la voz, le doy una mirada al chico y luego me vuelvo hacia Denis.

—Vamos — me decanto por lo que me dijo que no hiciera solo para darle un poco del dolor que él me había causado, mi amigo y yo nos alejamos de ahí.

— ¿Qué fue eso? —Pregunta confundido mientras hacemos nuestro camino lejos de Taylor.

—El último golpe —contesto pero sigue sin comprender— Yo sola me entiendo, no importa —le digo y es que esto que acaba de suceder me ayudo a cerrar mi corazón por completo, ya no dejaré que nadie más me lastime, ya no permitiré que mi corazón se enamoré otra vez.

— ¿De qué quieres hablar?

—Aquí no creo que se pueda ¿me acompañas por un helado? — indaga con un tono cálido, sé que esto lo está haciendo  mas para calmarme que para otra cosa.

Lo cual agradezco.

—De acuerdo, pero espera un momento —le llamo a mi amiga para pedirle de favor que se vaya a casa con mi auto, minutos después ya le estoy haciendo entrega de mis llaves y dándole las gracias por enésima vez.

— ¿Estarás bien? —Inquiere preocupada.

—Lo estaré —le afirmó, luego mira a Denis como si tuvieran un código entre ellos.

—Cuida de ella —y con su advertencia subo al coche de Denis.

Este tarda poco más de cinco minutos en subir pues Barbara le está diciendo algo que no logro entender porque los vidrios no me lo permitían, luego de su fugaz platica Denis sube al coche recorriendo el camino en total mutismo, cosa que despertó mi curiosidad.

— ¿Por qué no hablas? —Le pregunto.

— ¿Por qué no hablas tú? —replica mirando al frente.

—Pues porque no quiero.

—Pues yo tampoco —agrega y se queda callado continuando el trayecto, nos detenemos en una calle angosta y empedrada, se baja del auto y me abre la puerta ayudándome a bajar conducta que me resulta extraña viniendo del chico que constantemente buscaba sacarme de quicio sólo porque sí.

Lo miro extrañada.

— ¿Qué? —Pregunta al ver como lo observo.

—Me parece raro. —le digo.

— ¿Qué te abra la puerta te parece raro?

—Sí, nunca lo haces conmigo ¿porque lo haces ahora? —le pregunto caminando juntos a la heladería.

—Tuviste un mal día hoy, solo quiero que te sientas mejor después de eso que paso —me deja pasar primero al lugar y se dirige a una mesa recorriéndome la silla para que tome asiento.

—Gracias — le digo a lo que él me sonríe colocándose en la silla de al lado.

Yo todavía estoy tratando de procesar dos cosas: su caballerosidad y el comportamiento tan normal que está tomando después de lo del muelle.

Por el momento no digo en voz alta mis pensamientos ya que no deseo tocar ese tema justo ahora, la mesera nos atiende y yo pido un helado de chocolate y él de vainilla con chispas de chocolate momentos después nos lo entregan los pagamos y nos disponemos saborear nuestro postre.

— ¿Qué tal va en los entrenamientos de fútbol? —indago para no darle a notar más desconcierto de mi parte por su "normalidad "que para mí no es normal.

—Empezamos apenas hace dos días, el entrenador se ha puesto más exigente, son más duros que antes.

—Es comprensible, el año pasado no tuvieron buenos resultados Tommy no les fue de gran ayuda cuando te fuiste, en lugar de ser las panteras parecían gatitos bebés —mi comentario le provoca una leve sonrisa.

— ¿Estuviste al pendiente del equipo en mi ausencia?

—Yo fui su animadora personal —bromeo y ambos nos reímos.

No sé porque cuando estoy con él me siento menos desgraciada en cuanto a mi situación sentimental, me centro en el helado para ignorar esa sensación tan rara que me hizo sentir.

— ¿Puedo preguntar qué fue lo que pasó con Taylor esta tarde? —Lo miro con algo de precaución, sus ojos deberían ser ilegales para una persona y más para una familia casi completa.

—Paso que me demostró que soy fácil de remplazar, pero también me demostró que amar como yo lo hice te hace estúpido, la burla y el hazme reír de todos. —le explico dolida.

—No te hace estúpido el amar, estúpido es la persona que no sabe hacerlo. —me aclara y le  sonrió sarcástica.

—Entonces creo que me he vuelto como esas personas, no quiero amar ni que me amen sólo para tener de resultado lágrimas —pareciera que mi declaración lo ha lastimado, pues desvía su mirada a la copa de helado.

— ¿Dije algo que te molesto? —le pregunto buscándole el rostro.

Denis niega y vuelve a mirarme.

—Me entristece saber que un idiota te haya quitado la ilusión de enamorarte otra vez —le tomo la mano intentando consolarlo.

—El amor está hecho solo para los valientes, yo ya dejé de ser valiente para esas cosas. Eso es todo.

—Pues no deberías darle a nadie el poder de decidir a quién debes querer.

—Entiendo que estés actuando así porque te tomas muy en serio lo del hermano sobre protector. Pero cálmate un poco, no me ha quitado las ganas de seguir respirando —arguyo con un tono bajo para no comenzar una pelea.

Sin embargo, Denis ríe como si lo que acabo de decirle hubiese sido la tontería más grande que dijera en mi vida, cosa que me  desorienta un poco.

— ¿Crees que estoy actuando así porque me siento tu hermano sobre protector, de verdad piensas que te veo como una hermana después de lo que paso en el muelle?

Por primera vez desde que lo conozco me ha dejado sin saber que decir, las palabras en mi boca se quedaron atoradas por un instante.

—Eso no paso —le dije tratando de borrar ese recuerdo de mi mente, Denis se levanta de su asiento muy molesto por mi comentario ingenuo.

—Sí, si pasó Cara — repone en voz alta, las miradas de los comensales vse clavaron en nosotros dispuestos a ver el alboroto que estábamos armando.

—Nos están viendo todos aquí, guarda la compostura —le pido en un susurro.

En vez de que eso lo calmará lo hizo rabiar aún más, pues hizo las manos puño y tenso la mandíbula.

— No quieres que nadie se enteré lo que paso. ¿No es así? —Levanta la voz y yo me atraganto de la impresión. — ¡Pues te besé Cara, aprende a vivir con eso! ¿Y sabes qué? No me arrepiento de haberlo hecho —declaro decidido, luego de eso salió de la heladería como alma que lleva el diablo, me puse de pie para seguirlo antes de que se fuera y me deje aquí tirada.

— ¡Denis vuelve aquí, no te atrevas a irte sin mí! —Le grito, pero temo que ya se ha ido porque no lo veo por ningún lado, no obstante lo diviso recargado en el cristal de la heladería con los ojos cerrados respirando profundo.

— ¿Denis? —inquiero quedito para no empeorarlo todo.

—Es mejor que nos vayamos de una buena vez —suelta mirándome con dureza.

Capitulo dedicado a : StayMyForever

Cariño muchísimas gracias por tanto apoyo y amor hacia la historia no sabes lo mucho que eso significa para mi un pedacito de mi corazon es tuyo.

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